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CAPÍTULO 125. GRAN TÍA
MATERNA (1)
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El tiempo no estaba cooperando. Seguía lloviendo con fuerza. La situación en la corte era extraña. Todos los civiles se sentían nerviosos después de saber lo de la presa, pero todos ellos no tenían nada que ver con Shen Liang por ahora. Anoche, estaba tan preocupado que permaneció despierto toda la noche. Hasta que casi amanecía, Lei Zhen golpeó su acupunto de sueño y se quedó dormido. Cuando abrió los ojos, ya eran las dos de la tarde.
"Liangliang, la gran tía materna quiere verte."
Shen Liang no culpó a Lei Zhen. Después de llenar la barriga, le oyó contarle lo que había ocurrido en las últimas horas, incluyendo la cancha, el patio y la red que habían tendido. Todo estaba detallado. Cuando Qi Yue entró, estaban discutiendo arrastrar a Wen Yuan al abismo y guiar a Su Majestad para investigar el caso de corrupción en los exámenes imperiales.
"¿Tía materna mayor? ¿Qué está haciendo ella aquí?"
Shen Liang hizo un gesto con la mano indicando a Lei Zhen que se detuviera. La razón por la que le habían enviado a la mansión del campo era que la gran tía materna, embarazada de seis meses, había abortado sin motivo. En general, ¿no debería odiarle hasta los huesos?
"No sé. Sólo ha dicho que quiere verte y que tiene algo que hablar contigo cara a cara".
Ayer, había ordenado ignorar todo lo de fuera. Sorprendentemente, después de la pesadez de hoy, la gran tía materna, que nunca había mostrado su cara ante ellos desde que regresaron, venía de repente. Si no fuera porque realmente no podían tomar la decisión, no habrían venido a molestar a Shen Liang.
"¿Qué puede decir? Deben ser esas cosas del pasado."
No tenía una buena impresión de ninguna de esas mujeres de la mansión, y en sus recuerdos, no había mucho sobre esa gran tía materna. En su vida anterior, recordaba que ella sólo practicaba sus devociones budistas todo el día después de su regreso y no veía a ningún forastero. En cuanto a lo que le había ocurrido después, ni idea.
"Entendido."
"¡Espera!"
Cuando Qi Yue se dio la vuelta y estaba a punto de marcharse, Shen Liang le detuvo de repente. Frente a sus ojos perplejos, Shen Liang reveló una extraña sonrisa, "De todos modos, ella viene hasta aquí bajo la fuerte lluvia. No podemos ser tan crueles, ¿verdad? Déjala entrar y a ver qué quiere decir."
"Entendido."
Ahora estaban tan familiarizados con la lectura de su expresión. Sin ninguna objeción, Qi Yue se dio la vuelta para irse de nuevo.
"Hermano Xuan, ve a la habitación del Tío Fu y dile que no saque a You'er por el momento."
Tenía que ser precavido con lo del bebé.
"Hmm."
"Mi señor, ¿necesito evitarlo?"
Después de que Qi Xuan se fuera, Lei Zhen preguntó con el ceño fruncido. Como hombre grande, no tenía ningún interés en las cosas del patio trasero, por lo que no era apropiado que estuviera cerca.
"Me parece bien. Puedes irte si te sientes incómodo".
Tan pronto como Shen Liang terminó sus palabras, Lei Zhen desapareció en un instante. No mucho después, Qi Yue entró con una mujer que aparentaba unos treinta años, vestía ropa sencilla y aún conservaba su gracia. Era la amante de Shen Ruiting, Sun Jing.
"¡Joven Maestro Cinco!"
En Gran Qin, había una estricta diferencia entre personas legítimas e ilegítimas. El hijo legítimo tenía un estatus extraordinario en la familia. Para decirlo de una manera agradable, Sun Jing era la concubina de Shen Ruiting. Para decirlo de una manera no tan agradable, era sólo una compañera de cama que calentaba el lecho de Shen Ruiting. Delante de Shen Liang, tenía que inclinarse, y no estaba cualificada para sentarse en la misma mesa con él.
"Ahórratelo, Gran Tía Materna. Qi Yue, sirve el asiento."
Dejando lentamente la taza de té, Shen Liang dijo con una leve sonrisa.
"No hace falta. Me quedaré aquí."
La Gran Tía Materna bajó ligeramente la cabeza y no se atrevió a aceptar la buena intención de Shen Liang. Shen Liang tampoco la forzó. "He oído que tienes algo que hablar conmigo. ¿De qué se trata?"
"¡Bang!"
Para su sorpresa, tan pronto como terminó sus palabras, la Gran Señora, que parecía un poco reservada, de repente se arrodilló. Después de inclinarse ante él unas cuantas veces más, sólo levantó la cabeza y dijo con lágrimas en los ojos: "He oído que la segunda señora no hizo las cosas bien, el señor ha recuperado su poder. La señora envió al segundo señorito y a la quinta señorita a ver al señor para intentar recuperar el poder. Sé que no lo merezco, pero por mi hijo que murió en mi vientre, deseo que puedas hacerme este favor."
Tras decir esto, volvió a inclinarse profundamente.
¡Resultó que estaba aquí para esto!
Shen Liang y Qi Yue se miraron e intercambiaron una mirada de "Ya veo".
"Deberías estar bromeando. El poder del patio trasero siempre ha estado bajo el control de la primera esposa. Sólo aquellas familias que miman a las concubinas por encima de la primera esposa entregarán el poder que gobierna el patio trasero a una concubina por encima de la primera esposa. Y yo sólo soy el hijo del señor, no el señor mismo, así que no puedo interferir en este asunto. Además, el señor y los demás dijeron firmemente que tu aborto fue causado por mi aura maliciosa. Ya que estás vengando al niño, yo debería estar incluido. ¿Por qué debería apoyar a una persona que me odia para que retome su poder?"
Después de un momento de silencio, Shen Liang dijo lentamente. Su tono sonaba suave, pero mostraba totalmente la otra cara cualquier cara.
"No, joven maestro, no es así..."
De repente, Sun Jing se arrastró hacia delante. Al ver que estaba a punto de agarrar el dobladillo de la túnica de Shen Liang, Qi Yue se adelantó y le cerró el paso: "¡Mi señora, por favor, compórtese!"
Sun Jing miró entonces a Shen Liang, "Joven Maestro Cinco, no es así. Mi aborto de entonces no tuvo nada que ver contigo. Fue la gran señora. Fingía estar muy contenta de que el señor fuera a tener otro hijo y no paraba de enviarme cosas a mi habitación. Y yo siempre pensé que ella esperaba sinceramente el nacimiento de mi hijo, e incluso creí que todo se debía a ti en aquel entonces. No fue hasta el segundo año después de que te enviaran al campo, cuando la criada rompió sin querer la horquilla que más me gustaba y se le cayó un poco de talco. Cuando volví a casa de mis padres, se la llevé en secreto al médico y le pregunté por ella. Entonces descubrí que el polvo era en realidad una mezcla de azafrán y almizcle en polvo. El médico me dijo que era difícil de distinguir cuando se mezclaban esos dos tipos de fragancias. Llevándolo durante mucho tiempo, sería difícil quedarse embarazada y fácil abortar. Y, ¡fue dado por la gran señora a través de las manos del señor! En ese momento, comprendí que todo lo había hecho ella. Ella mató a mi hijo."
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CAPÍTULO 126. GRAN TÍA
MATERNA (2)
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Al final de sus palabras, Sun Jing se ahogó con sollozos. El bebé de seis meses ya había tomado forma. Cuando lo vio yacer ensangrentado en el lavabo sostenido por la comadrona, casi se le rompió el corazón. Tras conocer la verdad, sólo deseaba poder matar a Liu Shuhan, pero no podía. Aún tenía a sus padres y a su familia. Tanto si tenía éxito como si fracasaba, Liu Shuhan o su familia no la dejarían marchar, así que sólo podía tragárselo. Todos los días se encerraba en la sala de oración budista y rezaba para que Buda mostrara su espíritu y dejara que Liu Shuhan pagara por la vida de su hijo.
En un abrir y cerrar de ojos, habían pasado cinco años, pero Buda aún no había hecho sentir su poder. Liu Shuhan no sólo vivía bien, sino que ella y sus dos hijos vivían cómodamente. Ella estaba cada vez más abatida. Hasta la aparición de Shen Liang, ella había estado observando en secreto durante mucho tiempo. En menos de un mes, no sólo dejó que otra persona le arrebatara el poder a Liu Shuhan en el patio trasero, sino que también dejó que la reputación de esos tres decayera.
El cielo sabía lo emocionada que estaba. Aunque no lo hiciera con sus propias manos, también estaba contenta de ver que Liu Shuhan sufría. Pero hoy, cuando se enteró de que el señor había recuperado el poder del patio trasero y Liu Shuhan estaba a punto de recuperarlo, ya no pudo mantener la calma. Después de pensar una y otra vez, finalmente llegó al patio Chonglin. Sabía que la única persona que podía ayudarla ahora era Shen Liang. Mientras él quisiera, aunque ella fuera una concubina, aún podría tomar el poder del patio en sus manos. ¡Ella quería vengar a su hijo con sus propias manos!
"Ya que sabías que era Liu Shuhan y tenías la horquilla como prueba, ¿por qué no fuiste a enfrentarte directamente a su señor?"
Qi Xuan entró y le cambió otra taza de té caliente. Shen Liang cogió la tapa de la taza y sacudió las hojas de té que flotaban, pero no quiso cogerla.
"Porque la horquilla me la dio el señor. Cuando me diagnosticaron el embarazo por aquel entonces, ella estaba aún más contenta que yo. Cuando el duque vino a verme, sacó un montón de horquillas pidiéndome que eligiera. Como el señor también estaba allí, bromeó y le pidió que me ayudara a elegir. El señor estaba de buen humor y eligió la horquilla para ponérmela personalmente. Si cogía la horquilla para ir a buscar al señor, éste no se lo creería. En aquel momento, eligió una al azar. ¿Cómo pudo ser tan casual que eligiera la que tenía un problema?"
Mirando la expresión indiferente de Shen Liang, Sun Jing parecía nerviosa en apariencia, pero estaba segura en su corazón de que si Shen Liang realmente no le hubiera ayudado, no habría tenido aún la oportunidad de hablar con él aquí.
"Sí, era imposible que manipulara todas las horquillas. Padre no lo creería. Tal vez incluso sospecharía que alguien le había instigado a calumniar a su amada esposa."
Al oír eso, Shen Liang finalmente tuvo algún cambio de humor. Era una burla, una burla no disimulada.
"Joven Maestro Cinco, te lo ruego. Puedo hacer cualquier cosa por ti, siempre y cuando me des la oportunidad de vengar personalmente a mi hijo. ¡Por favor!"
"¡Bang! ¡Bang! Bang..."
Tras decir eso, se agachó y siguió inclinándose ante él. Shen Liang lanzó una mirada a Qi Yue, y éste comprendió, entonces se agachó y tiró de ella hacia arriba. "Por favor, no seas así. Con el debido respeto, que una concubina se haga con el poder del patio trasero no es un asunto menor. Después de todo, el Joven Maestro Cinco es sólo el hijo del señor, no el amo de la mansión. Deberías dejarle pensar en ello, ¿verdad?"
"Yo... waaaaaa... lo siento. Estaba demasiado ansiosa..."
Tal vez lo que dijo Qi Yue la inclinó. Arrodillada en el suelo, Sun Jing se disculpó mientras se secaba las lágrimas. Entonces Qi Yue se dio la vuelta y miró a Shen Liang con impotencia. Éste le dirigió una mirada de "ocúpate tú" y empezó a cavilar sobre sus cosas.
"No llores. Si sigues haciendo ruido aquí, ¿cómo va a pensar el joven maestro?"
Qi Yue no tuvo más remedio que volver a consolarla pacientemente. Con su repetida persuasión, el llanto de Sun Jing finalmente se calmó.
"Puedo ayudarte."
"¿De verdad?"
Nadie sabía cuánto tiempo había pasado. La voz de Shen Liang sonó de repente. Sun Jing levantó la cabeza emocionada y se topó con un par de ojos fríos y aterradores. Si se fijaba bien, el aura del cuerpo de Shen Liang había cambiado, y era algo feroz y espantosa. Sun Jing se estremeció inconscientemente y bajó la cabeza, sin atreverse a mirarle de nuevo. Su cuerpo delgado pero regordete no pudo evitar temblar.
"Pero tengo que recordarte que debes estar preparada para ser engullida por un tigre feroz si intentas pedirle a un tigre su piel. Hoy te ayudaré a conseguir el puesto. Si en el futuro te atreves a hacer algo para herirme, no me culpes por utilizar alguna forma más brutal contra ti. Te haré probar el dolor que es miles de veces más doloroso que perder un hijo."
Su voz suave e indiferente se mezclaba con una fuerte advertencia y amenaza. Sin mencionar a Sun Jing, incluso Qi Yue se asustó un poco. Con toda su aura, Shen Liang era sin duda como la emperatriz. La gente ordinaria no podía soportar la presión invisible en absoluto.
"Sí, sí..."
Sun Jing bajó la cabeza, temblando por todas partes. No podía evitar dudar si se había equivocado al venir a rogarle. Shen Liang era tan horrible en este momento.
"Bien, ven aquí."
Después de retirar su aura abrumadora, Shen Liang retomó su apariencia anterior, pero Sun Jing todavía estaba un poco asustada. Después de dudar un rato, se inclinó hacia él. Shen Liang susurró junto a su oído durante largo rato antes de apartarla con la mano y luego alzó la voz para decirle a Lei Zhen: "Acompáñala en persona."
"Sí, maestro".
Lei Zhen no dijo nada más e hizo un gesto de "por favor". No sabía cuál era el plan de Shen Liang. Parecía que Sun Jing estaba asustada y se marchó inconscientemente.
"Otra pobre mujer arruinada por esa mujer."
Observando sus espaldas, Qi Yue suspiró profundamente. Pero Shen Liang entrecerró los ojos y dijo con una leve sonrisa: "¿Pobre mujer? Puede ser. Pero no es tan simple como parece."
¿Cómo podía ser una persona sencilla si incluso se atrevía a conspirar contra él? Pero no importaba. Sólo se estaban utilizando mutuamente. Y realmente no quería que Liu Shuhan recuperara el poder. Si Sun Jing era lo suficientemente sabia, ¿por qué no dejarla llegar al poder? En caso de que alguien viniera a ser una molestia de vez en cuando. Tenía que mantener sus vidas por ahora.
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CAPÍTULO 127. CABREAR
A LIU SHUHAN (1)
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Una concubina de la Mansión del Duque Dongling de rodillas bajo la lluvia por la arpillera. Tocó a la anfitriona de la familia Murong. Finalmente, ella compensó el error que la segunda señora había cometido. Pronto se extendió la noticia por toda la mansión. Se dijo que el duque había atendido personalmente a Sun Jing, que había tenido fiebre toda la noche, y que sólo había pedido a la criada que se ocupara de ella cuando tuvo que asistir a la reunión de la corte por la mañana.
"¡Perra! ¿Cómo se atreve a seducir al duque mientras estoy castigada? Todas son unas zorras..."
"Splash..."
Cuando la noticia llegó al patio principal, Liu Shuhan estaba tan furiosa que destrozó todo lo que se podía destrozar en la habitación. Estos años, para ganarse un nombre virtuoso, había tomado la iniciativa de pedir al señor que casara a unas cuantas concubinas, y bajo su mano de hierro, todas se habían comportado bastante bien. Y nadie había intentado competir por el favor del señor con esos sucios medios. Tras el aborto de Sun Jing, básicamente había desaparecido de la vista de todos, escondiéndose en la sala de oración budista de su patio como una persona invisible. No era de extrañar que alguien se aprovechara de la situación para competir por el favor del señor, ¡pero sólo ella no!
¡Por eso estaba aún más furiosa!
"Señora, ¿por qué está sentada en el suelo? Levántese rápido."
Al oír el ruido de las cosas rompiéndose, la gran criada Yangzhi empujó la puerta y entró. Al ver que estaba sentada entre los pedazos rotos por todo el suelo, se apresuró a subir y la ayudó a sentarse en la silla con otra criada, Yangzhi. Con la hábil colaboración de ambas, la habitación quedó pronto limpia y como nueva.
"Mamá, ¿has destrozado cosas?"
Shen Qiang entró con Lvzhi y caminó hacia su madre con un poco de insatisfacción. "¿No nos pediste que nos comportáramos? ¿Por qué no puedes guardar la compostura antes? Si padre lo sabe, ¿cómo se supone que vamos a recuperar el poder del patio trasero?"
Finalmente, la segunda señora cometió un error y ofendió a la familia Murong. De la noche a la mañana, se convirtieron en el hazmerreír de todos los demás clanes importantes. Su padre le quitó el poder en un arrebato de ira, lo que les dio una buena oportunidad. Cuando ella y su hermano mayor fueron a buscar a su padre y supieron que éste parecía tener la intención de dejar de castigar a su madre y permitirle volver a estar al mando del patio trasero. Si la noticia de que su madre destrozaba cosas a lo loco se extendía en ese momento, ¡su padre preferiría ofrecer el poder a la tercera señora que a su madre!
"Qiang'er..."
Al ver a su hija, Liu Shuhan abrió repentinamente los brazos y la abrazó, enterrando la cabeza en su hombro, llorando tristemente. Sabía que estaba demasiado ansiosa y había perdido los modales. Este tipo de cosas no deberían haberle ocurrido a ella. Pero desde que se deshizo de Wei Zeqian, había controlado todo el patio trasero, y nadie había tenido los cojones de competir con ella. Aunque ella y el duque no habían sentido nada el uno por el otro estos años, por el bien de sus dos hijos, el duque le mostraba bastante respeto. Y ella estaba acostumbrada a la sensación de que el duque sólo la tenía a ella en sus ojos. Quién iba a pensar que en el momento crítico en que estaba a punto de recuperar el poder, Sun Jing intervino de repente, ¡y el señor se había ocupado personalmente de ella toda la noche! ¡Toda la noche!
En el Patio Chonglin
"Tsk... La primera señora es la primera señora. ¡Realmente temperamental! Me pregunto cómo se enfadará si Sun Jing realmente consigue el poder doméstico."
Afuera llovía copiosamente. Shen Liang, que no tenía nada que hacer, se apoyó en la ventana perezosamente. Pronto escuchó todo sobre el patio delantero.
"No me lo creí cuando lo dijiste ayer. Ahora parece que Sun Jing es algo ingeniosa."
De lo contrario, ¿cómo podría haber mantenido al señor en su patio durante toda la noche?
Qi Yue levantó el pulgar y no pudo evitar preguntar: "Liangliang, ¿le enseñaste todo?"
"No, sólo le di una oportunidad. Cómo aprovecharla todo depende de ella misma. Hermano Yue, no subestimes a ninguna mujer del patio. Su lucha a menudo no es inferior a la corte de los hombres."
Sacudiendo la cabeza, Shen Liang sonrió débilmente. Ayer, sólo le dijo a Sun Jing que fuera a la mansión de Murong a arrodillarse y suplicar. Intentaría que ella recibiera la arpillera. Si era lo bastante cruel consigo misma, atraería la atención de Shen Ruiting. Después de eso, tendría más confianza para hacerse con el poder doméstico. Además, fue él quien dejó que los guardias oscuros del inframundo difundieran la noticia de que Sun Jing se arrodilló para suplicar por el cilicio. Eso fue todo.
"Sólo estaba enferma y necesitaba que la cuidaran durante una noche. ¿La primera señora tiene que estar tan enfadada?"
Sosteniendo al bebé para saltar alto, Qi Xuan giró la cabeza y dijo extrañado. Era que el duque tenía concubinas hoy. Se decía que había sido la primera quien había arreglado esas concubinas para el duque. No era razonable que se enfadara tanto.
"No es extraño. A lo largo de los años, ¿quién se ha atrevido a competir con ella? Una persona que ha estado acostumbrada a ser egocéntrica, ¿cómo puede aceptar a una mujer que de repente apareció para competir por el favor del señor? Y es en el momento crucial en que estaba a punto de recuperar el poder doméstico."
Quien le respondió no fue Shen Liang, sino Fu Ying. Para las cosas del patio trasero, él era claro como el agua.
"Tío Fu tiene razón, pero lo más importante es que Liu Shuhan ama a Shen Ruiting hasta cierto punto morboso. Incluso un poco, no puede soportar que nadie más comparta un poco con ella."
Añadió Shen Liang con una sonrisa. Ese día, cuando Liu Shuhan vino a interrogarle, pudo ver claramente que el no sentía nada por el duque, al contrario, ella le amaba hasta cierto punto enfermizo.
"Ya veo. Todo el amor del duque se ha entregado a la difunta señora. Por lo que pueden luchar es sólo por su atención. Sun Jing mantuvo al duque en su lugar durante una noche, significa que le ha quitado toda su atención a la gran señora, por eso está tan enfadada."
Al oír eso, Qi Yue y Qi Xuan finalmente entendieron. Pero Shen Liang soltó un bufido frío: "¿Eso es amor? No insultes la palabra amor."
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CAPÍTULO 128. CABREAR A LIU SHUHAN (2)
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Con eso, Shen Liang saltó sobre el alféizar de la ventana, se apoyó en ella y miró hacia fuera en la gran lluvia continua. Fu Ying y los otros dos miraron su cara de lado al mismo tiempo y optaron por poner fin a este tema. Sólo el pequeño Shen You balbuceaba queriendo que Shen Liang lo abrazara.
"Ven aquí."
La intimidad de su sobrinito le agradó. Shen Liang torció la mano y Qi Xuan le entregó al pequeño You'er.
"Ahhh..."
Nada más meterse en sus brazos, Shen You estaba tan excitado que no paraba de patalear y balbucear, intentando tirarle del pelo con sus dos manitas.
"Pequeño bastardo, no. Duele, ya lo sabes. Toma."
Palmeando suavemente sus manos, Shen Liang sacó de la nada un pequeño conejo hecho de tela blanca y algodón. El pequeño conejo desvió rápidamente su atención. Mientras sostenía el conejo del tamaño de su cabeza con ambas manos, Shen You le mordió la oreja.
"Jaja... Resulta que nuestra You'er es un pequeño aficionado a la comida."
Al ver esta escena, Shen Liang no pudo evitar levantar la cabeza y reír. Los otros tres tampoco pudieron evitar reírse. El pequeño maestro estaba cada día más mono. Cuando pudiera hablar, correr y saltar, sería más gracioso. Pero en ese momento, el gran señorito debería estar de vuelta, ¿verdad? Y su esposa tendría sin duda sus propias criadas y mamás, y ya no les dejaría cuidar del niño.
Pensando en esto, Qi Yue y Qi Xuan miraron decepcionados a Shen You, que se divertía con Shen Liang, hasta que Fu Ying les puso las manos en los hombros y les dijo: "¿Por qué están tristes? Para entonces, Liangliang podría haberse casado ya, y si tiene suerte, podría haber estado embarazado entonces. Él y el hijo de su alteza deberían ser tan encantadores como el pequeño maestro."
Aunque podría estar más triste que Qi Yue y Qi Xuan si el gran señorito volvía para llevarse al niño, no podía hacer nada. Afortunadamente, Liangliang tendría sus propios hijos. Para entonces, definitivamente le ayudaría a cuidar de todos ellos en el futuro.
"Hmm."
Qi Yue y Qi Xuan se miraron y asintieron al mismo tiempo.
"¿Creen que estoy muerto? Lo he oído todo."
Shen Liang, que estaba jugando con el niño, puso los ojos en blanco. Todavía no se había casado, ¿y todos pensaban ya en su hijo? ¡Qué imaginación!
"Heehee, Liangliang, ¿qué tal si tienes tres hijos en el futuro? Mi hermano mayor y el tío Fu, cada uno se ocupa de uno."
Sabiendo que en realidad no estaba enfadado con ellos, Qi Xuan se acercó y le agarró del brazo. Si eran tres, no tendrían que competir entonces. Pero lo que no sabían era que la comisura de la boca de Shen Liang se crispó al oírle: "Hermano Xuan, ¿crees que no te encontraría marido?"
¿Tres? Todavía no estoy casado, ¿vale? ¡Qué increíble!
"¿Qué?"
Qi Xuan parpadeó inconscientemente y parecía haber olvidado que él también era un Shuang'er y podía casarse y tener un hijo.
"Jaja..."
Viendo a través de la mente de su hermano menor de un vistazo, Qi Yue no pudo evitar aguantarse las ganas. ¿Saben qué? Incluso él también se había olvidado de esto.
"No pongas todo tu corazón en Liangliang. Si conoces a un buen hombre, no te lo pierdas. Deja que Liangliang y yo te ayudemos a elegir."
Fu Ying sacudió la cabeza y sonrió, luego se acercó y cogió a Shen You. "Liangliang, el señorito está a punto de hacer pis. Lo traeré más tarde."
"De acuerdo."
"Ahhh..."
Shen Liang asintió. Viendo que estaban a punto de llevárselo, Shen You no estuvo de acuerdo. Tiró el conejito y agitó ambas manos hacia Shen Liang para darle un abrazo, lo que derritió el corazón de Shen Liang. "Buen You'er, ve a mear primero. Yo no iré a ninguna parte. Te esperaré aquí."
"Ahh..."
Nadie sabía si entendía lo que decía o no. Su boquita hizo un mohín de repente y sus brillantes ojos se humedecieron, como si fuera a gritar al segundo siguiente.
"Muy bien, pequeño duende. Iré contigo, ¿contento?"
Incapaz de soportar la mirada lastimera de su sobrinito, Shen Liang saltó impotente del alféizar de la ventana y se lo llevó como quiso. Hace un segundo, Shen You, que parecía a punto de llorar, soltó una risita de inmediato. Fu Ying, Qi Xuan y Qi Yue se miraron. ¡Qué pequeña reina del drama!
"Mi señor, noticias de palacio. Su Majestad ha ordenado al Ministerio de Castigos que investigue a Wen Yuan y el caso de corrupción en el examen imperial, asistido por el Príncipe Consorte y Su Alteza Duan. No importa quién sea expuesto durante la investigación. Su Majestad dejará que la Emperatriz descanse en paz."
Afuera llovía copiosamente, y el amo y los sirvientes sólo podían jugar con el bebé. Cuando estaban de buen humor, Lei Zhen salió de repente de la nada. Al oír lo que decía, el sonajero de la mano de Fu Ying se cayó. Todos no pudieron evitar mirar hacia allí. Aturdido por un momento, los ojos de Fu Ying se humedecieron mientras se atragantaba: "Lei Zhen, ¿es cierto? ¿Su Majestad realmente ordenó investigar el caso de corrupción?"
¿Tendría por fin su Yunxi la oportunidad de limpiar su nombre? ¡El cielo tiene ojos!
"Sí. Su Majestad acaba de emitir la orden no hace mucho. Supongo que no tardará mucho en publicarse el edicto imperial."
Sabiendo quién era, Lei Zhen le miró a los ojos y asintió. Había estado en contacto con Fu Yunxi recientemente, y se daba cuenta de que había sido realmente agraviado.
"¡Genial! Eso es genial..."
Las lágrimas corrían por sus mejillas. Fu Ying se ahogaba entre sollozos. Abrazando su hombro, Qi Yue dijo: "Tío Fu, deberíamos estar contentos. Childe Fu pronto limpiará su nombre."
"Hmm..."
Fu Ying asintió. Estaba demasiado feliz para dejar de llorar. Aunque hacía tiempo que conocía el trato entre Shen Liang y Yunxi y sabía que su hijo no tendría oportunidad de conseguir un título en la corte, seguía estando muy contento. Nadie mejor que él sabía cuánto daño había causado a su Yunxi la injusticia que le había caído del cielo. Mientras pensara que en el futuro podría salir bajo el sol y vivir una vida decente, no podría controlar el éxtasis de su corazón.
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CAPÍTULO 129. PREOCUPADO; EL INTERROGATORIO DE LING WEIZE (1)
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La emperatriz falleció, y la fuerte lluvia había causado inundaciones. El alma de la difunta no podía descansar en paz. El cielo y la tierra estaban de luto, ¡y la tormenta arreciaba!
Bajo la planificación conjunta de los guardias oscuros del inframundo y Fu Yunxi, la muerte de la emperatriz estaba relacionada con la tormenta. El alma de la emperatriz no podía descansar en paz, así que debía tener un deseo inconcluso. Los guardias del Oscuro Inframundo encendieron el fuego en secreto, y la familia Murong ordenó a todos los comerciantes que cooperaran. En sólo un día, las dos primeras cosas estaban relacionadas con el caso de corrupción en el examen imperial. Durante un tiempo, ¡esto provocó un gran clamor!
Cualquiera con un poco de cerebro podía ver que debía haber alguien entre bastidores, pero aun así Su Majestad montó en cólera. Ordenó investigar a fondo el caso de corrupción para consolar a la emperatriz en el cielo. El poder imperial era supremo, y lo que estaba por encima era la boca de los civiles. Los rumores de un pequeño grupo de personas podían reprimirse usando la fuerza, pero una vez que se tratara de las masas, la represión sólo sería considerada como un intento de tapar algo, y las consecuencias serían inimaginables.
Eso fue lo que comprendió Shen Liang. Con la cooperación de Fu Yunxi, los guardias del oscuro inframundo y la familia Murong, los rumores se extendieron por toda la ciudad imperial a la mayor velocidad. Así que aunque Su Majestad no lo creyera, ¿y qué? Todavía tenía que investigar a fondo el caso de fraude y a Wen Yuan, uno de los examinadores principales. De lo contrario, sería tomado por un emperador fatuo, que ni siquiera consolaría el alma inquieta de su esposa. Aunque la familia imperial había hecho muchas cosas desagradables en secreto, en apariencia debían mantener un emperador benevolente que se preocupaba por el reino y sus civiles. Nadie los conocía mejor que Shen Liang.
"¿Qué pasa, Liangliang?"
Al ver a Qi Yue decoccionando hierbas tan temprano en la mañana y dijo que era para Shen Liang, Fu Ying se apresuró a preguntar, sólo por temor a que algo malo le sucediera a Shen Liang.
"Nada. Sólo un dolor de cabeza."
Mientras Qi Yue hablaba, vertió la decocción en el cuenco y dijo: "Nadie sabe por qué. Desde que Liangliang volvió del campo, siempre le duele la cabeza cuando llueve. La última vez ocurrió lo mismo. Vi que no sentía ningún dolor cuando llovió hace unos días, y pensé que se había recuperado. Pero después de terminar las cosas fuera, vuelve a tener dolor de cabeza."
"Quizá no es que no sienta dolor, sino que no puede expresarlo."
Al oír eso, Fu Ying bajó los ojos. Él sabía que la razón por la que el caso de corrupción del examen imperial fue todo planeado por Shen Liang.
"Hmm, yo también lo creo. Se quedó despierto toda la noche cuando llovió el otro día. Estaba preocupado por los civiles de Ciudad Wangyue y nuestro plan. Así que no puede tener dolor de cabeza. Ahora la presa está temporalmente estabilizada, y el caso de corrupción está siendo investigado, por lo que podría tener el dolor de cabeza ahora."
Recogiendo el cuenco y poniéndolo en la bandeja, Qi Yue no se fue inmediatamente. En lugar de eso, miró la oscura decocción que había en el cuenco: "Tío Fu, hay algo que no sabes. Liangliang es el que más teme a los dolores. Aunque no es favorecido por el duque, hace diez años, tenía al gran joven maestro cuidando de él. Cada vez que se lastimaba, lloraba en sus brazos durante mucho tiempo. Después de que lo enviaran a la mansión del campo, seguía teniendo miedo de los dolores. Al principio, lloraba como antes, y Xuan y yo tardamos mucho en consolarle. Más tarde, no sé desde cuándo, dejó de llorar. Pensábamos que ya no tenía miedo a los dolores, pero después de mucho tiempo, descubrimos que no es que ya no le duelan. Simplemente lo escondía para sí mismo y no lloraba porque no quería que nos preocupáramos por él. Pero en el camino de vuelta, fue herido por los bandidos y perdió mucha sangre, pero no lloró. Hasta ahora, cuando llueve, le duele la cabeza, pero se limita a hacérnoslo saber, pero ya no deja caer ni una sola gota de lágrima."
Liangliang había crecido de verdad, pero sólo sentía más pena por él.
"Tienes que pagar el precio cuando crezcas. Mándaselo mientras esté caliente. No llora por los dolores, pero eso no significa que no tenga miedo a los dolores. Que se lo beba y se eche una siesta".
Frotándose los ojos doloridos, Fu Ying se estiró para sujetarle los hombros.
"Hmm."
Asintiendo, Qi Yue respiró hondo unas cuantas veces para calmarse, y luego se fue con la bandeja. Como Liangliang no quería que se preocuparan por él, tampoco podía mostrarlo.
"Ya te he dicho que es inútil. ¿Por qué otra vez?"
Apoyado en la cama, Shen Liang dejó el libro de medicina con impotencia y se quejó, pero aun así cogió el cuenco, lo sopló y se lo bebió todo de un trago: "Sólo por esta vez. No vuelvas a decoctarlo. Es un desperdicio de hierbas medicinales. ¿Sabes lo valiosas que son esas hierbas medicinales para los civiles de la ciudad de Wangyue y las zonas de desastre?".
Devolviéndole el cuenco vacío, Shen Liang puso deliberadamente cara seria.
"Lo sé. Toma. Toma unos dulces y neutraliza el sabor amargo de tu boca."
Mientras hablaba, Qi Yue envió un caramelo ante su boca. Al oír su tono infantil, Shen Liang sacudió la cabeza con impotencia y abrió la boca. "Hermano Yue, he crecido. Ya no me engatuses como a un niño".
"Hmm."
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CAPÍTULO 130. PREOCUPADO;
EL INTERROGATORIO DE LING
WEIJING (2)
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Asintiendo, Qi Yue se acercó y lo arropó. "Échate una siesta después de comerte el caramelo. Tu dolor de cabeza estará mucho mejor cuando despiertes."
¡Todavía le tomaba por un niño!
Shen Liang se quedó sin habla. ¿Sus palabras fueron completamente ignoradas?
"Duerme, Liangliang. Estaré contigo. Si no puedes soportar los dolores, llora, no me reiré de ti."
Qi Yue hizo todo lo posible por fingir que todo iba bien, pero quedó completamente destrozado por la "consideración" de Qi Xuan. Shen Liang se quedó atónito, y entonces recordó que cuando era niño le tenía mucho miedo al dolor. No era de extrañar que lo olvidara. En su vida anterior, había olvidado poco a poco cómo se sentía el dolor. Antes de morir, Shen Qiang le sacó los ojos y le cortó los brazos, y sólo sentía dolor en el corazón. El fuerte resentimiento y el arrepentimiento hicieron que no le importaran en absoluto los dolores físicos.
Esas eran cosas de su vida anterior, pero no para Qi Yue y Qi Xuan. La última vez que sintió dolor de cabeza cuando llovía, actuó con bastante calma, así que no se lo tomaron en serio. Esta vez, cuando se despertó por la mañana, gritó que le dolía la cabeza, lo que pudo asustarles.
Pensando en esto, Shen Liang se tocó la frente y sonrió. Realmente no lo decía en serio.
"Hermano Xuan, hermano Yue, sólo me duele un poco la cabeza, no es nada grave. Cuando me levanté esta mañana y dije que me dolía la cabeza, no era porque no pudiera soportar el dolor, sino que simplemente no quería levantarme de la cama. No te preocupes."
"¿De verdad?"
Qi Xuan no se lo creía y le miró con suspicacia. Qi Yue también se mordió los labios. Shen Liang se apresuró a asentir: "Claro. Si realmente no puedo soportar el dolor, aunque no lloraría como cuando era niño, no puedo sonreír como ahora, ¿verdad?"
"Es cierto."
No fue hasta entonces que Qi Xuan creyó lo que había oído. Mirándole con esos ojos profundos, Qi Yue preguntó: "¿No sonreíste también para consolarnos cuando te hirieron los bandidos la última vez? ¿Te atreves a decir que no te dolió?"
"Jeje..."
Al oír eso, Shen Liang sonrió con impotencia "Hermano Yue, la situación era diferente en ese momento. No me permitía gritar por los dolores, ¿vale? Pero ahora, ¿aún tengo que aguantar con ello? ¿No es bueno tener a alguien que se preocupe por mí? No soy tonto."
"Bien. Pero Liangliang, no te lo guardes para ti. Es nuestro deber preocuparnos por ti. No tienes que fingir ser fuerte cuando no hay nadie de fuera."
¡De verdad que no! ¡Acabo de olvidar cómo se siente el dolor!
Shen Liang no sabía si llorar o reír, pero se limitó a asentir y aceptar. Cuando se fueron, tiró el libro de medicina a un lado y se tumbó con una mano en la frente. Antes, los dolores le daban mucho miedo, pero la mayoría de las veces no podía tolerarlos. Poco a poco, se fue olvidando de lo que sentían con los dolores.
En la Posada del Palacio de las Hadas, Ciudad de Wangyue
"Su Alteza, el General Ling está aquí."
En los últimos días, el ejército de Ling se encargó de estabilizar la presa, y los guardias de hierro se encargaron de rescatar y reconfortar a los civiles. Los dos ejércitos trabajaron juntos, y no hubo bajas en la ciudad de Wangyue. Después de que el duque Huaiyang y su hijo dirigieran el ejército hasta aquí, por fin se sintieron un poco aliviados.
"¿Otra vez?"
¿La presa se ha estabilizado?
Apoyado en el sofá, Pei Yuanlie levantó los párpados perezosamente y dijo: "Dejale entrar."
"Sí, su alteza".
Tianshu salió entonces con la orden, y pronto volvió con Ling Weize. Esta vez, vino solo.
"Su Alteza, ¿puedo hablar en privado con usted?"
Ling Weize parecía agotado, pero aun así enderezó la espalda y fue directo al grano.
"General Ling, dígalo. Los guardias de hierro son uno conmigo. No hay nada que yo pueda saber y ellos no".
Con el cuerpo ligeramente levantado, Pei Yuanlie apoyó el codo derecho en el reposabrazos y su actitud seguía siendo despreocupada. Sólo la indistinta luz de arpía en sus encantadores ojos mostraba su seriedad.
"Alteza, he oído que no sólo la ciudad de Wangyue, sino también muchas ciudades de abajo de la ciudad de Wangyue mostraban las figuras de guardias vestidos de hierro. Si se dice que sólo hicieron los arreglos después de la lluvia. ¿No son demasiado rápidos? Yo también soy un hombre que dirige soldados. Podría ser así de rápido si se tratara de algunos soldados de élite, pero no un despliegue de tropas a tan gran escala, incluso si se tratara de sus guardias vestidos de hierro. Su Alteza, ¿no ha anticipado esta lluvia durante mucho tiempo? ¿Incluso me has traído aquí a propósito?"
Con la ayuda del Duque Huaiyang, finalmente pudo liberarse. Después de reunir los informes de sus subordinados, cuanto más pensaba en ello, más sentía que algo iba mal. La velocidad de la guardia de hierro era anormalmente rápida. A menos que Pei Yuanlie ya supiera que iba a llover y lo hubiera preparado con antelación.
"General Ling, piensa demasiado."
Pei Yuanlie se lo esperaba desde hacía tiempo. "¿Por qué se conoce a los guardias de hierro como el ejército más misterioso y poderoso? En primer lugar, en cuanto hacen un movimiento, pueden bloquear a los enemigos a miles de li de distancia. En segundo lugar, son diferentes del ejército ordinario. Nadie sabe dónde están sus campamentos militares. Ahora te digo que no tienen ningún campamento militar."
Todos los ejércitos, cuando no había guerras, se estacionaban en las fronteras o en los campamentos militares en cuatro direcciones para mantenerse a la espera mientras hacían ejercicios. Sólo a los guardias de hierro no se les veía en ningún campamento militar.
"¿Quieres decir que suelen estar dispersos en esas ciudades?"
Si ese era el caso, tenía sentido. Pero, ¿cómo podía ser tan invencible un ejército que estaba disperso por todas partes y nunca se entrenaba? Es más, esta acción sin duda exponía su ubicación. ¿No temía que Su Majestad fuera más escrupuloso con él?
"Más o menos. General Ling, ¿tiene algo más que preguntarme?"
Pei Yuanlie asintió ligeramente. Por supuesto, los guardias de hierro no podían estar tan dispersos. Eran un ejército que debía estar preparado para ir al campo de batalla en cualquier momento. ¿Cómo podían ser tan flojos? Lo dijo sólo para remendar su mentira.
"Su Alteza, usted... ¡cuídese!"
Después de echarle un vistazo, Ling Weize se dio la vuelta para marcharse.
"Parece que Su Majestad ha emitido en secreto algún decreto secreto."
Cuando sólo estaban él y Tianshu en la habitación, la pereza que recorría todo el cuerpo de Pei Yuanlie desapareció, y sus ojos brillaron.
"Maestro, ¿quiere comprobarlo en secreto?"
"¿Comprobar qué? ¡Es un decreto secreto! ¿Cómo? No pierdas el tiempo."
Mirándole con indiferencia, Pei Yuanlie se levantó y se apoyó en la ventana. Mirando la lluvia del exterior, murmuró casi inconscientemente: "Parece que necesito algunas heridas o qué. Quizá pueda aprovechar la oportunidad para obtener algunos beneficios."
Por ejemplo, ¡que el viejo emperador emita un edicto imperial para concederle el matrimonio!
"¡Maestro!"
Lo dijo despreocupadamente, pero los ojos de Tianshu se abrieron de par en par. Sin importarle su identidad, se apresuró a avanzar. "Maestro, no puede salir herido..."
"Sólo lo decía. ¿Qué te preocupa?"
"..."
Pei Yuanlie no le dio la oportunidad de terminar sus palabras y sonrió sin corazón, pero Tianshu no sabía cómo continuar.
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CAPÍTULO 131. SU ALTEZA HERIDO; ATARDECER SANGRIENTO (1)
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El temporal de lluvias duró más de medio mes. Y la presa de la ciudad de Wangyue casi se derrumbó varias veces, y cada vez fue estabilizada por los soldados del ejército Ling con su carne y sangre. Sin embargo, aunque la presa fue estabilizada, la región río abajo no pudo escapar. El desastre en esas zonas seguía siendo grave, y había innumerables muertos y heridos. La reunión matutina de la corte carecía de espíritu todos los días, desde Su Majestad hasta los funcionarios civiles y militares. Todos guardaban silencio, sólo temían acarrear graves consecuencias si no tenían cuidado de decir algo incorrecto.
El vigésimo día del temporal, llegó un informe de emergencia de la ciudad de Wangyue. La presa volvió a tener una brecha anoche, y más de la mitad de la ciudad quedó sumergida. Afortunadamente, la brecha volvió a bloquearse gracias a los refuerzos de los guardias de hierro dirigidos por Pei Yuanlie. Pero Pei Yuanlie resultó herido a causa de esto. Ahora, estaba siendo escoltado de vuelta. El General Ling pidió a Su Majestad que enviara refuerzos de nuevo.
"¿Yuanlie fue herido? ¿Es verdad?"
Su Majestad hizo algunos comentarios convencionales y aprobó la petición de Ling Weize. En cuanto regresó al estudio imperial, llamó al comandante de su guardia secreta para preguntarle al respecto.
"Sí, es cierto. Según nuestro explorador, Su Alteza fue apuñalado en el abdomen por un trozo de madera en la feroz inundación cuando rescataba a la gente. No es muy grave, pero el comandante en jefe de la guardia de hierro Tianshu ha dirigido personalmente un equipo para escoltarle de vuelta."
El comandante de la guardia secreta se arrodilló y respondió respetuosamente con la cabeza gacha.
"¿Han evacuado todos los guardias de hierro?"
Tras una breve contemplación, Su Majestad preguntó.
"Planeaban retirarse, pero bajo la petición del General Ling y el Duque Huaiyang, la mayoría de ellos se fueron temporalmente. Cuando lleguen los refuerzos de Su Majestad, se retirarán inmediatamente."
"¡Bang!"
Al oír esto, Su Majestad golpeó el reposabrazos de la silla del dragón con rostro sombrío. "Los guardias vestidos de hierro son el ejército de nuestro Qing. ¿Cuándo se convirtieron en pertenencias de Pei Yuanlie? ¿Antes del desastre, en vez de pensar en cómo salvar a los civiles, sólo querían retirarse por la herida leve de Pei Yuanlie? Entonces, ¿por qué debería quedármelos?"
El rugido de enfado resonó por todo el estudio imperial, pero Su Majestad parecía haber olvidado que ¿no debería estar más preocupado si los guardias de hierro seguían todos en la ciudad de Wangyue? Además, hacía tiempo que la familia imperial ya no ofrecía nada a los guardias de hierro. Ya no era él quien mantenía a los guardias de hierro.
"Vigila todos los movimientos de los guardias de hierro y la ciudad de Wangyue. Puedes irte."
Nadie sabía cuánto tiempo había pasado. Su Majestad agitó la mano con cansancio. Cuando se quedó solo, una retorcida sonrisa se dibujó de repente en su sombrío rostro. Pei Yuanlie está herido. ¡Bien! ¡Justo a tiempo!
En la Mansión Dongling
"¿Qué has dicho? ¿Es en serio?"
Últimamente, Shen Liang se quedaba en casa. Aunque el duque no podía soportar esas nimiedades en el patio trasero y entregó temporalmente el poder doméstico a la considerada Sun Jing, y Liu Shuhan, la segunda señora y la tercera señora eran como un gato entre las palomas, él no había salido nunca de su patio de Chonglin, como si estuviera realmente aislado del mundo. En el pasado, no importaban las noticias que Lei Zhen comprara, él sólo se comportaba con bastante compostura. Hasta que hoy, al oír que Pei Yuanlie estaba herido, Shen Liang se levantó de un salto y por fin cambió su rostro.
"Se dice que no es grave y que la herida no es profunda. Los guardias de hierro están en camino escoltándole de vuelta, y llegarán a más tardar esta noche."
"Eso está bien. Es bueno retirar al ejército con una herida tan leve en un momento así."
Tal vez Pei Yuanlie lo dirigió todo él mismo.
Al oír que no estaba gravemente herido, Shen Liang se calmó poco a poco. En este desastre, aunque los guardias de hierro no pudieran llevarse el primer mérito, su contribución era inconmensurable y deberían haberse ganado el corazón de los civiles, y Su Majestad sin duda sería escrupuloso con ellos. Pero si se retiraban a mitad de camino por tan poca cosa, sin duda bajarían instantáneamente la vigilancia de Su Majestad. Pero la premisa era que Pei Yuanlie podría garantizar que la presa podría ser asegurada y no causaría un gran número de bajas.
"Si estás preocupado, ¿por qué no vas a la mansión de Su Alteza en secreto mañana?"
Al ver que se callaba al terminar sus palabras, Qi Yue sugirió de buena intención. Shen Liang volvió en sí y le miró, sonriendo. "Es en serio. ¿Por qué debería hacerlo? Ahora hay tantos pares de ojos mirándole. Si voy, sólo le traeré más problemas."
Si todo fue deliberadamente diseñado por Pei Yuanlie como él supuso, entonces su herida debería ser más leve de lo que sabían, entonces no había necesidad de preocuparse.
Sin embargo, para sorpresa de Shen Liang, hacia las dos de la madrugada, Tianshu y Yaoguang aparecieron en su habitación y se arrodillaron ante él sin decir nada.
"¿Qué estáis haciendo?"
Shen Liang, que ya se había tumbado en la cama, se sentó en ropa interior fina. Ante Tianshu, Yaoguang se abalanzó de repente sobre él. "Liangliang, por favor, salva a Su Alteza. No podemos detener su hemorragia. Ni siquiera la medicina del Ermitaño del Pico de Nieve funciona."
"¿Qué quieres decir?"
Al oír eso, la cara de Shen Liang cambió enormemente. Esos horribles ojos se dispararon hacia Tianshu, que parecía relativamente más tranquilo. Después de un rato, éste levantó la cabeza y dijo: "Es una larga historia. Mi princesa heredera, su alteza se desmayó por una excesiva pérdida de sangre antes de que llegáramos. Ahora usted es la única persona que puede salvarle. Por favor, ven con nosotros."
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CAPÍTULO 132. SU ALTEZA HERIDO; ATARDECER SANGRIENTO (2)
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Shen Liang adivinó bien. Era cierto que Pei Yuanlie se hirió a propósito, y no era grave. Pero subestimó su propia condición física, además de que la medicina que usaba con frecuencia no funcionó de repente. Gracias a sus fuertes artes marciales, podría recuperarse, o las consecuencias serían desastrosas.
"Será mejor que me den una explicación razonable."
Mirándoles de un lado a otro, con cara seria, Shen Liang destapó el edredón y se puso rápidamente su ropa nocturna y se ató el pelo despreocupadamente detrás de la cabeza con una redecilla negra.
"Lei Zhen, ven conmigo".
Guiados por Tianshu y Yaoguang, los cuatro salieron silenciosamente bajo la lluvia.
En la Mansión de la Alteza Qingping
Cuando Pei Yuanlie regresó herido, y debido al fallo de la medicina, perdió demasiada sangre y se desmayó. Toda la mansión se sumió en un silencio sepulcral. El mayordomo Lin, que siempre había sido hablador, miró a Pei Yuanlie, que yacía en la cama con el rostro pálido, y sus ojos se enrojecieron. Sólo el médico personal de la mansión, que había estado cuidando del cuerpo de Pei Yuanlie durante todo el año, leía un libro de medicina, tratando constantemente de hacer una nueva receta.
"¿Quién es?"
De repente, con un chasquido de Tianxuan, varias personas entraron volando por la ventana, encabezadas por Tianshu. "Es su princesa heredera. ¿Cómo está el maestro?"
Después de apartarse, todos los presentes vieron a aquel Shen Liang que acababa de saltar con Lei Zhen. Estaba mojado por todas partes, pero sus ojos estaban fijos en la cama con cortina de gasa no muy lejos.
Tianxuan y los demás sacudieron la cabeza, luego caminaron hacia Shen Liang y se arrodillaron juntos ante él: "Por favor, salva al maestro."
Los demás no lo sabían, pero los pocos comandantes de la guardia de hierro sabían que el manual de medicina y veneno que habían estado buscando durante muchos años estaba con Shen Liang. Si había alguien que podía salvar a Pei Yuanlie, sólo podía ser Shen Liang.
"Hmm."
Shen Liang ya se había enfriado, y sus ojos no se habían apartado de la cama. Justo cuando estaba a punto de dar un paso adelante, Lei Zhen le detuvo de repente. "Milord, cámbiese primero a ropa seca."
Sabía que salvar a la gente era importante, pero su salud también lo era. Y sabía que últimamente seguía teniendo dolor de cabeza.
"Iré a buscar algo de ropa para ti."
No fue hasta entonces cuando se dieron cuenta de que la ropa de Shen Liang ya estaba totalmente mojada. Yaoguang salió rápidamente y no tardó en volver con un conjunto de ropa seca. Shen Liang lo miró impotente y sólo pudo reprimir temporalmente su preocupación y seguirle para cambiarse de ropa.
"¿Maldito Atardecer Sangriento?"
Después de marcharse, inesperadamente, Lei Zhen se precipitó hacia delante y agarró la muñeca de Pei Yuanlie. Su rostro firme y apuesto mostró de pronto asombro.
"¿Lo conoces?"
Tianshu y los demás, que estaban a punto de detenerle, le miraron fijamente y exclamaron al mismo tiempo. El nombre "Atardecer Sangriento" era extraño para muchos médicos, porque se había perdido durante muchos años y muy poca gente lo conocía. Obviamente, todos los que rodeaban a Pei Yuanlie lo conocían, y también Lei Zhen.
"Hmm."
Echando un vistazo a la habitación, Lei Zhen no dio explicaciones sino que se limitó a asentir.
"Ya que la princesa heredera está aquí, pueden irse ahora. Pueden despertar a su maestro".
Tianshu percibió los escrúpulos de Lei Zhen, así que expulsó en silencio al resto de la sala. Cuando sólo quedaban unos pocos, Tianshu preguntó: "¿Cómo sabes que es el Atardecer Sangriento?"
Todos sabían que Lei Zhen era miembro de los guardias del Oscuro inframundo, pero desconocían su identidad concreta. Sólo podían suponer que debía tener un alto cargo, o no le habrían enviado como guardaespaldas personal de Shen Liang.
"Hay un registro en el manuscrito de los guardias del Oscuro Inframundo. Amanecer Sangriento es un tipo de veneno bastante insidioso. No mata a la gente, pero tiene una fuerte resistencia a la coagulación de la sangre. La herida de la persona envenenada es muy difícil de curar incluso si se raspa un poco de piel. Si es un poco más grave, es muy probable que se muera por pérdida excesiva de sangre. Por el contrario, si la persona envenenada no se hiere en toda su vida, sólo morirá de muerte natural. Por aquel entonces, el dios de la guerra Wei Ting, que había ayudado al emperador fundador a establecer el Reino Qin, había recibido alguna vez este tipo de veneno. Después de que el viejo señor gastara mucho esfuerzo en desintoxicarlo, condujo al ejército a la región central del suroeste y destruyó completamente el ingrediente principal Hongo Diente de Sangre para hacer Atardecer Sangriento. Desde entonces, ya no existía el Atardecer Sangriento en el mundo."
Ahora que Tianshu preguntaba, significaba que todos los presentes eran confiables y conocían su identidad. Lei Zhen ya no lo ocultaba. Atardecer Sangriento también era un tabú para sus oscuros guardianes inferiores. Si no fuera por las magníficas habilidades médicas del viejo señor, el dios de la guerra habría muerto joven.
"¿Hay algún método para el antídoto registrado en el manuscrito?"
preguntaron Tianshu y los demás con voz casi temblorosa. Jiang Heng era la única persona que podía desintoxicar el Atardecer Sangriento durante los últimos cientos de años. Los guardias del Oscuro Inframundo solían ser sus guardias personales, y dejó un manuscrito con registros relevantes. ¿Quizás existiera un antídoto o algún método?
Por desgracia, estaban destinados a decepcionarse. Lei Zhen sacudió la cabeza ante sus ojos expectantes. "Por aquel entonces, el viejo señor dedicó mucho tiempo y esfuerzo a eliminar el veneno. Después de eso, se llenó de ira y dirigió al ejército para atacar el suroeste. Nadie se atrevió a preguntarle cómo había eliminado el veneno. Más tarde, el Atardecer Sangriento dejó de existir, y nadie quiso volver a preguntar."
Tal vez los pocos comandantes de la primera generación de los guardias del Oscuro Inframundo lo supieran, pero no quedó registrado en el manuscrito. Como los descendientes, tampoco lo tenían claro.
"¿Es porque ha heredado el manual de medicina y veneno del viejo señor por lo que intentaste acercarte a él?"
Lei Zhen cambió repentinamente de tema. A pesar de su decepción, de repente entrecerró peligrosamente los ojos. Si era así, aunque pudiera ser castigado por la horda, le dejaría alejarse de ellos.
"¿Qué?"
Nadie había esperado que pensara de esa manera, así que todos no supieron cómo reaccionar. Tianshu, que fue el primero en entrar en razón, dijo apresuradamente: "No, no, no. Lo habéis entendido mal. Cuando nuestro maestro conoció a la princesa heredera, no tenía ni idea de que llevaba encima el manual de medicina y veneno, ni sabía de la existencia de los guardias oscuros del inframundo. Sólo lo supo después de que te mudaras al Patio Chonglin. En aquel momento, nuestro maestro no le mencionó nada en absoluto sobre el Atardecer Sangriento. Yo tampoco se lo pregunté nunca. Dijo que no quería que su señor pensara que se había acercado a él por el manual de medicina y veneno. Quería que su relación fuera más sencilla y pura."
"Mejor que así sea".
La frialdad que recorría todo el cuerpo de Lei Zhen se contuvo ligeramente. Cuando estaba a punto de decir algo más, la voz de Shen Liang sonó de repente: "¡Confío en él!"
Al oír eso, todos miraron en la dirección de la voz. Sin saber cuándo, Shen Liang ya se había parado en la puerta y ahora caminaba hacia ellos paso a paso. Yaoguang, que también se había puesto ropa seca, le seguía de cerca.