Haciendo las pases después de una pelea.
Aioria, había despertado con una horrible sensación en el pecho, sentía que algo estaba mal, su cosmos se sentía inquieto, era como si su otra mitad estuviera pasando un mal momento.
Ese pensamiento le dio luz a su sentir, hace tan solo unas horas había discutido con Shaka, lo había herido y si bien el santo de virgo había empezado, para pelear se necesitan dos y Aioria se dejó llevar por la ira, el cansancio y el dolor, lastimando así a la persona que más amaba en su vida.
Enseguida tomo lo que el dolor de sus heridas se lo permitían, una camisa blanca, un pantalón y una chaqueta fue todo lo que pudo tomar.
Algo en el interior de su pecho le decía que algo muy malo había pasado, por ello fue en búsqueda de lo mas preciado en su vida, en un principio pensó ir hasta el templo de virgo, pero no había sentido ese cosmos tan fuerte cerca.
Por ello su angustia se hacía cada vez más grande.
Aioria recorrió cada lugar cercano, cada esquina del pueblo de Rodorio y no fue si no hasta la última esquina que logró dar con su pareja.
Shaka alzó la mirada y vio a Aioria parado frente suyo, al principio se asustó y pensó en volver a huir, pero Aioria no lo permitió.
El caballero de leo, se agachó y la chaqueta que estaba usando se la puso a Shaka, al hacerlo tomo el rostro del otro ente sus manos y estando cerca del rostro del otro, comenzó a hablar con la voz más dulce y sincera que el caballero de leo podía tener.
-Shaka no sé qué nos sucedió en el entrenamiento, ambos estábamos cansados y yo debí descansar antes de que todo sucediera, me deje llevar por mi ira y dijo cosas que no son ciertas, en estos meses, días, horas y minutos que he pasado a tu lado me he dado cuenta de lo valioso que eres, de lo hermosamente humano que eres, perdóname por decir todo aquello que dije.
-Aioria, el que debería pedir disculpas soy yo, me dio tanto miedo, verte morir que actúe sin pensar, actúe pensando en que deberías hacerte mas fuerte para que no te sucediera lo que hoy sucedió, pero esa claramente no fue la mejor manera de hacerlo.
-Shaka, sabes que no fue tu intención, el miedo te dominó y yo me deje llevar también, para pelear se necesitan dos y...
-Aioria, lo siento tanto, yo lo quería dejarte al borde de la muerte o en coma.
-¿Quién te dijo esas cosas?
-Aioros dijo que por mi estabas en un estado muy delicado.
-Amor bello, mis heridas no son para tanto, el golpe que me dio Seiya si me dolió, pero con un poco de descanso me pasará, si bien es cierto que me desmayé, eso no fue tu culpa, el cansancio de entrenar a tres adolescentes me pasó factura y cedi ante el, pero ahora ya estoy mejor.
-¿Estás segura de que estás bien?
-Como nunca en mi vida, ven Shaka, es hora de regañar a Aioros y de demostrarle a todos la hermosa y maravillosa pareja que tengo. -Después de aquellas palabras, Shaka abrazo a Aioria y por lo que parecían ser horas lo abrazo llorando en su hombro, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza, eran lágrimas de felicidad porque habían hecho las pases y porque Aioria estaba bien.
La feliz pareja regreso al santuario, por cada templo que pasaban le contaban a los presentes en ese templo de su relación y al llegar al templo de sagitario este estaba vacío, Seiya estaba con Shiryu en el templo de libra, pero Aioros no estaba en su templo.
Shaka supuso que estaba en el templo de Capricornio y así fue, al principio el joven Aioros no quería salir, al final de todo Aioria tuvo que buscarlo y después de darle un buen regaño, por lo que le había dicho a Shaka, decidió abrazarlo y contarle lo feliz que era al lado de Shaka.
Aioros le contesto que ya lo sabía y entre risas, Aioros también le pidió disculpas a Shaka.
La feliz pareja volvió al templo de leo, donde ambos se volvieron a dar un abrazo y habiendo hecho ya las pases, se juraron una vez más amor eterno, porque un amor tan hermoso y brillante como era el amor que Aioria de leo y Shaka de Virgo estaban teniendo, iba a perdurar por mucho tiempo más.