Subastada al mejor postor

By SarahiSalinas_

2.8M 154K 33.8K

[Contenido +18 y +21] Desde recién nacidas somos arrancadas de los brazos de nuestras madres o algunas son de... More

Sinopsis
Personajes principales
1. Origen
2. Dulces dieciocho años
3. Llego el día
4. La subasta
5. Los Friedrich, una nueva vida
6. Jayden Friedrich
7. Beso
8. Secretos y una perforación
10. Boda a medias
11. Luna de miel o hiel
12. Eso que huelo ¿acaso son celos?
13. Locuras que llevan nuestro nombre
14. Te llevaré a las estrellas y al mismo tiempo al infierno a sentir las llamas
15. Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas
16. La correcta
17. Después de todo el pasado regresa
18. Decisiones
19. ¿Soy una Klein?
20. La libertad que merece
21. Nueva integrante
22. Divorcio
23. El tiempo lo sana todo ¿O no?
24. Solo piel
25. ¡Quiero un papá!
26. Reencuentro inesperado
27. Volverte a ver
28. Hablar, solo quiero hablar
29. Antes de lo esperado
30. La verdad
31. Un paso a la vez
32. ¿Aún queda una segunda oportunidad?
33. Escándalo
34. Unas cuantas verdades
35. Bésame hasta que me harte
36. Dilema
37. Aguarda, aún falta algo...
38. La venganza se sirve en un platillo frío
Epílogo

9. Un rubio de ojos grises

71K 4K 581
By SarahiSalinas_

Elaine

Ajusta más el vestido haciendo que quede tan pegado y que se note mi cintura.

—Así me gusta, quiero que luzca la cintura, sus atributos —alega el hombre de la vez pasada.

¿Qué tributos? Me observo a mi misma para tratar de captar aquello que ha dicho, solo por qué poseo una cintura estrecha, por qué déjame decirte que pecho no tengo mucho.

No me convence las mangas están muy flojas, trata de agarrar un poco más, la mujer hace lo que le ordenan.

Llevo aquí desde la mañana y no es la primera vez que estoy aquí, hace una semana me tomaron las medidas para el vestido y justo ayer dijeron que ya lo tenían pero que tenía que ir a medírmelo para ajustar ciertas cosas.

Él hombre llamado Dimitri me mira de todos los ángulos posibles. Niega con la cabeza, no está conforme con algo.

—Se me hace mucho con las mangas ¿No crees? —le pregunta a sus trabajadoras.

—Se ve lindo —dice una.

—Creo que si es mucho —dice otra.

—¿Y si se las quita?

—Puede ser buena idea —lo piensa por un momento—. Muy bien descartemos las mangas, las dejaremos solo unos tirantes con encaje lucirá más. Quedará perfecto así.

El vestido es bastante bonito, es mucho para una farsa. Es tipo corte de sirena, tiene una cola que me ha encantado es de encaje con flores adornadas y hojas tejidas. Tiene la espalda descubierta en una «u» muy abierta. Se lucieron al elaborarlo. Él señor Friedrich pidió un diseño único, en tan solo una semana hicieron esto.

—Haz pasar al señor Friedrich para que vea el resultado —le pide a una de sus empleadas.

Cuándo ya ha entrado a la estancia le pregunta Dimitri: —¿Te gusta?

—Es agradable, te luciste a pesar que te di solo una semana, solo nos faltan tres semanas para la boda.

—Le retiraré las mangas siento que sobran, dentro de tres días te lo entrego —indica.

—Perfecto

—Te doy un tip. Cuando la vayan a peinar diles que le recojan todo el cabello, ya sabes su tono de pelo tapa la espalda y no lucirá.

—Se los haré saber. Vamos Elaine, te llevaré a casa de mi hijo dentro de dos horas tengo reunión —sigo sus pasos detrás de él.

Cuando piso la casa de Jayden está tan sola, suele estar así todos los días, pareciera como si hasta los sirvientes se escondieran en este lugar. Él suele llegar hasta tarde, aún es temprano para que lo haga, trato de evitarlo.

Me encierro en la recámara es algo habitual ya, no salgo de ahí a menos que tenga que comer, ir a la ciudad o salir a dar una vuelta.

Hace unos días atrás el papá de Jayden ordenó que pusieran una televisión en el cuarto lo cual agradezco, al menos tengo algo con que distraerme.

Me gusta ver películas, series y videos.

Justo estoy viendo una serie de romance que me ha enganchado mucho, solo me falta tres capítulos por acabarla.

Veo la hora en el reloj que se encuentra en la mesita, ya es tarde, tomo la toalla para entrar al cuarto de baño, quiero refrescarme un poco y quitarme los jeans que lleve hace ratos.

Me relajo por un momento, me distraigo frotando en mi un jabón con olor a rosas. Tomo un shampoo nuevo que acaban de traer, es de jazmín y coco, huele muy bien. Termino de asearme, me seco, me coloco una en mi cabello busco mi ropa y me doy cuenta que no traje una limpia.

Me envuelvo en la toalla para ir a buscar algún vestido de los que suelo usar. Voy directo al armario cuándo la puerta de la recámara es abierta.

Me sorprendo tanto que no se que hacer, trato de cubrir más mi cuerpo, la tela no tapa casi nada. Me encuentro con la mirada de Jayden.

—Se me ha olvidado tocar —él también parece sorprendido.

Me quedo quieta en el mismo lugar sin saber que hacer.

Cerebro reacciona, muévete, haz algo.

—Vale, creo que lo mejor será que te vayas —trato de echarlo para poder estar tranquila.

Recorre mi cuerpo con su mirada, me siento desnuda, bueno, claramente estoy desnuda solo una toalla me cubre. Me aferro a ella para que no se vaya a caer.

—Si será mejor que me vaya —se aclara la garganta—. Solo venía a decirte que bajes, te presentaré a un amigo.

Me extraña mucho, él queriendo presentarme a un amigo suyo.

Sale de aquí, suelto un suspiro, me tranquilizó un poco. Sigo mi rumbo, tomo un vestido rosa bajito. Peino mi cabello.

Ya en la planta baja se escuchan las voces. Están en la sala bebiendo algún vino.

—Ven Elaine —me nota tan pronto como llego.

Hay un hombre en traje, su cabello es rubio y posee unos ojos grises como los míos.

—Esté es mi mejor amigo Alec Klein, Alec ella es Elaine —nos presenta.

Él mejor amigo de Jayden no me quita su mirada, me observa muy atento como si quisiera descifrar algo.

—Un gusto conocerte Elaine, ya tenía ganas de hacerlo solo que Jayden es algo testarudo para hacer caso —su mano me la extiende, yo le doy la mía donde posa un beso.

—Un gusto también conocerte —le doy una sonrisa siento nervios y no se por que.

—Sin duda eres una mujer muy bella —me da un cumplido que hace que mis mejillas se tornen coloradas.

—Gra-gracias —agradezco toda roja.

—Ya la conociste así que ya te puedes ir Elaine —me está echando.

—Me prometiste que me invitarías a cenar —lo mira acusatoriamente—. Ahora lo cumples.

—Está bien —voltea los ojos—. Le diré a Erick que le diga a la cocinera que prepare la cena —va en busca de Erick mientras me deja con Alec.

—¿Con qué tu eres su prometida?

—Emmm si —contesto muy bajito.

—Eres tímida, no lo seas, se que te vas a casar con Jayden por qué su padre lo está obligando —habla tan tranquilo.

Jayden si tiene a quien contarle sus problemas y yo no tengo a nadie.

—Qué suerte tiene él idiota de mi amigo, hasta a una chica guapa le consiguen —de nuevo vuelvo a ruborizarme.

Me alejo un poco sintiéndome muy tímida. Cuando lo hago choco con algo, más bien con alguien.

Me sostiene por la cintura, su pecho es duro. Subo mi mirada viendo a Jayden.

—¿Sucede algo?

—Nada, solo le digo a Elaine lo afortunado que eres al tener tal belleza como prometida, ¿Verdad Elaine?

—Si

—Será mejor que no la molestes no quiero tener a mi padre encima de mi, ya sabes quiere mantener todo en control. Anda más estresado que yo para la boda.

—Me imagino y no es él quien va a casarse —suelta una carcajada.

—Es a él a quien le interesa que me case, que se estrese, es lo mínimo que se merece —se sienta en uno de los sofás.

Yo sigo de pie.

—Creo que me iré —comunico.

—Muy bien, yo le diré a Erick que te llame cuando ya esté lista la comida —solo asiento retirándome de ahí.

Los minutos pasan y los siento tan eternos, hasta que escucho que llaman a la puerta.

—Señorita Elaine ya está la comida —anuncia Erick.

—Gracias, en un momento bajo.

Tranquila, solo ignorarlos.

Llegó al comedor y me siento lo más lejos posible de estos dos no quiero sentirme tan incómoda.

En toda la comida permanezco en silencio solo escucho la charla que mantienen los dos que al parecer tiene que ver con sus respectivos trabajos, no logro entender nada. Me aburro un poco, decidida en levantarme e irme.

—¿A dónde vas? —inquiere Alec.

—He terminado y quiero irme a mi habitación —bajo mi mirada para no encontrarme esos ojos como los míos.

—Te aburrimos con nuestras charlas verdad —más que una pregunta parece una afirmación—. Mejor platícanos de ti, ¿de dónde eres o como conociste a Joshua? —me sorprende sus preguntas.

Sabe y se hace o en verdad no sabe.

—Yo, este, emmm...

—Tal vez no nos lo dice, al fin de cuentas mi padre fue quien la trajo —me corta Jayden.

Él si sabe de dónde provengo, al parecer no quiere que su amigo lo sepa. La pregunta es ¿por qué?

—Buen punto —parece entenderlo.

—Pero miren que bella cena, ¿por qué no me han invitado? —volteamos a ver al dueño de la voz—. Creo ya saber —mira directo a Alec.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a visitarte hijo, lo que cualquier padre hace con sus hijos —se sienta en un puesto vacío de la mesa.

—Tú no sueles venir por qué si, te conozco. La última vez que viniste trajiste contigo una chica contigo —puedo notar como sus ojos pasaron de ser tranquilos a unos ojos enojados.

Está en su modo serio.

—Bueno, estoy aquí para venir a dejarte tu traje de la boda me lo han entregado, se lo di a Erick te lo llevará a tu recámara. Me he llevado una sorpresa al ver quién está en tu casa —aniquila con la mirada al rubio.

—Ni yo esperaba encontrarlo aquí señor Friedrich

—¿Qué te he dicho sobre saber escoger tus amistades?

—Y que te he dicho yo que me vale tus opiniones por mi te las puedes meter por dónde te quepan; Alce es mi mejor amigo, así será por mas tiempo. Ya deberías a acostumbrarte de él, lleva años siendo mi mejor amigo —suelta para nada calmado. Se remoja sus labios con su lengua mostrando su perforación.

—Tenle un poco de respeto a tu padre —lo regaña—. Nunca me ha gustado tu amistad con el hijo de mi enemigo —alega—. Sabes lo mal que se te ve ese fierro en la lengua, te hace ver vulgar —le menciona lo que lleva en su lengua.

—Son mis gustos, esto que vez aquí —saca la lengua mostrando su perforación—. Tiene años que la tengo, desde que tengo diecisiete. No me la voy a quitar solo por que a ti no te gusta. Y por favor si solo has venido a reclamar estás cosas mejor vete que nadie te invito —señala la salida.

—Hijo, siempre he pensado que nos parecemos mucho a cuánto al carácter, solo que a ti te falta mucho que vivir —se levanta del comedor ajustándose el traje que lleva.

—Lo único que creo que tenemos en común es la sangre, no más; no me compares contigo —declara con acidez también levantándose de la mesa.

—Te dejo para que sigan con su absurda cena. Recuerda que de tal palo tal astilla. Elaine nos vemos dentro de unos días —aguardo silencio sin contestar nada a lo que ha dicho.

Jayden se ha quedado parado con los puños apretados, sus nudillos se han vuelto tan blancos.

Sin duda está rebasando sus estándares de enojo.

—Déjalo estar, es a lo que ha venido, fastidiarte lo que queda de la tarde noche. No dejes que lo logré —Alec trata de tranquilizar su enojo—. Mejor vamos a tomar una copa. ¿Elaine vienes?

—Yo, no lo sé —estoy algo dudosa.

Espera por mi respuesta. La vista de Jayden está enfocada en mi, por mi bien prefiero declinar. Alec se nota que es muy buen amigo.

—Iré a descansar un rato, tengo algo de sueño, estar parada con el diseñador del vestido me ha dejado cansada de los pies —justifico para que no vaya a insistir.

—Será para la otra —me sonríe de una manera tan inexplicable—. Un gusto haberte conocido Elaine, espero verte de nuevo.

—Gracias, un gusto también —sus ojos desprenden un brillo tan bonito—.

—Te espero en mi oficina —le menciona a su amigo.

—Enseguida voy

—Yo también me voy —camino para perderme por los escalones.

—Espera —me toma por el brazo—. ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya la estás haciendo —se lo digo a modo de broma.

—Vaya, si —ríe—. Bueno, otra pregunta.

—Adelante

—Tu cabello —lo señala, no se que tienen con el—. ¿Te lo has teñido?

—No, es natural. Siempre me han preguntado si me lo he decolorado, pero la verdad es que no; mi pelo es completamente natural —contesto de la misma manera que las otras tantas veces.

—¡Wow!, Me has hecho recordar a alguien. Perdón por ser preguntón —añade—. Me intrigas mucho. Qué suerte tiene Jayden se va a casar con un chica tan linda como tú.

—Ya los has dicho —mis cachetes se encienden.

—Claro, y te lo repito para que tengas en cuenta que nadie debe de opacar lo que desprendes —sin duda es un buen chico.

—Gracias

—No hay de que. Cualquier cosa cuenta conmigo, hasta luego —se va por donde anteriormente se fue su amigo.

¿Por qué podría contar con él?

Apenas y nos conocemos, que clase de persona te lo dice a la primera de conocerte. Además que dijo que le generó mucha intriga.

Jayden tiene un mejor amigo algo extraño, pero muy buena onda. Es más suelto que él. Son una combinación buena, un hombre amargado frío y uno alegre.

Los días se pasan volando, llega el día que me entregan el vestido de novia. Ya está, solo falta poco.

Una semana queda y luego queda menos.

Regalos llegan a la casa, son demasiados. Cada que llega uno veo como Jayden voltea los ojos y bufa.

Creo que aún no se hace la idea que pronto nos vamos a casar. La ceremonia se llevará acabado aquí, el lugar es enorme, el jardín es bello. Obvio decisión de él señor Joshua.

Bajo a la cocina, ya es noche, salgo por la puerta de ahí. Me siento y sostengo mis rodillas pengándolas a mi pecho. El aire despeina mi cabello, la noche se ha vuelto algo fresca en tiempo de verano.

Cada día veo más lejos el poder irme y ser libre de tantas ataduras.

Escucho un sonido proveniente de la cocina, la bombilla alumbra todo el lugar. Puedo observar que Jayden ha entrado allí, abre la nevera y saca una jarra con agua fría.
Antes de que se de cuenta que lo veo me volteo, ignoro que lo he visto.

—Venga, ¿Qué haces aquí afuera? —giro para verlo.

Va en unos pantalones de tela, su costumbre de ir sin camisa en la parte de arriba.

—Veo el cielo

—¿De noche? —pregunta incrédulo.

—Me gusta así más, ya me he acostumbrado al silencio —enfoco la oscuridad del bosque mientras me pierdo en ella.

—Tuviste que estar muy sola en aquel sitio —se para al lado mío y también mira sin rumbo fijo.

—Si lo estuve, aún que tuve una amiga. Me ayudó a no sentirme tan sola después de todo —recuerdo a Riley—. Me preguntó si me echara de menos.

—No hables de cosas tristes, ¿Porqué no ser feliz cuando ya has salido de ese lugar?

—Por que es estar en el mismo infierno —hablo sin gracia.

—Tanto coraje nos tienes —su voz no es la usual que lleva encima, es más calmado.

—A todos, ellos por hacer lo que hacen con chicas como yo y a ustedes por ir a sitios como esos —la rudeza con la que lo digo hace que me vea con sorpresa—. Cada uno tiene culpa, unos más que otros —escupo con coraje.

—Eso deberías decírselo a mi padre que es él quien va a lugares poco convenientes. Solo fui una vez, en mi vida volví a pisar uno. Lo que hacen es horrible, me parece de locos —me contesta con calma.

¿A dónde se ha ido su voz dura y gritona?

—Pues vaya, al parecer hoy no andas con tu actitud fría y arrogante, ¿dónde la haz dejado?

—Ahora tu eres quien está con una actitud borde con coraje —sus manos están metidas en los bolsillos de su pantalón.

Se puede ver cómo sobresale la cinturilla de sus bóxer en color negro mostrando una fraja de letras.

—Solo falta mañana y al día siguiente ya es —susurro

—¿El que?

—La boda

—Ah, eso. Trato de no recordar el peor error que mi papá quiere que cometa —nadie quisiera recordar algo que no quieres hacer—. ¿Y tú, estás lista para casarte con este hombre tan caliente? —hace referencia mostrando todo su cuerpo con sus manos.

—No, yo no quiero casarme. Y mucho menos con un "hombre caliente" como tú lo llamas, tan arrogante. Estamos del mismo lado, ni tú ni yo, no nos queremos casar. Tu pareces aferrarte a alguien y yo quiero ser libre —suelto sin más.

A veces la noche puede hacer que confieses tus más profundos.

—La verdad si, espero a alguien, pero eso no es de tu incumbencia. No sabía que querías ser libre. —se pasea dando unos cuantos pasos de adelante para atrás—. Yo puedo ayudarte con eso.

Rápido me giro hacia él.

—¿Lo dices enserio?

—Si, solo si me ayudas a hacer miserable este matrimonio.

—¿Qué ganaríamos con eso?

—Joshua quiere quedarse con toda el imperio familiar. Básicamente si yo me caso y duro un año en matrimonio pasara a mi directamente la herencia de su padre. Mi papá no me dará esa herencia lo conozco, a él solo le importa el poder y también una venganza.

—Tenemos que estar juntos por un año —no sé si aguantaré a este hombre un año.

—Así es, mañana mi padre traerá un documento que hará que lo firmes donde asegura todo y que además es un contrato de matrimonio por un año. Esta mañana me habló para comunicarme sobre está cláusula que llevara nuestro bonito matrimonio —dice «bonito» de una manera sarcástica—. Nos está usando a su antojo, estoy seguro que después de esto se deshará de ti. El a odiado a las subastas desde hace dieciocho años.

—Si el odia a las subastas ¿por qué comprarme?

—Sus planes retorcidos no tienen límite. Hagamos que nos llevemos bien frente a él y todo mundo. Por alguna razón te trajo y no se cuál es, hace años que las odia, nunca me ha interesado el por qué. Mi tío me contó que Joshua era el que le gustaba más asistir a las subastas.

—Me dices todo esto, pero sigo esperando que digas lo que quieres lograr —paso mi mano por el cabello despeinándolo.

—Quiero toda la herencia, contarle a mi abuelo lo que estaba planeando mi padre para quedarse con todo. Claro después que haya pasado el año. Teniendo todo eso haré lo que quiere, he vivido la mayoría del tiempo a la sombra de mi padre, todo lo que he logrado es debido a su dinero, ya no más.

—Solo eso —si todo tiene que ver con dinero.

Al parecer giro al rededor de puro dinero.

—También buscarla a ella. Mi papá me ha mantenido encerrado todo esté tiempo sin poder buscar más allá, de alguna forma siento que lo hace para que no pueda dar con ella —su corazón late por una persona en concreto, un motivo para querer salir de las garras de su padre.

—¿Me prometes ayudarme a ser libre? —pregunto para estar segura en que me ayudara.

—Prometo a ayudarte a ser libre sin que tengas que regresar al lugar del que saliste —me afrece su mano para estrecharla.

Una manera para firmar nuestro trato.

Dudosa la acepto.

—Entonces hagámoslo —digo firme.

—Juntos haremos un matrimonio feliz hasta que se llegue el día —he firmado un pacto con el mismo demonio de ojos azules.

Y cuando menos lo pienso el día de la boda llega.



🫧🫧🫧

Pero, ¡Vaya! Que aquí hay mucho misterio y secretos 👀.

¡Volví! Perdón por no actualizar el domingo, me enferme, aún lo estoy pero ya es menos. Me dio gripa, temperatura, dolor de cabeza y cuerpo 🥺🤧 si estuve mal, pero ya estoy mejor ❤️‍🩹.

Vi muchos de sus mensajes preguntando cuando actualizo o por qué no lo hice, esa es la razón. Recién acabe de escribir el capítulo.

No se olvidan de votar y comentar 🫶✨ que hice todo lo posible para traerselos lo antes posible.

Lo mejor se viene. ¡La boda!, ¿A dónde quieren que se vayan de luna de miel? Acepto sugerencias 👀

Aquí les dejo la referencia del vestido de Elaine.

Siganme por instagram sarahi_salinas04

Continue Reading

You'll Also Like

27.6K 1.6K 25
Cuando el telón se abre, el circo cobra vida... Yo solo quería un poco de diversión, distraerme de la vida rutinaria, y qué mejor manera de hacerlo q...
29.3K 1.6K 32
Historia corta. +18 Dark Romance Ficción Laberinto. Mundo fuera de lo común. Les explico cómo es estar en este sitio, es sofocante no poder hablar co...
1.1M 190K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
1.4K 146 19
Hanna es una joven desilusionada en el amor que se esfuerza por mantener una vida tranquila. Sin embargo, conoce a un encantador hombre involucrado e...