Juego de asesinos (Kazuki x l...

By izumotempest

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La nueva chica del departamento es enviada a vivir con sus compañeros, quienes ocultan un secreto: son asesin... More

Pieza del pastel
El beso de la muerte
El brillo de la vida
Lo que será, será
Tiempo de crisis
El amor es ciego
Después de la lluvia viene el buen tiempo
El que nada busca, nada encuentra
No hay premio sin esfuerzo
Una última vez
Todos serán hipócritas

La despedida

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By izumotempest

Habían pasado algunas semanas desde que Miri ya estaba con Kazuki, Rei y Akiko y también ya había pasado tiempo desde que Akiko se le confesó a Kazuki, ese día Kazuki se quedó con Akiko y conversaron acerca de lo que había pasado momentos antes llegando a un acuerdo de que a pesar de la situación ellos no podían aún intentar algo, seguirían viviendo juntos.

Esa mañana Miri despertó a Rei como de costumbre mientras Kazuki y Akiko miraban como empezaba a nevar, Miri se acercó a la ventana y se emocionó pidiendo salir pero Kazuki la detuvo, diciéndole que debían ir a desayunar primero

-¡Quiero desayunar tostadas a la francesa! -pidió la pequeña-

-Entonces eso será lo que desayunaremos hoy -afirmó Akiko mientras sacaba tres bowls de la cocina para que ella junto con Miri y Kazuki hicieran las tostadas a la francesa a su gusto, sin embargo también Rei quiso ayudar a cocinarlas- me sorprende de ti pero lo aceptaré

-Muy graciosa -respondió el pelinegro con sarcasmo para luego dirigirse hacia Miri- ¿estás lista?

-¡Siempre papá Rei! -respondió Miri-

Pasaron la mañana preparando el desayuno en familia, Kazuki probó las tostadas de los tres y le gustó mientras que Miri festejaba por su gran logro para luego alistarse para salir al anti jardín y disfrutar de la nieve que caía

-Ha pasado un año desde que Miri llegó a nuestras vidas -habló Rei-

-Nuestra vida mejoró después de eso -agregó Akiko-

-Es cierto -finalizó Kazuki- oye Miri, le diré a Santa que te traiga tu regalo

-Ya le pedí a Mamá que se lo dijera a Santa -la mirada de Kazuki y Akiko cambió-

-Se nos hará tarde para llevar a Miri a la guardería -dijo Rei-

-Es cierto -dijo el rubio mientras tomaba a Miri en brazos y la subía rápidamente al auto-

-Oye Kazuki -habló Akiko- después de dejar a Miri en la guardería me adelantaré para ya sabes qué

-¿Estás segura? -habló Kazuki-

-Estoy segura -asintió mientras terminaba de asegurar el cinturón de Miri- voy estar bien -le dedicó una sonrisa segura-

-No tengo ningún problema con eso Akiko, pero sin embargo trata de protegerte de sobra -añadió el pelinegro-

-Se que estaré bien, además no podrán hacerme daño -respondió-

-¡Se nos está haciendo tarde! -dijo una voz desde adentro del auto-

-Es verdad, será mejor irnos -dijo el rubio- nos vemos allá Akiko

-Si -dicho esto el dúo se fue mientras dejaban a la chica sola y tomaba un taxi para dirigirse a aquella mansión-

Pasado unos quince minutos el taxi se estacionó una cuadra antes de la mansión, y al llegar dos hombres se encontraban fuera del recinto

-Buenas tardes, vengo en invitación del jefe Suwa -dijo sacando una tarjeta de identificación de su bolso- mi nombre es Akiko y si piensan que vengo con otras intenciones déjenme decirles que soy amiga del sucesor de los Suwa e hijo del jefe

-Si nos dices eso es algo razonable, te mantendremos vigilada en la mansión si intentas hacer algo sospechoso -diciendo esto abrieron la reja que daba entrada a la mansión-

-Fui muy astuta para poder entrar -balbució en voz baja mientras dos hombres abrían las puertas de la mansión y entraba- así que esta es la famosa mansión de los Suwa, pensé que era más impresionante pero es como cualquier mansión normal -se dirigió al piso de arriba y tocó la puerta con sutileza-

-Pasa -respondió una voz grave desde dentro de la habitación haciendo que entrara con rapidez- No esperaba que fueras tu Akiko

-Si esperaba a Rei déjeme decirle que está muy ocupado en otra cosa -respondió con frialdad- además debía venir, no me he presentado desde que su hijo me admitió en la organización cuando me quedé sin trabajo

-Aunque nunca te hayas presentado, yo se muchas cosas de ti Akiko, no te conozco pero conocí a algunas personas cercanas a ti -respondió mientras que la pelinegra sentía muchos nervios en ese instante-

-¿De qué está hablando? -preguntó asustada-

-¿Rei no te ha contado que tus padres trabajaron para esta organización? -Akiko estaba sin palabras-

-Eso no es verdad, ellos murieron antes de cumplir seis años de edad y trabajaban en su empresa -dijo para su defensiva pero la expresión seca que tenía el hombre demostraba todo lo contrario-

-Ellos crearon su empresa después de que naciste. Tu papá y tu mamá trabajaban en la organización como compañeros, eran los más destacados y estaba orgulloso de ellos... pero ellos tenían una relación a escondidas de la organización y tu papá renunció a la organización tiempo después, y fue ahí cuando naciste. Esperamos que estuvieras ya con una edad un poco más avanzada y mandamos a matar a tus padres -la chica estaba en estado de shock- y fue así como quedaste sola por varios años antes que conocieras a Rei

-¡Yo no tuve la culpa de nacer y que mis padres se enamoraran! -respondió molesta-

-Y para que tu no termines como ellos eliminaremos a tu obstáculo más grande, eliminaremos a ese patético Kazuki Kurusu de tu camino y podrás trabajar tranquilamente -Akiko escuchaba esto indignada y un poco asustada-

-Escúcheme bien, he pasado por mucho para que usted venga con su maldita organización y elimine a mis padres solo por haberse enamorado y ahora que por fin pude descubrir a mi única razón para ser feliz me lo venga a quitar. Kazuki puede ser un patético, un don nadie o todo lo que quiera pero él ha estado para mi desde que tenia veintitrés años, cuando no tenía ningún rumbo apareció y me hizo la persona más feliz del mundo -la expresión de la chica era triste y a la vez llena de rabia- me devolvió las ganas de vivir, pudo hacerme feliz más de lo que otra persona pudo hacerme feliz, yo solo lo quiero a él como mi compañero, como mi amigo y como mi pareja, él es el amor de mi vida y no dejare que nadie le haga daño, ¿entendió bien Shigeki?

-El único ultimatum que te daré es que no termines como tus padres si sigues teniendo esa relación con el patético Kurusu, puede que en un día de estos sea el último día que lo veas -la chica se retiró de la mesa y se recompuso-

-¿A qué se refiere con eso? -preguntó sin quitar su expresión seria de su rostro-

-Escúchame bien, si luego de que te vayas te sigues juntando con Kurusu e incluso contraes una relación amorosa con él, mandare a matarte a ti, a Kurusu o a la pequeña niña que cuidan como si fuera de ustedes -la chica tenía una expresión de temor ya que no quería que mataran a la persona más importante de su vida, e incluso, que mataran a la niña que hizo que ella y Kazuki volvieran a hablarse y llevarse bien. De pronto se escucharon ruidos abajo de disparos y aquel hombre no se inmutó en moverse- Mierda, vinieron a buscarte

-Así parece -en un movimiento rápido para poder ir a buscar a Kazuki y a Rei, dos hombres aparecieron detrás de la chica y se quedaron allí para que no cruzara aquella puerta- ¿pero qué carajos? ¿Llamas a tu hombres para que no vaya a buscar a Kazuki? Que infantil es señor Suwa

-Lo que acabo de decir anteriormente deberías pensarlo seriamente porque lo estoy diciendo con toda razón, así que no pienses que escaparas tan fácilmente Akiko -luego de eso dejó que los dos hombres salieran de allí y fueran a confrontar a los dos chicos que estaban abajo acabando con todos, sin antes cerrar la puerta-

-Solo prométame una cosa señor Suwa -el hombre levantó una ceja mientras estaba serio- si me voy del lado de ellos por favor trate de que Rei sea feliz con ellos y no les haga daño, por favor -le rogó con los ojos cristalinos-

-Con tal de que tu te vayas del lado de ellos -luego de eso asintió- ahora sal de mi vista y ándate del lado de ellos lo más pronto que puedas, que sea mañana o sabes que pasará -la chica abrió la puerta y salió de la sala-

Mientras tanto Kazuki y Rei salían de la cocina de la mansión heridos, Kazuki trataba de ayudar a Rei a reincorporarse ya que estaba muy herido y lleno de sangre y mientras se quedaban en una esquina Kazuki vio a Akiko

-¡Kazuki! ¡Rei! -llegó al lado de ellos- ¿Se encuentran bien?

-Afortunadamente si -respondió Kazuki- ¿cómo te fue?

-Me fue bien pero después charlaremos sobre eso -dijo la chica pero realmente no quería acordarse de lo que había pasado anteriormente-

-Ahora debo ir a hablar con mi padre -dijo Rei-

-Rei... -dijo Akiko un poco preocupada por el estado en el que se encontraba-

-¿Estarás bien solo? -preguntó Kazuki-

-Le hice una promesa a alguien y romperla esta lejos de mis planes principales, va a estar todo bien -respondió el pelinegro-

-Esta bien pero cuídate. -dijo Akiko mientras veía a Rei ir a la oficina de su papá para después ver a Kazuki- ¿No te duele nada? -respondió afirmándolo a ella y comenzando a caminar hacia la salida-

-Estoy bien Akiko, pero gracias -dijo con una sonrisa-

Los dos se dirigieron hacia la salida de la mansión y buscaron una superficie para poder quedarse hasta que Rei saliera de hablar con su padre

-El auto se destruyo al llegar aquí así que debemos llevarnos uno de estos -exclamó señalando uno de los autos de los hombres de Shigeki-

-Claro, oye Kazuki -dijo Akiko-

-Dime -respondió-

-¿Podrías dejarme en el centro de la ciudad? Necesito comprar el regalo de Miri -dijo mientras le sonreía-

-Por supuesto Akiko -dijo mientras veía que la chica se acercaba a él-

-Y muchas gracias nuevamente -dijo-

-¿Y eso por qué? -preguntó extrañado-

-Por dejarme quedarme vivir en tu departamento aunque en realidad fue idea de Rei pero me hubiera echado por no soportarme -río- pero aún así, te agradezco por estar a mi lado todo este tiempo, por darme ese apoyo cuando dudaba si estaba haciendo mi labor bien. Conocer a Miri me hizo darme cuenta que no todo en la vida es malo y además gracias a ella pude volver a generar lazo de confianza contigo, así que gracias por estar a mi lado siempre -lo abrazó mientras se aguantaba las lágrimas-

-Por nada Akiko -sonrió mientras correspondía al abrazo-

Luego de separarse del abrazo Akiko empezó a mirar la luna para poder esperar a Rei y olvidar lo sucedido anteriormente, y mientras lo hacía, Kazuki estaba arreglando el auto que usarían para ir a la presentación de Miri. Al terminar de arreglarlo salió Rei y venía con una herida en el brazo

-¿Qué le pasó a tu brazo? -preguntó Akiko preocupada-

-Nada importante de qué preocuparse -dijo el pelinegro dirigiéndose al auto donde estaba el rubio-

-Debemos dejar a Akiko en el centro de la ciudad -avisó al pelinegro-

-¿Y eso por qué? -preguntó confundido-

-Debo comprarle algo a Miri -sonrió ladinamente- ustedes adelántense, luego los alcanzo

-Esta bien -respondió Kazuki encendiendo el auto y saliendo de la mansión Suwa-

Kazuki y Rei dejaron a Akiko en una juguetería para que comprara un juguete para Miri y se fueron de allí, Akiko entro y encontró una muñeca de género muy parecida a ella, también compró un cojín en forma de corazón y también unos dulces. Luego de eso los pagó y salió de allí para poder aclarar su mente de camino a la guardería de Miri, recordando en todo ese lapso las palabras de Shigeki y el acuerdo que le hizo

-¿Por qué nunca puedo ser feliz? -dijo viendo que ya había llegado a la guardería y entraba en ella para después buscar a Kazuki y Rei, había llegado al final de la presentación pero pudo escuchar a Miri cantar la última parte del villancico- ¿Cómo lo hizo?

-Muy bien -respondió el rubio- ¿Ya le compraste su regalo?

-Si -le mostró la bolsa- no nos dará tiempo para envolverlo pero me hace feliz haberle comprado un lindo regalo

-Ella estará feliz -dijo Rei-

-¡Papá Kazuki! ¡Papá Rei! ¡Akiko-san! -gritó Miri mientras los abrazaba a los tres, Kazuki por su parte se quejó por las heridas que traía-

-Lo hiciste muy bien Miri -dijo la pelinegra-

-Akiko tiene razón lo hiciste excelente -añadió Rei-

-Estamos muy orgullosos de ti Miri -dijo Kazuki mientras acariciaba la cabeza de Miri-

-¡Gracias papá Kazuki! -dijo Miri todavía abrazándolo- ¡Señorita Anna, mis papás y Akiko-san llegaron!

-¡Hola! -dijo Anna- los cuatro están muy lindos vestidos, ¿quieren tomarse una foto?

-Claro -dijo Akiko mientras se ponía al lado de Kazuki para que Anna la tomara- muchas gracias Anna -tomó el teléfono de la pelicastsña y les mostró a los tres la foto-

-Está muy linda -dijo Miri-

-Es verdad -dijo Kazuki viendo la foto y fijándose en Akiko mientras sonreía- por cierto Miri, Akiko te trajo unos regalos

-¿De verdad? -dijo la pequeña feliz- ¡Quiero verlos!

-Esta bien. -dijo sacando los regalos- Feliz Navidad pequeña Miri

-¡Me encantaron, muchas gracias Mamá Akiko! -Akiko estaba muy feliz al escuchar a Miri decirle mamá y la abrazó-

-De nada Miri -la pelinegra miró al rubio sonriendo- debemos ir al departamento para poder celebrar la navidad

-Si -dijo Kazuki tomando a Miri en sus brazos-

Al llegar al departamento Kazuki empezó a hacer una cena rápida mientras Miri miraba la televisión, Rei y Akiko estaban en la habitación del pelinegro conversando sobre lo que había pasado con Shigeki

-Oye Rei debo comentarte algo sobre lo qué pasó con tu padre -dijo la chica seria-

-¿Sucedió algo malo? -preguntó con preocupación-

-Shigeki me reveló que había asesinado a mis padres después de que cumpliera una edad favorable para criarme -Rei la miraba en shock- y además me advirtió que si no quería que pasara lo mismo conmigo, tengo que irme de aquí y dejarlos solos

-¿Es eso lo que quieres? -dijo serio-

-Si no me voy de aquí a más tardar mañana, mandaran a matarlos -su voz era temblorosa- pero me duele dejar a Kazuki, no quiero irme de aquí y no ver más al hombre que amo con todo mi corazón

-Solo necesito que estes bien y que te cuides, ¿si? -dijo dándole una sonrisa- sabes que siempre mantendrás un gran lugar en mi corazón y prometo que cuidaré a Kazuki y a Miri

-Muchas gracias Rei -sonrió mientras se levantaba para abrir la puerta- me iré a despedir de Kazuki

-Si me necesitas avísame -dijo el pelinegro antes de que Akiko saliera de la habitación-

Akiko empezó a subir las escaleras que daban paso a la habitación de Kazuki, estaba demasiado nerviosa y su corazón latía a mil, no quería despedirse del hombre que amaba con su vida.

Cuando estaba afuera de la habitación de Kazuki, tocó la puerta y entró a la habitación del rubio.

-Kazuki necesito hablar contigo -se sentó en el borde de la cama-

-Claro Akiko -dijo acercándose a ella- ¿sucede algo?

-Tu sabes que te quiero demasiado, ¿verdad? -exclamó mirandolo de reojo- e incluso eso, tu sabes que te amo. Pero ocurrió algo cuando fui a hablar con el padre de Rei

-No me asustes Akiko, ¿qué te dijo? -la preocupación en las palabras de Kazuki era evidente-

-Shigeki me dijo que mis padres fueron ejecutados por culpa de la organización cuando cumplí seis años solo por haberme tenido, pero me dijo que si yo no me iba de aquí antes de mañana, ustedes morirían. -lo miró a los ojos- Kazuki debo irme y no quiero eso

-¿Es necesario esto? ¿De verdad tienes que irte? -la expresión del rubio era triste-

-No quiero dejarte Kazuki, yo quería tener una vida a tu lado pero por culpa de la organización no será posible -las lágrimas recorrían el rostro de la pelinegra-

-Lo único que quiero es que estes a salvo y si necesitas irte lo dejaré pasar. Yo cuidaré de Miri hasta que podamos encontrarnos nuevamente -los dos estaban llorando-

-Perdóname Kazuki por no poder estar a tu lado y estar con ustedes -el rubio la acercó a su pecho mientras la pelinegra aún lloraba, sin embargo no podía articular alguna palabra-

-¿Quieres que te diga algo? -la pelinegra lo miró a los ojos- Desde que nos volvimos a ver todo ha sido tan bonito, pasar el tiempo contigo hizo que mi corazón se sintiera tan bien, tu compañía me ha servido tanto para poder olvidar lo sucedido con Yuzuko. La forma en que te preocupabas por mi me hacía sentir tan feliz y cumpliste el rol de mamá de Miri tan bien que pensé que nosotros la habíamos tenido en vez de Misaki y el padre de Miri

-¿Enserio lo crees? -se secó las lágrimas-

-Si, fuiste la mejor mamá para Miri y la mejor compañera en todo este tiempo. Realmente me hiciste tan feliz que me duele dejarte -la abrazó mientras hundía su rostro en su pecho, Akiko correspondió mientras acariciaba su espalda- si nos volvemos a encontrar en un futuro quiero volver a estar contigo, y si pudiera, me encantaría que nos casáramos

-Kazuki... -respondió mientras se separaba del abrazo y lo miraba- claro que nos vamos a casar. Pero no ahora

-¿Lo prometes? -dijo mirándola-

-Claro Kazuki -le sonrió- ahora debo ir a hacer las maletas para irme

-¿Podrías dormir conmigo hoy? Por última vez quiero estar a tu lado -dijo mientras trataba de sonreír-

-Claro Kazuki -exclamó para salir a armar sus maletas-

Akiko estaba guardando las cosas en sus maletas y se sentó en el borde de la cama para poder observar por última vez su habitación. Salió de su habitación para poder ir a la de Kazuki y al entrar se acomodó en su pecho mientras Kazuki lloraba en silencio.

Al día siguiente los dos se levantaron e hicieron el desayuno de Miri para poder demostrar que todo estaba bien, cuando Miri y Rei se levantaron desayunaron los cuatro juntos

-Oye Miri, mamá Akiko tiene que viajar así que ella se tiene que ir ahora -dijo Rei-

-¿Mamá Akiko cuándo volverás? -dijo triste la pequeña-

-Aún no lo sé pero te pido que le hagas caso a tus papás, ¿si? -dijo aguantándose las lágrimas- y sobre todo, trata de cuidar a papá Kazuki

-¡Claro mamá Akiko! -dijo feliz-

-Oye Rei -dijo Akiko- cuídate y sé el mejor papá para Miri. Pronto volveremos a jugar Morio Kart los cuatro juntos -sonrió abrazándolo, este no dijo nada pero correspondió el abrazo-

-Akiko se nos hará tarde -dijo Kazuki mientras que Akiko se separaba del abrazo-

-Nos vemos pronto familia -dijo saliendo del departamento-

Kazuki y Akiko iban de camino a la estación de trenes sin decir alguna palabras. Al llegar a la estación esperaron que llegara el tren que los separaría para siempre

-Quiero que esto sólo sea temporal pero no lo es -habló Akiko-

-Akiko antes que te vayas necesito darte algo -de su bolsillo sacó un anillo- no nos casaremos ahora pero será un anillo de compromiso -se lo puso en el dedo- para que sepas que cuando nos volvamos a ver nos casaremos y podremos estar juntos

-Kazuki... -lo abrazó- te prometo que nos volveremos a ver y estaremos juntos para siempre

-Lo sé -el tren llegó y Akiko subió-

-Te amo Kazuki -dijo antes de que el tren partiera-

-Te amo Akiko -exclamó Kazuki mientras veía como el tren se iba, sin que Akiko pudiera escuchar las últimas palabras de Kazuki-

Continuará...
Hola mis lectores, ¡ha pasado mucho tiempo!
Perdónenme si no he subido el capítulo antes, tuve muchos problemas y además estaba muy ocupada con la secundaria, pero por fin pude terminarlo.
Espero traigan pañuelos porque el capítulo les hará llorar, sin embargo no es el final de la historia.
Espero les guste y puedan votar, ¡nos leemos pronto!

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