Destinado al Alfa

By DiannaBelly

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Libro II. Segunda parte de: EDUCANDO AL ALFA Aria Johans se ha enamorado a primera vista de Brent Sandini, un... More

1. Encuentro
2. Set de noticias
3. Aprendíz
4. Un mal día
5. El verdadero cretino
6. Dragon rojo
7. Una entrevista sincera
8. Confesión
9. Almas gemelas
10. Celebración para recordar
11. Prioridades
12. Dudosas decisiones
13. El alfa en sus sueños
14. Noche de disfraces
15. Promesas
16. Cuando todo se acaba
17. ¿Es un sueño?
18. Donde pertenezco
19. Decisiones
20. Aria y Arin
21. ¿Recaída?
22. Desolación
23. Decadencia
24. Elección
25. De regreso
26. En busca de aliados
27. Rescate y dulce desayuno
28. Manada aliada
29. Planes revelados
30. Batalla dominante
31. Omegas organizados
32. Romance aplazado
33. Caos, dentro y fuera
34. Vencedores y consecuencias
35. Una sonrisa tras la oscuridad
36. Emociones vacilantes
37. Malhumor y amor
38. Disculpas & visita inesperada
39. El destino del enemigo
40. Una gran propuesta
41. La Proclama del Alfa
42. Día de campo y mudanza
43. Oportunidades
44. Última visita /Mañana vergonzosa
45. Omega emperador
46. Es un bebé
Arin Nerina (Especial Extra)
47. Forasteros extranjeros
48. Rapto
49. Celos y peligro
50. Bienvenido Arisa
51. Labores domésticas
52. Un alfa ebrio
53. Familia
54. Diferentes cambios
55. Hermanos Gregos
56. Prisión secreta
57. Libérame
58. Bestia suelta
59. Enemigo del pasado

60. Rumbo nuevo (Final)

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By DiannaBelly

Arisa se mantuvo de pie por varios minutos frente a la puerta. Tenía miedo, verguenza, pena y tristeza.

Solo la puerta abriendose, lo sacó de trance y le hizo enfrentarse a la realidad.

—Arisa, adelante. Tu padre está despierto— Arin le cedió el paso.

El menor avanzó, sujetando fuerte el ramo de flores que preparó. Vió a su padre, apoyado en la cabecera de la cama y desayunando.

—Ven cachorro. Quiero verte.

Arisa soltó en llanto mientras corría a los brazos de su padre. Estuvo a poco de perderlo por sus malas decisiones infantiles. No confió y quiso abandonarlos.

Culpa, esa palabra estaba carcomiendo su mente y corazon.

—Lo siento mucho.

—Shhh. No digas mas, no tuviste la culpa de nada— Le consoló Sten.

Arin se acomodó al lado de Sten, apoyando su cabeza en su hombro.

—Hemos sido una familia rara desde el inicio, pero aun podemos corregirlo y esta vez lo haremos bien— Arin acarició el rostro de Arisa. —¿Te parece si lo intentamos, hijo?

Arisa se limpió las lágrimas y asintió. Sus padres lo abrazaron e incluso rieron sin razon por unos minutos.

—Olvida esa tonteria que te dije en el pasado. Llámame como tu quieras, eso no quitará el hecho que eres nuestro mas grande tesoro— Aseguró Arin, aun estando cómodo apoyado en el alfa.

—Si— Arisa cerró los ojos cuando Arin besó su frente y acarició su rostro. —Quiero darle un nuevo empiezo a mi vida, asi que pensé en hacerme un recorte de cabello. ¿Me ayudarías mamá?

Arin movió su cabeza en afirmativa, levantandose ansioso por ayudarle en lo que Arisa desee.

—Si quieres, vamos ahora mismo a hacerte ese corte de cabello.

—Pero, mi papá...

—No se preocupen por mí, tomaré una siesta en lo que salen juntos— Sten quitó importancia.

⚔️

—No quiero esconderme mas, asi que tambien recorte al frente— Pidió Arisa, ya que sus risos crecidos cubrían toda su frente y los ojos.

Arin estaba al lado de la persona que recortaba el cabello al menor, atento y sugiriendo hasta donde recortar.

—Estas quedando muy bien, hijo.

Arisa se miró al espejo una vez terminaron, sonrió apenado pues su cabello descuidado se fue y ahora incluso tenía la frente descubierta y haciendo denotar sus ojos grises y brillantes. Arin le abrazó y luego acomodó el cabello del menor tras su oreja.

—Le iría muy bien a ese corte, ropa nueva... bueno, solo si quieres intentarlo.

—Me gustaría, pero no sé nada de elegir ropa ¿Me ayudarías?— Consultó tímido.

—Con todo el gusto. Vamos.

  Con las compras de ultima hora, se demoraron mas de lo pensado, asi que solo llegaron a casa al atardecer.

—Uh ¿Y ese olor?— Arin notó el aroma de la cena en cuanto ingresó a la casa junto a Arisa.

—Se demoraron un...— Sten salió de la cocina y se quedó sorprendido al ver el cambio radical de su hijo. —Arisa, te ves muy bien... heh... ¿Dónde quedó mi cachorro?

—Sigo siendo yo, papá... ¿No te gusta?— Arisa ya se sentía indeciso usando prendas mas suaves y delicadas, aunque no cambiando demasiado su comodidad.

—Te ves muy bien, heredaste la belleza de Arin de eso no hay duda, pero no me gustaría que algun tonto alfa te aleje de mi— Abrazó al menor que sonrió apenado.

—Dejen el drama y mejor sientense que vamos a cenar— Arin ya tenia puesto un delantal y se encargaba del resto de la cena.

Fue curioso verlo tratando de hacerse cargo de la cena, pues padre e hijo sabían que Arin nunca pudo llevarse bien con la cocina.

⚔️

Con la calma de vuelta, los días volvían a ser cotidianos. O una tortura para Mable.

"Que asco" Pensó el omega, viendo de reojo a su alfa cambiandose de ropa y dejando ver los kilitos demas en su cuerpo.

Ambos estaban solos en la habitacion, Tonk como siempre se llevó una almohada y su cobija al sofa amplio que habia ahí. Era cierto que ambos no se hablaban mas que lo necesario, pero era muy hiriente ver las muecas y gestos despectivos de Mable, hasta ese punto era casi insoportable, sobre todo cuando abría la boca para insultarlo.

—¿Has pensado hacer dieta? La verdad no soporto verte.

—¡Cállate!

—¡Qué! ¡¿Quién te crees que eres, maldito cerdo?!

Tonk ya no soportaba mas a Mable y sus desplantes. Su paciencia casi se esfuma de no ser que se detuvo antes de cometer una tontería.

Por un segundo, Mable se asustó cuando vió al alfa acercarse con la mano en alto, como si fuera a golpearlo.

Tonk dejó salir un jadeo disgustado, luego tomó su bata y salió de ahí dando un portazo.

Mable se quedó solo por varias horas, hasta la madrugada, no pudo dormir, asi que escuchó perfectamente las risas de sus hermanos mayores, por el tono estaban algo tomados, luego pudo oir a Tonk ingresando a la habitacion tras despedirse de Vali y Albis. Mable se sentó y miró al alfa con la misma expresion que cuando él se fue.

—Bebiste...

—Eso no es de tu incumbencia— Tonk le respondió de manera grosera, debido al alcohol que no le dejaba estar lúcido por completo, pero sí para callarle la boca al omega.

—Es verdad, tu no me importas.

—Lo sé y la verdad es que empiezo a detestarte como tu lo haces conmigo.

—¿Qué?

—Lo que oiste...— Tonk se sentó cerca de Mable y presionó su madíbula con algo de rudeza. —Antes te idolatraba, pero me dí cuenta que solo eres bello por fuera, porque por dentro eres horrible. Nisiquiera entiendo cómo es que eres hijo de Elis Berquist que es una persona tan amable y agradable, hasta me ayudó a habituarme aquí, pero tú... siento rabia en la misma medida en que me gustas.

"Duele"

Mable siempre fue de oidos sordos ante las críticas e insultos de otros, pero las palabras de Tonk le hicieron brotar lágrimas.

El alfa lo notó y no pudo evitar quitar esas lágrimas con sus dedos.

—No llores.

Fue un momento caótico para las emociones florecientes producto de la sinceridad. Tonk terminó besando a Mable para consolarlo. Entre sollozos, ambos continuaron ese beso calmante.

—No es verdad todo lo que dije... yo te sigo amando.

Mable y su ser sencible oculto en lo mas profundo, provocaron que se sintiera tan vulnerable que solo buscó la tranquilidad en los brazos del alfa.

Ese beso inicial llevó a otro, las caricias dieron paso a otras y por primera vez se entregaron uno al otro.

El asco de Mable se esfumó con los besos, caricias y el placer provocado por cada embiste en su intimidad.

  Al despertar del día siguiente, Mable sentía los recuerdos volver a él. No tuvo tiempo de cuestionarse, pues vió a Tonk empacar sus cosas.

—¿Qué haces?

—Es obvio. Me marcho de aquí, ninguno de los dos va a soportar esta mentira. Me odias y yo terminaría haciendolo en poco... asi que, búscate otro bufón.

Mable saltó de su lugar y se descubrió estirando la mano, aunque de inmediato desistió. ¿Por qué debería seguirle?

.

—Mable, ya llegó Dalih. ¿Tu y Tonk discutieron?— Elis ingresó a la habitacion de su hijo y quiso averiguar lo que ocurrió para que el alfa se marchara sin decir nada.

—Algo asi. Lo que importa es que posiblemente espere un hijo. Me he estado sintiendo mal y quiero salir de dudas antes de tomar una decision.

—Tu padre enloquecerá si se entera que será abuelo— Elis se sentó al lado de Mable.

—Lo lamento... es mi culpa... a veces actuo como un loco sin remordimientos y he aqui las consecuencias— Se sobó el vientre.

Dalih ingresó poco despues tras tocar la puerta. Siendo un hechicero con sus dotes de vuelta, solo le bastó posar su mano en el vientre del omega.

—No tienes nada ahí. Creo que tus malestares los causaste por tu estado de ánimo, que se influenció por algo que te hizo creer lo que no era— Explicó.

Como una cubetada de agua fría, Mable se sentía odiota. Se casó para aparentar y nisiquiera estaba en espera.

Idiota. Idiota. Idiota...

⚔️

—Mar, el hijo de Van Gregos vino a verte. Dijo que era importante y te espera afuera— Su madre vino a hacerle saber. —¿Qué asunto es el que debe hablar contigo, eh?— Curioseó la mujer.

—No sé— Mintió, pero se cubría el cuello con su bufanda, ya que nadie sabía sobre la marca.

Con los ultimos acontecimientos, no hubo tiempo para ambos, pero tenía miedo de la crueldad de Vali al rechazarle.

Su corazon latía desbocado con solo verlo de pie en la calle y mirándolo fijamente. ¿Qué debía hacer?

—Lamento no haber venido antes...

—Descuida, lo entiendo.— Aclaró Marien, no estaba molesto con Vali.

Ambos solo se vieron y sin saber por donde empezar o cómo tocar el tema que les incumbía.

—¿Me dirás lo que decidiste acerca de la marca?— Marien cortó ese silencio incómodo. —Entenderé que quieras borrar esto...

—En realidad, no me arrepiento— Le interrumpió Vali.

—¿No?

—Apenas pasamos poco tiempo juntos, pero me gustaste desde el día en que te ví por primera vez. Te miraba siempre, mientras tú mirabas a Dean, es por eso que aproveché la oportunidad cuando escribiste la carta... por mi egoísmo y celos, te marqué. Ahora lo sé, pero no me arrepiento... No puedo obligarte, asi que tú decides... Si me aceptas, trataré de ser un buen alfa contigo.

Marien quedó impactado por la revelacion, "Siempre le gustó a Vali". Simplemente parecía un sueño increíble.

Vali sintió su pecho estrujarse cuando oyó la risita de Marien. La palabra "rechazo" ya rondaba su mente.

—Es la confesion mas fría que he escuchado en mi vida— Marien sonrió como consecuencia a los nervios. —Tambien me gustas, lo descubrí en el tiempo que pasé contigo— Se sinceró.

—¿De verdad?— El alma le volvía a Vali al ver el asentimiento del omega. —¿Entonces quieres intentarlo conmigo, para que funcione?

—Si.

Los padres de Marien quedaron boquiabiertos cuando vieron al par abrazarse entre sonrisas y besarse en plena calle.

—¡¿Marien, qué crees que haces con el hijo del anterior Alfa?!

—Descuide señora, estamos juntos y pronto nos casaremos— Respondió Vali, con una sonrisa que pocas veces mostraba.

—¡¿Qué?!— Ambos padres gritaron por la sorpresiva noticia.

—¿Hablas en serio Vali?— Preguntó Marien.

—Claro. Por cierto, mi nombre real es Valiar, preséntame como tal a tus padres.

—Ah, por supuesto. Vamos.

⚔️

Arisa se cepillaba el cabello frente a su tocador, se sentía aun timido viendo su nuevo yo, pero era un cambio que quería enfrentar.

Tras todo lo ocurrido, habló de tantas cosas con sus padres, todas sus dudas y temores. Nadie lo culpaba ni tocaron mas el tema de Jesper, se suponia que quedaria en el pasado, asi lo decidieron en familia, incluyendo a los que vivían en el palacio. Por primera vez, ya no sentía ese peso de ser una carga, tambien estaba en el proceso de quererse mas antes que complacer al resto.

En ese instante se vestía para retornar a la academia, ese tambien era un paso que queria afrontar y dejar de temer.

Mientras se despedía de Arin, la puerta sonó con un par de toquidos.

—¿Acke, qué haces de aquí?

El muchacho quedó con la mente en blanco al ver a Arisa tan diferente.

—Y-yo... y-yo... quería acompañarte a-a la academia...— Acke en un buen acto de amistad, quiso ayudarle a enfrentar a los chicos de la academia que lo molestaban.

—Oh. Gracias. Vámos entonces.

Acke solo le siguió, sin poder dejar de observar de reojo al doncel.

Arisa ocultó lo mas que pudo el temor de ser insultado, pero al llegar solo vió miradas curiosas que le dirigían todos.

En la hora del descanso, fue a buscar un lugar cómodo para merendar, se sentó bajo la sombra de un árbol mientras  esperaba a Acke que demoraba en el baño.

—Oye tú. Te gusta hacer alarde ante todos ¿Verdad?

Nuevamente el que fue su amigo cuando niños, vino a molestarle junto a su grupo que le seguían en sus bromas.

Arisa se sentía diferente y lo que le dijo ahora, le parecía tonto e incluso envidioso. Antes no pudo notarlo pero ahora lo veía muy claro.

—Ustedes, mocosos envidiosos. ¿Quieren meterse con Arisa? Pues si lo molestan, se las verán con nosotros tambien— Interrumpió Vali.

El doncel miró tras suyo, viendo a sus primos Vali y Albis.

—A Albis no le gusta meterse con idiotas como ustedes, pero a mi no me importa, nisiquiera patearle el trasero a omegas que arden de envidia— Vali acercó el rostro a la omega incitadora a que trate de golpearlo.

La chica se puso roja de furia, Vali no parecía bromear y tampoco se atrevía a provocarlo como lo hacía con Arisa. Ninguno de sus amigos se atrevía en realidad a levantar la voz delante del futuro Alfa de la manada ni del hermano.

—Arisa, trajimos un pastel para comer juntos— Albis se sentó al lado del menor, luciendo sonriente como siempre.

—¿Ahora, me protejen? ¿Mi padre se los pidió?— El doncel entrecerró los ojos en sospecha hacia sus dos primos.

—Mencionó algo, pero no nos pidió nada. Vimos que te molestaban y no podíamos quedarnos cruzados de brazos... si lo hubieramos visto antes, te aseguro que hubieramos actuado— Aseguró Albis.

—Pero...

—No temas, no se atreveran a molestarte mas, Albis será el Alfa en unos días y a nadie le conviene hacerse enemigo de él— Vali le palmeó la cabeza de forma bromista.

—¿Llego tarde?— Marien apareció llevando en manos un envuelto con comida.

—Para nada, ven aquí.

Arisa observó a Vali y al omega, abrazándose y dándose un corto beso.

—¿De qué me perdí?— Preguntó aun asombrado.

⚔️

—¿Qué haces espiando aquí?— Arin le sacó un grito a Mable que estaba oculto tras un árbol.

—¡Casi me da un ataque!

—Eso es porque estabas espiando a tu alfa ¿no?— Arin señaló a la panadería a pocos metros.

—No espiaba, solo...

—Supe que él se fue del palacio. Solo vé y pídele que regrese, usa tus encantos y yá.

Mable se sonrojó en verguenza, no quería que la gente lo viera rogando, por eso negó con la cabeza.

Arin solo bufó y cuando notó al joven alfa de regreso y cargando dos sacos llenos de harina en cada brazo, sonrió.

—¡Hey muchacho, tu omega vino a buscarte!— Gritó, haciendose oir incluso por la gente que transitaba cerca. Le dió un empujon a Mable y se fue de ahí riendo por lo bajo.

—¿Qué quieres?— Tonk fingió indiferencia.

—Yo... me hice la revision médica.

—Entiendo... me haré cargo del bebé como prometí, pero no veo necesario relacionarnos mas.

—Resulta que no hay bebé.

—Oh... entonces creo que todo se acab-

—¡No! Quiero decir... ¡Esh! ¡Tú regresarás conmigo al palacio!— Casi gritó Mable con el rostro sonrojado.

Tonk veía extrañado al omega, pues no entendía esa actitud repentina. Y casi siente infartarse, cuando Mable tomó su mano y la pegó en su pecho.

—Ya estamos casados y te toca soportarme... ademas... la pasada noche...

—¿La pasada noche, qué?— Tonk observó fijamente a Mable.

—Pu-pues... fue genial, tú... No me hagas decirlo.

—¿Realmente quieres que retorne contigo? ¿Estas seguro?

Mable hizo un puchero mientras miraba al alfa.

—Si.

A Tonk le bastó esa pequeña luz, esa oportunidad para ganarse el corazon de Mable, asi que se arriesgaría una última vez.

⚔️

—¿Pasó algo?— Arisa notó lo pensativo que estaba Arin.

—Tu padre dijo que hoy tanpoco vendría a comer con nosotros

—¿Y qué? No es la primera vez.

—Se suponía que se relajaría en su trabajo, nos prometió eso— Arin despues se acercó a su hijo y le habló en complicidad. —La florista que trabaja para Emile, me comentó que la hija de uno de los generales, compró muchas flores y le oyó mencionar el nombre de tu padre.

Arisa negó con la cabeza mientras aguantaba las ganas de sonreir, no habia nadie mas celoso que Arin Gregos.

—Mi papá no te engañaría. Es verdad que es guapo y que hay varios omegas que se interesan en él, pero jamas le ha hecho caso a nadie mas que a tí— Arisa sentía gracioso estar aconsejando a un omega como Arin.

—Quien sabe. Caras vemos, corazones no sabemos. En todo caso, necesito ir a ver esas "Reuniones importantes" que dice tener tu padre, de lo contrario no podré estar tranquilo.

—Espérame— Arisa le siguió en cuanto lo vió levantarse para ir en ese mismo instante.

Era algo exagerado, pero Arisa no quería dejarlo ir solo, hasta se imaginó como el niñero de Arin, que no estaria tranquilo hasta ver la verdad con sus propios ojos.

—Omega Arin, que gusto verle. No puede ingresar a este salon, hay una reunion importante y no pueden ser interrumpidos.

Arin ignoró al sujeto que estaba ocupado en su escritorio.

—No vayas, te meterás en problemas— Le advirtió Arisa.

Arin abrió la puerta de ingreso, listo para cualquier cosa que estuviera del otro lado.

—¿Arin?— Sten le miraba sorprendido.

El omega quedó pasmado, pues allí solo estaban reunidos varios alfas militares, claramente interrumpiendo una junta importante.

—Lo lamento mucho— Sonrió nervioso y luego cerró la puerta tal como estaba.

Sus manos fueron a su rostro, ante la verguenza que pasó e hizo pasar a su alfa.

—Te lo dije, papá no te engaña.

—Tu padre va a matarme cuando llegue a casa— Arin no podía con el bochornoso incidente.

.

Arin fue el primero en meterse a la casa,  gimoteando por la tontería que hizo y que no sabía cómo solucionaría.

—Hola Arisa ¿Le ocurrió algo a Arin?— Elin llegaba tambien a casa.

—Esta bien, nada serio— Arisa quitó importancia al asunto, luego su mirada fue al señor Fher.

Caminó lentamente hasta llegar a la carreta donde el alfa tomaba algunos costales.

—Hola pequeño— Fher observó al menor, acercándose cada vez mas a la adultez.

—Cómo le va, señor Fher.

El alfa se extrañó al oir ese saludo genérico del pequeño que casi siempre le llamó abuelo.

—¿Ocurre algo?

—Dicen que los secretos a veces se convierten en una gran carga que cada vez es mas dificil de soportar....— Arisa tomó la mano del alfa. —¿Por qué no le confiesas a papá que en realidad eres su padre y Elin su hermana?

—¿Cómo sabes eso?

—Siempre tuve sospechas desde pequeño. Recuerdo los días en que me cuidaron mejor que mis padres, cuando enfermaba se veían tan preocupados como ellos y nunca olvidaron mis cumpleaños... ademas, una vez te ví cortando leña sin camisa y ví tu tatuaje en la espalda, y ese mismo tatuaje lo ví en la espalda de mi padre el día en que fue a rescatarme de ese criminal, fueron apenas unos instantes, pero no me quedó duda que eran idénticas— Arisa le sonrió al alfa que no tenia modo de negarlo. —Papá me contó su historia y tambien lo mucho que extraña reencontralos. No entiendo por qué no le dijiste la verdad desde el principio.

—Ay pequeño, a mi edad me basta con saber que mi hijo ha hecho una buena vida, ya es demasiado bueno verlo a diario y a su bella familia, no pido mas.

Elin volvía por las demas bolsas, pero quedó sin habla ante el secreto descubierto por el menor.

—No lo creo. Yo deseo llamarte abuelo no solo por cariño, sino porque lo reconozcas ante todos y podamos ser una familia de verdad.

Fher abrazó a Arisa, el cariño inmenso que le tenia no cambiaría por nada.

—Vaya, que linda escena.

—Papá— Arisa notó a su padre apoyado en un extremo de la carreta.

—Sten... ¿Nos oiste?— Fher ya temia el rechazo y los reclamos.

—Si— Sten rodeó con su brazo a su hijo que se acercó a él. —Ahora entiendo esa sensación cómoda que provocaban ustedes cuando los tenía cerca. Fuí muy tonto al no querer ver las señales, como los apellidos, nuestros ojos del mismo color... y los susurros de mi lobo que los reconocía— Rió Sten.

—¿No estas molesto?— Preguntó Fher con preocupación.

—Increíblemente no... Vamos a mi casa y no sé, podemos celebrarlo o algo— Propuso Sten.

—Si, vamos a festejar esto— Rogó Arisa a su abuelo y tía que lloraba en alivio.

—Claro— Cómo negarse a su querido nieto, Fher jamas le negaría nada.

⚔️

La celebracion de nombramiento de Albis como nuevo Alfa, fue igual de enorme y lujosa que el de Galt. La manada entera estaba de fiesta, llegaron muchos invitados de manada aliadas y vecinas. Muchos amigos de hace años volvían a reencontrarse en esa celebracion que contaba con personajes importantes.

Mientras sus padres se mantenían ocupados con los invitados, Arisa optó por dar un paseo tranquilo en los jardines del palacio.

—Arisa.

—Acke, pensé que no vendrías. Te ves bien con ese atuendo nuevo.

—Gracias... es la primera vez que uso algo así, mi madre dijo que hoy era una ocasion especial.

—Entiendo... ¿Quieres dar un paseo conmigo?

El joven le siguió, tenía muchos elogios para Arisa, pero de su boca solo salían palabras enredadas... pero... no queria callar mas.

—Arisa— Le detuvo tras tomar su mano.

El doncel miró a su amigo que sudaba por la frente y tenia las orejas rojas.

—Ya no puedo callar mas. Si no lo digo, siento que estallaré.

—¿Qué dices, Acke?— Rió Arisa y aunque intentó soltarse del chico, no lo consiguió.

—Me gustas, Arisa— Finalmente se confesó. —Siempre me has gustado, pero tenía tanto miedo de decírtelo y que te alejaras de mi... sé que no soy el mas valiente, ni el que levanta la voz para hacerse oir... por eso, puedes pensar lo que quieras de mi, solo por favor no dejes de ser mi amigo.

¿De verdad estaba tan ciego? Arisa no puso atencion a las delicadezas que Acke siempre le tenia, pero ahora que lo pensaba, él siempre estuvo a su lado cuando nadie mas quiso ser su amigo.

—Me siento alagado... si, eso— Arisa apenas ponía en orden su propia vida y claro que tendría que considerar a su amigo. —Tampoco quiero dejar de ser tu amigo... solo, dame un poco de tiempo ¿si?

Para Acke, esas palabras no dejaron morir sus esperanzas y por eso asintió feliz. Sería paciente.

⚔️

Cuando llegó la estación de verano, Folke se preparaba ansiosa para el festival Luna realizada cada año.

Varios meses transcurrieron llenos de tranquilidad para todos.

—Sten, Arisa, el desayuno está listo— Los llamó Arin desde la cocina.

El omega aun tenia sueño, pero se encargó de preparar el desayuno como cada día.

—No creo que soporte por mucho— Murmuró para si mismo. Se estaba tomando en serio su rol en esa casa y ya que Sten proveía a la familia, solo le tocaba mantener la casa ordenada y hacer de ama de casa, lo cual no era sencillo, ya que jamas consiguió acostumbrarse.

El día fue tranquilo para Arin. Al atardecer Arisa retornó de la academia y Sten regresaba de sus labores.

—¿Tienes algun plan para esta noche?— Consultó Sten, dispuesto a cumplir los deseos de su omega.

—Nada en especial. Me basta con salir y ver el festival, comer y beber las delicias que habrá, y luego pasar una noche muy buena contigo— Arin enredó sus manos en el cuello del alfa.

— Entonces asi será. Iremos a disfrutar del festival y tendremos nuestra propia fiesta a solas, al llegar— Besó a su omega.

Su momento romántico se interrumpió cuando Arisa bajó los escalones, vistiendo un bonito atuendo y con el cabello muy bien peinado y decorado.

—¿Nos vamos?

Sten borró su sonrisa y no era por Arisa, sino por la primera cita de su cachorro, de solo pensarlo sentía hervir su sangre.

—Oye, no seas tan gruñon. Es una cita tan solo— Arin se burlaba de la mala cara de Sten.

La pareja fue al festival que estaba lleno. Arisa llegó al punto de encuentro donde Acke lo esperaba.

Arin no paraba de reir mientras sujetaba a Sten, con cada acción que no le gustaba, como las sonrisas o las manos entrelazadas de los menores, le impulsaba a querer ir y separar a Acke de su cachorro.

—Sten basta ya, hemos pasado la noche siguiendo a Arisa en su cita. Tengo ganas de comer unas brochetas o probar los dulces de la temporada— Sugirió para distraer a su alfa.

Arin no le veía nada de malo a esa cita, pero el universo parecía conspirar contra su alfa. Repentinamente Arisa y Acke se dieron un beso inocente.

—¡Ese mocoso atrevido!

—¡No, Sten!— Tuvo que colgarse de su alfa para evitar que fuera y espantara al muchacho, que al parecer ya era novio de Arisa.

Arin observó finalmente la sonrisa de su hijo, una real y alegre, aquello le bastó para estar seguro de que todo estaría bien. Su vida estaba bien y deseaba que asi fuera hasta el final... en esta y las otras vidas.










⚔️🛡⚔️

A veces, al destino le gusta repetir el juego, pero no siempre es cruel...

—¿Dónde se fueron esos tontos?— El omega perdió de vista a sus amigos dentro de ese famoso bar.

Cansado de buscarlos, decidió ir a la pista y disfrutar de esa noche.

Que mas daba, si sus amigos no aparecían, podía divertirse sin la compañia de ellos.

Metiendose entre toda esa gente que se movía al son de la cancion, halló un buen lugar al centro de la pista y tan solo dejó que su cuerpo se relajara al ritmo la contagiosa cancion. Incluso hubo un momento en que cerró los ojos y se dejó llevar, hasta que su mano chocó con un vaso que a la vez salpicó a alguien mas.

—¡Fíjate!— Le reclamaron.

—Lo siento, lo...

Aria quedó sin aliento al toparse con un hombre de hechiceros ojos grises. Este se sacudía la bebida que tambien le salpicó la camisa, pero lejos de enfadarse, le dedicó una sonrisa.

—Tan solo me acerqué para invitarte una copa, aunque no me imaginé ser atacado de esta forma— Bromeó el alfa.

—Disculpame, es que me dejé llevar por la música.

—Lo sé, te ví y fue por eso que me acerqué. Me llamo Brent Sandini.

—Soy, Aria Johans.

Ambos se dieron la mano en un corto saludo, aunque internamente cada uno sentía como si conociera al otro de toda la vida. Había un imán invisible que los atraía de forma inevitable que, aun sin conocerse, se devoraron los labios como si no hubiera un despues, y solo la falta de aire los hizo separarse.

—Lo lamento, yo no soy asi— Se disculpó el alfa, aunque no se sentía arrepentido en absoluto.

—Tampoco yo, lo prometo— Aria no podía creer lo descarado que fue con ese sujeto que acababa de conocer.

—¿Puedo invitarte una copa?

—Claro.

—Dime ¿A qué te dedicas?

—Estudio comunicacion masiva, aunque he pensado hacer mis practicas muy pronto. ¿Y tú?

—Soy actor.

—¿Hablas en serio?

—No tengo razones para mentirte.

—Pues... es increíble. Quizá puedas darme tu autografo.

—Mejor te doy mi número telefónico.

—¿Eso le dices a todos?

—Para nada.

—¿Qué hay de tu novia?

—No salgo con nadie ¿Y tú?

—Hey... deberíamos ir mas lento— Aria le dió un suave empujon.

Brent solo rió por la plática divertida con ese lindo omega.

Ese fue el primer encuentro de un par de destinados que se enamoraron a primera vista. En poco tiempo entablaron una hermosa relacion romántica y se hicieron novios. Durante una temporada trabajaron juntos, cada uno apoyando la carrera del otro y posteriormente se casaron y tuvieron un matrimonio feliz, con altibajos como cualquier pareja, pero superandolo gracias al amor y confiaza mutua que se tenían.

Eran almas destinadas despues de todo.

FIN


Gracias por leer hasta el final!!

Disfruté escribiendo "Educando al Alfa" y "Destinado al Alfa" Estos fueron mis primeros proyectos, asi que me siento conforme con el resultado.

Gracias a tí lector, por llegar hasta aqui.

Bye bye ♡♡♡


Se viene pronto el libro 3 de esta amplia historia, que me gustó tanto escribir. El Legado del Alfa, llegará este diciembre!! 😙

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