- Lim Mi-rae... - dijo mirándome a los ojos - ¿Quieres ser mi novia?
Sonreí.
- Sí... Han Seojun - dije - Quiero ser tu novia.
Nos besamos otra vez. Este beso estaba cargado de emociones.
Sentí como mi estómago se revolvía y como mi corazón se aceleraba.
Y ahí entendí... No importaba si mi mente olvidó quien era este chico.
Mi corazón siempre lo supo.
Nos quedamos un rato más en la azotea. Me explicó todo con lujo de detalles.
Me contó sobre mi accidente y su desesperación por mi estado. Al parecer sufrió mucho por mí.
También me contó la razón por la cual se hizo pasar por enfermero y también... Las mentiras de Hyunjin.
Aunque no recordaba, en el fondo siempre supe que Hyunjin no era el chico por el cual mi corazón se aceleraba.
Cuando terminamos, bajamos. Ibamos a la habitación, fuera estaban Suho y Jukyung.
- ¡Lim Mi-rae! - se acercó desesperada - ¿¡Estás bien!?
Miré a Seojun y entrelacé nuestros dedos. Lo miré con dulzura.
- Mejor que nunca - dije.
- Tú... ¡Recuperaste tu memoria! - exclamó contenta.
Me abrazó con fuerza.
- ¡Iré por el doctor! - dijo mi melliza y se fue.
Suho se acerca a mí.
- Volviste - dijo contento.
- Eh... Lo siento... A ti no te recuerdo - dije seria.
- ¿¡QUÉ!? - exclamó.
- ¡JA! - hice - ¡Hubieras visto tu cara!
Comencé a reír a carcajadas. Miré a Suho y tenía una cara de odio, pero no aguantó mucho y rió también.
- Te extrañé - dijo.
- Yo también - contesté.
Nos dimos un abrazo. Me estrechó fuertemente en sus brazos.
- Bueno, es suficiente - dijo separándonos Seojun.
Suho y yo reímos.
En eso, mi hermana llega junto al doctor.
- Veo que recuperaste tus recuerdos Lim Mi-rae - dijo el doctor.
- Así es - dije - Por fin recordé todo.
- Me alegra oír eso - dijo sonriente - Vamos a chequear que todo esté bien.
Entré a la habitación. El doctor comenzó a corroborar que todo estuviese en orden. Hizo algunos exámenes que por suerte salieron bien.
Mi cabeza está completamente recuperada del golpe.
- Está todo en orden Mi-rae - dijo - Ya pronto irás a casa.
- Me alegra oír eso - dije.
- A mí me alegra saber que tienes buenos amigos - dijo - Sobre todo aquel chico - apuntó a Seojun - Hizo todo para ayudarte, de verdad eres alguien importante para él.
Miré con dulzura a mi novio y sonreí.
- Sí - dije sonriente - Él también es muy importante para mí.
Estuve dos semanas más aquí. Mi chico me siguió ayudando con mis ejercicios.
Mi mano recuperó por completo su movilidad.
Después de un mes, porfin me dieron de alta en el hospital.
Al día siguiente fui a clases, jamás pensé que extrañaría tanto este lugar. Cuando llegué al salón, todos me esperaban contentos.
Jukyung anunció mi llegada y al parecer todos quisieron organizar una bienvenida. El más contento fue el señor Han, quien se puso emotivo y lloró.
La clase terminó más rápido que de costumbre, pues pasamos la mitad de la clase comiendo los bocadillos que prepararon.
Salí del salón de la mano con Seojun.
- Me alegra que hayas vuelto - dijo - No era lo mismo sin ti.
- Lo sé - dije egocéntrica.
Rió ante mi comentario.
- ¡LIM MI-RAE!
Gritaron mis chicos. Corrieron y me abrazaron entre todos.
- ¡Oigan! ¡Con cuidado! - gritó Seojun - ¡Aún no se recupera del todo!
Los chicos me soltaron.
- ¡Te extrañamos mucho! - dijo uno.
- ¡Nos hiciste mucha falta! - dijo otro.
- Solo pudimos verte un día - dijo Chorong - Fue triste el que no nos recordaras.
- También los extrañé mucho - dije alegre.
Nos abrazamos entre todos como pudimos.
- Lim Mi-rae.
Nos separamos para ver quien me llamaba.
- ¿Podemos hablar?
Seojun lo miró con odio, sin embargo no dijo nada. Me miró esperando una respuesta.
- Está bien - dije.
Le di una mirada a mi novio dándole a entender que estaría bien.
Nos dirigimos al patio en busca de un sitio aislado. Una vez lo encontramos, nos sentamos en una banca que estaba cerca.
- Esta será la última vez que me diriges la palabra Hwang Hyunjin - dije seria - Así que di todo de una vez.
Él me quedó mirando por un momento. Tomó aire y habló.
- Perdóname Lim Mi-rae... - dijo - Perdón por fallarte... Otra vez...
- ¿Por qué lo hiciste? - dije - Se supone que ya pasamos por esto, sabes muy bien mis sentimientos hacia Seojun.
- Lo sé... - dijo - No pensé nada, solo tomé la oportunidad.
- ¿Oportunidad? - dije irónica - ¿Crees que mi accidente fue una oportunidad para que estuviéramos juntos?
- No lo quise decir así - dijo - Es que... No he dejado de quererte.
Di un suspiro cansador.
- Lamento que te sientas así - dije - Pero eso no te da derecho a mentir de esa forma.
- Lo sé... Lo siento mucho - dijo - Creí que tal vez... Solo tal vez... Te podría gustar con el tiempo.
Lo miré con algo de pena.
- El día en que te besé... - dije - Lo hice porque pensé que podría sentir y recordar algo...
Él me miró atento.
- Pero no sentí nada - terminé por decir.
- Oh...
- Sé que debe ser duro... - dije - Pero debes dejarlo...
- ¿Jamás sentiste algo por mi?
- No... - dije - Siempre fue Seojun... Y siempre será él...
Hyunjin agachó su cabeza y luego miró al frente.
- Entiendo... - dijo triste.
Se puso de pie y lo imité. Me puse frente a él.
- ¿Amigos? - dijo y estiró su mano.
Yo miré el saludo y luego a él.
- No... - respondí.
- Mi-rae...
- No podremos ser amigos hasta que dejes esos sentimientos por mi - dije.
- Entiendo...
- Ojalá encuentres a alguien que sea para ti...
- Gracias...
- Adiós Hwang Hyunjin.
- Adiós Lim Mi-rae.
Cada uno tomó su camino. Después de aquella conversación no volvimos a hablar.
Mi relación con Hyunjin terminó, quedamos en ser unos conocidos, pero nada más que eso.
Por otra parte, era momento de ponerme al corriente con las materias.
Falté un mes, por ende tengo muchas cosas que hacer.
Por suerte, tengo a todos apoyándome. He recibo ayuda de maestros y amigos, me han facilitado el material y apuntes para así estar al corriente.
Es realmente difícil retomar todo. Sobre todo porque es el último año y dejaremos la escuela para entrar en la vida adulta.
Todos me han ayudado mucho, en especial Seojun. Desde mi accidente se ha vuelto más aplicado, dijo que debido al tiempo entre cuidarme y la escuela tuvo que buscar un método de estudio.
Jamás pensé que haría tanto por mi.
Hoy tuve un poco de tiempo libre, así que pasaré a la cafetería.
Llegué al lugar y como siempre la campana anuncia mi llegada.
- Bienvenido, que desea...
- ¡He vuelto! - exclamé.
- ¡Mi-rae! - exclamó alegre Kang.
Saltó el mesón y me abrazó con fuerza.
- ¡Que alegría verte! - dijo - ¿Cómo haz estado? ¿Qué cuentas de nuevo?
- Tengo mucho que contarte - dije - Déjame ayudarte y así cerramos temprano.
Ayudé a Song Kang con la tienda. Al parecer les ha ido bastante bien pues hay más clientes que de costumbre.
Una vez terminamos, preparó café y donas para ambos. Se sentó frente a mí.
- Cuéntame todo - dijo entusiasmado.
Comencé contando sobre mi accidente. El primero, mi golpe con algún objeto de la sala de música. Le comenté lo extraña que me sentía durante esas semanas y lo mucho que sangraba mi herida.
- ¿¡Por qué rayos no te atendiste antes!? - exclamó molesto.
- ¡Pensé que sanaría por si solo!
- ¡Que bruta eres!
Seguí relatando, le conté que debido a ello comencé a escribir todo lo que hacía o debía hacer. Hasta que llegué a la parte del accidente automovilístico.
- ¿¡Por qué hiciste eso!?
- ¡El niño iba a ser atropellado! - me excusé.
- ¿¡Y qué!? - se quejó - ¡No eres madre Teresa de Calcuta!
- ¡Ay ya! - exclamé - ¡Solo escúchame!
Seguí relatando mi historia. Conté todo lo demás, la perdida de memoria, la mentira de Hyunjin, los esfuerzos de mis amigos para recuperarme y sobre todo... Lo que hizo Seojun por mí.
- ¡Guau! - exclamó - Tengo tantas emociones encontradas - dijo - Por un lado quiero ahorcar a ese tal Hyunjin y no en el buen sentido.
- ¡Ay, por favor!
- Pero por otro lado - dijo - Estoy tan contento de que hayas encontrado a tu alma gemela.
- ¿Alma gemela? - pregunté curiosa.
- Así es - dijo - Eso es lo que son tú y Han Seojun... Almas gemelas - siguió - A pesar de todo... Siempre se encontrarán donde quiera que vayan.
Almas gemelas...
Jamás lo pensé de ese modo, pero si... Seojun es mi alma gemela.
El año fue transcurriendo.
Hubieron tiempos complicados en todo ámbito.
Las clases se pusieron más difíciles conforme avanzaba el tiempo, pero siempre pude superar el reto.
En cuanto a mi relación con Seojun, estábamos en nuestro mejor momento. Nos fuimos conociendo mucho más y nos unimos como nunca antes.
Por otro lado, mi hermana no la estaba pasando muy bien.
- ¿Lim Jukyung? - dije preocupada - ¿Ocurre algo?
- Lee Suho - dijo entre lágrimas - Su padre enfermó, deberá irse a Estados Unidos por un tiempo.
- ¿Por cuánto? - pregunté preocupada.
- No lo sé - dijo.
La abracé con fuerza para reconfortarla. Debe sentirse muy dolida en este momento.
También me duele que mi mejor amigo se vaya.
Estamos en el aeropuerto, despidiendo a Lee Suho.
Este se acerca a Jukyung y la besa.
Se acerca a mí y me abraza con fuerza.
- Nos veremos pronto - dijo en el abrazo.
- Más vale que vuelvas - dije con un nudo en la garganta.
- Cuida de Lim Jukyung - dijo.
- Jamás he dejado de hacerlo - dije.
Se separó de mí y me dió una sonrisa sincera.
- Te quiero mucho Mi-rae - dijo - Por favor, cuídate.
- No pierdas contacto con nosotros - dije a punto de llorar.
Por último se despidió de Han Seojun.
Suho subió al avión. Mi hermana lloró desconsoladamente, pero estaba ahí para ella.
Pasaron los meses y Suho aún no volvía, por suerte manteníamos contacto por mensaje.
Hoy era un día muy especial, pues cumplía años mi novio.
Con su madre y hermana decidimos hacer una fiesta sorpresa. Mi madre también quiso ser participe de la celebración, así que ella dijo que lo realizaríamos en nuestra casa.
Mi único objetivo era mantenerlo alejado de casa y distraerlo.
Nuestro plan era fingir que no recordamos su cumpleaños.
Lo llamé por teléfono y lo cité para vernos. Nos encontramos en una cafetería.
- ¡Amor! - dijo alegre y se acercó.
Lo besé.
- ¿No tienes algo que decirme? - dijo.
- No, ¿por?
- Ah... No... Nada - dijo triste.
Espero pronto estén listos los preparativos, me da una pena ver su carita triste.
Pasamos todo el día juntos. Lo llevé a todas partes.
Realmente disfrutamos mucho el día.
Me llegó un mensaje avisando que todo estaba listo. Lo llevé a casa, cuando entramos le dimos la sorpresa.
- No puedo creer que hayas hecho todo esto - dijo alegre.
- Hey, no fue solo obra mía - dije - Todos cooperaron.
Seojun sonrió a todos.
- Gracias... De verdad, muchas gracias - dijo.
Celebramos el cumpleaños y cenamos. Todo salió de maravilla.
Era el momento de abrir los regalos, por fin podría darle lo que tanto he guardado.
- ¡Es el turno de Mi-rae! - dijo Juyoung.
- ¡Sí! - gritaron al unisono.
Subí a mi habitación y tomé la cajita que guardé por todo este tiempo.
Bajé y la escondí tras mi espalda.
- Cierra tus ojos y estira tu mano - dije.
- Pero...
- ¿Confias en mi? - pregunté.
- Siempre.
Seojun hizo lo que pedí. Cerró sus ojos y estiró sus manos.
Puse la cajita sobre ellas.
- Anda, puedes abrirlos - dije.
Abrió los ojos y miró la cajita. Sonrió y la abrió.
- Lim Mi-rae...
Sacó el par de aretes que diseñé para él.
- Están increíbles - dijo feliz.
- Son un par único - dije - Lo diseñé para ti.
- Me encantan - dijo sonriente.
- Grabé algo en ellos.
Leyó el mensaje y sonrió. Me abrazó con fuerza y depósito un beso en mi frente.
Nos sentamos y cenamos. Pasamos un rato agradable, reímos y conversamos de todo un poco.
La verdad, estoy en un momento donde todo está bien. Mi vida se encuentra serena y pacífica.
Así me quiero quedar.
El año escolar terminó y estamos a punto de graduarnos.
Todos estamos muy emocionados y asustados a la vez.
Estamos en mitad del pasillo tomandonos fotos.
- ¡Hey! - gritó Sooah - ¡Vengan todos, foto grupal!
Todos posamos para la foto.
- ¡Genial! - dijo Sooah - ¡Ahora las parejas!
Las parejas se juntaron para tomar su foto.
Taehoon y Sooah.
Chorong y Soojin.
- Me gustaría que Lee Suho estuviese aquí - dijo triste Jukyung.
- ¿Enserio? - dije - Tal vez yo pueda ayudarte con eso.
Voltee a mi hermana en la dirección contraria. Suho venía en dirección a nosotras.
- ¡Lee Suho! - dijo emocionada.
Corrió a abrazarlo.
- ¿Pero, cómo? - dijo ella.
- Mi padre se recuperó - dijo - Se quedará en Estados Unidos por un tiempo, pero yo pude volver.
- Te extrañé mucho - dijo mi hermana.
- Y yo a ti - respondió él.
Se abrazaron por un buen tiempo.
- ¡Vamos! - insistió Sooah - ¡Fotos con su pareja!
Todos se tomaron su foto. Mi hermana y cuñado tenían su foto juntos.
Me alegra que haya vuelto en un momento importante como este.
- Oye semáforo.
Me di vuelta.
- Deberíamos tener una foto - dijo sarcástico - Para recordarte.
- Me parece buena idea - dije en el mismo tono.
Seojun y yo nos pusimos para la foto. Pasó su brazo por mi espalda y lo puso en mi hombro, me acercó más a él.
Sonreí para la foto.
Este año estuvo lleno de complicaciones. Pero todas ellas las superé gracias a quienes me rodean. Estoy sumamente agradecida por ello.
Siento que por fin todo está bien.
Ahora queda esperar el futuro,
¿Qué malo podría pasar?