— Puedes estacionarse aquí. — pidió TaeHyung sonriendo — vivo en aquella casa, ¿verdad que es bonita?, Namjoonie decidió vivir por aquí ya que el cachorro tiene mucho espacio, usualmente los autos no pasan por aquí y podrá jugar en paz
BaekSoon sonrió escuchando al castaño, quien siguió parloteando algunas cosas
— TaeHyung — llamo el peliplatinado saliendo del auto — es hora de irnos.
— cierto, gracias por todo Baek.
— no hay de que, nos vemos en la siguiente cita.
— ¡adiós! — despidió ya fuera del auto
La Omega sonrió comenzando a conducir, observando por el espejo retrovisor que yoongi estaba con el Omega preñado, ambos entrando en la acogedora casa. BaekSoon observó su ubicación dentro del GPS, conocía un lugar que podría o no ayudarla a despejarse de sus pensamientos, volvió su atención en el timón, comenzando su desviación.
Habían muchas cosas que estaba sintiendo, y entre ellas el enojo, rabia, tristeza, odio y vergüenza.
Todos y cada uno de esos sentimientos eran para ella.
Le enojaba retener esos sentimientos.
Le daba rabia que le vieran la cara.
Le daba tristeza sentirse inservible.
Se tenía odio por permitir todos esos tratos.
Y por último y más importante
Se daba vergüenza.
Detuvo el auto ante la luz roja en el semáforo, observó que a sus lados que algunos autos se movilizaban como cada madrugada, todo parecía comenzar como otros días, entonces unos toques en su ventana rompieron esa burbuja de pensamientos, en cierta parte, lo espera. Sonrió hacia la ventana observando a su amigo, este le devolvió la sonrisa entrando en el asiento de copiloto
— vamos. — pidió abrochado el sintieron de seguridad — puedes estacionarse frente al café.
— Hola, Baek, ¿Cómo estas?, Oh jimin, ¿cuánto tiempo paso ya?, ¿Dos?, Oh que magnífico es volver a verte. — exclamó sarcásticamente
— okey, okey, entendí. — quejo el rubio, poniéndose el cinturón de seguridad — te ves más hermosa que en ese entonces...
— ¿estás viéndome a mi?, Eh llorado toda la noche y mi ropa está desarreglada. ¿Te estás burlando?
— claro que no, Dioses — excusó apretando sus cabellos — voltea en esta esquina y estacionate en ese café, ¿Te siguen gustando el frapuchino?
— Nunca dejará de gustarme. ¿Es tuyo?
— No, es de un familiar, está de viaje este mes, aunque consideraré renunciar, ya me debe un mes de mi paga, dejando eso de lado, siempre decías que nunca tenías tiempo, por eso nunca te invite algo, eh practicado más y debo decirte y advertirte que mi frapuchino es el más delicioso.
— eso es fantástico... — respondió estacionando el auto, observando al rubio bajar del auto al mismo tiempo que ella — perdón por molestarte.
— no lo haces, hoy es un dia muy tranquilo, puede que mañana este algo ocupado, pero hoy no hay muchas personas que vienen en la mañana, tengo por lo menos cuatro horas libres.
— que bien que tengas tiempo, porque... ¿Recuerdas la propuesta que me diste cuando nos conocimos?
Jimin sintió sus mejillas calentarse abriendo los ojos lo más que podía — para él era algo vergonzoso —para después asentir con la cabeza frunciendo el ceño.
¿Como es que ambos se habían conocido?
Los dos habían estado en la misma universidad, se habían conocido en el primer ciclo del área de psicología, siendo jimin quien se acercó a ella con todos los instintos de un alfa desesperado.
— ¿y-ya no te duele?
— Me duele mucho, mi amor, ¿Me das un besito?
Jungkook estiró sus labios con claras intenciones, pero Jung Hoseok no era alguien con ese tipo de confianza, no después de todo lo nuevo que le estaba ocurriendo
— a-ah, ¡No! — chillo tirándole un puñete en el pómulo derecho.
Jungkook cayó nuevamente en el sofá de su departamento, ¿Qué es lo que tenía que hacer para que ese Omega lo quisiera como aquella noche de pasión?
— ¡perdón!, ¡Perdón, jungkook! — se disculpo dejando un rápido besito en el pómulo — tal vez un hielo ayude mejor.
El pelinegro pensó si era justo seguir siendo golpeado a cambio de los besitos de su pareja. Jungkook hizo un puchero al no recibir lo que pidió, se dispuso a quedarse en su lugar a esperar por el Omega, quien con mucho cuidado y delicadeza, deslizó el cubito de hielo por su labio y pómulo hinchado.
— ¿Te duele si lo paso?
— ¿Eh? — pregunto sin mucha atención, para después fingir dolor — ¡Ah!, Si, duele~ — lloriqueó falsamente
Después de toda una mañana de papeleo, quedaron en que seokjin estaba vetado del bar, jungkook no puso denuncia alguna, solo lo dejo pasar, aunque Hoseok le pidió que hiciera lo correcto.
— siento mucho que él te golpeara.
— da igual. — negó sin mucho interés — me siento algo culpable de seguirle la pelea, pero me enojo mucho que lastimara a BaekSoon, ahora es mi familia y no quiero que nada los lastime.
— desconozco mucho al seokjin de ahora — confesó el pelirrojo bajando su mirada hacia sus piernas — tengo miedo de que se vuelva de esos lobos sin control
— no es la edad de piedra, él es suficientemente fuerte como para volverse ese tipo de lobo, solo fue un inconveniente.
Hoseok asintió con un sonido corto, para después jugar con sus dedos sobre su pantalón, el alfa sonrió tomando el mentón del pelirrojo, conectando sus miradas
— no te sientas mal, sonríe mi amor, ahora comenzaremos algo nuevo con nuestro cachorrito, si te sientes triste el bebé se asustará. — Hoseok hizo una mueca incomoda para después sonreír
El alfa sintió el aroma a fresas, pero no con aquel toque dulzón, en su lugar era uno ácido
— ¿por qué te llama hermano? — cambio de tema mientras lo soltaba
— ¿Eh?, Ah, no lo sé realmente, conocí a seokjin cuando papá entro a prisión...
Hoseok sintió un poco de pena al mencionarlo, sin embargo, al darce cuenta que jungkook parecía tranquilo con aquella información, continuo de manera relajada
— seokjin siempre traía una carta que le entregaba mi papá, y gracias a él nos comunicamos, no es que no quisiera visitarlo — defendió apretando sus labios — él no quería que yo fuera.
Recordó a su querido padre, un hombre tranquilo, amable, amoroso y atento. Un buen padre...
— ¿Si te diste cuenta que mi tía es muy estricta con su manera de ser para no tener que pasar vergüenza en distintas situaciones?, Bueno, ambos crecieron con una familia muy estricta del que dirán, papá pensó hasta en cambiarme de apellido para que yo no pasará vergüenza, pero no lo hizo.
— talvez tu padre le agrado mucho a seokjin y él se sintió cómodo con su persona y lo considero como un padre
— eso es imposible, seokjin tiene un padre que quiere mucho, siempre va a visitarlo.
— tiene solo cinco minutos. — hablo el policía de seguridad, adentrando a seokjin hacía las gastadas sillas de visitas, quienes eran acompañadas por unas mesas iguales de deterioradas, donde lo esperaba un hombre igual de guapo y fuerte que él.
— solo necesito un minuto. — respondió el alfa sin ánimo
— como diga.
Y sin mas que decir, el hombre regreso al lado de la única puerta de entrada.
— valla, hijo mío. — saludo el mayor sin levantarse de la silla, observando al menor sentarse frente a él — ya era hora que vinieras a visitar a tu amado padre
— ¿Sigues diciendo payasadas?
— solo digo verdades, solo me tienes a mi, tu estúpida madre nunca pudo hacer algo bueno por ti.
— fuiste tu quien mató a mi madre. — gruñó sin mover ningún dedo, no quería exaltarse, pero el hombre no parecía ayudar
— y... ¿Me vas a decir que ella siquiera era una contigo? — interrogó, sonriendo por el silencio que le brindaba el alfa menor — ¿Cómo está tu hermano?
— él tampoco es tu hijo.
— ambos son mis hijos. — gruñó el mayor apretando sus puños
— no metas a Hoseok en esto, su padre era alguien que tú nunca llegarás a ser.
— admito que él era alguien superior a mi en paciencia pero... — asintió tratando de volver en calma — él también fue un idiota que se dejó mandonear por una Omega inservible
— ¡Deja de hablar así de mi mamá! — gruñó golpeando la mesa
— ¿y la sigues defendiendo?
— ¡ya!, ¡Todo esto es tu culpa! — volvió a gruñir, volviendo a golpear la mesa, un guardia se acercó, por lo cual bajo su aroma a enojo, aplastando su rostro con sus palmas — Por tu culpa soy tan impulsivo como tú
— lamento que herederas eso. — hablo el canoso mientras palmeaba lentamente la mesa, como si sus manos demostrarán el afecto que quisiera dar a su hijo — aunque tienes que admitir que también heredaste la hipocresía de tu madre, seokjin, eres el resultado de un juego tan estúpido, como tu madre.
— No sé ni por qué vine aquí — se lamento poniéndose de pie — juro que voy a matarte.
— inténtalo hijo, aunque ahora que ya eres todo un policía y pronto detective, se te hará más fácil sacarme de aquí.
— solo te faltan unos años, aguanta si puedes. — gruñó dándose la vuelta — No te sacaré de aquí nun-...
— No me entiendes, quiero salir ya. — seokjin lo ignoro dando un paso, siendo detenido por el brazo del mayor — hijo, lo que hice fue por los dos, tu madre jugaba a qué podía ir de aquí a allá. Esa zorra creía que podía jugar con ustedes
Seokjin recordó, recordó como ella volvió a el después de mucho tiempo mostrandose como algo que supuestamente era, su madre.
— podía desaserse de nosotros jugando a la indefensa, era una buena manipuladora, solo era una maldita piedra, estorbando a todo mundo, ¿sabías que estaba saliendo con alguien más?, Esa estúpida-...
— ¡ya! — la mesa de acero se dobló a causa de los puños de seokjin.
— joven seokjin, termino el tiempo. — informo el guardia, tomando al mayor por los brazos
— hasta luego, hijo — despidió el mayor, caminando a la par del guardia — vuelve pronto, me gustó verte.
— cállate.
— Felicidades, tienes un mes de gestación.
Yoongi gruñó dándose una bofetada.
— olvida eso. — se dijo mientras se levantaba del asiento frente al parque solitario — Demonios...
Volvió a gruñir mientras comenzaba a caminar, a lo lejos observó un café, por lo cual supuso que podría llevar lo que en un comienzo propuso. Sus pensamientos no eran del todo correctos, trataba de convencerse que era lo correcto, lo que ambos buscaban en ese entonces
Pero...
¿Por qué le dolía tanto?
Sin importarle el pequeño cartel que anunciaba que el café estaba cerrado, entro cual Pedro en su casa caminando hasta la caja, dándose cuenta que estaba cerrada, parpadeo confundido escuchando unos murmullos más adentro, el área de solo empleados
Gruñó con molestia, comenzando a golpear la mesa con sus nudillos, al parecer al personal poco le importó, porque continuaron hablando. Yoongi volvió a gruñir, esta vez adentrándose en la caja, caminado hasta la puerta del personal, un aroma a excitación de dos distintos aromas entraron por sus fosas nasales
— Ahg, maldición. — quejó, regresando por donde vino
Segundos después un acalorado rubio salió de las puertas tomado de la mano de una muy conocida castañita, observándolo apenado
— disculpe, el cartel dice que está cerrado
— a-ah... — yoongi no podía argumentar nada, la Omega frente a el, bajo la cabeza con pena — no lo vi, perdón
— no, está bien, tenga buen día.
Tenía muchas dudas, pero no quería respuestas, volvió a suspirar saliendo del lugar, se sentía avergonzado y solo quería descanzar en su departmento.
— ¿Donde esta yoongi? — pregunto Namjoon acostándose al lado de su pareja
— dijo que compraría algo para comer, no te preocupes va a volver, aunque ya pasó talvez una hora
— dioses, aún sigues siendo muy inocente, cuentame, ¿Qué es lo que pasó?
— ¡dioses! — exclamó el castaño abriendo los ojos — yo nunca espere algo como ello, parece que yoongi era amante de seokjin y este tenía antes una Omega y ¿Sabes quién era?
— la prima de Hoseok.
— ¡La prima de Hoseok! — repitió — jungkook te contó, ¿verdad?
— lo hizo, pero sé que seguro hay cosas que no me contó
— bueno, todo comenzó con la llegada de seokjin a la casa.
[°°°]
— Entonces los tres llegamos aquí, y ella se fue a su casa y yoongi dijo que iría por algo de desayunar y hasta ahora no llega
— ¿Le habrá pasado algo?
— no lo creo, si fuera así...
TaeHyung negó con la cabeza, el mundo era uno muy cruel, por lo cual no quería imaginar cosas raras o malas para su amigo
— dioses no quiero pensar eso, salgamos a buscarlo
— yo iré, quédate en casa.
Sin embargo, antes de que alguien hisiera algo, la puerta resonó en toda la casa. Ambos se miraron, para después caminar hasta la puerta, donde yoongi traiga una canasta de cartón, donde habían tres cafés y uno que otro pastelito
— ¿Ya llegaste? — pregunto el peliplatinado hacia el alfa, quien así tío con la cabeza — se bienvenido, Traje tu favorito.
— ¿Donde estabas? — pregunto TaeHyung
— buscando un café. — respondió caminando hasta el comedor, donde dejó la canasta con ayuda del menor — encontré algo desagradable en el primero que fui.
— yoongi, ¿Podemos hablar? — interrumpió Namjoon, llamando desde la sala
— ¿Para que?
— al final ustedes tuvieron algo más que una amistad.
Yoongi frunció el ceño mirando a TaeHyung, quien negó con la ceniza fingiendo inocencia, el alfa pelinegro era su pareja, tenía que contarle, además jungkook fue el primero en hablar.
— Namjoon — gruñó el Omega — no quiero hablar ahora.
— hablaremos después, ve a la mesa.
BaekSoon olfateo el ambiente que la rodeaba, frunció al ceño al notar al alfa sonriente a su lado
— ¿Estás en celo? — pregunto la castaña
— No. — respondió el rubio sonriendo — pero seguro que esto es por nuestra compatibilidad, seamos alfa y omega, preciosa.
La menor frunció el ceño parpadeando confundida, ¿Acaso eso era un coqueteo?
— ¿Disculpa?
— y-yo...
— ¡No puede ser! — exclamó un Omega en la puerta de entrada — el alfa jimin nuevamente tratando de conseguir un Omega
— queras decir intento de alfa. — corrigió su alfa.
— S-solo estoy conversando con mi nueva amiga, ella... a-ah...
— BaekSoon. — respondió la Omega haciendo un puchero — entonces... me estabas sacando conversación, que pena, crei que me insinuaba algo, es una lástima, eres tan guapo
— ¿Guapo, él? — pregunto extrañado el otro alfa, tomando asiento en su lugar, debido a que el maestro había llegado — No te dejes llevar por la pena, linda.
— ¿De verdad te parezco guapo? — pregunto entusiasmado el alfa rubio
— ¿Te digo algo?, No te molestes en dar palabras tan arrogantes, solo se tu mismo. — aconsejó desviando la vista hacia la ventana — Además, no estoy interesada en un alfa de aquí, tengo novio.