Sobre Ruedas-Enzo Fernández✓

By abrussj73

325K 25.9K 2.3K

TERMINADA Donde un papá soltero necesita una niñera que lo ayude con su bebé y las cosas del hogar, y una ch... More

𝟬𝟬𝟭
𝟬𝟬𝟮
𝟬𝟬𝟯
𝟬𝟬𝟰
𝟬𝟬𝟱
𝟬𝟬𝟲
𝟬𝟬𝟳
𝟬𝟬𝟵
𝟬𝟭𝟬
𝟬𝟭𝟭
𝟬𝟭𝟮
𝟬𝟭𝟯
𝟬𝟭𝟰
𝟬𝟭𝟱
𝟬𝟭𝟲
𝟬𝟭𝟳
𝟬𝟭𝟴
019
𝟬𝟮𝟬
𝟬𝟮𝟭
𝟬𝟮𝟮
023
024
025
026
027
028
029
030
031
032
033
034
035
036
037
038
039
040
041
042
043
044
045
046
047

𝟬𝟬𝟴

8.7K 656 38
By abrussj73

—¡Hola, mis bebés hermosos!

Había aprovechado que Oli estaba durmiendo la siesta para poder llamar a mis hermanos, Santi estaba trabajando pero Alejo y Federico ya habían vuelto del colegio así que estaba viendo sus dos caritas emocionadas.

—¡Solcito! Te extrañamos mucho, pensamos que no ibas a llamar.

Sonreí, los había extrañado una locura y no aguantaba más las ganas de poder verlos y abrazarlos. Había estado ahorrando, tal vez si Argentina llegaba a la final iba a poder tener suficiente plata como para traer a mis hermanos conmigo. O al menos ayudarlos a cumplir algunos de sus sueños.

—¿Recibieron mis regalos? —pregunté emocionada.

Los dos salieron de cámara por unos minutos, después volvieron corriendo y cada uno tenía una camiseta de Argentina y un par de botines en las manos. Me había costado bastante comprarlos, en Qatar todo salía más caro pero era de mejor calidad, había descubierto eso cuando comparé mis zapatillas viejas y agujereadas con unas que me compré exactamente iguales acá.

—Te re pusiste la diez —sonrió Fede y me encogí de hombros, me ponía muy feliz verlos tan alegres—, ¿Vos qué te compraste?

—Unas Zapas —alcé mis pies para que pudieran ver las Vans y los dos fruncieron el ceño.

—¿Eso solo te compraste? —cuestionó Alejo incrédulo.

Me encogí de hombros y reí, no entendía a qué querían llegar.

—Sí, va. No precisaba nada más, mis Zapas ya estaban en la última así que me ví obligada a comprarme unas —les expliqué y Alejo negó con la cabeza.

—¿Pero tan poquito? —volvió a preguntar Fede—. Tu sueldo es re grande, ¿Por qué no te compras cosas para vos? No sé, ropa o maquillaje. Esas cosas que se compran las chicas.

—Tengo ropa, no necesito más —arrugué mi nariz—. Además, ya no tengo plata para derrochar.

—¿Cómo que no?, ¿En qué te gastaste todo? —preguntó Alejo sorprendido.

Su pregunta no tardó mucho en responderse, Nicolás llegó con los ojos rojos y lágrimas mojando su cara. Tenía unos papeles en sus manos y mis dos hermanitos chiquitos se mostraron preocupados enseguida.

—¿Qué hiciste, sol? Estás loca —fue lo primero que dijo mi hermano mayor y me sentí como una nena chiquita a la que estaban retando.

Nico se sentó al lado de los dos peques y los dos lo abrazaron sin preguntarle lo que había pasado, siempre había sido así. Primero se calmaban, y después preguntaban sobre lo acontecido.

—¿Estás enojado? Pensé que te iba a gustar la sorpresa —comenté un poquito desanimada—. Yo sé que no es mucho pero...

—¿No es mucho? Sol, lo que hiciste... No me va a alcanzar la vida para agradecertelo —sonrió y otras lagrimitas se le escaparon.

Entonces no estaba enojado conmigo.

Había comprado un galponcito y les había depositado bastante plata para que compraran herramientas, así podrían abrir el taller que siempre habían querido y empezar por lo menos con lo básico. Más adelante íbamos a poder equiparlo más y si dios quería, podríamos comprar un lugar más grande.

Estaba contenta de ayudar a mis hermanos a cumplir sus sueños, ellos siempre me habían ayudado con los míos así que era lo mínimo que podría hacer por las personas que se desvivían para darme de comer. No sentía que se los debía, sentía que quería hacerlo y apoyarlos, así como sabía que ellos siempre me apoyarían a mi.

—Entonces me alegra que les haya gustado, es algo chiquito pero yo creo que para empezar está bien.

—Está perfecto —asintió con su sonrisa tan carismática—. Santi todavía no sabe pero a penas lo sepa estate segura de que te va a llamar.

—Que bueno, porque siempre que lo llamo está trabajando y ya lo extraño mucho —sonreí encantada—. Ay, y también pagué el año de los enanos en el club. Espero que no te moleste, ya sé que habíamos acordado que mientras yo esté acá se iban a encargar ustedes pero no sé cuánto va a durar esta oportunidad laboral así que quiero pagar todo ahora para que después no estemos a las corridas.

—No podés ser tan buena, sol —Federico sonrió enternecido—. No te compraste nada vos... Y nos diste todo a nosotros.

—Es que yo no necesitaba nada, si hubiera necesitado me habría comprado —me excusé rápido y me encogí de hombros.

—Gracias por ser nuestra hermana, solcito —dijo Alejo y sentí que mi corazoncito iba a estallar, nunca me habían dicho algo así aunque siempre eran muy buenos conmigo.

—Gracias a ustedes por ser mis hermanos.

—No —negó Nico—. En serio, gracias por ser nuestra hermana. Gracias por haber nacido en nuestra familia, gracias por haber existido Sol.

Sentí que mis mejillas se calentaban y que mis manos empezaban a temblar, me sentía bastante nerviosa. Mis hermanos no solían ser así de emotivos con nadie, mucho menos conmigo, a penas y Nicolás compartía sus problemas con su novia para pedirme consejos.

No me había puesto a pensar en la plata que gastaba, había aceptado el trabajo para poder ayudar a mi familia así que no prestaba mucha atención a las cantidades. Si ellos lo necesitaban, yo se los daba y no lo sentía como una carga o como si me debieran algo. Solo sentía que quería hacerlo, después de todo éramos una familia y siempre nos apoyabámos.

—Los amo tontos —sonreí conmocionada—, ¿Mamá y papá trabajan?

Los tres asintieron y me sentí un poquito triste, me hubiera gustado saludarlos pero seguramente ya encontraría un momento para hablar con ellos. Siempre lo hacía después de todo.

—Bueno, mandenles un besito y díganles que los quiero mucho, porfis.

—Bueno, Solci.

—Mañana los llamo si puedo, los amo.

Después de que ellos también se despidieran de mi, corté la llamada y seguí buscando algunas jugadas en Youtube para entender un poco más de fútbol. Quería que los chicos se sintieran cómodos hablando conmigo y también quería sentirme cómoda hablando con ellos, no como una ignorante que no comprende nada en sus conversaciones.

Ya había aprendido cómo se llamaban todos, unas cuantas reglas básicas, dónde jugaban y había visto varios partidos de la selección como para saber cuándo algo era falta o no. Me sentía como una adolescente estudiando para un exámen importante.

Mi teléfono volvió a sonar y pensé que serían mis hermanos de vuelta, aunque no me sorprendió ver el nombre de mi jefe en la pantalla. Todos los días me llamaba para saber cómo estaba Oli, era muy atento con su hija y me parecía bastante adorable.

—Hola Enzo, ¿Cómo estás? —saludé limpiando la mesa, la bebé y yo habíamos estado dibujando antes de que ella quedara agotada de energías.

—Hola, Sol —saludó bastante alegre—. Estoy bien, ¿Y ustedes?

—¡Bien! Oli está dormidita y yo estoy aprovechando para limpiar un poquito —reí.

—Tengo que pedirte un favor enorme —lo escuché decir con un poquito de pena.

—Sí claro, decime.

—Mañana queríamos salir con los chicos y sus mujeres, el problema es que no tienen con quien dejar a sus nenes porque no conocen a nadie acá —explicó con bastante tranquilidad—. Y bueno, como a vos te conocen y les caes bien me pidieron que te preguntara. Dicen que igual te van a pagar así que no te tenés que preocupar por eso, de última yo me puedo quedar a ayudarte porque son bastantes.

—Ay no, no te preocupes. Yo me quedo con ellos, vos andá a disfrutar tranquilo —sonreí tirando los crayones gastados a la basura—. Deciles a los chicos que no hace falta que me paguen, me encanta estar con nenes chiquitos así que no tengo problema en cuidarlos. Además Oli va a poder jugar con otros peques y seguro se va a divertir bastante.

—Gracias, sos re buena vos —halagó y sonreí, aunque no pudiera verme—. Pero creo que deberías aceptar la paga, son bastantes chicos y nada, es tu trabajo porque estarías trabajando.

—No hace falta, en serio —aseguré bastante contenta y agarré uno de los frutos secos de la heladera para meterlo a mi boca—. Además solo va a ser un día y no lo voy a tomar como trabajo, como te dije, me encanta estar con nenes chiquitos. Tengo hermanitos así que estoy acostumbrada.

—Bueno dale, nos vemos mañana entonces —saludó y antes de cortar escuché un "¿Le dijiste?", Que supuse que sería la voz de Julián o se parecía bastante—. Te dije que no, no jodas. Chau Solci, nos vemos mañana.

—Chau Enzo, nos vemos.

Corté el teléfono y fui directo a mi maleta, todavía tenía la cartulina que mis hermanos me habían regalado enrollada porque lamentablemente no había tenido el tiempo para verla. Cuando la desenrolle, había un hermoso dibujito de toda la familia junta y yo estaba en el medio con una remera que tenía un sol dibujado, en grande estaba escrito "te amamos" con letra bastante desprolija, supuse que Ale lo había escrito.

Sonreí y pegué la cartulina en la cabecera de mi cama, estaría ahí hasta que me vaya. Al menos los tendría conmigo lo que quedase de mi estadía en Qatar.

Oli se removió en la cama y cuando pensé que se iba a despertar, siguió durmiendo. A veces me sorprendía la capacidad que tenía para dormirse en cualquier lado a pesar de los ruidos que pudieran haber. Incluso después de dormir la siesta, se dormía temprano y se levantaba tarde.

Yo no podría, era una persona bastante hiperactiva y siempre quería estar haciendo algo.

Continue Reading

You'll Also Like

51.4K 1.9K 38
el 9 de la selección argentina y una chica que solo va a visitar a quien era el mejor amigo de su padre... quien diría que terminarían enamorándose...
1.7K 123 15
Brian Rodríguez futbolista profesional del Club América, conoce a la chica de sus sueños gracias a su mejor amigo Kevin Álvarez y la novia de Kevin.
1.8M 242K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
12.4K 671 9
" Si en 6 años no la búscate, ahora no te vengas hacer el padre"