Tomados de la mano.
Shaka y Aioria habían sido amigos cercanos desde hace mucho tiempo, pero recientemente habían comenzado a sentir algo más por el otro. Ambos habían sido tímidos para hablar de sus sentimientos, pero hace unos días por fin se habían declarado y aprovecharon que hoy estaban solos en el santuario para hablar de sus sentimientos por el otro.
Shaka se acercó a Aioria y tomó su mano con suavidad, mirándolo directamente a los ojos. Aioria se sorprendió, pero no hizo ningún intento de alejarse. En lugar de eso, entrelazó sus dedos con los de Shaka, disfrutando del contacto.
-¿Sabes, Aioria? -Dijo Shaka con una sonrisa tímida en su rostro. -Siempre he pensado que eres una persona muy especial. Me has hecho sentir cosas que nunca antes había sentido.
Aioria se ruborizó ante las palabras de Shaka, pero no dijo nada. Solo apretó suavemente la mano de Shaka en la suya, transmitiéndole su apoyo y afecto.
-Me gusta mucho estar contigo, Aioria. -Continuó diciendo Shaka. -Me haces sentir seguro y feliz, y siempre me haces reír cuando más lo necesito.
Aioria sonrió ampliamente, sintiendo su corazón llenarse de felicidad al escuchar las palabras de Shaka. Él también había estado enamorado de Shaka durante mucho tiempo, pero nunca había encontrado el coraje para decírselo. Ahora que Shaka le había confiado sus sentimientos, se sentía más cerca de él que nunca.
-Yo también me siento muy a gusto contigo, Shaka. -Dijo Aioria, apretando la mano de Shaka un poco más fuerte. -Eres una persona increíble y me haces sentir muy feliz.
Shaka sonrió ampliamente, sintiendo la calidez del sol en su piel y el amor de Aioria en su corazón. Tomados de la mano, los dos se quedaron en silencio durante un rato, disfrutando del momento juntos.
Finalmente, Aioria se inclinó hacia adelante y plantó un beso suave en los labios de Shaka, sellando su amor por él. Shaka cerró los ojos, sintiendo la felicidad estallar dentro de su corazón.
Tomados de la mano y abrazados el uno al otro, Shaka y Aioria se sintieron como si nada pudiera separarlos nunca más. Habían encontrado el amor el uno en el otro, y estaban decididos a mantenerlo para siempre.