Depender emocionalmente de alguien, es horrible, porqué crees que sin esa persona las cosas no serán igual.
Y ella lo sabía.
Sin embargo Bella veía como Edward estaba actuado extraño, sobre todo al ver como insistió en que viajaran para visitar a Renée, decidió tomar un tiempo para distraerse aprovechando que mo estaba Edward, pero nada funcionaba hasta que escucho como alguien tocaba la puerta.
Supuso que tal vez se trataba de Jacob.
Pero para sus sorpresa se trataba de Frankenstein.
-¿Como...Como llegaste hasta aquí?.-inquirió Bella sorprendida pero le fue inevitable no sonreír.
-Víctor me dio un leve recorrido en auto por Forks y te vi por la ventana así que supuse que aquí vivías.-explicó él un poco avergonzando.
-Pasa.-dijo Bella abriendo por completo la puerta para dejarlo pasar, sentía su corazón latir rápidamente aunque ya había convivido con él no sabía porque se sentía nerviosa.
Frankenstein observo la sala con atención, él lugar era acogedor. Se sentó en él sofá y Bella imitó su acción, sentándose a su lado.
-Éstas nerviosa.-afirmo Frankenstein observando como la castaña jugaba con sus manos.
-Tengo que decirte algo.-hizo una pausa, ¿cómo le diría? No quería pedirle aquello pero conociendo a Edward de seguro la seguiría para conocer con quien se ha estado viendo últimamente.-No es como si yo lo hubiera sugerido, tampoco estas obligado hacerlo....Edward quiere conocerte.-pronunció Bella bajando la mirada.
Él frunció levemente él ceño, no era experto en relaciones pero podía ver que la relación entre Bella y Edward cada vez iba peor.
De alguna manera estaba desconcertado por lo que sentía cuando estaba con Bella, la miró dándose cuenta del adorable sonrojo en sus mejillas. Tuvo él impulso de acariciarle la mejilla pero se contuvo.
-Supongo que no hay ningún problema si quiere hacerlo.-finalmente Frankenstein contestó.
Inesperadamente Bella lo abrazó y él sonrió levemente ante ese gesto, le devolvió él abrazó.
Ambos se separaron sin embargo sus rostros quedaron demasiado cerca. De un momento a otro, era como si fuera la primera vez que estaban mirándose.
Verde y café, no podían apartar la vista del uno al otro.
A Frankenstein nunca antes le había parecido que la piel de ella fuera tan suave, ni que sus labios fueran tan llamativos. Al llegar a este punto, fue incapaz de apartar su atención de ellos y se encontró sorprendiéndose al desear besarla.
-Ho...-Charlie entró a la casa y abrió la boca sorprendido al notarlos a ellos tan cerca pero más bien ¿Quien era ese chico?.
Inmediatamente ambos se alejaron, Bella con la mejillas rojas, por supuesto estuvieron a punto de besarse.
-Hola papá, él es mi amigo Frank...-Se detuvo al darse cuenta que no podía llamarlo "Frankenstein" frente a Charlie.
-¿Eres nuevo en Forks?.-inquirió él jefe Swan confundido ya que nunca antes lo había visto.
-Si, señor.-se limitó a contestar Frankenstein esperando a que Víctor no se enterará de esto.
-Acaba de llegar.-agregó Bella entrelazando su mano con la de él.-y ya tenemos que irnos.-se apresuró a decir para después abrir la puerta casi huyendo de Charlie.
Charlie estaba confundido y miles de preguntas pasaron por su mente.
Mientras Frankenstein notó en él bosque un lobo de color marrón rojizo, ladeó la cabeza curioso ya que era muy grande pero lo que más le llamó la atención es como sus ojos se mostraban recelosos.
-¿Frank?.-inquirió él en tono divertido, Bella rió entre dientes.
-No le podía decir la verdad.-dijo la castaña mientras se subían a la camionetas.- Espera ¿Veniste caminando?.- preguntó sorprendida.
-No se manejar y a diferencia de muchos, no me canso.-respondió Frankenstein encogiéndose de hombros.
-Voy a ir a visitar a mi madre este fin de semana.-avisó Bella mirando la reacción de él.
Él le sonrió, entendía que tenía que ir a visitarla por lo que por un momento Bella se estaciono en una parte de la carretera, Frankenstein tomó su mano.
-Esta bien, te extrañare pero me gusta verte sonreír y se que te entusiasma la idea de verla.-habló Frankenstein viendo como su mano era mucho mas grande que él de ella pero que de alguna forma encajaban bien.
-La última vez que me vio, no fue para nada agradable. Ahora estará tranquila al ver que estoy bien.-expresó Bella y es que con Frankenstein era tan fácil hablar, no la presionaba o le discutía en cambio la escuchaba atentamente.
-Apuesto a que estará feliz de verte.-dijo él.
Cuando finalmente llegaron a la casa de Frankenstein, la castaña lo abrazo. Lo extrañaría bastante y se pregunto si cuando ella se transformara en un vampiro tenía que renunciar también a él.
«No»
Ella no quería eso, se rehusaba a no verlo en un futuro. Pero para eso tenía que renunciar a algo o mejor dicho a alguien.
¿Estaría dispuesta a eso?.
Frankenstein entró a la oficina que tenía Víctor ahí, observó los recortes de las desapariciones.
Aun no podía creer que Víctor lo creyera un asesino, se estremeció por un momento cerró los ojos tratando de ignorar las imágenes de aquella muertes en su antiguo hogar.
Muchos de los recortes eran de las noticias de Seattle.
«Victoria mando a Laurent para matarme»
¿Y si Victoria estaba involucrada con todo esto?.
La curiosidad mató al gato.
Le había dicho Mike, pero Tyler no quería escucharlo. Estaba furioso por lo que ocurrió en la casa del doctor Víctor y sobre todo al ver como lo creían loco, además de que lo había castigado.
Por eso llevaba un arma consigo, esta vez quería saber lo que él doctor Víctor ocultaba.
Cuando llegó se sorprendió al ver a un hombre alto y joven pero de facciones varoniles. Se veía tranquilo pero Tyler quería vengarse por lo que un disparó resonó.
Para su mala suerte fallo, sin embargo Frankenstein lo miró fríamente. Al tiempo que se acercaba a él.
Tyler quiso correr, trato de disparar de nuevo pero él agarro la pistola que tenía y la hizo pedazos.
Y supo que había sido un error ir a buscar al monstruo que habitaba en la casa del doctor Víctor.