Tras haber llorado como Magdalena y que Suho me contuviera, nos dirigimos a la salida de la escuela.
Allí nos encontramos con Song Kang, quien vino porque mi amigo lo llamó.
– ¿Un plan? – dije – ¿Cómo haremos eso?
– Te lo explicaré luego – dijo Suho – Pero no aquí, hay ojos y oídos por todos lados.
– ¿Entonces dónde? – dije.
– Vamos a mi casa, después de la escuela – dijo Suho – Allí nadie podrá molestar.
– Genial – respondió Kang – Nos veremos aquí mismo.
Kang se fue. Suho y yo entramos a clases pues aún no terminaba la jornada.
La clase terminó y salí a los pasillos. Me dirigía a la cafetería cuando me topo con alguien.
– Así que hablaste con Han Seojun, por lo que me han contado... – dijo burlesca Eun-ji.
– Vaya que te diviertes – dije molesta.
– Confieso que su pequeña discusión de parejas me ha divertido mucho, sobre todo porque su motivo soy yo – dijo – Hubiese dado todo por estar allí.
– ¿Él te lo contó?
– Sí – respondió – Al principio se negó e incluso se enfadó conmigo, pero al final escupió todo.
– ¿Estaba triste?
– Sí, bueno... No demasiado – dijo – No creas que le importas mucho.
Decidí ignorar su comentario e irme, aunque al parecer tiene razón.
La actitud de Seojun me ha hecho dudar de sus sentimientos por mi, cuando sepa la verdad veré su actitud.
Si vuelve arrepentido no se lo dejaré fácil, haré que implore mi perdón de rodillas.
Mi teléfono sonó, lo revisé y era un mensaje. Me distraje solo un momento y choqué con alguien.
– Uy, lo siento – dije – Yo...
Cuando levanté mi mirada ví a Seojun.
– Mi-rae... – dijo – Respecto a lo que te dije antes...
No lo quise seguir escuchando y me di media vuelta. Para alguien que no quería volver a verme en su vida a cambiado muy rápido de opinión.
Sinceramente no sé que somos ahora y tampoco me importa. Estoy bastante enojada por todo y con todos.
Lo único que sé es que tengo sed.
Sed de venganza.
Entré al salón y me encontré con Chorong.
– Esta no es tu clase – dije.
– Acabo de ver a Seojun – dijo – Me contó lo que sucedió con Eun-ji, al parecer no sabe que hacer.
– Yo sé lo que puede hacer – dije – Irse a la mierda junto con ella.
– Estoy de tu lado aunque no lo creas – dijo Chorong – Conozco a Seojun y sé que está arrepentido de la pelea.
– ¿Acaso eres su paloma mensajera? – dije molesta – Si viniste a hacer recados es mejor que te vayas.
– No vine a eso – dijo – Quiero ayudarte, pero para eso debes contarme lo que pasó.
Por un momento dudé en hacerlo, pero finalmente acepté. Le conté a Chorong lo sucedido y este aceptó ayudar.
Le mencioné el plan que armariamos con Suho y decidió unirse.
Salí del aula un poco más contenta, pues tengo otro aliado para llevar a cabo el plan.
Caminé por los pasillos un buen rato, cerca a las escaleras me encontré con Gowoon.
– ¡Unnie!
– Gowoon.
– ¿Está todo bien? – dijo preocupada – Noté cabizbajo a mi hermano.
– No está nada bien...
Le conté la disputa que tuvimos y como terminaron las cosas. Gowoon estaba molesta con Seojun por la posición que tomó y juró golpearlo al llegar a casa.
Decidí contarle el plan que Suho haría y quiso participar.
Así que ahora somos cinco.
– Nos vemos a la salida unnie.
– Nos vemos.
Me despedí de la menor y seguí caminando por los pasillos.
Entré a las últimas clases, una vez terminamos me dirigí a la entrada como habíamos acordado.
Todos los involucrados llegaron. Fuimos a casa de Suho.
Nos sentamos en la sala de Suho, este nos trajo bebidas y picadillo.
– Bien, ahora a lo que nos convoca – dijo Suho – Mi-rae, sé que haz hecho esto muchas veces, pero necesito que vuelvas a contar todo de principio a fin.
Nuevamente conté todo lo ocurrido con Jun Eun-ji. Desde el día en que la conocí hasta ahora.
Todos escucharon atentamente y sin interrupciones.
Cuando llegué a la parte de Seyeon, no pude evitar ver como los ojos de Suho se empañaban un poco y sus puños se cerraban con fuerza.
No omití ningún detalle sobre aquello. La llegada de Eun-ji, mis temores confirmados, sus amenazas y manipulaciones, el accidente de las escaleras.
Lo único que no dije fue la discusión que tuve con Seojun y en la cual terminé llorando. No quería que supieran de eso para no entrometerse.
– Gracias – dijo Suho – ¿Quedó todo claro? ¿Tienen alguna duda?
– ¿Dónde podemos comprar un arma? – dijo molesto Kang.
– Eh... C-creo que es ilegal – dije – Sobre todo para estudiantes.
– Cálmate Kang, debemos pensar con la cabeza fría – dijo Suho – Al igual que tú, la odio, pero ella no está enterada y eso me da ventaja – siguió – Si descubre que estoy ayudando a Mi-rae, sacará partido de eso y todo se arruinará.
– ¡Eso no significa que un arma sea una mala idea! – reclamó Gowoon – Es una manera más rápida de "tranquilizarla"
– Sigue Suho – dijo Chorong.
– De acuerdo – dijo el mencionado – Encontré una forma de que Eun-ji pagué por todo el daño que a causado sin tener que matar a alguien.
Miré a Gowoon y Kang, quienes no querían solucionar esto por la paz.
– Si me dejaran esto a mí, podría arreglarlo más rápido – dijo Kang.
– Ya basta – dije – El objetivo no es ir a la cárcel.
– ¡Ella no hace las cosas de forma brusca! – dijo Suho – Siempre va con cautela, es por ello que debemos hacer lo mismo.
– ¿Y cómo haremos eso? – dijo Chorong.
– Lo mismo digo – dije – No sé como hacer para que caiga.
– ¿Por qué no hablamos con su manager? – dijo Gowoon – Y así lo convencemos de que la deje.
– El problema es que no tenemos su número de teléfono – dije – No sabemos ni su nombre.
– Podríamos investigar – dijo Kang – Quizás aparezca en su disco o su página web.
– ¿¡Me dejan hablar!? – gritó Suho.
En ese mismo momento el silencio reino el lugar.
– Para que ella quiera abandonar a su manager debemos buscar una mejor oferta – dijo – He pensando en proponerle un mejor partido – siguió – Un manager de mejor envergadura y capaz de proteger a su estrella a toda costa.
– ¡Oye! – reclamé – ¡Quiero vengarme! ¡No darle un premio!
– ¡No me interrumpas! – dijo molesto Suho – ¡Hablo de lo que debemos hacerle creer! ¡El manager que vamos a proporcionarle será Song Kang!
He visto como Song Kang escupe la bebida que estaba tomando.
– ¿¡YO!? – exclamó – ¡Pero no tengo pinta de manager! Además, seguramente ya me ha visto por la escuela.
– Estoy de acuerdo con Kang...
– Ya basta – dijo Suho – Con un buen cambio de look nadie notará que es Kang, será perfecto.
– ¿No lo habrá visto ya? – preguntó Chorong.
– Claro que no – respondió Suho – De otra forma no lo hubiese propuesto si no contaba con ese detalle – siguió – Ella jamás lo ha visto, siempre está junto a Jukyung y las demás quienes tampoco conocen a Kang – dijo – ¿Quién más podría ser aparte de él?
– ¿Entonces haremos eso? – dijo Kang – ¿Me convertirán en un manager de poca monta?
– ¡Es lo mejor! – dijo Suho.
Le dimos los últimos detalles al plan. Quedamos en hacer grupos para mañana y dividirnos.
Un grupo deberá buscar el vestuario para Kang mientras el otro buscará información de los managers de la escuela.
He hecho dupla con Suho, él y yo buscaremos información mientras que Gowoon, Kang y Chorong se encargarán de buscar un traje para el "manager"
Al día siguiente, después de clases, esperé a Suho en el pasillo.
– ¿Estás lista? – dijo Suho.
– Sí – dije – Pero, ¿dónde podemos encontrar información sobre eso?
– En la biblioteca y el aula de computación – respondió.
– ¿Crees que nos permitan revisar ese tipo de información?
– Solo debemos mentir, diciendo que es parte de un proyecto o lo vemos como posible profesión.
– De acuerdo – dije – Vamos.
Nos dirigimos hacia los lugares correspondientes.
– ¡Oh! – exclamó Jukyung – Veo que se han vuelto unidos.
No contesté, simplemente desvié la mirada.
– La ayudaré a estudiar matemática – respondió Suho.
– ¿Oh, enserio? ¿Puedo ir con ustedes? – dijo – Yo tampoco entiendo mucho.
– Creí que estabas decepcionada de mi – dije fría – Es por ello que me evitas, ¿qué te hizo cambiar de opinión?
Jukyung abrió los ojos como platos.
– Mi-rae...
– Descuida – dije – No te quitaré al chico, solo me ayudará a estudiar – seguí – Además, si te tranquiliza, no es para nada mi tipo.
No le dejé oportunidad para contestar y me fui. A mi lado llegó Suho.
– ¿Así que para nada tu tipo? – dijo burlesco – Auch.
– Mentiras no dije – bromeé.
Seguimos avanzando hasta llegar a nuestro destino.
Estábamos a punto de entrar a la biblioteca, de pronto alguien se interpone.
– ¿Qué hacen aquí? – dijo molesto el director.
– Venimos a la biblioteca señor – dije.
– ¿Acaso no está enterada? – dijo él – Los estudiantes castigados no pueden ingresar a los materiales.
– ¿Castigo? – pregunté – ¿Por qué?
– ¿Y todavía lo pregunta? – siguió el hombre – Empujó a una de sus compañeras por las escaleras, eso ameritaba expulsión, pero Eun-ji tiene tan buen corazón que no quiso presentar cargos.
Si claro, buen corazón.
– Está bien – dije rendida – Me iré.
– ¿Puedo pasar yo? – dijo Suho.
– Si se junta con una chica de este tipo, quiere decir que no vale más que ella – dijo el director – Lo cual es una pena pues es muy buen estudiante.
¿¡Que dijo!?
Suho mascullo algo, tomó mi brazo y salimos de allí.
– ¿Quién se cree que es? – reclamó Suho – ¿Cómo se atreve a hablarte así? ¿Acaso te conoce? ¿Y negar el acceso a material estudiantil?
– Ya déjalo – dije – No me importa, mejor demos una vuelta y lo volvemos a intentar más tarde.
Dimos un par de vueltas vigilando si el director abandonó la biblioteca.
Cuando nos percatamos que lo hizo, entramos al aula.
Nos dirigimos a un computador apartado. Buscamos toda información posible, sobre la carrera de Eun-ji en el extranjero e información sobre managers para así preparar como se debe a Kang.
– Espero sea suficiente – dijo Suho.
– Lo es – dije – No te preocupes.
Salimos de la escuela y nos dirigimos a casa de Suho. Al poco rato llegaron los demás.
Empezamos a preparar a Kang. El traje que compraron era perfecto y encajaba bien con la descripción de un manager, para evitar ser reconocido se puso lentes de sol.
¿Enserio cree que pasará desapercibido solo con cubrir sus ojos? ¿Cree que todos son ciegos como en Miraculous?
En fin. Le pedimos que ensayara sus diálogos pues mañana se presentaría en la escuela y buscaría a Eun-ji.
Cuando terminamos de preparar todo, cada uno se fue a su casa.
A la mañana siguiente me alisté para la escuela. Traté de pasar lo más desapercibida posible, cosa que nadie sospeche de mi.
Llegué a la escuela y me junté con Chorong y Gowoon. Faltaba que llegasen mis dos amigos.
– ¿Saben de Suho? – pregunté.
– No, no lo hemos visto – respondió Chorong.
Me adentré al edificio, en el pasillo me topé con Soojin.
– Hola...
– Hola.
– No te vi ayer – dijo – Fue extraño.
– Pensé que no querrías – dije – Todos me dejaron en claro eso.
– Sí, bueno... Estaba molesta – dijo.
Ja, ¿qué le ocurre a todo el mundo?
¿Por qué actúan tan amables?
Seguí mi camino. De pronto, alguien se interceptó.
– ¿Vas a dejar de evitarme? – dijo Seojun.
– No lo he hecho hoy – dije fría – No te he visto.
– ¿Por qué antes lo hacías?
– Me pediste que no me acercase más a ti, es lo que hago – dije – Además, también estoy evitando toparme con la gente que te importa.
No lo dejé contestar y me fui.
Seguí caminando por el pasillo.
Recibí una llamada de Suho.
– Mi-rae – dijo al otro lado – Aún estamos preparando a Kang, de momento te pido, de hecho no – siguió – Te exijo que no te metas en problemas.
– ¡Está bien! – dije – Evitaré a toda costa meterme en problemas.
Corté la llamada, estaba dispuesta a caminar pero alguien tomó mi mano y me arrastró a un salón.
– ¿Podríamos hablar solo cinco minutos, por favor?
– ¿Por favor? – dije extrañada – ¿Estás enfermo?
– ¿Si o no? – insistió Seojun.
– Creo que la respuesta está más que clara.
En un abrir y cerrar de ojos me he encontrado acorralada contra la pared, con el brazo de Seojun por encima de mi cabeza.
Mierda, el corazón me late a toda velocidad.
– ¡Escúchame maldita sea! – exclamó – ¡Lo siento, me dejé llevar! ¡Nunca debí decirte eso!
– ¡Déjame ir!
– ¡No hasta que me dejes terminar!
– ¡Entonces termina! – dije – ¡Anda! ¡Te escucho!
Él simplemente me miraba a los ojos sin contestar.
– Bien, veo que terminaste – dije – Ahora me voy.
Saqué su brazo y comencé a salir.
– Es una oportunidad que no se presentará dos veces – dijo – Una conocida sacará su propio álbum y quiere que participe en el – siguió – Si como tu dices, quieres lo mejor para mí, deberías apoyarme... Se supone que eres mi novia.
– ¿¡Novia!? – exclamé molesta – ¿¡Ahora soy tu novia!?
– Estás reaccionando de la peor forma posible y sobre todo contra una persona que no te ha hecho nada – dijo – Mintiendo.
– No he mentido – dije – Y aún así no comprendo la situación, desde que empezaste a ocultar cosas lo nuestro se deterioro, hice todo lo posible para llevarme bien con ella pero no pude – seguí – Realmente lo intenté, sobre todo porque ella es alguien que te importa.
– Mi-rae, lo que dije fue sin pensar – dijo – Eres importante para mí.
– ¿Enserio? Pues no lo parece – dije – No comprendo que pongas todas tus esperanzas en una chica que te hizo sufrir en el pasado.
– Ella solo escogió su carrera – dijo – Yo hubiese hecho lo mismo.
– No – dije – Te conozco, y sé que nunca dejarías de lado a nadie o bueno, eso pensaba.
Se quedó callado.
– No sé que pasa por tu cabeza ahora mismo Seojun – dije – Dijiste que volverla a ver no te producía nada pero mentiste y yo no soy segundo plato de nadie.
Seguía sin contestar.
– Ahora eres el chico que me gusta y con el que quiero estar – dije – Pero tú, ¿quieres estar conmigo?
– ¡Claro que sí!
– Pues demuéstralo – dije – Porque por ahora, lo nuestro se acabó – seguí – Hasta que no sepas lo que quieres, no me busques.
Me fui del salón sin dejar que respondiera.
Me dolió decir esas palabras, pero no puedo estar con él si no estoy segura de sus sentimientos.
Si realmente me quiere, lo demostrará. Por ahora, debo seguir el plan.