Lunes 4 de Septiembre de 2023
Distrito Jongno de Seúl, Corea del Sur.
Universidad Sungkyunkwan.
La repentina llegada del chico extranjero había marcado un antes y un después en la rutina del grupo de amigos, no de forma negativa, pues realmente su amistad y sus rutinas no se habían visto afectadas por la presencia del muchacho, sino que era evidente que se trataba de un sujeto de interés para más de uno de ellos.
Había pasado exactamente una semana desde que el rubio formaba una parte un poco constante del día de Christopher, por lo general se le acercaba únicamente cuando estaba solo, pero en más de una ocasión se lo había cruzado estando con su grupo de amigos.
A la mayoría en el grupo, el rubio le parecía agradable e incluso algo lindo o tierno, pero era un secreto a voces que para Christopher y Hyunjin, el chico generaba algo más que las ganas de saludarlo al verlo pasar.
Por un lado, Christopher se veía bastante cómodo haciéndose más cercano al pequeño rubio, y aquello no se le estaba haciendo tarea difícil, en los pocos días que habían pasado después de conocerse, él parecía haber comenzado a generar un sentimiento y una interacción fraternal y protectora hacia el muchacho, y aunque no se frecuentaban demasiado y no se hablaban o veían seguido, parecían agradarse bastante.
Aún así, por otro lado, Hyunjin parecía estar generando una clase de capricho con el muchacho, pues estaba comportandose extraño, y para sus amigos se estaba volviendo algo intenso y fastidioso.
En primera instancia y según decía, el más pequeño le había parecido atractivo y le llamaba la atención, y había estado un tanto insistente con que quería poder hablarle o pedirle su número de teléfono, lo repetía constantemente, y solo se quedaba quieto cuando Seungmin o MinHo no soportaban más y lo presionaban para que lo hiciera de una vez por todas.
No obstante, por alguna razón siempre se acobardaba antes de hacerlo, se cohibía o se arrepentía, y cuando no era eso, Christopher se notaba algo receloso con la idea, de modo que lanzaba comentarios asegurando que iba a intimidarlo si se acercaba demasiado directamente con esas intenciones.
Así habían transcurrido los días, y por mucho que el resto en el grupo había notado aquel cambio y comenzaban a fastidiar un poco al respecto recalcándoles que les gustaba la misma persona, las cosas no habían llegado más allá de Hyunjin exigiendo silencio, y Christopher negándose rotundamente.
—. Yo creo que es mala idea, es lunes, ¿para qué fugarse de clases? — El mal humor que traía Hyunjin estaba siendo retransmitido hacia sus amigos.
—. ¿Y quién quiere entrar a clases un lunes, Hyunjin? — MinHo respondió con fastidio, cruzándose de brazos.
—. No cuenta como fuga si no hemos entrado.
Estaban reunidos en la entrada de la universidad, no habían pasado todavía diez minutos desde que se había hecho la hora de entrada, pero ellos seguían discutiendo sobre asistir a clases o fugarse a la casa de cualquiera de ellos.
—. Chicos, ya no estamos en primaria, nadie va a venir a regañarnos por no entrar a clases, aquí a todo el mundo le da igual lo que hacemos con nuestras vidas. — El mayor del grupo comenzaba a estresarse con la situación, se notaba en la forma en la que se había alejado un par de pasos de ellos.
En ocasiones todos actuaban como si fuesen una bola de infantes, en especial Hyunjin, quien seguía siendo un niño mimado que vivía con sus padres y quien siendo hijo único y muy amado, no parecía tener muchas ganas de dejar de ser un caprichoso cuando se lo proponía.
A todo esto se le sumaba Jisung, que era quien más adoraba llevarle la contraria al muchacho.
Por lo general, ni él ni Seungmin perdían el tiempo tratando de mediar en esa situación, y MinHo era la clase de persona que disfrutaba ver de cerca cómo iniciaba el caos para después burlarse.
Mientras ellos discuten, Christopher acaba por desconectarse totalmente de su grupo de amigos tan pronto como ve a Félix llegar bastante agitado.
El rubio había corrido hasta él al llegar, pues aunque iba tarde, había hecho una pequeña parada al ver a Christopher tan solo para saludarlo y nada más, cosa que al mayor le pareció adorable, y que le sacó una agradable sonrisa después de haber estado estresado por la discusión entre sus amigos.
Félix era la clase de persona que no dudaba en pedir ayuda si la necesitaba, le gustaba intentar expresar eso con lo que estaba teniendo problemas o dificultades, y en los últimos días, al menos en el aspecto académico y comunicativo, Christopher estaba siendo un gran apoyo para él.
Era por eso principalmente que demostraba su agradecimiento con pequeños gestos como ese, y para el mayor, el hecho de que Félix hiciera una parada antes de entrar a clases para saludarlo aún cuando estaba retrasado por casi quince minutos, tenía un gran valor.
—. You're late. — Saluda Christopher con una sonrisa, tocándose la muñeca justo sobre la zona en la que muy a veces había un reloj.
Después de que hace el gesto, ni Félix, ni el grupo de amigos, pasan desapercibida la forma sutil y delicada en la que Christopher posa una de sus manos en el costado del cuerpo del rubio, sin sujetarlo realmente, tan solo descansando muy ligeramente la mano en la zona de su cintura.
Félix está agitado y algo sorprendido, pero sonríe, y en medio de una risa agotada asiente, con el cuerpo cediendo ante el cansancio. — You too.
El mayor había caído en cuenta en los últimos días que para Félix era mucho más cómodo hablar en inglés en situaciones de prisa o presión, después de todo, el rubio se confundía fácilmente y se volvía un manojo de nervios.
Aún así, parecía estar poniendo un gran esfuerzo en adaptarse al idioma, estudiaba mucho y trataba de practicar, de modo que cuando era necesario, Christopher lo ayudaba a salir de uno que otro bache o a refrescar palabras.
Recientemente, Félix con una sonrisa muy alegre le había terminado dando el honorífico cargo de traductor de emergencia, y él, no estaba necesariamente disgustado con eso.
El silencio a sus espaldas le parece sospechoso, por lo que cuando se gira hacia sus amigos para inculparlos ante su retraso, aprovecha de darles una mirada llena de sospecha.
—. Ellos son los culpables, no paran de discutir sobre si entrar o no.
La risa agravada que suelta Félix hace que Christopher sonría tontamente de la nada, pero ya que el rubio parece tener planes de irse lo más pronto que se pueda, él usa la mano libre para darle un par de palmaditas suaves sobre la cabeza.
Félix sonríe con amplitud, encogiéndose un poco en su lugar ante aquel acto de cariño que al parecer le gusta mucho, y solo entonces el mayor percata lo pequeño y delicado que el contrario es.
Suspira dejándolo ir, y solo luego de verlo perderse tras las puertas principales, vuelve a girarse hacia el grupo de amigos con las manos en los bolsillos.
MinHo en especial lo mira con los ojos llenos de picardía y una sonrisa tan grande que le achica la mirada, pero mueve las cejas de manera sugerente de modo que lo hace reír.
—. Me parece que la competencia te lleva una gran ventaja, Hyunjin. — Se ríe MinHo.
Claro que, la pequeña burla no tenía ánimos de ofensa, por lo cual le sorprende bastante la reacción ácida que tiene Hyunjin para con él.
—. Eres un estúpido, MinHo. — Responde con mal humor, recogiendo su mochila que había dejado en el suelo y yéndose mientras pisaba fuerte por la rabia.
Todos se quedan en silencio por un instante, viendolo marcharse de verdad, y en cuestión de segundos Christopher se siente un poco culpable.
—. ¿Alguna vez estuvo así de celoso? — Murmura Jisung, recibiendo una respuesta negativa de parte del resto.
Por otro lado, Seungmin hace una mueca y niega con la cabeza. — No se veía celoso.
—. ¿A qué te refieres?
—. Se veía estresado. — Responde el más joven. — Quizás le está ganando la frustración.
Y MinHo, que se había mantenido callado, frunce el entrecejo y también recoge su mochila. — Pues yo no tengo la culpa de sus fracasos amorosos, no entiendo por qué me habló así. — Se queja, y con molestia acaba por entrar a la universidad.
Los restantes vuelven a quedarse en silencio durante un rato, mirándose entre si sin saber muy bien cómo gestionar la situación, hasta que finalmente deciden dividirse.
Jisung dice que entrará a la clase para intentar mejorar el humor de MinHo, mientras que Seungmin dice que le escribirá a Changbin, quien estudia en otra ciudad, para que le haga una videollamada a Hyunjin y que intente saber si le pasa algo más.
Por otro lado, Christopher y Seungmin prefieren no perder su asistencia a clases, así que ellos y Jisung terminan subiendo a su aula juntos.
Los tres entran al aula silenciosamente, sentándose al rededor de MinHo, quien por los momentos no se ve con un rostro muy amigable.
En el aula, Christopher había notado que cierto rubio en particular no estaba a la vista, por lo que un poco confundido y preocupado, había tenido que hablarle al profesor después de que este rectificara la asistencia después de ver al trío de amigos llegar.
—. Disculpe, Lee Félix ya debería estar aquí, subió mucho antes que nosotros.
El profesor murmura algo extrañado, revisa nuevamente la hoja de asistencia y niega con la cabeza, alzando la mirada para buscar junto a Christopher al pequeño extranjero.
Se había sentido bastante intranquilo durante un momento, sin embargo, el sentimiento no le dura demasiado, puesto que el rubio en cuestión atraviesa la puerta justo en ese instante, y detrás de él, Hyunjin también se disculpa por llegar tarde a pesar de que en la voz se le nota la molestia y su rostro expresa su mal humor.
Por un instante se sorprende, hasta que cuando nota que muy obviamente no vienen juntos, pasa a sentirse preocupado cuando Hyunjin se sienta detrás de él y deja caer la mochila sin delicadeza a un costado del asiento.
Él se gira un poco y sin miedo de que el menor pueda contestarle mal, le pregunta. — ¿No te ibas a casa?
Hyunjin tensa la mandíbula pero agacha la mirada, regulando su tono de voz para responderle con total respeto.
—. Perdí el bus.
Es la única explicación que da, de modo que Christopher solo asiente tras asegurarse de que dentro de lo que cabe todo está en orden, y procede a llevar su atención hacia Félix.
El rubio tenía suerte de que al tratarse de su primera semana de clases como estudiante extranjero la mayoría de los profesores le estuviesen teniendo bastante comprensión y paciencia, y gracias a eso todavía no tenía ninguna falta o nota, a pesar de que más de una vez había llegado tarde a algún salón.
Félix se sienta solo en uno de los asientos al frente del salón, y siendo que la clase continúa de forma inmediata, no es sino hasta que la misma se termina que él puede acercarse a preguntarle si se encuentra bien.
Se levanta de su lugar y sin preguntar si puede hacerlo, ocupa el asiento junto al rubio, quien tan pronto como lo ve le ofrece una mirada con los ojos llorosos.
—. ¿Está todo en orden? — Pregunta genuinamente, poniendo su mano sobre uno de los hombros del menor.
Félix se quita los lentes que usa solo en clases, se frota los ojos y suspira antes de asentir. — I got lost.
Christopher se siente tentado a darle un abrazo y quizás dejarlo llorar, pues supone que Félix debe sentirse frustrado y estresado, después de todo no era la primera vez en los últimos días que se perdía en la universidad, aunque por suerte no había tenido una mala experiencia.
Dos días antes, por ejemplo, el rubio le había comentado que en una de las clases que no compartían, una cruel profesora lo había tratado bastante mal, al punto de haberlo hecho llorar frente a toda su aula, regañándolo con dureza hasta hacerlo bloquearse y dejar de entender el idioma que tanto se estaba esforzando en estudiar.
Con un suspiro, le acaricia el cabello suavemente y le ofrece una sonrisa leve y cálida, tomando un momento para echar un vistazo hacia su grupo de amigos.
Las caras largas se han desvanecido un poco, pero los cuatro lo miran como si estuviesen vigilando cada uno de sus movimientos, lo que le causa una pequeña risa.
Vuelve a ver a Félix, y en un intento de animarlo le aprieta una mejilla, sintiéndose algo decepcionado al ver que no logra hacerlo sonreír. — No pasa nada, vas a adaptarte pronto... ¿Quieres venir con nosotros?, te hará bien hacer amigos.
Con suavidad y probando suerte, Christopher le toma la mano e intenta hacerlo levantarse, pero Félix no parece deseoso de hablar con nadie más, así que tras explicarle que no está teniendo un buen día, rechaza su oferta y lo deja irse.
Christopher hace una pequeña mueca pero lo entiende, así que se limita a respetar su espacio y sin insistir, tan solo le dice que le avise si necesita ayuda para algo y regresa junto a su grupo.
En el último vistazo que Félix le da a Christopher, termina cruzando miradas con Hyunjin, quien a pesar de verse como si tampoco estuviera teniendo un buen día, levanta la mano y la balancea a modo de saludo.
Félix responde de la misma forma, y luego de eso solo se gira y se recuesta encima de su escritorio, evitando la interacción con cualquier otra persona.
—. ¿No quiso venir? — Jisung parece un poco apenado por el aura que transmite el rubio.
—. Dijo que no tiene ganas, no se siente bien.
Ellos entienden, y cuando terminan quedándose callados gracias a que los sucesos del día han dejado los ánimos bajos, Hyunjin se estira un poco y muy ligeramente toca el hombro de MinHo con una mano.
El mayor no se voltea para verlo, solo gira a medias la cabeza y lo mira de reojo, con evidente molestia en la cara.
Hyunjin le ofrece una expresión entristecida y murmura. — Perdón por llamarte estúpido.
Por un par de segundos parece que MinHo no está dispuesto a responder, pero Christopher, que lo conoce como a la palma de su mano, sabe que tan solo está ordenando sus palabras en la mente para no sonar sagaz cuando aún está enojado.
A MinHo le duraban más los ratos de molestia que a la mayoría de ellos, él necesitaba respirar y calmarse, por lo que todos sabían que quizás, él no iba a estar de muy buen humor el resto del día o tal vez no iba a ser tan sociable como siempre.
—. Asegúrate de no volver a tratarme como si yo tuviera la culpa de tus problemas.
Es lo único que le dice por el momento, y después de que Hyunjin asiente, se siente en el ambiente cómo las cosas van perdiendo tensión lentamente.
Unos minutos más tarde, la conversación entre los cinco chicos gira en torno a Christopher y a cómo en solo siete días ha logrado entablar una relación bastante cómoda y casi cercana con Félix.
Incluso Hyunjin participa de aquello, atribuyendo que quizás el hecho de que ambos fuesen australianos ayudaba a que se entendieran tan bien, y los demás habían admitido que, a diferencia de otros casos con experiencias previas, la idea de integrar a Félix en su grupo no les disgustaba.
La única dificultad estaba en que era un poco complicado entenderse entre todos, a fin de cuentas, ellos hablaban demasiado, muy rápido, y siempre a la vez, mientras que Félix todavía le pedía a Christopher ocasionalmente que le repitiera las cosas más despacio.
Desde el punto de vista del mayor, realmente no eran tan cercanos como parecían, no sabían mucho el uno del otro, tan solo se llevaban bien dentro de los límites de la amabilidad, aunque no sabía cómo explicar sus impulsos genuinos que lo empujaban a ser cariñoso con el más pequeño de vez en cuando.
Inconscientemente, los cinco amigos se habían quedado observando al pecoso, que ahora estaba concentrado transcribiendo sus apuntes. — Se ve un poco solo.
Seungmin, que no es de hablar muy seguido, le da un ligero empujón y un bolígrafo a Christopher. — Deberías darle tu número.
—. O el mío.
Todos miran a Hyunjin como si hubiese hecho un comentario fuera de lugar, por lo que él tan solo se ríe algo avergonzado y acaba prestandole al mayor de todos uno de sus post-it de colores, para que pueda escribir su número.
Mientras mastica una de las gomitas que ha comenzado a comerse para mejorar su humor, MinHo le da una mirada sería a Hyunjin por un instante. — Eres de mucho hablar y poco hacer, ¿no?
Antes que nadie, Jisung se adelanta y se queja.
—. Por favor no peleen de nuevo, nos hacen sentir como hijos con padres divorciados que se encontraron por obligación durante el cumpleaños de alguna de sus criaturas.
Hyunjin se ríe a medias, pero busca la mirada de MinHo para pedirle una respuesta. — ¿Por qué dices eso?
—. Has estado toda la semana insistiendo en que te interesa Félix, en que le vas a pedir su número, que le vas a coquetear... Y todavía no veo que ni siquiera lo hayas saludado verbalmente.
—. Me pongo nervioso.
MinHo se ríe con cierto sarcasmo y lo mira. — No te gusta Félix.
Por un instante hay un silencio profundo, Hyunjin titubea un segundo y luego permanece callado.
Christopher parece sorprendido, pero no hace ningún comentario hasta que MinHo vuelve a hablar.
—. Todos aquí sabemos cómo te comportas cuando te gusta alguien, si realmente estuvieras "compitiendo" contra Chris, a estas alturas ya le hubieses ofrecido villas y castillas a Félix.
Entonces Hyunjin se cruza de brazos y con una expresión algo extraña, alza una ceja. — Y según tú, ¿qué estoy haciendo?
—. Llamando la atención.
Jisung interrumpe justo después. — Disculpen, ¿nos estamos perdiendo de algo?, siento que me falta contexto.
—. Ya dejen de discutir, ¿si? — Dice Christopher finalmente, soltando un suspiro pesado. — Si a Hyunjin le gusta Félix o no, ya se encargará él mismo de hacer lo que le corresponda, yo no estoy en ninguna competencia, y ustedes dos necesitan dejar de tratarse así.
Jisung arruga la nariz. — No me digan que estamos peleando por culpa de un nuevo, ¿por qué les tiene que gustar el mismo?
—. Ya les dije que a mí no me gusta. — Reitera el mayor. — Y si el problema es Félix, no le hablo más y aquí muere el asunto.
—. Ay, no digas estupideces, Christopher. — Seungmin, un poco harto de todo, se levanta y lo toma del brazo para ponerlo de pie, entregándole en la mano el pequeño post-it en donde él mismo ha escrito el número de teléfono del mayor. — No te metas en la pelea y ve a darle esto.
Y sin mucha paciencia, lo empuja hacia el frente del salón en donde rápidamente entra en el campo visual del rubio.
Apenas hacen contacto visual, él se ablanda y dibuja esa sonrisa tímida y tonta que suele usar para acercarse a hablarle, sentándose junto a él una vez más.
—. Volví. — Dice algo nervioso, jugando con el papelito en sus manos. — Solo será un momento, no te voy a molestar.
Félix sonríe con pocas ganas y niega con la cabeza. — No molestas.
Solo cuando da con su mirada algo entristecida, Christopher piensa un sinfín de cosas y se golpea mentalmente por haber dicho tan fácilmente que podría dejar de hablarle al más pequeño como si nada.
No se creía capaz, Félix a sus ojos parecía una persona que necesitaba mucho apoyo y compañía, alguien que necesitaba ser comprendido y ayudado, y sabiendo que el rubio se había sentido cómodo con él, no se creía en el derecho de despojar al menor de su amistad.
—. Quería darte esto. — Dice cuando le entrega el pequeño papel, notando que la caligrafía de Seungmin es mucho más linda que la propia. — Es mi número de teléfono.
Félix recibe el pequeño papel, leyendo con cuidado cada número en voz baja, de forma que Christopher puede confirmar que está bien escrito.
—. Llámame si necesitas ayuda en algo, o si solo quieres hablar.
Los grises ojos de Félix brillan con ilusión cuando vuelve a ver al mayor a los ojos, y aunque no emite ni una sola palabra, se nota profundamente agradecido.
Él le aprieta una mejilla de manera cariñosa, y con una sonrisa cálida le revuelve el cabello y advierte. — Pero no llames demasiado tarde, me quedo dormido temprano.