Llege veinte minutos antes al restaurante, pero eso no era una sorpresa. Siempre se ponía nerviosa cuando se reunía con Beomgyu y ahora la magnitud de esos nervios era el doble de la usual.
-Lo he estado pensando.... -susurró, hablándole a un vaso vacío para practicar - Me gustas y c-creo que de-deberiamos.... digo, no deberíamos pero.... me gustaría....
Ay, ¿era su idea o el vaso se parecía un poquito a Beomgyu? Tal vez debería de practicar con el florero...pero luego, el florero empezaba a lucir como Beomgyu también y su cerebro estaba dando giros mortales dentro de su cabeza. Me estoy volviendo loca.
¿Cómo se tomaría la noticia? Se mordió el labio inferior, con su pierna moviéndose intranquila bajo la mesa. ¿Y si Beomgyu le tenía miedo al compromiso? ¿Y si de verdad sus sospechas eran ciertas y Beomgyu terminaba siendo un agente secreto? Desde que vio mini espías su perspectiva había cambiado. No saldría con alguien que tuviera una vida secreta.
La otra opción era que Beomgyu simplemente la rechazara de nuevo. Era posible. La gente se cansaba de relaciones más rápido de los que otros podían imaginar. Además, T/n le había asegurado que si deseaba detener lo que tenían estaba en todo su derecho.
Y siendo sincera, tenía miedo.
Tenía miedo porque no imagino acabar así, se suponía que solo fingiria ser su novia falsa por unas semanas, semanas que se convirtieron en dos meses. Y si, al principio lo odiaba, pero, ¿Quien no odiaría a alguien que la rechazo en el pasado,y no solo eso, si no que la humillo frente a todos?. Nunca imagino que su enamoramiento por Beomgyu volviera. Al principio no entendía bien porque necesitaba Beomgyu una novia falsa urgentemente, pero entendió que le había mentido a sus mejores amigos de que tenía novia e irían a una cita doble para que la conocieran. Desde ahí Beomgyu apareció de nuevo en mi vida. Y cuando se había dado cuenta de que sus sentimientos habían regresado, quiso acabar todo, fingirian una pelea y terminarían su falso noviazgo para aparentar frente a los amigos de Beomgyu, pero eso nunca llegó, en cambio, Beomgyu confeso que también sentía lo mismo por ella, y sus ilusiones volaron.
Pero ahora tenía miedo, tenía un presentimiento; que todo terminaría mal.
Va a terminar conmigo ¿verdad? No, Kim T/n, no seas pesimista. Eres muy genial y cool-aunque apestes en matemáticas- si no esta de acuerdo en ser pareja, el se lo pierde....¿Pero y si quiere ser pareja, entonces que?
Novia de Choi Beomgyu... su "yo" de quince años estaría alucinando ante el pensamiento. Todavía recordaba sus antiguaos cuadernos infestados de "Choi Beomgyu" y muchos corazones alrededor. Que vergüenza. Realmente había tocado fondo en secundaria.
Absorta en sus pensamientos no se dio cuente que ese "alguien" ingresaba por la puerta del restaurante, ni si quiera cuando se acercó detrás de su asiento. Unas manos cubrieron sus ojos de repente, y T/n, tras dar un ligero brinco por el susto, curvo sus labios en una sonrisa.
-mmm, ¿Me pregunto quien es? - Dijo divertida. Una risa sonó a sus espaldas
-Tendrás que adivinar
-Tal vez....¿Un osito?
-jajaja- río irónico, dezlisando sus manos hasta las mejillas de T/n y propinarle un buen apretón - muy graciosa bebé
-No te enojes - lloriqueo graciosamente con la cara estirada por el pellizco de Beomgyu, quien la soltó dejándolas entumecidas por un momento. - ay.... me duele..
-Si me dieras un apodo más bonito no tendríamos ese problema - le explico antes de caminar a su respectivo asiento,
T/n lo siguió con la mirada pendiente y la boca entreabierta.
¿Quien le había dado permiso a Beomgyu para estar tan bueno?
La gente común no tenía ese cuerpo, ni ese semblante, ni esos ojos, ni esos labios. ¿No era un poco injusto? Hasta en harapos se podría ver como un dios griego. Aunque su atuendo de camisa blanca y pantalones negros no era algo espectacular.
La cena transcurrió tranquila, hablaron sobre la universidad, el apodo de Beomgyu que T/n se negaba a cambiar.
La comida que ordenaron estaba a nada de acabarse cuando un aura de seriedad los envolvió, y T/n presintio que era el momento.
-Beomgyu -exhalo. El castaño la miro con atención - Hay...hay algo q-que tengo que decirte..
-¿Si?
-Este tiempo...... desde que tu y yo-
El sonido de un teléfono los interrumpió
-Oh, ¿Me disculpas? Será rápido -la chica asintió y vio a Beomgyu levantarse para contestar la llamada.
Ojalá no sea nada malo, pensó. En realidad ser interrumpida en medio de su oración no le molestaba. Podía continuar con si idea luego ¿no?
-Tengo que irme- dijo Beomgyu al regresar. Las cejas de T/n se levantaron. Oh-Lo siento mucho, es Yuna y necesita mi ayuda.
-¿E-ella esta bien? -pregunto alarmada
-Si.. solo esta ebria en un bar no muy lejos de aquí y... no sabe a donde ir. La llevare a casa.
-¿Quieres que te acompañe?
-¿Lo harías?- hablo con inseguridad. T/n asintió, segura de su propia elección. Yuna era una de las mejores amigas de Beomgyu y sabía lo importante que era para el.
-Por supuesto
Pagaron la cuenta antes de marcharse en un taxi en dirección al bar en donde Yuna estaba. Notando a Beomgyu demasiado preocupado durante el trayecto como para entablar una conversación. T/n se dedico a observar por la ventana para darle su espacio.
-Iré a buscarla adentro- advirtio Beomgyu cuando el vehículo se detuvo frente al bar -tu quédate en el auto. Volveré de inmediato
-S-suerte -dijo la chica viéndolo bajar del taxi. Vio su espalda a través del vidrio desaparecer al otro lado de la entrada.
Esta ebria......¿Pero porque no había nadie que la llevara a casa aparte de Beomgyu? ¿Acaso estaba sola bebiendo en un bar? ¿No era un poco raro? ¿Y Jake? ¿Que había de Jake? ¿No debería llamara a su novio primero?
Algo no le cuadraba. En realidad, en muchas ocasiones, habían cosas que no encajaban correctamente. Quizás su mente estaba en cortocircuito, pero tampoco podía ignorar sus sospechas sobre una pieza importante que faltaba desde hace tiempo, principalmente respecto a la relación de Yuna y Jake.
¿Estría siendo paranoica? Era probable. Como también era pobrable que la ebriedad de Yuna fuera resultado de una pelea fuerte con Jake. Eso tenía sentido, y era común entre parejas que llevaban conviviendo mucho tiempo juntas.
No había de que preocuparse
-¿T/n?- La castaña se volteó asustada, percatarnos de la presencia de Yuna borracha ingresando al taxi - Ahh... ¡Estabas con Beom! ¿A que no?
Su cuerpo cayó en los asientos traseros del taxi y la cabeza de Yuna chocó contra el hombro de T/n
-que suavecito. Amo tu hombro-ronroneo la mayor. T/n sonrió ante la imagen. No podía creer que Yuna estuviera ebria. Era como hallar un duende - Tengo sueño.... creo que dormiré aquí
-Dios T/n, lo siento mucho - se disculpo inmediatamente Beomgyu, entrando al automóvil también - nunca se pone así, no se que le paso
-N-no hay problema -sonrió apenada
Le incomodaba un poco la confianza que agarraba Yuna de tocarla sin aviso, pero no era ninguna molestia. Menos cuando sabía que tenían que cuidarla
Beomgyu cerró la puerta y le dio la dirección al taxista. En específico la del departamento de Jake, sin embargo guardo silencia a media frase cuando Yuna le pego en el brazo de repente
-¡Nooo! Ya no vivo ahí - se negó con la nariz arrugada - Ahora vivo... en otra parte. Ah, yo doy direcciones. Tu no sirves de nada
Aparto a Beomgyu para entregarle su nueva dirección al taxista, mientras Beomgyu y T/n compartían una mirada cómplice y llena de confusión ¿Yuna se había mudado? ¿Cuándo? ¿Con Jake?
-¡Ya! ¡Vaya señor! - le exclamó al conductor, para luego caer de nuevo contra el respaldo - Tengo sueño voy a dormir
-Yuna....- suspiro Beomgyu. La chica se inclino hasta quedar apegada al costado del castaño enrollando sus manos en el brazo fornido de Beomgyu
-Cállate y déjame dormir - murmuró y apoyo su cabeza en el hombro de Beomgyu, poniéndose cómoda para tomar una siesta
T/n sonrió al observarlos, sin poder evitar encontrar la escena demasiado tierna. Yuna siempre se comportaba madura e indiferente, pero bastaba un poco de alcohol para convertirla en toda una gatita amorosa y gritona. Le parecía adorable. Un poco tsundere de echo
Retuvo una risita a esa idea y Aparto su mirada de su mayor, únicamente con la intención de buscar la mirada de Beomgyu. Esperando alcanzarla como antes había sucedido, esperando que volvieran a aser ellos dos en el universo aunque fuera por un breve y efímero instante
Porque lo necesitaba. Necesitaba saber que su presencia aún era significante, incluso en tal situación. Bastaba un segundo, o un milisegundo. Bastaba una mirada en su dirección para estar tranquila y entender que, aunque su cita fui interrumpida eso no importaba mientras estuvieran juntos.
Y entonces, como si un relámpago hubiera golpeado justo directo en su rostro, lo vio.
Vio lo que tanto se había esforzado en no ver
Su mirada vacía se enfoco en el, en el chico que le gustaba, que quería, del que se había empezado a enamorar y del que quizás ya hace mucho tiempo enamorada. En Beomgyu sonrojado y con una expresión suave que nunca había presenciado, observando embobado a Yuna descansando en su hombro.
Como si solamente fueran ellos dos en el universo
Oh, su garganta se apretó y la sonrisa en sus labios fue decayendo. Oh, su mente repitió, a la vez que los latidos en su pecho se aceleraban, al entender, finalmente, cual era la pieza faltante.
Quien era la pieza faltante
T/n no era ciega, ni mucho menos estúpida, desde el principio había sido capaz de reconocer el favoritismo de Beomgyu hacia Yuna, el punto débil que era común para mucha gente. Ella misma conocía su punto débil que era su madre
El punto débil en la amistad no era muy diferente al familiar. Había señales; cierta suavidad especial al hablar, ciertos gestos diferentes, ciertas miradas llenas de ternura y orgullo. T/n podía reconocer cuando alguien tenía un punto débil en algún amigo, aunque no fuera difícil de detectar.
Esto no lo era
Ni estaba cerca de serlo
No había miradas fraternales ni sonrisas que expresen el cariño amistoso usual. Lo cierto era que, T/n no sabía si alguna vez lo habían sido.
¿Desde cuando?
Se preguntó, ignorando su respiración pesada, que se perdía con el ruido del motor ¿Cómo no lo vi antes? Su pecho se hundió al darse cuenta de que, no importaba que hiciera o cuanto tiempo para encerrada en aquel auto, esperando a que Beomgyu se volteara a verle, al menos un milisegundo.
Nada iba a cambiar
No por ella
Fijó sus ojos abiertos en el asiento del conductor. Sus manos temblorosas se agarraron a sus piernas y su boca se seco, recordando lo que en el pasado había pasado por alto para su propio beneficio de mantenerse ignorante. De ignorar lo que yacía bajo sus narices, advirtiéndole que se alejara.
"¿Y si Yuna te hubiera visto?"
"Ellos siempre han sido así. Se divierten con las cosas peligrosas. De echo tienen bastante en común"
"Yuna me coqueteo en el cocina"
Mierda. Quizá reír, reír a carcajadas ante su propia estupidez. La ilusa que había sido. Lo infantil que había sido al pensar que Beomgyu correspondía a sus sentimientos ¿No era divertido?
¿No era hilarante comprender que nada entre ellos había sido real?
Que nunca había sido real
Se preguntó en silencio si las lágrimas que le escocian en los ojos y que amenazaban a salir, se llevarían con ellas el corazón que paraba de latir dentro de su pecho.
El corazón que nuevamente Beomgyu rompía. En trizas. En polvo.
Contuvo las lágrimas, las contuvo con un nudo en la garganta y Dios, quizás le dolía. Le dolía y le quemaba, le ardía y le desmoronaba, más se rehusaba a llorar.
Era una pesadilla, tenía que ser una pesadilla
Las cosas estaban tan bien, Beomgyu era perfecto, tan dulce y atento.
Una memoria fugaz atravesó su mente y una sonrisa sardonica se dibujo en su rostro, como si estuviese confirmando lo que temía. Claro que si ¿como lo había olvidado? Esa antigua y clásica frase que ahora por fin adquiría sentido. Esa maldita frase cuya causa estaba sentada en los asientos traseros, rogándole el aire y rompiendole desde adentro, hasta desplomarse en el suelo en cientos de pedazos que no podría reponer.
"Rechaza a todas las chicas que se le declaran, diciendo que le gusta alguien mas"
Enamorarse era jodido
Pero era un infierno cuando la otra persona amaba a alguien más.
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