Invierno de colores✓

By Mari_p08

187K 15K 6.2K

LIBRO 3. SAGA «COX» Ethan es el prototipo de chico tímido que por lo general no tiene muchos amigos. Mack es... More

SINOPSIS.
UNO
DOS
TRES
CUATRO
CINCO
SEIS
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRECE
CATORCE
QUINCE
DIECISEIS
DIECISIETE
DIECIOCHO
DIECINUEVE
VEINTE
VEINTIUNO
VEINTIDOS
VEINTITRES
VEINTICUATRO
VEINTICINCO
VEINTISÉIS
VEINTISIETE
VEINTIOCHO
VEINTINUEVE
TREINTA
TREINTA Y UNO
TREINTA Y DOS
TREINTA Y TRES
TREINTA Y CUATRO
TREINTA Y CINCO
EPÍLOGO

SIETE

6.9K 502 314
By Mari_p08

7. Ir contigo.

@kenzieb23

Aquel perfil se me hizo extraño de ver, sin embargo, teniendo en cuenta mi poca popularidad y el hecho de que milagrosamente salió en mi lista de sugerencias de Instagram, fue ahí, en ese momento donde pude darme cuenta de que la vida me estaba dando otra señal.

Era el perfil de Mack.

No, sería incorrecto revisarlo o hacer uso de mi yo incógnito para echar una pequeña ojeada y que no lo note. Porque no lo notará, ¿verdad? O simplemente empezaré a verme como un acosador sin remedio que no deja de pensar en su vecina como si ella no fuese un buen motivo para desviar mis pensamientos.

Solté un pequeño suspiro

Solo es una ojeadita

Muy pequeña.

Haciéndole caso a mis pocos instintos, ya que yo, al ser una persona que lo planea todo minuciosamente, es la primera vez que tomaré una decisión sin replantearme las consecuencias al menos millones de veces. Bueno, puede que haya dos opciones; la primera, saciaré mi curiosidad, o la segunda; terminaré de humillarme a mí mismo.

No puede ser. Ahí estoy sobre pensando todo de nuevo.

Sacudí mi cabeza, ingresando al perfil para ver de una vez.

Lo primero que mis ojos notaron fueron las muchas fotos que sube y el hecho de que tiene muchos seguidores. Mis cejas se elevaron al ver la cantidad. Tiene algunas fotografías donde sale su cabello dorado reluciendo ante el sol o incluso una de ella sonriendo junto a un muñeco de nieve. No hay que ignorar la de más abajo, donde su hermosa sonrisa salta a mi vista, junto a su hermano pequeño haciendo caras raras.

El mensaje es claro

«Me cobró diez dólares por una foto para su cumpleaños»

Vaya, al parecer ese pequeño ser tiene algo de astucia.

Con distracción, y teniendo en cuenta de que estaba recostado en mi cama sin muchas cosas por hacer, seguí deslizando la página, mirando una que otra foto que pudiera llamar mi atención.

Todas lo hicieron por igual.

Pero más una donde logré identificar su silueta en una playa, por poco me atraganté al darme cuenta de que usaba solo un bikini rosa con sus mejillas acaloradas por el sol.

De acuerdo, Ethan, sigue bajando.

Como si el destino estuviera cobrándome algún tipo de favor, esta vez cuando intenté seguir deslizando, mi dedo pulgar actuó por su propio pie, dando un pequeño click a la foto.

Mierda no

Es un like.

¿Cómo borro esto?

Empecé a entrar en pánico, me incorporé demasiado rápido quitando el pequeño corazón que presioné por accidente. Mi respiración pareció calmarse un poco, salvo que, era muy notorio el hecho de que a ella tuvo que haberle llegado la notificación.

Solté un resoplido mental

Con tantos seguidores seguro no lo notará.

De nuevo, el universo me respondió, pues fue a mí quien le llegó esa notificación. Nada más abrir la pequeña pestaña por curiosidad, noté algo que me dejó estancado en mi puesto.

@kenzieb23 ha empezado a seguirte.

Maldición. Eso es malo, ¿no?

Eché la uña de mi dedo pulgar hacia mis labios.

¿Qué significa exactamente que una chica linda empiece a seguirte en tus redes sociales sin que tú lo hayas hecho antes?

Apenas lo pronuncié en mi cabeza fue cuando pude darme cuenta de que lo estaba googleando.

Rápidamente salí de la página y apagué el aparato fingiendo que nada sucedió.

¿Por qué debo actuar de forma tan rara por todo?

Solté el aire por mi nariz con lentitud

Oh, debo responderle, ¿no?

Volví a ingresar en mi teléfono, dándole al botón que decía «seguir también». Al instante, me llegó un mensaje que no pude ignorar.

Mack: ¿Debo tomármelo como un atrevimiento de tu parte?

Sonreí un poco

Yo: Solo... me apareció de la nada.

Mack: Sí, pensé que dirías algo así.

¿Eso debería ofenderme?

Yo: Lamento si fue un poco precipitado.

Mack: No lo fue si yo también lo intenté.

Alto.

Algo no me cuadra aquí.

Y antes de que pudiera responderme a mí mismo con algo que pudo haberme alterado el ritmo cardiaco, mi puerta se abrió abruptamente, causando que mi cuerpo se fuese hacia atrás por el respingo

—Carajo —susurré

—Hola.

—¿Qué haces ahí parado como un demente?

Pestañeó, frunciendo levemente el ceño

—Oye, soy casi cuarenta años mayor que tú, ¿no deberías tenerme algo de respeto?

Rodé mis ojos sin mucho disimulo

—Como sea, ¿qué pasa? ¿Ya te cansaste de que mi abuela te venciera en damas chinas?

—No cuenta si ella es medio asiática.

—¡Tú eres medio idiota! —escuché su voz más abajo

Mi abuelo soltó un suspiro en el umbral de mi puerta

—En fin, solo quise pasar a ver qué estás haciendo.

Paseé mi vista de lado a lado, recordando lo que estaba haciendo antes de que las redes sociales me consumieran por completo, y con redes sociales, sí, me refiero a mi vecina.

Ah, ya recordé. Mi ropa estaba esparcida por la cama

—Iba a lavar —respondí con naturalidad

Asintió pensativo

—Empiezo a creer que de verdad no tienes un círculo social.

Puse mala cara

—Algunas personas nos divertimos ordenando cosas, ¿de acuerdo? Tú eres muy viejo para entenderlo.

Pareció un poco ofendido

—Bien, entonces yo solo comeré el helado de vainilla que tu abuela y yo compramos para ti. Espero que te diviertas con tu orden, niño moderno.

—No lo dije de mala forma —aclaré, antes de que se fuera. Mi abuelo volvió a girar hacia mí con aburrimiento. Suspiré—. Sí me interesa ese helado.

—No es para ti.

—Está bien, lo siento.

—Enserio no es para ti.

Arrugué el ceño

—Acabas de decir que...

—Hoy es un día soleado —torció sus labios, observando de lado a lado, pero más hacia la ventana—. Muy soleado.

Ya empezó con sus locuras

—¿Quieres que llame a tu doctor? —pregunté directamente

Se ingresó por completo a la habitación, carraspeando, al mismo tiempo que caminaba hacia ese vidrio, mirando más que todo a la casa que quedaba junto a la nuestra. Como si quisiera ser más directo, me miró, y señaló con su cabeza hacia allí

Pasé saliva

—Okey, me estás empezando a asustar.

—Soleado —fingió una tos—. Salir... tú.

Analicé las palabras en mi cabeza

—¿Qué te lleve a tomar aire? —pregunté, enarcando una ceja

—No a mí, tonto —bufó, haciendo la seña con su cabeza—. Allá.

¿Es un juego de palabras?

—Ya casi lo tengo, empieza de nuevo —me acomodé en mi lugar

Soltó un gruñido de frustración

—Que es un día soleado para que salgas tú —respondió de una vez por todas, exasperado—. Que salgas tú con ella.

Aaaaaaaaaaaaaaaaa

—¿Con quién? —terminé preguntando

Mi abuelo se llevó una mano a la frente

—Para ser el mejor de tu clase a veces tienes niveles de inteligencia demasiado bajos, ¿seguro eres mi nieto?

Auch.

—Ya había entendido, ¿okey? —resoplé—. Lo que no sé es de donde sacaste esa tontería.

Pareció más exasperado

—¡No es una tontería es...! —se cortó a sí mismo—. ¿Sabes? No perderé más el tiempo. Hay una pista de hielo cerca de nuestra casa, por lo general no la usa nadie porque es propiedad privada, así que úsala tú y llévala a patinar.

Pasé saliva

—Ni siquiera sé si le gusta patinar.

—Podría —se encogió de hombros

—Pero ¿y si no?

—¿Y si sí? —me devolvió la pregunta

—¿Y si quedo como idiota?

—Estás quedando como idiota ahora preguntándome estas cosas.

Mordí mi labio inferior, pensativo

—¿Por qué debería creer tus locuras? —entrecerré mis ojos—. Por lo general quieres actuar como cupido con nosotros dos.

—¿Y no crees que es por algo, niño? —enarcó una ceja—. Soy viejo, pero tengo instinto, y una especie de corazonada que me dice que necesitas ayuda con urgencia.

Lo miré con suspicacia

—¿Apostaron o no? —adiviné—. ¡Apostaste con mi abuela!

—¡Fue su idea!

—Ay, no puede ser —me despeiné el cabello

—¡Yo no quería al principio!

—Ya no digas nada más —me puse de pie, guardando mi teléfono en mi bolsillo. Caminé a la salida—. Como siempre, es un placer pasar tiempo con mi familia.

—¡Al menos asegúrate de hacerme ganar!

No le presté atención, bajé las escaleras de dos en dos, pasé por la sala y me detuve en el perchero, tomando mi abrigo color vino para ponérmelo sobre el suéter que tenía puesto. Acomodé el cuello, y salí de esa casa sin pedirle permiso a nadie.

Bien, ya estamos avanzando chico de veintiuno.

Lo sorprendente no fue que hubiese tomado una decisión de semejante magnitud, tan atrevida y poco usual para alguien como yo, sino que, del otro lado de la cuadra, antes de que pudiera llegar a la casa, la puerta de esta se abrió y la chica rubia que normalmente ocupaba mis pensamientos, salió a toda velocidad, para terminar deteniéndose en seco cuando me vio.

Nos quedamos de pie uno frente al otro, a mitad de la calle.

Apreté mis labios, nervioso

¿Por qué razón era muy normal que me pusiera nervioso de la nada?

¿Debo empezar a preocuparme?

—Hola —ella habló primero, sonriente

—Hola —me balanceé en mi lugar

—Iba a ir a buscarte.

—Yo iba a ir a buscarte —respondí igual

Sus dos cejas se elevaron con sorpresa

—¿Enserio? ¿Y para qué?

—¿Para qué me buscabas tú?

—Yo pregunté primero.

—Yo te estoy preguntando ahora.

Soltó una pequeña risa, divertida

—Lo correcto es que tú respondas primero.

—Mi respuesta depende de tu pregunta, para empezar.

—¿Ah sí? ¿Y cuál es tu respuesta?

—¿Cuál es tu pregunta?

Hubo un pequeño momento de silencio por parte de ambos

—¡Respóndanse los dos de una maldita vez!

—Cierra la boca, Edward Houston. Mira que te lo estoy advirtiendo.

Tanto Mack como yo miramos directamente a las personas que parecían discutir en susurros bajos. Me topé con mis dos abuelos asomados en la ventana, prestándonos suma atención. Negué con mi cabeza, en señal de advertencia para que me dieran un poco de privacidad.

Es cierto que mi vida es lo más interesante de sus vidas.

¿Eso me convierte en un niño pequeño?

¿Por qué no solo... me dejan?

Escuché la risa de Mack, lo que me hizo volver mi vista al frente

—Bueno, tu abuelo tiene razón —se encogió de hombros—. Lo diré.

—Adelante. Aunque... no tienes que decir nada si no te sientes preparada. La verdad es que sí debí haber sido yo quien lo dijera antes, pero no lo hice, ¿eso me convierte en un cobarde? No diría cobarde, cobarde. En realidad, usaría una palabra más...

—Ethan —me interrumpió, deteniendo la palabrería—. Quería hablarte de... ahm... hace unas semanas me gradué, pero en mi escuela no se había terminado de organizar el baile final, así que aplazamos la fecha.

—Ajá —empecé a decepcionarme, porque sinceramente no era lo que esperaba.

—El evento se llevará a cabo este viernes. Y... teniendo en cuenta de que para un baile debes llevar pareja, también eh... recordé que no tengo a nadie con quien ir. —finalizó, con una pequeña sonrisa

Asentí para mí mismo

—Bueno, es... algo muy bonito —carraspeé—. Que te vaya bien.

Ladeó su cabeza, volviendo a reír

—Creo que no me entiendes.

—El viernes es pasado mañana. Que te diviertas.

—No, eso no es...

—¿Sabes? Lo que venía a decirte no tenía importancia, lamento si te hice perder el tiempo o si te interrumpí. Suerte con tu baile.

Retrocedí uno que otro paso

—Ethan, lo que quiero decir es...

—Seguro tu pareja debe ser afortunado. Que la pases bien.

—Ethan, quiero ir al baile contigo.

Todo dentro de mí se detuvo en ese instante

—Ah... —balbuceé con notoriedad—. ¿Qué dijiste? Tú... ¿qué intentas decir? ¿A qué te refieres? ¿Por qué dices eso? No entiendo nada.

Soltó un largo suspiro

—Ethan —nombró lentamente—. No tengo pareja, y sinceramente, si alguien me invitara ahora mismo le diría que no, porque... porque quiero ir contigo. De verdad pensé que estaba siendo muy directa, casi me avergüenzo.

Procesé toda la información lo más rápido que pude

¿O sea que rechazó a alguien por mí?

¿Por qué querría ir conmigo?

Quizás sí quiere ser mi amiga.

—¿Me estás invitando al baile de tu escuela?

—Sí, te estoy preguntando si quieres ir conmigo.

—Quieres que vaya contigo —deduje

—Quiero que vayas conmigo —asintió, feliz

—¿Cómo pareja? —arrugué el ceño

—¡Sí, niño, como pareja! ¡Dile que sí y déjate ya de tonterías!

—Se acabó, Edward. Vamos adentro. Ya.

—P-pero... esto se pone interesante, señora.

No le presté atención a la pequeña intervención de mis abuelos, por segunda vez. Estaba ocupado intentando sacar una conclusión.

Tengo un coeficiente intelectual bastante alto. Mis notas siempre son las mejores, mi promedio es de 9.72 y todos mis maestros se sorprenden de mi inteligencia.

Pero puedo deducir, con toda la seguridad que poseo en mí mismo, que mi mente se queda en blanco cada vez que la veo.

Noté como Mack les sonrió a mis abuelos, en medio de un guiño que parecía más de complicidad que de cualquier otra cosa.

—¿Puedes... repetir lo que acabas de decir? —aclaré mi garganta—. Por favor.

Su sonrisa se amplió

—Ethan Cox —canturreó—. ¿Aceptas ser mi pareja en el baile? Prometo ponerme un vestido muy bonito que combine con tu corbata. Y... darte la experiencia más divertida de toda tu vida.

Que usara la diversión como bonus extra podía ser lindo, y también ofensivo. Quería decir que no me veía como un chico divertido, pero también quería decir que me estaba prometiendo que la pasaríamos tan bien que recordaría ese momento por siempre.

¿Quería recordarlo para siempre?

Quería tenerla a ella para siempre.

Mi sonrisa volvió a pintar mi rostro

—Me gustaría, Mack.

—¡Genial! —dio uno que otro aplauso—. Te llevaré la invitación en cinco minutos, ¿te parece bien?

—Me parece muy bien.

Antes de irse, pareció recordar algo

—Oh, cierto, ¿qué querías decirme?

Mi mente volvió a bloquearse

Sí, parecía que mi propuesta se había quedado corta, completamente corta desde que ella me hizo la suya. Eso fue suficiente para querer olvidarlo todo por lo patético que sonaba.

—Nada.

—¿Nada? —sus cejas se hundieron

—Nada de nada —di otro paso atrás—. Será mejor que me vaya... ya.

—Oh —se sorprendió—. ¿Ya de ya?

—Ahora ya —volví a retroceder, casi tropezando—. Tengo muchas cosas que pensar y planear, soy un chico muy... organizado.

—Eso he notado —volvió a sonreír—. Bien, entonces te veo más tarde, ¿te parece?

—Me parece —asentí, distraído—. Te veo luego.

La dejé allí, le di la espalda y me encaminé lo más rápido que pude para terminar de regresar a mi vivienda. Una vez me detuve en la puerta, ni siquiera tuve que tocar, pues obviamente los abuelos me estaban esperando para saber el resto del chisme.

Me adentré a la casa, sacudiendo mis pies en la entrada. La señora cerró la puerta para después posarse frente a mí con una sonrisa más grande que el gato de Alicia en el país de las maravillas.

Mi abuelo por otro lado, me dio una mirada llena de malicia

—¿Y bien, Romeo? —me dio una palmadita—. ¿Cómo te fue? ¿Eh? Maripositas, maripositas.

—No lo molestes —me defendió ella—. Cuéntalo todo, muchacho.

Me quedé en silencio

—Oh, no —mi abuelo puso una mano en mi frente—. Creo que se averió.

—¿Estás loco? —ella lo empujó—. No está averiado, está enamorado.

—¿Enamorado? —reaccioné al instante, bufando—. No sé de qué hablan los dos, ya dejen las drogas, ¿sí? Son ancianos.

—¡Funcionó! —celebró la mujer, en medio de un aplauso—. ¿Entonceeessssssssss....?

Les puse mala cara

—Dejen de espiarme. Enserio, que miedo —me quité el abrigo para colgarlo de nuevo en el perchero

—No nos cambies de tema —declaró él—. ¿Irán juntos? Dime que le dijiste que sí, solo un idiota desaprovecharía una oportunidad así.

Me pasé una mano por el cabello

—¿Quién creen que soy? —pregunté airoso, recargando mi mano en la pared, en un gesto más presumido. Algo me bloqueó así que me resbalé y estuve a punto de caer de no ser porque reaccioné rápido y me puse recto otra vez—. De acuerdo, no fue tan fácil. Creo que actué como un tonto.

—¿Le dijiste que sí o no? —al abuelo casi le da un paro cardiaco por la ansiedad de conocer esa respuesta

—Le dije que sí, ¿okey? Iremos juntos.

Los dos sonrieron de la misma forma

—Oh, que buena noticia —mi abuela me abrazó—. Mi niño grande tiene novia, tiene novia, tiene novia...

—Ya, basta —la calmé

—Bien hecho, chico —él me miró con orgullo

Asentí, soltando un largo suspiro

Pareció que todo estaba saliendo bien. No me había comportado como un loco, ni actuado tan raro como normalmente actúo, pareció que ella se emocionó al igual que yo, lo que es una buena señal.

Podría decirse que estamos avanzando.

Excepto claro, por una cuestión que me abrumó de la nada

—Alto —los señalé, soltando una pequeña risa incómoda—. ¿Qué se hace en un baile?

Los dos compartieron una mirada.

Sí, estoy perdido.

Fue mi abuelo quien respondió

—Prepárate para la práctica, amigo. Tienes mucho que aprender.

❄️

Jamás en la vida imaginé pasar por esta situación.

Bueno, no así necesariamente.

Si digo que jamás pensé ser la pareja de alguien sería deprimente. En realidad, no pensé que mi cambiara de idea tan fácilmente. Mi yo de antes hubiese dicho que no rotundamente. Lo mío no es salir de la biblioteca, así que prefería eso antes que ir a un baile.

Pero tan pronto ella me lo propuso le dije que sí.

Ni siquiera lo pensé.

Okey, puede que sea por dos razones. La primera; me apenaba decirle que no, lo cual no es del todo cierto. Y la segunda, la que sí creo cierta, es que como diría mi abuela; la chica te está sacudiendo.

Sacudiendo en el sentido de que me está haciendo sentir cosas que quizás no había sentido. Mis preguntas mentales se resumen a lo mismo.

¿Me parece hermosa? Muy hermosa.

¿Me gusta algo de ella? Uhm... quizás todo.

¿Tiene sentido del humor? Es increíblemente divertida. Me deja en ridículo cuando de eso se trata.

¿Quiero verla? Si por mi fuera la vería todos los días. A todas horas.

¿Me gusta el tiempo compartido? No quiero que se termine.

Y la más importante

¿Prefiero encerrarme en los libros como un obsesivo, o prefiero pasar toda una tarde con ella?

Comprendí que todo estaba saliendo de manera sorpresiva, cuando al instante me incliné por la segunda opción.

¿Eso es bueno o es malo? Lastimosamente, no tengo la respuesta.

Y en ningún momento de mi vida me imaginé atravesando por una situación de tal magnitud. Yo, de pie frente a un espejo, mirándome de arriba abajo, esperando la aprobación de mis dos abuelos detrás de mí.

Sí, es algo que jamás pensé que sucedería

El traje que me consiguieron me quedaba un poco grande, era algo normal, chaleco, pantalón y camisa. Estudié mi reflejo, con mi abuela sosteniendo ese metro en sus manos. Sacaría sus dotes de modista justo ahora. Lo cual agradecí, ya que quedaban solo dos días.

¿Por qué me hizo esa invitación justo en este momento?

¿Será posible que su pareja le canceló o es porque no sabía cómo pedírmelo y hasta hoy se armó de valor?

Sea como sea, la primera opción se oía deprimente, así que me quedé con la segunda.

Sentí el pinchazo de un alfiler en mi brazo

—Au.

—No te muevas.

—No planeaba hacerlo —mis brazos extendidos me enviaron corrientazos de dolor—. ¿Por cuánto tiempo más voy a tener que quedarme así?

—Poco —me respondió ella—. Paciencia, cariño, paciencia.

Asentí, pasando saliva

—Oigan, ustedes, ahm... no le dirán de esto a mis padres, ¿cierto?

Me miraron al mismo tiempo

—¿A qué te refieres? —preguntó él

—A esto —señalé sin moverme—. Es que no quiero que vayan a malinterpretar las cosas. Sí, sé que sería sorprendente, pero también sé que Elliot me haría la vida imposible.

—No le diremos —me tranquilizó la mujer, poniendo otro alfiler—. Además, será mejor que tú mismo los sorprendas cuando les digas que es tu novia.

Solté una falsa risa

—Como digas —ironicé

Ninguno me respondió de ninguna forma

—¿Creen que Mack y yo podemos tener algo? —solté un bufido sin gracia—. Son un par de ilusos.

De nuevo, ninguno me respondió

—Ya, enserio. ¿Creen que le gusto?

—Chico —el abuelo me miró—. Lo que creo es que no deberías planear nada. Lo que debe suceder, sucederá. ¿No crees que a veces es mejor que la vida misma te sorprenda? No sabrás lo que seguirá.

Algo de razón tenía

—¿Qué haces tú? —me fijé en lo que sostenía en sus manos

—Esto es una vieja tradición —pareció armar una especie de ramillete con flores que había sacado del jardín—. Antes de ser tu abuelo me dedicaba a la jardinería.

—Arruinaba las pobres plantas.

—Oiga, ¿de qué lado está, señora?

—¿Lo dices enserio? —le pregunté yo

—Sí —asintió, convencido—. Lo que harás será entregarle esto a ella, debes ponerlo en su muñeca. Se ve lindo, y eso hace un caballero.

Asentí de igual forma

—Me gusta —carraspeé—. Te va a quedar lindo, ¿cierto?

Arrugó el ceño, deteniéndose

—¿Estás diciendo que está horrible?

—Jamás usé esa palabra.

—¿No confías en mí acaso?

—¿De verdad estás haciendo un drama por eso?

—Ya no te enseñaré nada —se puso de pie, bastante digno—. Lo terminaré y no tendrás de otra que usarlo sin importar cómo quede.

—Bien —suspiré, observando cómo se fue con la espalda recta—. ¿Es normal que los abuelos se porten así después de la vejez?

—Basta normal —sonrió ella, terminando—. Y listo. Puedes quitártelo para arreglarlo.

—Gracias al cielo —bajé mis brazos, con cansancio—. Y a ti.

—Lo sé —rio

Al cabo de unos minutos más donde me cambié y me puse la ropa que tenía anteriormente, mi abuela abandonó mi habitación de camino a la suya donde tenía sus cosas de modistería.

Solo entonces, me quedé allí en la habitación.

Después de que intenté marcarle a mi madre a su número y que no me respondiera, decidí entonces marca a papá, en lo que tomaba asiento allí en el borde de mi cama. Este sí me respondió, aceptando la videollamada donde pude ver su rostro

—¿Hola?

—Hola, papá —le brindé una sonrisa

Él también me sonrió

—¿Qué tal todo?

—Bastante bien, creo.

—¿Y limpiaste el jardín?

—Es algo complicado limpiar el jardín en invierno, así que no —apreté mis labios—. ¿Cómo va todo en casa? ¿Ya me extrañan?

Sabes que sí. Y tu hermana... ha estado mimada porque tú no estás, Elliot se la pasa con su novia. Es como si fuese nuestra única hija por una temporada.

—¿Está ahí? —ladeé mi cabeza para ver—. ¿Puedes pasármela?

Ah... claro.

Quizás le parecía extraño que preguntara por mi pequeña hermana. Por lo general, hablábamos muy de vez en cuando y la mayoría de veces me obligaba a hacer sus tareas de matemáticas, obviamente había un pago de por medio. Era muy fácil para ella, después de todo, con una sonrisa tenía a mi padre a sus pies.

Vi por la pantalla cómo caminó por toda la casa y bajó las escaleras. Allí cambió la cámara y reveló la sala, donde la pequeña se encontraba en el sofá con sus juguetes esparcidos por toda la estancia

—Eloise, te llama Ethan.

Mala, mala —golpeó a una muñeca contra el suelo

Ey, no hagas eso. ¿Qué te he dicho?

Se portó mal —se justificó, encogiendo sus hombros—. Le dijo a barbie sirena que su cabello era horrible y que tenía una voz fea.

Bueno... sí se portó mal, pero no tienes que golpearla.

Tienes razón —asintió para sí misma—. Tendré que arrancarle la cabeza.

—¡No! —corrió hacia ella

La cámara se puso negra, en lo que oía las voces de ambos. Papá riñéndola porque no podía estar arruinando sus juguetes todo el tiempo, y Eloise poniendo de excusa que la barbie hada había sido terriblemente odiosa con la barbie sirena.

Eso sin contar que es la sexta muñeca que rompe.

—¿Entendiste? —le preguntó mi padre

Sí.

Y ya no golpearás más muñecas, ¿verdad?

No... por ahora.

Eloise —advirtió

—¿Estás hablando con Ethan? Quiero hablar con él —la cámara volvió a activarse y en segundos tenía a mi hermana mostrándome su cara, muy de cerca—. Hoooooola

—Hola —me reí—. ¿Qué estabas haciendo? ¿Eh?

Su expresión pasó a ser la de una niña que había sido descubierta haciendo algo malo.

¿Cuándo volverás?

—Aún debo pasar más tiempo con los abuelos, ¿lo olvidas?

Uh... ¿y me traerás más muñecas? Quiero a la barbie mamá que tiene muchos bebés pequeños. Les gustará la piscina para nadar.

—Ajá —pasé saliva—. En fin, ¿qué tal si me cuentas sobre el ballet? ¿Cómo te ha ido?

Bastante bien, incluso... —se calló a sí misma, mirando hacia un lado en específico—. Papá, estoy hablando con Ethan.

—¿Y qué tiene?

No puedes espiar.

—¿Por qué no? Son mis hijos.

Le diré a mamá.

Eh... estaré en mi despacho, ¿sí? Si necesitas algo solo debes llamarme. Oh, y no vayas a romper mi teléfono otra vez, ¿puedes? Es el segundo en la semana.

Lo prometo —asintió con obediencia. Después de eso, escuché los pasos alejándose—. Ahora sí. Como decía, me está yendo bien, pero hay una compañera que se burla de mis zapatillas.

—¿Ah sí?

Sí, es que son más bonitas —obvió—. Además, ella está celosa porque papá va a buscarme todos los días, y me lleva flores.

—¿Y por qué estaría celosa?

—Porque no tiene papá.

—Ey, eso no es así —la frené—. Todos tenemos un padre, lo que pasa es que...

No tiene —negó con su cabeza—. Cuando se burló de mí le dije que estas zapatillas me las había obsequiado mi papi y que por eso las que ella usaba eran feas. Empezó a llorar después.

—¿Por qué hiciste eso? Está mal. Te estás comportando como la barbie hada.

Soltó un jadeo sorprendido

—No dijiste eso.

—Debes ser más comprensiva con tus compañeras. No todas las niñas pueden comprar unas zapatillas como las que tienes tú.

—¿Dices que ninguna tiene papá?

—No, digo... —me corté, sin saber cómo arreglar esta situación—. ¿Sabes qué? Hay que hablar de algo más. ¿Puedes guardar un secreto?

Depende de qué me darás para que lo guarde.

Negué con la cabeza, Eloise sonrió perversamente

—Te daré la barbie que me pides.

—¡Yei! —sonrió—. Soy todo oídos.

Niña chantajista.

—A ver, ahm... sucede que voy a ir a un baile... con una chica.

—¿Una chica? —arrugó el ceño—. ¿Quién es?

—Eso no es importante.

Claro que sí. Elliot dijo que no tendrías novia jamás y yo dije que sí.

Pestañeé, cayendo en cuenta de lo que había dicho

¿Significa que incluso mi hermana pequeña hizo una apuesta al respecto?

Deben estar bromeando. De verdad.

—¿Es enserio? —pregunté, aburrido

—Fue hace tiempo —le restó importancia—. Pero... ¿si es tu novia?

—No es mi novia.

—¿Por qué no? Alisson es novia de Elliot.

—Porque no es tan fácil como parece, ¿okey? —me exasperé—. ¿Podrías ayudarme con algo si te lo pido?

Claro —se encogió de hombros

—Quiero que me enseñes a bailar. Bueno... no a bailar ballet, algo más sencillo. Unos pasos básicos que puedan funcionar.

Al instante me arrepentí

¿Qué se supone que estaba haciendo y por qué caía tan bajo?

Muy bien, Mack, este es un top de cinco cosas que solo harías por una persona especialmente.

—¿Quieres que te enseñe? ¿Yo?

—Sí... ¿por qué no?

Porque... Elliot dice que me tropiezo fácilmente. Es mentira, ¿eh? Mi maestra dice que soy coordenada.

—Coordinada —la corregí

Eso —aceptó, soltando un suspiro—. Pero está bien, solo tienes que decirme qué me darás a cambio y veré si tenemos un trato.

Resoplé

Sabía que con ella no sería tan fácil

Al parecer no fue tan difícil llegar a un acuerdo. Por lo que, en menos de lo que pensé ya tenía el teléfono en una superficie plana con algo que lo sujetaba en la parte trasera. La cámara estaba activa, por lo que podía verme a mí mismo en la mitad de mi habitación con los brazos en jarras.

Eloise también se había preparado

Listo —se terminó de poner el tutú azul—. Lo primero que tienes que hacer es respirar hondo. Debes estar tranquilo y sereno.

—Lo estoy.

Respira.

—Pero ya dije que...

—¡Respira, o no funcionará!

Sorprendido, le hice caso al instante

Después de unas largas respiraciones, me indicó el siguiente paso que consistía en el estiramiento. Debía admitir, que luego de los cinco ejercicios que me puso a hacer, sentía mi cuerpo más liviano y relajado

Al menos tenía idea de lo que hacíamos

Debes mover un pie y después el otro.

—Ahm... ¿así? —le hice caso, de lado a lado

Uhm —puso un dedo en su mandíbula—. Necesitas un tutú rosa.

—No juegues.

La presentación es importante. Te puedo prestar uno de los míos, solo debo decirle a papá que te lo envíe por...

—¡No! —la corté con rapidez—. ¿Olvidas nuestro secreto? No debes decírselo a nadie, ¿de acuerdo? A nadie.

Asintió

Okey —se rindió—. Pero también necesitas zapatillas si quieres dar un giro.

—Eloise, no quiero aprender ballet. Son solo pasos básicos.

Empiezo a creer que no fue buena idea pedirle ayuda.

—¡Bien! Entonces es de lado a lado como te estaba explicando. A ver, hazlo.

Le hice caso, empezando a avergonzarme. Por suerte la puerta estaba cerrada al igual que las cortinas, de manera que la única persona que me estaba viendo era Eloise.

Excepto claro, cuando me di cuenta de que la pantalla tenía un punto rojo en una esquina

—Alto —me acerqué a tomar el teléfono—. ¿Cómo es que...?

—¡No pares!

La ignoré, fijándome en eso especialmente

«Grabando» —decía

Mierda. Mierda. Mierda

—Eloise, ¿qué hiciste?

—¿Qué? —también tomó el teléfono en sus manos

—¿Presionaste algún botón?

—Uno rojo, ¿por qué?

—¡No! —me alteré, comenzando a enrojecer—. ¡Detén la grabación!

—No entiendo, ¿de qué hablas?

—Tienes que presionar el otro botón. Y luego borrar el video, ¿sí? Hazlo rápido y trata de que papá no se dé cuenta.

Sus cejas se arrugaron

A ver —levantó su dedo índice—. ¿Este?

—Es uno que se encuentra en... —la llamada se cortó al instante

Me colgó

Definitivamente esto no puede ser peor.

Me pasé una mano por la cara, siendo consciente de que la niña de seis años estaba grabando toda la llamada, lo que quiere decir que me verán intentando practicar esos pasos de baile y verán todo lo que le dije antes de eso.

Sí, mi vida está arruinada.

Por mi hermanita menor.

Ahora sí confirmé que Mack debe ser en extremo importante para mí. Y no tenía caso negarlo. 

*

Espero te haya gustado el capítulo:)

¡Gracias por leer!

Nos leemos en una próxima ocasión. 

Instagram: mar_ip08

Tik tok: marip_.08

<3

Continue Reading

You'll Also Like

138K 11.2K 73
Si estás listo, el corazón está abierto, estaré esperando, ven y encuéntrame. Si estás seguro del "para siempre", estaré esperando, ven y encuéntra...
5K 256 13
Derechos a sus respectivos autores Hace siglos, Shao Khan tuvo un hijo con Sindel antes de su primera muerte, pero asumió que el niño murió poco desp...
371 59 8
[Contenido Shifting] Está es mi experiencia en mi realidad deseada. Mi realidad deseada es una mezcla de tres universos/realidades los cuales son Ma...
249K 16.7K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...