labyrinth
extra seven, the night we met
SABRI
Sabri salió de su quinta y última entrevista del día con una cara de cansancio en ella. Llevaba despierta desde más nueve de la mañana y ya eran las ocho de la noche, por lo que lo único que quería en estos momentos era llegar a su casa para darse una buena ducha.
La morocha llevaba haciendo entrevistas y promo desde la semana pasada, semana la cual había salido su álbum. Y Sabri no podía estar más feliz por todo lo que estaba pasando.
Su álbum y las canciones dentro de este estaban rompiendo muchísimos récords al rededor del mundo. Récords que Sabrina nunca se imaginó romper en su vida.
Por ejemplo, Midnight Rain se había convertido en la canción más reproducida en una semana a través de las plataformas, sacándole el récord a su propia idola, Olivia Rodrigo, con Drivers License. Ademas, la cantante llegó al número uno del ranking Billboard 200. Y su disco debut ha logrado colocarse como la cantante con más reproducciones de su disco, mismas que equivalen a 295 mil ventas de discos solo en Argentina y Estados Unidos.
Hasta el momento, Mirrorball, se convirtió en la canción más reproducida de lo que va del año, pues tiene cerca de 850 millones reproducciones en Spotify. En Reino Unido también mostró el poder de su talento al ser de los primeros lugares en las listas de popularidad más importantes de aquel país. Sabrina estaba siendo un rotundo éxito al rededor de todo el mundo, y nadie podía negarlo.
La cantante llegó a su gran departamento en Argentina y apenas lo hizo, se sacó las plataformas que llevaban matándola todo el día y las arrojó a algún lugar de la sala, sintiendo como Caramelo se acercaba a ella a saludarla.
—Hola, hermoso—Sabrina sonrió un poco tomando al perro en sus brazos, quien comenzó a lamer el rostro de su dueña con felicidad
La chica río un poco y se dejó sin problema, dirigiéndose a su cuarto con el animal en brazos, quien movía su cola de manera animada.
Sabrina se sentó en su cama, dejando a Caramelo a su lado y sonriendo al sentir como este se recostaba en sus piernas, acurrucándose a estas.
La cantante plantó un beso en la cabeza del perro y tomó su celular de su bolso, desbloqueando para comenzar a ver sus redes sociales y mensajes que no había podido responder.
Entre ellos se encontraban mensajes de su hermano, su madre, Julieta, Nacho, amigos desde Estados Unidos con los cuales trataba de hablar todos los días para no perder su relación.
Pero un mensaje de parte de Gabriela, su manager, captó toda su atención. Apenas podía ver las primeras palabras del mensaje, pero lo que leía le hizo abrir el mensaje con rapidez, llevándose una gran sorpresa.
Gabriela:
Sabri, se adelantó lo del contrato de Telefe, mañana los quieren en el estudio para entrar a la casa, así que organiza tus últimas cosas que mañana a la tarde te mandan el auto para ir a Kuarzo.
El rostro de Sabrina se transformó, sin saber muy bien como reaccionar al mensaje de su manager. Creía que todavía faltaba una semana para ir a la casa, pero ahora se habían cambiado todos sus planes. Y eso significaba una cosa.
Sabrina iba a volver a la casa más famosa del mundo en menos de veinte cuatro horas. Y no sabía si estaba lista para eso.
❪*❫
—¡Y les tenemos una sorpresa más!—La voz de Santiago Del Moro llego a oídos de toda la tribuna, quienes estaban expectantes en saber que pasaba luego de lo que habían visto.
Para ponerlos en contexto, la nueva edición de gran hermano había empezado hace unas pocas semanas, y la gente estaba más que emocionada por esto y eso se notaba en los números de rating, los cuales eran bastantes altos.
Fue por esto que la producción decidió invitar a algunos de los participantes de la casa, con la intención de elevar sus números lo más posible y que las redes sociales exploten, como estaba pasando.
Nacho y Julieta habían sido los dos primeros en entrar a la casa, o al menos eso escuchó Sabri, ya que después la llevaron por los pasillos de Telefe, los cuales estaban totalmente aislados de lo que pasaba en el piso del programa.
—Ella es cantante, reconocida mundialmente, la está rompiendo con su nuevo álbum y está espléndida—Del Moro comenzó a hablar con una sonrisa—Pero antes de todo eso, ella estuvo en la casa más famosa del mundo, y hoy, vuelve una vez más para darle alegría a la casa—Santiago hablo emocionado—Con ustedes, ¡Sabrina Díaz!
Las puertas del piso se abrieron y Sabrina apareció a través de estas con una sonrisa enorme en su rostro, sintiendo el aplauso de la gente y los mismos nervios que sintió alguna vez cuando estaba en ese lugar por primera vez.
La morocha comenzó a avanzar hacia el centro del estudio con uno de sus famosos corset y una pollera engomada negra, junto a sus botas del mismo color y dos trenzas cayendo al costado de su pelo.
Sabrina camino un poco más y corrió hasta Santiago, quien la recibió con brazos abiertos al verla después de tanto tiempo. Le tenía cierto cariño a la chica dentro de la casa y estaba feliz de lo que estaba logrando afuera. Además, la morocha siempre supo que Del Miró la apoyó con su carrera fuera de la casa, así que también le tenia aprecio.
—¡Tanto tiempo!—Del Moro hablo con felicidad—Estas preciosa, Sabri
—Gracias, Santi—La cantante sonrió emocionada—Es hermoso volver acá después de muchísimo tiempo
—Me imagino que igual estar acá para vos no es nada, comparado a todo lo que te está pasando—Del Moro río
—Obvio que si, Santi—Sabrina río negando—Yo a gran hermano le debo todo, así que me súper conmueve estar acá y ni siquiera me quiero imaginar lo emocionada que voy a estar adentro de la casa
—Yo creo que van a ser muchas emociones juntas—Santiago sonrió y la acercó un poco más al centro del estudio—Pero tengo algo para vos
—A ver
Del Moro sonreía mientras se alejaba un poco para tomar entre sus manos la valija que le pertenecía a Sabri, acercándose luego a ella y entregándosela.
—Como ya sabes, Sabri. Tenes idea de lo que es estar ahí adentro y el impacto que puede tener, así que no podes decir absolutamente nada del afuera. Ni una sola cosa—Del Moro explico—O ya sabes, gran hermano te puede expulsar y chau.
—Si, lo tengo bien presente—Sabrina sonrió sosteniendo la valija
—Entonces, te deseo la mejor de las suertes. Va a ser una semana bastante agitada para ustedes y para todos—Santi miró a la chica y tomó su mano—Fue muy lindo verte, Sabri, y te vuelvo a ver cuando salgas
—Digo lo mismo, Santi—La morocha sonrió con felicidad
—¡Anda que te espera el cabify para llevarte a la casa!—Del Moro hablo exaltado
—¡Que emoción!—Sabrina río feliz—¡Chau! ¡Gracias!
La morocha habló por última vez y se dirigió a las puertas del estudio las cuales te llevaban directamente hacia el auto que la esperaba al final de este.
Sabri subió su valija y luego se subió ella en el asiento trasero, teniendo miles de recuerdos en su mente acerca del día en el que todo cambió para ella.
Sin dudas Sabrina sentía que iba a ser una muy linda experiencia revivir todos los recuerdos dentro de la casa.
Y si que iba a serla.
❪*❫
La morocha se bajó del cabify junto a su valija, cruzandose con miles de productores esperándola con apuro, como la primera vez, para prepararla antes de entrar a la casa.
Sabrina se acercó saludando a todos con una sonrisa mientras estos empezaban a colocar los micrófonos y arreglar alguna que otra cosa de su outfit.
La cantante podía sentir los nervios en su estómago y veía frente a ella la gran puerta por la que alguna vez había pasado. Todos los recuerdos en su mente iban apareciendo de apoco, y realmente agradecía la oportunidad de volver a la casa que tantas cosas le dio.
—Listo, ya está—Una de las productoras habló alejándose un poco—Suerte, Sabri
—Gracias—Sabrina sonrió y avanzó unos pasos más, aferrandose a su valija, la cual seguía acompañándola
La morocha se detuvo antes de abrir la famosa puerta, pensando en que volvería revivir muchísimas cosas del pasado, y que debía mentalizarse en que podía ser una semana difícil, o una semana muy fácil.
Sabrina suspiró, dejando atrás todos los pensamientos negativos y decidió no darle más vuelta al asunto, para empujar con fuerza la puerta y de una vez por todas entrar a la casa.
La sonrisa de la cantante se hizo presente apenas puso un pie en el gran pasillo de luces, pasando su valija también y observando el lugar. Todo seguía exactamente igual. Nada había cambiado, e incluso todavía estaba la red de la pileta que alguna vez la producción les había mandado para cuidar a Caramelo y Mora.
Sabri sonrió con emoción mientras caminaba un poco lento viendo cada detalle de ese lugar al que alguna vez había llamado hogar. Después de todo, había pasado casi seis meses dentro de este.
La chica centro su mirada en el frente y pudo ver a un grupo de gente reunida en el final del pasillo. Aunque de ese grupo sólo pudo reconocer a Nacho y Juli, quienes le sonrieron con alegría a su amiga al verla.
—Buenass—Sabrina sonrió llegando y viendo a todos—¿Como están?
—Me muero. No puedo creerlo—Una chica castaña, de ojos claros, muy hermosa a decir verdad. Hablaba con emoción al ver a la chica frente a ella
—Soy Sabri, un gusto—La cantante de acerco a saludar con un beso en la mejilla
—Guillermina—La chica sonrió correspondiendo el saludo—Dios, soy tu fan, no puedo creer que estés acá adentro—Guille dio un par de saltitos
Sabrina río ante la actitud de la chica. Le parecía súper simpática y le transmitía buenas vibras. Le hacía acordar a ella cuando apenas había entrado.
—Ay, gracias—Sabri sonrió—Me encanta tu top eh—La cantante señaló el top negro de encaje de la participante y siguió saludando a los demás hermanitos, quienes también estaban emocionados.
Sabrina saludó uno por uno hasta llegar a Juli y Nacho, a quienes abrazó un poco con felicidad y entre risas, sintiéndose segura conociendo a alguien ahí dentro.
—Que locura volver, ¿No?—Nacho río
—Mal, nunca pensé que íbamos a estar acá de nuevo—Juli exclamó emocionada
—Yo tampoco—Sabri negó—Pero vamos adentro, que quiero ver cómo está
Sabrina se abrió paso hacia el living de la casa, mientras todos miraban con fascinación y admiración a las figuras que habían entrado recientemente a la casa. Todos estaban emocionados. Ninguno era capaz de decir algo.
Sabrina sonrió al ver que no había cambiado absolutamente nada. El sillón seguía en el mismo lugar, la mesa también y el área de la cocina igual. Se preguntaba quien era él encargado de la cocina esta temporada.
La cantante caminó unos centímetros más hasta que escuchó como alguien abría la puerta del baño de forma fuerte. De seguro era alguno de los participantes desesperado por salir a ver que pasaba.
Sabri sonrió colocándose en medio del living, lista para saludar a la persona que había salido del baño y transitaría ese pasillo en unos segundos.
Pero apenas vio a la persona que comenzó a caminar por el corto pasillo, su cara cambió completamente. Sus ojos se abrieron de par en par y sintió como los nervios en su estómago volvían a aparecer, quedándose absolutamente quieta en su lugar, haciendo que la persona que acaba de salir del baño, también se quede completamente quieta y shockeada al verla.
Sabrina sintió como su corazón comenzó a acelerarse y sus piernas comenzaron a temblar. A su mente llegaron millones de deja vú's. No podía detenerlos, simplemente llegaban hasta ella de golpe, haciendo que nada salga de su boca.
Marcos estaba parado frente a ella en el pasillo. Tenía en su rostro la misma expresión de sorpresa y se daba cuenta que este tampoco sabía como reaccionar ante la situación.
El corazón del salteño también se había acelerado, recordando de igual manera todos los momentos que había vivido con Sabri dentro e incluso fuera de la casa. No podía moverse de donde estaba gracias a que sentía que si se movía, iba a caerse de los nervios. Y eso era algo que solo Sabrina podía generar.
La noche en que los dos se habían conocido, vino directamente a su cabeza. Había sido exactamente en esa misma casa, y ninguno de los dos había esperado encontrarse en esta. Igual que les estaba pasando ahora.
—Sabri—Fue el morocho quien rompió el silencio
—Marcos—Sabrina respondió de igual manera sin quitar sus ojos del salteño
—No sabía que iba' a venir—Marcos tuvo que empezar a caminar hasta ella al ver que ninguno de los dos tenía la intención de moverse
—Yo tampoco sabía que vos ibas a venir—La cantante respondió tratando de estar lo más cuerda posible, viendo cómo este se acercaba
—Se ve que estábamo' en la misma—Este sonrió un poco, deteniéndose a unos pasos de ella
—Se ve que si—Sabrina compartió la sonrisa.
El salteño pudo notar que no había mucho cambio en su ex-novia. Lo único diferente es que se había oscurecido el pelo un poco más y su estilo, en cierto aspecto, había cambiado. Pero seguía igual de hermosa que siempre. Sabía que nunca iba a dejar de serlo, sin importar lo cambiada que este.
Mientras, Sabri, también intentaba buscar algún cambio en el, pero lo único que noto es que este seguía manteniendo el corte de pelo que se había hecho una vez salieron de la casa. Todavía recordaba cómo cuando vivían juntos en su departamento, la morocha la recomendó cortárselo de igual manera una vez por mes. Al parecer le había hecho caso.
—Pasó mucho tiempo—Marcos afirmó
—Es verdad—La morocha asintió apretando sus labios—Un año casi
—Casi—El mayor recalcó—No esperaba que el reencuentro sea así
—Yo tampoco—Sabrina soltó una leve risa—Parece que volvimos al principio
—Parece que si—Marcos sonrió con nostalgia
Ambos chicos se quedaron mirando por varios segundos, mientras los demás también miraban expectantes la escena. Todos estaban al tanto de su relación dentro de la casa y como tuvieron que separarse fuera de esta. Aunque de seguro si les preguntabas a cada uno dentro de la casa, podrían decirte que se podían ver los corazones saliendo de la conversación que la ex-pareja mantenía. Como Mora había explicado en su momento.
Pero el momento de ambos chicos fue interrumpido por Santiago, quien apareció en la gran pantalla de la televisión, llamando la atención de todos para que se sienten en el gran sillón.
Todos hicieron caso y rápidamente fueron hacia el sillón acomodándose. Y antes de que Sabrina pueda irse a sentarse al lugar cómodo, Marcos tomó con delicadeza su brazo, haciendo que esta lo vuelva a mirar.
—Es lindo verte otra ve', Sabri—Marcos le sonrió con felicidad
La cantante sentía que su corazón se iba a salir. Había extrañado esa sonrisa y ese tono de voz tan tranquilo para hablar. Estaba tan lindo. Realmente sentía que en ese momento, las mariposas en su estómago volvieron a estar presentes.
—También es lindo volver a verte, Marcos—La morocha le sonrió de igual forma
El salteño le dio una ultima mirada antes de soltar su brazo e irse a acomodar al sillón con tranquilidad, dejando por unos segundos a Sabri con una sonrisa boba en su cara y pensando.
Si, realmente habían vuelto al inicio.
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