Lucky

By daniclfrn

27.5K 2.4K 1.4K

Afortunado: «que tiene fortuna o buena suerte» o «que es resultado de la buena suerte». ¿La buena suerte exis... More

cero
Capítulo I: Like a Smooth Operator!
Capítulo II: Si supiera
Capítulo III: ¿Quién te dejó solo?
Capítulo IV: Charles...
Capítulo V: Receso de verano
Capítulo VI: Corazón a corazón
Capítulo VIII: Asfixiante
Capítulo IX: No es nada
Capítulo X: Contra el mundo
Capítulo XI: Afortunado
Capítulo XII: Tengo toda la vida para escucharte
Capítulo XIII: Mundo superficial

Capítulo VII: Porque así es la vida

1.8K 161 150
By daniclfrn

—Fue surreal —Carlos le hablaba a Lando con una enorme sonrisa decorando su rostro —. No pensé que sucedería.

—Pero sucedió —le dijo el británico, sintiéndose feliz por él, pues había estado junto a Carlos desde que su enamoramiento por Charles inició.

El español asintió sonriente, mientras acomodaba su cabello el cual se movía por la fresca brisa que chocaba contra su piel. Llevaba hablando con Lando por más de una hora, contándole detalladamente todo lo que había sucedido con Charles en el receso de verano: el viaje que hicieron, aquella caminata en la playa y lo que pasó después de eso.

Aunque habían pasado un par de semanas, Sainz seguía sintiendo la misma emoción, los sentimientos continuaban avivados y ni hablar de lo enamorado que se sentía. Se encontraba levitando, estaba recostado sobre una nube de amor que parecía que nunca se esfumaría.

— ¿Por qué tienes esa cara de loco? Tienes la sonrisa del gato de Cheshire, qué miedo —Checo Pérez se unió a los dos hombros, sentándose en una de las sillas vacías que los rodeaba, aún faltaban varias horas para que las prácticas libres iniciasen, así que la mayoría de pilotos se encontraban esparcidos por todo el paddock, ya sea, grabando comerciales, asistiendo a los patrocinadores de sus equipos o simplemente existiendo, cosa que estos tres hacían.

Lando Norris se rio a carcajadas del comentario emitido por el mexicano y asintió de manera efusiva.

—Tienes razón, Checo.

Carlos repentinamente frunció el ceño y miró a los dos pilotos que lo acompañaban fingiendo indignación.

—Mi sonrisa es linda, sé que me tienes envidia —le dijo a Sergio, haciéndolo reír.

—Ya quisieras —contestó el piloto de Red Bull negando con lentitud —. ¿Por qué sonríes tanto?

—Porque así es la vida.

—Porque ya se le confesó a Charles —intervino el británico, robándose la atención de Checo por completo y recibiendo un golpe por parte de Carlos.

— ¿Qué? ¿En qué momento? —Sergio lucía extremadamente sorprendido, esa sí que no la veía venir —. ¿Cómo que ya le dijiste? Si hace menos de un mes estabas lloriqueando, diciendo que nunca lo ibas a hacer porque "dañarías" su amistad.

—Lo mismo le dije —lo secundó Norris, riéndose.

—Porque así es la vida —dijo Carlos tras un breve periodo de segundos.

El piloto de Ferrari recibió una patada por lo bajo, por parte de Sergio, quien chocó la punta de su zapato contra el tobillo contrario.

—Déjate de tonterías y cuenta, Carlos —frunció el ceño y movió un poco su silla hacia delante, acercándose por completo al español.

Lando solo se rio de la escena y palmeó a Carlos por la espalda, como animándolo para que le contara todo a Sergio.

—Estuvimos juntos durante el receso de verano...

—Sí vi las fotos, cuando me dijiste que le ibas a decir para viajar juntos, pensé que no lo decías en serio pero me sorprendiste —lo interrumpió Checo.

—Ya, lo llevé a casa de mis padres y le enseñé Madrid —de nuevo habló el de Ferrari —. Después de pasar unos días ahí, viajamos juntos de manera improvisada a varias ciudades más, hasta que terminamos en la playa. Hubo una noche en la que salimos a caminar porque teníamos esa costumbre, se los juro, Charles lucía tan hermoso ese día que yo sentía que mi corazón se desvanecía y...

—Qué gay —Checo codeó a Lando, haciéndolo reír a carcajadas.

Carlos únicamente los miró de mala manera.

—Y, bueno, la pasamos bien, el lugar era bonito y perfecto, por un momento sentí que no podía soportarlo más y que explotaría, quería decirle todas las cosas a la cara porque no podía retenerlo por más tiempo, pero me abstuve —explicó, recordando perfectamente cómo había sido aquel día, reviviendo todo lo que había sentido y la manera en la que vivió aquello —. Charlamos un rato sobre cosas muy profundas, pero luego hubo un extraño silencio y les juro que no podía evitarlo más.

—Y lo besaste —Sergio trató de unir piezas con el relato.

Carlos asintió en respuesta, sin dejar de sonreír.

—Oh, realmente me sorprendes —se quedó un poco impresionado por la actitud que había tenido Carlos, no pensaba que él se atrevería a hacer aquello, siempre esperó que quien daría el primer paso entre ambos sería Charles, porque sí, los dos eran demasiado obvios con respecto a cómo se sentían y medio paddock sabía que se gustaban mutuamente, pero nadie decía nada —. ¿No te golpeó o algo?

—Idiota —se rio Carlos —. Después de eso él me dijo que yo le gustaba.

—Por Dios, ya era hora —inconsciente le sonrió, sintiéndose internamente feliz por él, también estaba al tanto de lo que sentía por Charles, aunque Lando y Sergio trataron de ayudarle en varias ocasiones, desistieron de hacerlo porque Carlos estaba tan sumido en su mundo que simplemente ignoraba las oportunidades que sus amigos creaban —. Dándote mi más humilde opinión...

— ¿Qué? —lo interrumpió Carlos, mirándolo con una ceja elevada —. ¿Qué vas a decir?

—Alguna verdad —intervino Lando, recibiendo un guiño por parte de Sergio y un asentimiento.

—Tú y Charles son un par de tontos que no se daban cuenta de lo que sentían —el mexicano completó su frase anterior —. Cuando la situación era demasiado obvia, todos lo sabían, menos ustedes.

Lando Norris asintió tras lo dicho por el mexicano y miró a ambos de manera pensativa.

—Por cierto, hace un par de días escuché algo de Charles —emitió el comentario, mientras llevaba a una mano hasta su cabello y peinaba este —. No sé hasta qué punto sea verdad, pero escuché que su ex es un jugador de fútbol de la selección francesa, pero que mantenían una relación secreta y por eso nadie sabía qué era lo que realmente pasaba entre ambos, según que prefirieron mantener la relación de esa manera por cuestiones de la prensa y deportivas, quizás protegiendo sus carreras, yo que sé...La cosa es que, creo que terminaron mal, pero el chico lo está buscando, no sé, pero escuché algo de Monza.

— ¿De dónde sacas esos chismes tan buenos? —Checo lo codeó mirándolo y sonriendo.

Sin embargo, Carlos había permanecido en completo silencio durante y después de lo que Lando les había dicho. No sabía de dónde había sacado la información, pero era casi certera, o al menos habían partes que podía confirmar debido a lo poco que Charles le había contado.

—Solo sé que no terminaron bien, pero no tengo ni la más mínima idea de quién es el chico —fue lo único que atinó a decir.

—Ah sí, también escuché algo de una supuesta salida de closet el año pasado, de alguna manera la relación se confirmó y eso le trajo problemas a Charles...ya saben cómo es esto de los deportes —nuevamente habló el británico —. Pero luego la noticia se modificó, terminó siendo que una chica que había salido con Charles había lanzado un comentario hacia él haciendo alusión a su orientación sexual solo porque no habían quedado en buenos términos y ella de alguna manera quería vengarse. No sé cuál de las dos versiones sea la oficial, pero es un poco extraño.

— ¿Qué cosa? —preguntó Sergio.

—El cómo todo se distorsionó —replicó Norris.

— ¿Y tú cómo sabes lo del ex novio futbolista? —Carlos preguntó en un tono serio.

—Porque yo lo sé todo, Sainz —Lando se puso de pie, mientras observaba su celular con el ceño fruncido —. Tengo que irme, Daniel dice que habrá una reunión antes de las prácticas, luego hablamos.

Se despidió de ambos pilotos y desapareció con dirección al Motorhome de McLaren.

— ¿Qué te pasa? —recibió una pregunta por parte de su amigo, quien lo miraba con el ceño fruncido.

Carlos volvió a la realidad y miró a Sergio mientras negaba en respuesta.

—Se supone que es algo que debes hablar con él, ¿No? —nuevamente habló el mexicano —. Charles parece un buen chico.

—Lo es —asintió Carlos sonriendo levemente.

— ¿Pero?

—Nada, solo...no sé, apenas hemos hablado del tema de su ex porque él lo evade y no quiero incomodarlo con algo así —se encogió de hombros, cohibiéndose —. Todo debe darse a su tiempo, lo sé, pero no quiero que suceda algo malo.

Sergio se acercó a Carlos y llevó una mano hasta su hombro en señal de apoyo.

—Verás que no pasará nada malo, tú solo debes seguir haciendo las cosas como las has hecho hasta ahora, ya sabes que le gustas y a ti te gusta, ¿Ahora qué piensas hacer? —preguntó el de Red Bull.

Sainz frunció los labios y miró a su amigo con el semblante serio.

—No sé, ¿Invitarlo a salir quizás?

Sergio asintió.

—Así se conocerán un poco más y se entenderán de mejor manera, no te apresures con él.

—Lo sé —asintió Carlos —. Todo a su debido tiempo.

«Te veo en Monza, bonito, necesitamos hablar».

Charles no había parado de leer aquel mensaje, le había llegado hace más de tres horas y él aún continuaba leyéndolo. Quizás parezca un obsesivo con el tema, pero, ¿Por qué él le mandaba eso? ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué cuando su vida iba acomodándose poco a poco?

No veía razón en concreto y mucho menos una justificación a aquello. No quería verlo, ni escucharlo, porque ya estaba harto de que siguiera persiguiéndolo como un fantasma, como uno que es incapaz de dejarlo en paz y que no le permite ser completamente feliz.

Se robó tiempo valioso de su vida, en una relación un tanto abusiva en la que era Leclerc quién daba más y recibía tan poco, en la que fue él quien pagó por todos los platos rotos y sufrió las consecuencias por ser tan confiado y ciego, por el simple hecho de estar enamorado.
Era demasiado injusto que quiera volver o que siquiera lo busque, Charles se encontraba en una etapa nueva de su vida y lo que menos quería era ver a ese tipo de nuevo, mucho menos después de todo lo que le hizo.

Al menos las prácticas libres le hicieron despejar la mente, pero, una vez volvió a la realidad, su cabeza se llenó de pensamientos con respecto a la situación. No quería pensar más, no quería dedicarle más tiempo de su vida a una persona tan miserable como él y mucho menos quería que todo lo bueno que le estaba pasando ahora, se fuera por la borda.

— ¿Carlos? ¿Estás ocupado? —como un llamado de ayuda, se contactó con su compañero de equipo —. ¿Podemos cenar juntos?

¿Estás bien, Charles? —recibió preocupación por parte del español —. Ya voy a tu habitación, quédate ahí.

Leclerc no sabía si había sido el tono de su voz el que hizo que Carlos respondiera de esa manera, pero se encontraba desesperado y ansioso, Charles únicamente quería estar acompañado por la persona que lo hacía sentirse genuinamente bien, por quien su corazón latía y por el chico a quien, después de aquel día en la playa, empezó a ver como su calma.

No pasaron muchos minutos tras aquella llamada, cuando Carlos tocó la puerta de la habitación. El monegasco abrió la puerta sin dudarlo y, tras cerciorarse de que no había nadie cerca, abrazó al español sin previo aviso, sorprendiéndolo un poco.

A los pocos segundos las manos de Carlos tocaron su espalda con delicadeza y lo acercaron más a su pecho, impartiéndole su calor corporal y, compartiendo los acelerados latidos de su corazón.

— ¿Te sucede algo, ser perfecto? —inquirió el español, dudoso.

La situación era un poco extraña, más aún por la manera en la que Charles había actuado apenas apareció.

—Solo quédate así conmigo durante un rato —le pidió el chico de Mónaco, como en súplica —. No me dejes solo.

—No lo haré —recibió en respuesta.

Los brazos de Carlos apretaron más su agarre en el cuerpo de Charles; el monegasco tenía su rostro escondido en el pecho ajeno, reprimiéndose las ganas de llorar mientras inhalaba el olor del perfume del español, el cual ciertamente lo calmaba al igual que el toque en su cuerpo.

Sainz quería preguntarle qué le pasaba o por qué actuaba de aquella manera, pero no lo hizo, esperaría a que Charles mismo se lo dijese, no quería invadir su privacidad y mucho menos incomodarlo con preguntas que sabía bien, eran difíciles de responder para Charles.

—No te voy a dejar solo, estaré contigo el tiempo que tú me permitas —la voz de Sainz era un poco baja, casi llegando a ser un susurro, él acariciaba la espalda del chico de Mónaco de manera lenta, recorriendo la extensión de esta —. Si quieres hablar con alguien, yo estoy aquí para ti.

Pero no recibió respuesta alguna, además de la manera en la que Charles se aferró aún más a su cuerpo.

Y, aunque hubiese querido saber qué era lo que realmente le pasaba, se conformaba con estar ahí para él.

N/A:

No sé desde cuándo no actualizo este fic, pero perdón ):

Se vienen cositas así que prepárense 😄

Continue Reading

You'll Also Like

70.1K 7.6K 31
SECUELA DE JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVI Donde Aitana, la hija de Gavi y Dani está enamorada de Pedri, el cual le saca ventidos años y es el mej...
169K 14.5K 38
No hay nada que haga más feliz a Jay que conocer a Violetta, su artista favorita. ¿Qué pasará cuando Chiara, su hermana mayor, le ayude a cumplir su...
66.6K 3.9K 23
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
95.5K 11K 65
➵ CARREFOUR - au ➵ Todo es humor.