30 𝒹𝒾𝒶𝓈 𝒪𝒯𝒫 𝓈𝒶𝒾ℴ𝓊�...

By panta_de_tus_patas

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ᴇsᴛᴇ 30 ᴅɪᴀs ᴄᴏɴsɪsᴛᴇ ᴇɴ ʟʟᴇᴠᴀʀ ᴀ ʟᴏs ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ᴏ, ᴇɴ ᴇsᴛᴇ ᴄᴀsᴏ, ᴀʟ sʜɪᴘᴘ ᴀ ᴠɪᴠɪʀ ᴠᴀʀɪᴀs ᴇxᴘᴇʀɪᴇɴᴇɴᴄɪᴀs sᴇxᴜ... More

𝐴𝐵𝑅𝐴𝑍𝑂.
𝐵𝐸𝑆𝑂
𝐷𝑈𝑅𝑀𝐼𝐸𝑁𝐷𝑂.
𝐶𝐻𝑈𝑃𝑂𝑁
𝐶𝐻𝑈𝑃𝑂𝑁 ꧁𝑝𝑇.2꧂
𝑀𝐴𝑆𝑇𝑈𝑅𝐵𝐴𝐶𝐼𝑂𝑁 𝐴𝐿 𝑃𝐴𝑆𝐼𝑉𝑂
𝑀𝐴𝑆𝑇𝑈𝐵𝐴𝐶𝐼𝑂𝑁 𝐴𝐿 𝐴𝐶𝑇𝐼𝑉𝑂 .
𝐽𝑈𝐺𝑈𝐸𝑇𝐸𝑂 𝐶𝑂𝑁 𝐿𝑂𝑆 𝐷𝐸𝐷𝑂𝑆.
𝐹𝐸𝐿𝐴𝐶𝐼𝑂𝑁.
𝑀𝐼𝑆𝐼𝑂𝑁𝐸𝑅𝑂.
𝐸𝑁 𝐶𝑈𝐴𝑇𝑅𝑂.
𝑀𝐼𝐸𝑁𝑇𝑅𝐴𝑆 𝐿𝑂 𝑀𝐴𝑆𝑇𝑈𝑅𝐵𝐴.
𝐶𝑂𝑁𝑇𝑅𝐴 𝐿𝐴 𝑃𝐴𝑅𝐸𝐷.
𝐶𝑂𝑁 𝐸𝐿 𝑃𝐴𝑆𝐼𝑉𝑂 𝐸𝑁𝐶𝐼𝑀𝐴.

CAMBIO DE PAPELES

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By panta_de_tus_patas

Al temprano inicio de su relación, habían acordado quién de ambos sería el mayor causante de los encuentros sexuales y de la mayoría de las muestras de amor, quién tomaría el papel del hombre en la relación; y, como era de esperarse, el egocentrismo de Kokichi y la vergüenza e inexpertibilidad de Shuichi fueron las principales causantes de la decisión de que el papel del hombre se lo llevaría Kokichi pues él se creía el más apto para la situación.

En cambio, el papel de la mujer lo llevaría Shuichi pues él sabía que era tímido, e incapaz de hacer varias cosas que consideraba varoniles, sabía que no iban absolutamente con su manera de actuar. Con la decisión ya tomada iniciaron su relación hace algunos años teniendo eso muy en cuenta, tal parece que, Kokichi al ser la figura masculina en la relación era muy... Caliente cuando se trataba de demostrar amor a su contrario pues a menudo causaba un notable pero muy notable sonrojo en el rostro del de ojos amarillentos a causa de las peticiones que su pareja tenía para con él.

En ese momento de su vida, Kokichi decidió trabajar más para hacer bien su rol y Shuichi se quedaba en casa a la espera de su amor como lo haría una "buena esposa" pues él trataba más de complacer en el sentido indirecto las necesidades amorosas que tenía para su contrario, por otro lado, en la mayor parte de su relación el de ojos morados se mostraba muy intenso con su contrario, cosa que muchas veces llevaba a consumar el acto sexual por mucho que su contrario no lo desease por diversas razones.

Pero se quedaba callado, pues pensaba que esa era una manera de satisfacerlo de una forma más íntima a la habitual; fuese como fuese, la personalidad de Kokichi siempre le permitía hacer una estrategia ganar-ganar para usarla para sus propios objetivos, por muy malo que suene.

Ese día, Shuichi despertó un poco adolorido por las íntimas acciones que como siempre habían realizado después de la llegada de su gran amado a su hogar, ya estaba un poco acostumbrado a éste tipo de relaciones y sus largas duraciones. Después de un bostezo se incorporó de la cama con un poco de flojera pero era major su deseo que su amado coma la comida que era especialmente preparada de él y no de nadie más.

Por ello, comenzó hirviendo agua para su café que siempre tomaba, después planificó y tomó todo lo necesario para hacer el desayuno de la manera más delicada y bien hecha posible pues lo que haría, tomaba tiempo y más en su caso pues se trataba de unos hot cakes con algunas frutas encima   para ello, necesitaría de elementos escenciales para la pronta preparación del mismo, aunque sabía que le quedarían de la manera más deliciosa posible para su amado que, en esos momentos aún se encontraba dormitando en su habitación.

Después de media hora, aproximadamente finalmente terminó de hacer el desayuno y se disponía a servirlo en un plato para picar la fruta y ponerla en la comida ya preparada y agregarle un poco de miel y lechera para que le dieran un sabor dulce a lo que se estaba sirviendo.  Por el contrario, Kokichi se despertó unos pocos minutos después de que la media hora mencionada se ajustara en las manecillas del reloj digital que aguardaban en su habitación, despertó con un tipo de resaca corporal por la noche anterior pero se dió cuenta de que su lado derecho estaba vacío, complemente solo y únicamente se encontraba la almohada perteneciente a la persona con quién hizo más que el sexo la noche pasada.

Por ello, y con deseos de encontrarlo se levantó de la cama y se comenzó a vestir de la manera más sofisticada y elegante posible que pudo encontrar en su repertorio de ropa para poder tener una buena imagen a con su pareja quién le aguardaba un desayuno más que delicioso, aunque no lo sabía, acomodó todas sus cosas y se fué en seguida al baño al lado de la habitación para poder bañarse de manera un poco rápida pues deseaba conocer la expresión que su contrario pondría al notar la manera en que cómo se vestía; su opinión la consideraba siempre como una muy valiosa y de suma importancia.

Al terminar de realizar todo su procedimiento personal para bañarse, se vistió de una manera sutil y se acomodó el cabello de igual forma, incluso se delineó un poco el ojo para darle un poco de profundidad.
De la manera más tranquila y amorosa posible fué directamente a con su pareja quién no se dió cuenta de la presencia del contrario en la cocina que estaba pegada al comedor, por lo tanto casi al momento de voltear el penúltimo hot cake para él, sintió como unas manos lo rodeaban en su cadera, cosa que le hizo que por instinto la alzase de forma rápida, y que gima un poco por el conocido tacto que ya sabía de quién se trataba; del mismo modo, el de ojos morados le propinó un beso en en cuello desnudo del contrario haciendo que sus gemidos sean un poco más audibles.

- Buenos días cariño, te amo. – Con voz profunda y haciendo el tacto más profundo, Kokichi le mencionó lo anterior en el oído contrario sin alzar la voz, sino suavizandola para darle un toque de todo el amor que profesaba por el otro.

Por razones obvias, el de ojos amarillentos, se sonrojó terriblemente por las acciones pasadas provocando que por poco se le empieze a quemar el hot cake que estaba cocinando, por ello, lo volteó con sumo cuidado de no tirarlo en el intento.

- B-Buenos días, amor. – Al decirlo en un tono más que tímido, cosa que lo hizo sonrojar aún más.

Al notar la expresión y la actitud pasiva que como siempre adopta Shuichi, el contrario decidió voltearlo para que lo vea de frente justo cuando colocó el último hot cake en su plato. Al momento de  tenerlo de frente, lo tomó románticamente de los cachetes con su mano derecha y le dió un apasionado beso en los labios que involucró la lengua, cosa que provocó que rastros de saliva salieran de sus bocas, mucho más en la de Shuichi quién no pudo evitarlo y rodeó con sus brazos el cuello de su pareja para que el beso fuera más profundo y duradero, el contrario al notar lo anterior, tomó con fuerza de la cadera al   de ojos amarillentos para también profundizar el beso.

Al momento de casi perder el aliento, se soltaron de sus agarres dejando un hilo de saliva que daba testimonio de los actos tan vehementes que acababan de realizar, acto seguido, Kokichi tomando de la barbilla al contrario y mirándolo a los ojos, mencionó lo siguiente.

- ¿Cómo es que eres tan sexy siendo un hombre tan lindo? – Aplicó una voz seductora y relajada de nuevo, logrando su objetivo: sonrojar más a Shuichi.

Le dió un beso fugaz en los labios del otro para cerrar de la mejor manera la nuestra de amor pasada que hizo que finalmente ambos se separen de manera algo distanciada y mantengan en ellos únicamente el recuerdo de su pasiones. Acto seguido, Kokichi tomó asiento en la pequeña mesa de color café agradable que hacía contraste con el resto de la cocina de tonos de café cálidos en los bordes importantes de cada lugar; el que primero se sentó lo primero que hizo fué apreciar su comida, apreciar cada detalle con el que se iba a deleitar en momentos siguientes.

- Que gran comida, cariño... – Acabó de decirlo con una gran sonrisa en sus labios, que reflejaba con toda sinceridad lo que, realmente sentía el de ojos morados. 

- G-Gracias... — Por poco, no alcanzaba a escuchar lo anterior el contrario pero afortunadamente, sí lo escuchó. 

Al terminar de servir su plato, Shuichi se sentó justo enfrente de su pareja, como de verdad creía que debía ser, aparte quería observar un poco más de cerca la reacción de su contrario al momento de probar el primer bocado de la comida que había hecho con anterioridad. A consecuencia, obtuvo lo que realmente quería: la reacción de su pareja a con la comida que había preparado fue más que positiva pues la cara de su contrario se podía describir como una de asombro y de maravilla, por lo tanto, el de ojos amarillentos se llevó su mano hacia enfrente de sus muslos, en su entrepierna, para taparse con la blusa que llevaba puesta, la reacción de su cuerpo a reacción de su contrario, ya sabía que eso iba a pasar.

Era más que obvio que el de ojos morados ya sabía lo que sucedía con su pareja, no por nada le complacía tan seguido en el ámbito sexual que a menudo realizaban, también por eso no dijo nada pues sabía que la noche sería el mejor escenario para lo que tenían que hacer. Y aún así siguieron comiendo de manera tranquila y un poco caliente de parte de Shuichi pues este seguía con un mismo apetito sexual por la situación; cuando terminaron Kokichi rápidamente se alistó para ya ir a su trabajo y comprar como siempre un café en el camino y, por el otro lado, el de ojos amarillentos acomodaba los platos para comenzar a lavarlos cuando su amado se vaya. 

El ritual que siempre hacían era el siguiente: cuando el de ojos morados ya estaba en la puerta, su contrario iba de manera rápida y sin distraerse de otras cosas, a encontrarse con él de frente para que se den un beso como si fuera el primero que se dan desde el minuto número uno de que ambos quedaron como recién casados, acto seguido, Kokichi hacía acortar el beso quedando solo como un recuerdo rutinario de ambos el hacer esas acciones.

- Ya me voy, nos vemos amor – Con la misma sonrisa que daba confianza, el de ojos morados dió media vuelta mientras solo observaba a su contrario asentir con la cabeza en gesto de seguridad.

En cuanto el de ojos morados cerró la puerta tras de sí, Shuichi sintió la incomodidad de tener contacto sexual de alguna o de otra forma, por lo tanto, fue a paso cómodo a la habitación y, después de tender la y acomodarla abrió uno de los cajones que aguardaba en la pared izquierda de la habitación de color café opaco para poder así encontrar lo que estaba buscando: su dildo. Se puede describir como un pedazo de plástico en forma casi exacta a la del miembro de Kokichi (incluso con la medida aproximada de su miembro: 21cm), con vibrador incluído por dentro de la goma que lo cubría y un mango casi lleno de botones que indicaban la velocidad de vibración como si se tratase de una licuadora.

Ahí fué cuando cerró todo lo que había abierto pero seguía con el consolador en la mano, cuando se puso en cuatro en la cama y el de ojos amarillentos se colocó el dildo muy dentro de su entrada, cosa que obviamente le provocó muchos gemidos que no podía controlar.

- Ahhh, K-Kokichi ahhh, cariño está muy adentro, me voy a venir-

Con los gemidos anteriormente gritados casi de la boca de Shuichi, apretó las sábanas para sentir como un borboton de semen salía de su miembro para  que la saliva también saliera de su boca, quedó algo cansado y sacó el dildo rápido para dejarlo ahí y rápido acomodar y la ar todo para que, temprano prepare la cena para su amor que llegará más tarde a su hogar. Al momento de casi terminar, tuvo que dejar descongelar el pescado que pronto le prepararía a su esposo  mientras tanto, se acostó en la cama donde se encontraba aún ahí el dildo anteriormente usado, y sin darle importancia se sumió en un sueño profundo.

Al momento de despertar, faltaban dos horas y media para la llegada de su amor y, con algo de prisa se cambió a uno de sus trajes especiales para situaciones calientes y ésta vez se decidió por un babydoll de sirvienta que le quedaba muy ajustado. Era una prenda que consistía en dos piezas, haciendo un conjunto que consistía en una falda de 5cm de largo con sus respectivos adornos de mucama como lo serían su mandil en el centro y unos accesorios como un moño en medio del mismo que sobresalía de la prenda por lo corta que llegó a ser, que hacía que sus glúteos quedasen muy marcados y muy desnudos pues nada más se ponía debajo una tanga que apenas alcanzaba a cubrir su minimizado miembro; la otra pieza del conjunto se trataba de una blusa que era muy delgada y que se abrochaba por enfrente con un nudo simple, ésta tenía adornos típicos de una sirvienta como las mangas cortas color blanco y varios adornos más de color negro que lo hacían ver como un traje típico de una sirvienta.

Y, no podía faltar su pequeña diadema color blanco de olanes de encaje pues se la colocó en la cabeza cuidadosamente haciendo que su antena quedase sobresaliendo por detrás de el accesorio, además de su conjunto de medias color negro igualmente de encaje que hacían ver unos muslos muy grandes y marcados. Y, al finalizar las acciones que hizo para cambiarse fué a la cocina y preparó la cena para su esposo, como supo que la comida anterior le había gustado mucho, siguió haciendo su mayor esfuerzo para cocinar como lo había hecho en la mañana, ésta vez, preparó un Ramyeon de una forma que le quiso agregar un toque dulce y amargo a la vez para que el contraste de sabores le parezca agradable al paladar de su esposo. 

Agregó un poco de huevo cocido, algunas especias y, lo más importante fideos largos que simulaban un cabello de una chica y, como postre en el mismo caldo, agregó carne de cordero que estaba muy blanda para que de deshaga ya servida en el plato. Al momento de agregar un poco más de sal y probarlo supo que su esposo acababa de llegar porque escuchó la manija abrirse con las llaves que ya tenía Kokichi en su saco. 

- ¡Estoy en casa! – Dijo el de ojos morados casi gritando, así llamando la atención de su contrario que estaba ya en la cocina.

Con una sonrisa, el antes mencionado llegó de forma amigable a el comedor pegado a la cocina en dónde su esposo estaba preguntando sus alimentos. El de ojos amarillentos, volteó algo nervioso y solo empezó a sudar poco por la vergüenza que tenía de que su contrario lo viese justo como a éste le gustaba.

- A-Am, pues ya casi está la comida ya te puedes sentar, e-en un momento acerco todo. – Casi sin voltear a verlo a los ojos, Shuichi dijo lo anterior en voz baja intentando no sonar muy avergonzado por más que se notase.

Kokichi solo dió una asentida generosa con la cabeza y tomó su habitual asiento en la mesa para dos, fué entonces que el de ojos amarillentos se apresuró a servir el platillo que sería para él y tomar asiendo justo enfrente de su pareja, como lo habían hecho en la mañana y además era para observar con mayor detalle y más cerca las reacciones que tendría su contrario para con su comida. En ello, el de ojos morados dió un sorbo grande al caldo del Ramenyon el cuál le supo cómo un sabor muy picante pero a la vez dulce como si fuera un limón con una salsa especial echada encima; al momento de dar el primer sorbo, procedió a comer casi la mayoría de los condimentos servidos delicadamente en toda la extención del plato, lo cual se trataba de: el huevo cocido y partido, las algas que le daban un toque fresco a la comida junto con el jitomate partido en mitades completas como si fuera un limón, más aparte la carne de cordero que le daba un sabor suave y típico de la carne llena de caldo alrededor que se sentía como un lugar dónde Kokichi siempre querría estar.

Acabó con casi mucho desespero el plato por lo bien servido que estaba, no se esperaba que le supiera tan bueno, en pocas palabras, que lo satisfasga por completo, por otro lado, Shuichi apenas estaba comiendose los fideos de abajo del plato cuando notó que su contrario estaba deleitándose con lo anterior comido pues en su expresión se notaba mucho.
El de ojos morados no quiso decir aún nada sobre su anterior satisfacción, pues quería agradecerle de absolutamente todo a su pareja a su manera: en la cama; al momento de terminar el contrario, el de ojos amarillentos recogió ambos platos y el de ojos morados se disponía a tomar un baño después de todo lo que había comido, mientras su pareja mantenía limpia la cocina pero cuando el de ojos morados enfocó la mirada en su pareja, no pudo evitar pensar en lo bien que se veía, en lo lindo y sexy que se había vestido. Una vez más, supo que lo daría todo en la cama.

Por un lado, Shuichi pensaba en lo mismo, pero pensaba que no habría nada de romance, dudaba sobre aquello aunque en ocasiones pasadas, había más romance que sexo casual entre ambos sabía que tenía asegurado ese tipo de tratos cuando Kokichi llegaba de su trabajo con aspecto enojado, ahí era cuando se ponía rudo e intenso en la cama y hasta algo masoquista causándole dolor algunas veces, pero se callaba porque sabía que así lo ayudaba de algún modo aparte cada vez que llegaba así concordaba el vestuario que decidía vestir pues llevaba uno más ajustado y que no dejaba absolutamente nada a imaginación del contrario. Pero, por el otro lado, el de ojos morados se decidió masturbar un poco con si quiera imaginarse la vez que su pareja le había consentido una felación en la bañera, de solo imaginar los ojos del contrario puestos en los suyos mientras chupaba con gran esfuerzo su miembro y, las miradas que le proporcionaba a éste cuando ya terminaba de recibir todo su semen y era hora de limpiarlo; sabía que ya estaba más que listo para que, esa noche como muchas otras, tuvieran ese tipo de acercamiento de nuevo.

Cómo era costumbre, Kokichi salió de la bañera con una única prenda: un bóxer colo negro que le lograba cubrir su miembro con totalidad, sabía de antemano que al poco tiempo se despojaria del mismo; caminó hasta la cocina pero vió todo muy en su lugar pero estaba desolada así que solo apagó las luces en su totalidad y se dirigió a la habitación de ambos para solo ver a Shuichi con una mordaza y sus manos atadas en una posición boca abajo en la cama para que se sorprenda y cierre la puerta tras de sí para ir a la cama a calmar a la persona que era su mundo entero.

- No planeaba verte de esa manera, mi amor. – Mencionó en voz clara al contrario que estaba volteandole la cara.

El de ojos morados lo tomó del hombro para alzarlo y quitarle la mordaza que tenía asegurada en contra de su boca de manera suficiente para que no pudiera decir palabra alguna, cuando el antes mencionado se la quitó su contrario quedó con la lengua de fuera completamente llena de saliva a causa de todo el tiempo que se mantuvo de esa manera. Al no poder resistirse, el de ojos morados le propinó un beso apasionado nuevamente que hizo que soltasen saliva, mientras que, las manos del dominante fueran directo a las manos contrarias para que las liberase del agarre fuerte de una manera como si supiera cómo lo había hecho exactamente.

En el primer momento en que tuvo las manos libres, el de ojos amarillentos las puso alrededor del cuello de la persona que le estaba probando un rico y caluroso beso, hasta que se separaron finalmente.

- Perdón p-por pensar así de tí... Cariño.

- No te preocupes, ahora sabrás cómo quiero hacerte mío de verdad.

Un sonrojo invadió la cara casi pálida del contrario para que ambos caigan de espaldas y de frente en dónde el dominante siguiera con las caricias dando un viaje que fué desde el cuello, seguido del pecho, hasta su estómago dónde se detuvo por la ropa y levantó la pierna derecha de su contrario para empezar a besar, lamer y morder por lo bajo; levantó la falda contraria para encontrarse con una entrada aún un poco cerrada y de un color rosado que se contrastaba con el color de pezones y labio de su pareja, sin perder tiempo, insertó el miembro en la antes mencionada entrada de manera lenta pero profunda cosa que hizo que el contrario se arqueara y diera un gemido al sentir de nuevo el miembro que tanto le daba amor en ese instante, pues lo sentía recorrer sus zonas más profundas que, aunque ya se habían recorrido con anterioridad seguían provocandole esa sensación de cuando fué la primera vez que lo disfrutó tanto que lograron llegar a la ronda número 5 de la noche.

Kokichi no dejaba de mirar la cara de exitacion y de placer que su contrario siempre dibujaba en su rostro cada vez que éste le propinaba hacer el amor de una manera aunque dura le sabía aplicar su toque apasionado y cálido, cosa que hacía gemir con intensidad al de ojos amarillentos cada que esos momentos se presentaban en sus rondas sexuales y sabía que esa no era la excepción pues él mismo sabía que la sensación lo tenía a sus pies y que el tipo de estocadas que le daba el contrario eran particularmente más reguladas pues era la primer ronda de la noche y quería que la entrada contraria se dilatase hasta conseguir que sea lo suficiente extensa para cuando al contrario le tocara hacer su trabajo.

Sin embargo, con la práctica de este ejercicio conseguirlo era más que sencillo para el dominante de la situación quién estaba a escasos minutos de correrse, causando un aumento en las estocadas que daba en el momento en que su contrario abría más las piernas. Para cuándo había soltado su semilla en la primer ronda, el de ojos morados le mencionó algo a su pareja que este quería escuchar.

- Es tu turno de hacerme sentir de la mejor manera, cariño. – Al decir eso sólo se hecho en la cama matrimonial boca arriba y con las manos puestas firmes en su cabeza para relajarse.

La verdadera razón por la que Shuichi se encontraba en esos ropajes era para conseguir que su contrario quiera que él le propine placer a cambio de existir, por eso cuando escuchó la anterior solo sacó una sonrisa tímida de su interior y rápidamente se puso encima de su contrario pasando sus piernas por entre la cadera del de ojos morados para así montarlo de una manera un poco seductora para el de ojos amarillentos, así él mismo tomó el miembro contrario para insertarlo en su propia entrada con una mano, al principio no se movió tan fuerte como lo hacía su pareja, tomó un ritmo despacio cosa que generó tranquilidad y relajación a el activo en la situación pero que pronto se esfumaria debido al esfuerzo por hacer sentir bien a quién tanto amaba Shuichi.

Ese momento ocurrió de manera repentina e inició debido al incontrolable deseo que había adoptado el de ojos amarillentos hace unos momentos pero el contrario sabía que tarde o temprano iban a dar por concluida la segunda ronda de la noche que, posteriormente sería el final de su maravillosa velada que ambos acababan de consumar. Aún así, Shuichi no dejó sus movimientos atrás y siguió con su trabajo que, aunque quería más, mentalmente sabía que ninguno iba a aguantar semejante deseo que por cierto, no era eterno y podía esperar para la siguiente noche de pasión que se volviera a suceder entre ambos; mientras tanto, el antes mencionado seguía sintiendo como nunca aquellas sensaciones que muy bien conocía y que eran producto de el gran miembro que en esos momentos aguardaba en su entrada que lo apretaba con fuerza, aferrándose a lo que estaba tomando como suyo, a lo que le pertenecía y a lo que nunca podría cambiar aún sí fuera estúpido poner su vida en peligro por la persona a quién se animó a besar aún en esos momentos, provocando que este se desate de su agarre para con su cabeza y le corresponda el beso que el contrario deseaba.

Formaron un ritmo suave y tranquilo después de sentir la lengua ajena en su cavidad bucal, lo que hizo que se suavizaran las estocadas y el ambiente de pasión a uno más romántico después de terminar ese beso erótico solo fué cuestión de mirarse a la cara y obtener un contacto visual de la mejor manera en la que lo pudieron haber dado, a ello, el de ojos amarillentos siguió dando algunos gemidos pues el falo del contrario aún estaba en su entrada de la cuál ya estaba algo estirada pero que, aún así se ajustaba a la media de este y que hacía su mejor esfuerzo por mantenerlo ahí provocandole más placer del que sabía podía desear.

De un momento a otro, y aún con ese ritmo suave Kokichi tendió a correrse al fin sobre toda la cavidad anal del contrario haciendo que incluso su miembro se resbale por el líquido que ahora estaba adentro de la entrada antes mencionada y, con ello simplemente se relajó y se dejó caer en señal del cansancio que lo atacó en ese momento. Al notar las acciones contrarias, Shuichi se recorrió para la altura del miembro que momentos antes estuvo en su entrada, más sin embargo esto no le importó y procedió a chuparlo de manera muy suave, de tal manera que sabía que le gustaba al contrario cosa que hizo que este se pusiera a respirar agitado.

- S-Shuichi, cariño h-harás que me corra de nuevo-

Sin importarle las palabras de su pareja, el antes mencionado comenzó a dar sus estocadas más rápido masturbando también con sus manos a el gran miembro que aguardaba en su boca. Tal y como mencionó el de ojos morados, después de unos segundos más se corrió en toda la extensión de la boca de su contrario, haciendo que, cuando retire el miembro que antes estuvo bien adentro en su boca y así, lo dejo de lado para recostarse al lado de la persona a la que más amaba y a la que nunca dejaría, tan solo Kokichi lo volteó a ver asombrado y el contrario tomó su mano derecha para entrelazarla y sonreír pues se sentía feliz de compartir ese tipo de momentos con su amado Ouma Kokichi.

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