Frontera de caza

By katiealone

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Cumplir dieciocho años en la tradicional y poderosa familia Bautista-Montagny es todo un acontecimiento. Y Da... More

Sinopsis
📜 Epígrafe 📜
🩸 Introducción 🩸
1. Los barrios altos
2. Preparativos
3. La caja
4. Sangre
5. En aprietos
6. Culpable
7. Pagar el precio
8. Frente a frente
9. Sangre nueva
10. Primera vez
11. Matamos a un Edevane
12. Bebe
13. S.O.S
14. Primero, las balas
16. La historia según Arabella
17. Nos preparamos
18. Dulce escape
19. Verdades sobre la mesa
20. Tuya
21. Tenemos visita
22. Enemigos
23. En nuestras venas
24. La escena de Jack
25. Sin esperanza
26. Sin lugar en el cielo
27. La cazadora
28. Lo que perdimos
29. Tal vez es tarde
30. Poder ancestral
31. Relish
32. Fugitivos
33. Sin culpa
34. Sombras
35. No me sigas
36. Sangre de mi sangre [Final]
🧛 Nota de la autora 🧛
🩸 Epílogo 🩸
Extra 1: Lover
Extra 2: Aquella niña perdida
Extra 3: Ternura
Especial de Halloween 2023 [Parte 1]
Especial de Halloween 2023 [Parte 2]
🎨 Ilustraciones para FDC 🎨
😜 Memes 😜
📚 Otras historias de la autora 📚

15. Momentos de debilidad

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By katiealone


La odiaba. Odiaba todo de ella. Su seguridad, su mirada de cazadora. No era como los otros que había conocido. Era como los de antaño, los primeros. Los que le arrebataron a quienes amó, los que siempre serían sus enemigos. Odiaba que no la hubiera matado, porque la piedad que le regaló le pareció más humillante.

Si, odiaba a Arabella Bautista con todas sus fuerzas. Pero, sobre todo, se odiaba a sí misma por ser tan débil y estúpida. ¿Por qué tuvo que apiadarse de Danielle? ¿Por qué escuchó sus ruegos? ¡Estúpida, estúpida, estúpida! Tendría en ese momento la cabeza de Arabella en sus pies. Incluso tendría a Danielle a su lado, así le hubiera quedado claro que nadie se la iba a quitar porque nunca la dejaría ir.

Pero allí estaba, soportando el dolor, maldiciendo, lamentándose por su estupidez. Ya no podían quedarse en el apartamento para ellos, Diego lo sabía. Pronto llegarían los curiosos, hasta en un barrio como ese aparecía la policía. No para ayudar, por supuesto, sino como los carroñeros que eran para sacar algún provecho. Así que él la cargó, y buscaron otro apartamento vacío en ese edificio. Él demoró en abrir la puerta, pero al fin estaba solos y a salvo por el momento.

—Dime qué puedo hacer para ayudarte —le pidió.

—Necesito...respirar —se esforzó en decir, pues incluso hablar le causaba dolor.

—Entonces hay que sacarte esas balas, pero... —Iba a decir algo más, pero la puerta se abrió. Poco después se asomó José Alonso, y hasta se alegró de verlo. Pensó que las Bautista lo encontraron primero.

—Mierda, sí que estuvo violenta la cosa —dijo este mientras se acerca a ellos—. Vi las camionetas, actuaron muy rápido. Intenté llamarte, Aliz, pero nunca escuchaste el celular. ¿Qué demonios pasó?

—Le dispararon, no eran simples balas —explicó Diego—. No deja de sangrar, le causa mucho dolor, y ahora ni respirar puede. Eran las primas de Danielle, las Bautista.

—Con un demonio, te dije que le compraras ese condenado iphone color celeste baby shower, se hubiera quedado tranquila y no nos habría jodido. Pero no, el señor regateador con sus amigos los choros del barrio tuvo que comprar un puto Xiomi que ni de alta gama era...

—¡Putamadre, Alonso! Deja de hablar estupideces y ven aquí a sacarle las balas. 

—Solo... solo háganlo de una vez... —pidió Aliz, antes de volver a tomar aire. 

La cargaron hasta una mesa algo precaria, cubierta de polvo. La pusieron de espaldas, y empezaron a discutir entre ellos sobre como hacerlo. Con un cuchillo, o con unas pinzas. O tal vez...

—¡Con tus malditas uñas, Alonso! ¡Ahh...! —gritó ella, ya harta, enojada, y casi agonizando de dolor. No debió gritar, de pronto todo se le nubló, y pensó que iba a desmayarse. Ni siquiera sabía que las vampiras como ellas podían desmayarse.

—Voy, voy... —escuchó que el vampiro respiró hondo, y luego puso las manos sobre la herida—. Encárgate de mantener abierta la herida, como si abrieras su piel. Se va a regenerar rápido, por eso no puedo demorar.

—Lo intentaré....

Justo cuando creyó que iba a desvanecerse, el dolor empeoró. Apretó los labios cuando José Alonso metió la mano al hoyo de la herida, y se hizo paso entre su carne. Tenía la boca abierta y estaba segura de que, de haber podido, estaría gritando. Fue peor cuando el vampiro logró coger una de las balas, misma que sacó con rapidez. Repitieron el acto con la otra bala, y para ese punto ya no podía más. No podía creer que los cazadores de ese lado del mundo hubieran logrado desarrollar un arma tan poderosa.

—¿Mejor? —le preguntó Diego, y ella asintió. La herida de la cabeza seguía sangrando, así que la presionó otra vez.

—Ya respiro mejor —aclaró—. Esto no va a matarme, he perdido mucha sangre que necesito recuperar. Un par de cuerpos no me bastarán.

—¿Te quito el de la frente? —preguntó José Alonso, y ella negó.

—No, eso lo haré yo. Necesito un espejo.

Diego no tardó en volver con lo solicitado, así que Aliz lo acomodó y se sentó frente a este. Aguantó el grito cuando tuvo que meter sus propias garras en la herida y arrancarse esa bala de la cabeza. Ya libre, el dolor empezó a desaparecer. Pero no su enojo, eso no iba a pasar jamás.

Aliz se miró al espejo, y reconoció el rencor en su reflejo. En ese momento se juró que no iba a volver a suceder, no se permitiría un solo instante de debilidad. No se detendría, no habría piedad para nadie. Recuperaría a Danielle, y no le importaría si ella la seguía odiando. Total, ya lo hacía, no le importaba que eso empeorara.

Pero era suya, y nadie se la iba a quitar.


*************


La experiencia esa vez fue distinta en todos los sentidos. Al fin, después de todos esos días cometiéndose, pudo sentir algo de comprensión, de afecto. Al fin con quienes compartir sus lágrimas, al fin llorar sin ser juzgada.

Todos los Bautista la esperaban en la hacienda en las afueras de la ciudad, hacia el sur. A ellos sí les dolía lo que le pasó a papá, y aunque sabía que igual pensaban en los aspectos prácticos y en como resolver eso, estaban allí para ella. Para sostenerse, como una verdadera familia.

Milla y ella estaban sucias, agotadas, y al borde del colapso. Les asignaron dos habitaciones, pero no quisieron separarse. Primero se bañó Milla, y cuando fue su turno, Danielle se tomó buen rato bajo el agua de la ducha. Y, cuando salió, encontró a Milla dormida. Se recostó a su lado, pensando que no lograría pegar un ojo, pero pronto el cansancio la venció. No recordaba la última vez que durmió más de ocho horas seguidas.

Estaba oscuro cuando despertó. Se sorprendió al ver el reloj de la mesa de noche. Eran las tres de la mañana. Y Milla no estaba a su lado. Se puso de pie de inmediato, y cogió una bata del closet. Ah, ya extrañaba esas cosas. Todo tan lejos de la pesadilla que vivió que se le hacía difícil creer que había terminado. Que Aliz aún estaba allá afuera, que los vampiros estaban acechando en las sombras, y que ella era una cazadora.

Todos en la hacienda parecían dormir. Pero ella necesitaba encontrar a Milla, solo eso la dejaría tranquila. Al mirar por una de las ventanas, vio algo. La fogata encendida, y gente sentada alrededor. Eran sus primas y Milla. Sin dudarlo, fue para allá.

El olor al vino le llamó la atención. Había un par de botellas vacías, y todas tenían copas en las manos. Arabella dijo algo, y todas rieron. 

—¡Dani! —exclamó Milla apenas la vio. Esa alegría de la borrachera se la conocía—. Ven, ven. Tus primas me estaban contando de los vampiros... Bueno, ya me contaron. Tipo, no sé, al menos si hubiera brillado como los de Crepúsculo sería más divertido. Pero no, se ponen feos cuando atacan y de seguro nos van a querer matar después pero.... Pfffff.... ¿A quién le importa? —rio para sí misma, y Danielle se sentó a su lado.

—¿De verdad le dijeron? —Todas asintieron.

—Ya vio a la vampiresa —le dijo Katrina, otra de sus primas—. Y nos vio disparando, no hay nada que ocultar. Es mejor que sepa las cosas, además, ella no es una cazadora. Estará a salvo, podrá volver a su vida.

—¿Lo creen? Yo... no sé... tengo miedo. ¿Y si toman represalias?

—Ummm... si, quien sabe. Aliz es una Drak, los vampiros de edad suelen ser vengativos —explicó Arabella—. Y seguro se siente humillada. Si, me imagino que intentará venir por nosotras. Mal momento, ya tenemos muchos problemas.

—¿Qué problemas? —Todas se callaron un instante, se miraron entre sí.

—Bueno, ¿qué más da? La muchacha ya vio todo lo que no tenía que ver, mejor que esté sobre aviso —dijo Magdalena en referencia a Milla, quien solo se encogió de hombros y bebió más vino.

—Yo no escucho, estoy mareada —respondió su amiga, y apoyó la cabeza en su hombro.

—Dani, lo que hicimos hoy... —empezó Arabella—. No debimos llevarnos esas balas, aún están en etapa de prueba. Nuestras madres hasta nos mentaron la madre, como si no nos hubieran parido —dijo, y las demás rieron por lo bajo—. Y nuestros padres... Bueno, nos han amonestado. Pero teníamos que hacerlo, sabíamos que estabas en las garras de una vampira antigua y no la íbamos a derrotar con las armas de siempre.

—Pero ¿cómo se enteraron? ¿Quién les dijo?

—Ese crédito se lo damos por completo a Arabella —respondió Katrina, y de pronto todas empezaron a reír. Hasta Milla borracha, quien al parecer ya lo sabía.

—Que jodidas que son, una a veces tiene que usar sus atributos, ¿si? No me juzguen —respondió Arabella, irritada.

—¿Entonces...? —insistió Danielle, mirando a su prima.

—El primer día de tu supuesta iniciación, no supimos nada de ti ni del tío Raimundo. Tu madre nos informó que tu primera cacería fue un éxito, eso nos dejó más tranquilos. Pero pasaron unos días, y no sabíamos nada de ustedes. Te escribí, te llamé, y nada. Tu padre era un hombre ocupado, al principio nos pareció normal, pero luego fue muy sospechoso. Al menos nosotras empezamos con las teorías de conspiración. Así que decidí recurrir a... A Almeric —dijo para su sorpresa.

—No, espera... ¿Buscaste a mi primo? ¿Él te lo dijo?

—¡Ay no! Se lo tuve que sacar casi a la "fuerza". Me estuvo escribiendo desde la noche de tu cumpleaños. Que me veía hermosa, que para recordar viejos tiempo, que para coger otra vez... — puso los ojos en blanco, pero continuó—. Así que decidí aceptar sus propuestas indecentes a ver si soltaba algo. Y soltó claro, tengo talentos que el franchute pendejo de tu primo no olvida —le guiñó un ojo, y las demás rieron—. Lo único que confesó fue que te secuestró una vampiresa antigua que era nueva en la ciudad.

—¡Es mentira! ¡Ellos me entregaron! —reclamó Danielle, y su prima asintió.

—Ahora lo sabemos, pero en ese momento nos entró la desesperación. Fue entonces que Milla me escribió por Instagram, me sigue hace un tiempo. Pensó que sabía donde estabas, y cuando me dijo que tenía una pista, le pedí que me mandara su ubicación en tiempo real. Así que fuimos a los barrios altos, y lo demás ya lo sabes.

—Ah... —suspiró. No imaginó que un simple mensaje al chófer terminaría en eso—. Lo siento, debió ser feo para ti volver a Almeric solo por información.

—¡Ja! —Magdalena soltó una carcajada—. Dani, date cuenta. A esta le gusta el pene francés, se hace la que no quiere, pero bien que corre cuando tu primo la llama. No fue ningún sacrificio, claro que no.

—Qué pesada eres —le dijo Arabella—. La carne es débil, y una siempre vuelve donde cogió bien —se rieron, ella sonrió a medias.

—¿Y ahora qué? ¿Van a decirle a mamá que sobreviví? —preguntó, y de verdad tenía miedo de la respuesta. No quería ver a los Montagny nunca más, ni siquiera a Lanslet.

—Los Montagny, ugh —respondió Arabella, haciendo un gesto de asco—. Nuestros padres pensaron que con el matrimonio de tío Raimundo y Nanette se iban a calmar, pero no, siguen con su mierda. Muy tradicionales para nuestro gusto, ya te habrás dado cuenta.

—Claro, mis dos familias siempre han sido muy distintas.

—¿Y en cuanto a la cacería? Ni te imaginas. Ellos se oponen al uso de armas de fuego, ¡si serán estúpidos! —renegó Katrina—. Son de la vieja escuela, por eso la madre que tienes es así. Como si fuera el maldito ejército, así los crían. No, lo de ellos es el arma blanca.

—Al menos eso hay que reconocerlo —dijo Arabella mientras se servía más vino—. Son buenos con las espadas y dagas, las peleas cuerpo a cuerpo... en fin. Las pistolas igual son más útiles para empezar un ataque.

—¿Y por qué los Bautista sí usamos pistola? ¿Es porque somos latinas? —preguntó con toda la naturalidad del mundo, pero eso solo le arrancó carcajadas a sus primas.

—Si, más o menos —Arabella cogió otra copa, y le sirvió. Danielle la recibió con gusto, y dio su primer sorbo—. Pero ahora todo encaja, quiero decir, lo que hicieron al entregarte a una Drak.

—¿Qué quieres decir?

—Oh... es largo, y complicado —murmuró Arabella—. Y va más allá de nosotros. Es algo más grande que las rencillas entre Bautista y Montagny, pues es un asunto, digamos... mundial. Mundial sobrenatural, si quieres ser más específica.

—No entiendo, ¿qué quieres decir?

—Hay un clan de vampiros, el más poderoso. Los Edevane —ella asintió, eso lo sabía—. Y, del otro lado, están los Sallow, otro clan que les ha declarado la guerra. Pero ellos no están solos, sus aliados son el aquelarre Dagger. Nuestros creadores.

—¿Nuestros... qué....? ¿Tenemos creadores? ¿Y qué tienen que ver los Drak en todo esto?

—Bueno, lo básico es que, si nuestra herencia de sangre es creación de los Dagger, entonces tenemos que responder a su llamado de guerra. Los Montagny en especial, que son la familia original de cazadores.

—¿Y los Drak?

—Ese es el asunto, Dani. Los Drak ahora son aliados de los Dagger. Todos quieren destruir a los Edevane. Y siendo así...

—Los Montagny son aliados de los Drak... —murmuró Danielle. Ahora lo entendía. Todo lo supieron desde un inicio, nunca fue su intención matar a Aliz. Tal vez solo detenerla, hablarle de que eran aliados y hacerla entrar en razón, pensaron que sería fácil. Pero como se trataba de una de las hijas, prefirieron entregarla para evitarse problemas con el clan. 

—Como te dije, es una historia larga. ¿Lista para oírla? Porque se remonta al año 1210. O algo así, soy mala para los números —explicó Arabella. Dani dio otro sorbo a su copa de vino, y asintió.

—Si, estoy lista. 



**************

¡Buenas, buenas! Acá una a punto de claudicar con el ONC, porque se supone que tengo 10 días para terminar esto kjkjajaa pero las actualizaciones que no falten. 

Muy bien, ya llega la hora de que Arabella nos cuenta un poco del contexto global en el que están todos, de qué va esa guerra que los está afectando.

Y que pasará cuando los Montagny se enteren que... MATAAAROOONNN MATAROOON A UN EDAVANEEEEEEEE VOLANDO ÉL SE FUEEEEE 🤣



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