La sultana soltó una carcajada.
— Eso es lo que deseas? —Ella me miró burlonamente.
—Sí, es lo que quiero.
— Bien, déjame decirte una cosa niña tonta. —Se levantó de su asiento.— No hay privilegio más grande que casarte con el hijo favorito de su majestad.
—pues no deseo ese privilegio.
—Pero claro que no —Dijo ella con ironía en su voz, se acercó a mi hasta quedar frente a frente.— Lo que tú quieres es estar con el príncipe Mustafa. Oh me equivoco ? — No respondí.— O Me equivoco? Te hice una pregunta.
— No se equivoca sultana.
—En serio me da pena, porque tu... me recuerdas a mi, cuando llegue a este palacio. —hizo una larga pausa.— Pero a diferencia de ti, yo si supe lo que deseaba desde el primer momento, estar en lo más alto.
Se volteó para darme la espalda y seguir hablando desde esa perspectiva.
— Y tu? Quieres, no casarte, sino estar con el príncipe. —Hizo una gran pausa.— Quien va a tomarte en serio con esta actitud? —Dijo molesta.— Dime! Quien?! Acaso quieres morir con ellos? — Volteó a verme por el rabillo del ojo.
—Yo lo hago por amor, así como usted ama al sultán, yo amo a su alteza.
— Pero hay una gran diferencia, Havva. El sultán me ama, y no puedo decir lo mismo de ti y Mustafa.
— Quien es usted?! Para decirme lo que siente o no el príncipe? — alce la voz alterada y con lágrimas que se asomaban.— Digame! Quien es usted?
La sultana se volteó y me dio una fuerte bofetada lo que me hizo volver a la realidad. Y ver a quien tenía en frente.
— Me retiro. Con o sin su permiso.
Salí de la habitación con lágrimas cayendo por mis mejillas y una de estas que estaba muy roja por El Fuerte impacto de recién.
—Havva! —Escuché mi nombre y levanté la vista, Mehmet se acercaba a mi corriendo.
Trate de hacer lo mismo, en dirección contraria a él, pero termine por tropezarme en mi vestido, cayendo en brazos de mehmet quien me salvó de caerme.
—Estas bien? Que sucedió? —Su mirada tenía tanta preocupación que se desbordaba. — Por que lloras? Que sucede? —Yo solo lo miraba con lágrimas en mis ojos.
—Suéltame por favor. —El frunció el ceño confundido. —Suélteme su alteza.
El me hizo caso omiso y me alzo con sus brazos, estoy segura de que mis ojos se abrieron demasiado.
—Mehmet! Bájame. —
El no parecía escucharme, para mi mala suerte habían muchos sirvientes viendo el espectáculo; pronto recordé que tenía la cara llena de lágrimas y me vería fatal probablemente así que escondí mi cabeza en el cuello de Mehmet quien estaba llevándome a mi habitación.
Cruzamos por la puerta de esta y me dejo en mi cama cuidadosamente.
— Estas bien? —preguntó mientras acariciaba mi mejilla.
Por primera vez pude ver lo apuesto que era Mehmet, experimente una sensación parecida a la que sentía cuando miraba a Mustafa. Es... esto... no será que....
—Havva? —Su voz era suave y sus ojos buscaban los míos.— que sucedió?
— No es nada...
El suspiro y se levantó ya que estaba arrodillado.
— Mira, perdóname por... estar distante? —su mirada reflejaba cierta confusión.— Bueno... en serio estaba molesto, por todo... por la forma en que me tratas cuando lo único que trato es ayudarte y llevarnos bien. —Miró sus manos.— yo no quiero que nos llevemos mal Havva. Pero tu no cooperas.
— Es mejor que te vayas. —volteé mi cabeza a otro lado, en este momento no quería hablar con nadie y menos con mehmet.
El accedió y se fue.
Suspiré pesadamente, no sabía ni que pensar o hacer.
[...]
—Quiero hablar con el príncipe mehmet, llámelo. —
Me encontraba frente a los aposentos de mehmet, habían pasado meses desde la última vez que hablé con el. Y personalmente todo estaba bien así.
Sin embargo me llegó el rumor de que su alteza estaba teniendo intimidad con una chica libre, lo cual, está prohibido. Una criada o esclava del Haren estaría normal. Pero con una chica libre no.
— Su alteza mehmet está con su haren, sultana. — Dijo el guardia de la puerta
—Acaso pregunté que es lo que hace? Dije que lo llame. Es una orden — el no parecía moverse.— Hazte a un lado si no vas a hacer tu trabajo.
Intente entrar, sin embargo sólo logre tocar la puerta, ya que los guardias me detuvieron.
Supongo que no me queda de otra.
— PRÍNCIPE MEHMET —grité con todas mis fuerzas. — MEHMET
Los guardias se miraron entre sí sin saber que hacer, sin embargo había dado frutos y tenía a un mehmet apenas vestido abriendo la puerta.
— Que es lo que quieres? —preguntó de mala gana.
Yo pase de el y entré en la habitación. Ahí estaba la chica de la que me habían hablado, era tal cual me la habían descrito. Rubia ojos verdes, piel pálida como la nieve y labios rojos como las rosas.
Ella me miró, se encontraba tapada con una sábana nada más, y en la cama de Mehmet.
— Que estás viendo? Sal de aquí. —le ordene pero Ella miro a Mehmet.— Acabo de decirte que vayas. Vete! —Estaba un poco molesta.
— Que demonios es lo que te sucede Havva? No hablas conmigo desde hace meses y vienes aquí a echar a mi concubina. Que es lo que quieres.
— Su alteza, usted bien sabe que estar con una mujer libre está completamente prohibido a menos que quiera casarse con ella.
A todo esto la mujer seguía en la cama de su alteza.
— Y su alteza es consciente de que usted y yo vamos a casarnos. Usted está comprometido conmigo.
Mehmet me tomó del brazo y me llevo a una esquina en la habitación.
— Havva no comprendo que es lo que te sucede pero quiero que te vayas.
—No dije ninguna mentira su alteza. No va a cancelar nuestro compromiso porque no quiere decepcionar a su majestad. No es así? Deje de engañar a la pobre mujer.
— A todo esto, a ti que diablos te importa si estoy con una mujer libre? — Tiene razón, en que me incumbe esto? .— Contéstame Havva.
Lo miré a los ojos..
—Yo...
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Discúlpenme por no haber actualizado antes, pero aquí está el capítulo, nos vemos en el próximo <3