Entro a mi habitación con las ganas de irme en llanto y el deseo de matar a alguien. Solo pienso en la terrible idea de que mi padre se pueda enterar de que traje a alguien a la casa y sabe de quién soy hija, sumándole a todo lo que se puede saber por medio de ese diario.
Es donde prácticamente relato mi vida, desde lo más mínimo hasta lo más desastroso, si algo de lo que se dice ahí lo toma algún pervertido para hacer dinero y decide publicarlo, la verdad es que estoy perdida, montándole a esto a que mis padres estarán en la boca de todos.
Me levanto de la esquina donde me encuentro tirada, miro el reloj y me percato que tengo 40 minutos para vestirme, porque quedarme llorando y lamentándome, mientras pienso lo que pasará si alguien se entera no resolverá nada.
Voy a mi computador, abro el navegador para contactar a May, es la única que me podría ayudar, claro está que pensé en Lucia, pero no, quizás ella no me dejara ir y puede ser que le diga a mi madre, no es que no confié en ella, es que sé que puede ser muy protectora al igual que su madre y se le ocurrirá de veras que puedo estar en peligro y es algo que se podría ver como que estoy pasando por algún tipo de chantaje y la verdad ese hecho es razonable.
Mando mensaje a May por Facebook, que venga mi casa, pero que lo haga rápido, con carácter de urgencia y que le explico cuando llegue, para mi suerte está en línea y ha contestado que ya viene en camino, la verdad su casa no está muy lejos de la mía, en 10 minutos llega caminando y conociéndola y sabiendo lo mala que es para caminar incluso si son dos minutos, vendrá hasta aquí en auto.
Escucho el timbre y me sorprendo, no puedo creer que sea May, bueno, sí que puede ser que allá conducido apresurada, pero tampoco es un cohete que tiene de auto, por más que casi vuele, es prácticamente imposible que haya llegado en menos de dos minutos. Dijo que venía en camino, pero no me tome el hecho tan literal.
Salgo conduciéndome hasta la puerta, me la encuentro en medio de sala, ya lucí le ha abierto la puerta, me quedo casi perpleja al verla sumamente radiante, juraría que hay un 98% de probabilidad de que iba hacia algún lugar y me imagino que alguna fiesta.
― Bien Clear, espero que tenga una buena razón para hacerme llegar aquí con urgencia― Dice mientras empieza a subir las escaleras, le doy una mala mirada para responderle.
― ¿Cuándo te he contactado a estas horas por nada? ― Nunca― Dice sonriente y llegando hasta mí.
Nos adentramos en mi habitación ― Bien Clear, ahora cuéntame todo― Pienso por dónde empezar habar un instante.
― Pues me están chantajeando― Suelto, buscándole explicación a mi situación.
― ¿Chantajeando? ¿Pero con qué o por qué? ― Puedo ver la confusión en el rostro de mi amiga.
― Bueno, si quiero mi teléfono, debo ir a una fiesta esta noche― Veo el reloj. ― En aproximadamente 33 minutos― Abre los ojos de par en par y se nota más sorprendida que antes.
―Espérame ¿Cómo que ir a una fiesta? ― Dice ella poniéndose de pie y caminado de un lado al otro. Mientras yo le afirmó con la cabeza y caigo de espalda sobre la cama. ― No, definitivamente no puedes ir, de momento puede ser algún secuestrador. Que se quede con ese teléfono y mañana vamos y compramos otro.
Me incorporo en la cama sentándome nuevamente ―Si debo ir May― Me paso las manos por el rostro. ― Desbloqueo mi teléfono.
― ¿Qué? ― Visiblemente esta vez se sorprende más, se pasa las manos por el rostro y se apoya de la pared frente a mí. ― Bueno, de todos modos, no es nada, ¿oh sí?
― May, tengo un diario en ese teléfono, allí escribo todo sobre mi vida, incluso sobre Dario y ni mencionar... esos sueños... Debo ir si no deseo que mi padre me mate si se entera.
― Espérame Clear ¿tienes un Diario en tu teléfono donde redacta tu vida? ― Asiento con la cabeza, mientras me voy imaginando que dirá por su tono de voz. ― ¿Cómo demonio se te ocurrió escribir en un diario en tu teléfono? ¿Para qué rayos existen las libretas que van en cajón bajo llave? ¿Acaso no sabes que los teléfonos diariamente se roban o se pierden?
Sí, es justamente lo que iba pensando que me diría, ¿Por qué a quién se le ocurre escribir su vida en un teléfono? Por su puesto que solo a Clear, porque es una tarada estúpida.
― ¿Qué voy a hacer May? ―Digo mientras sacudo los pies y caigo nuevamente de espalda en la cama, en modo frustración.
― Supongo que debemos ir a esa fiesta― Dice mientras se sienta en la orilla de la cama, me pongo de lado para echarle un vistazo a mi amiga dándole una mirada apenada.
― No, iré yo sola, no te arriesgaré por yo estar de pendeja― Digo incorporándome, para poder sentarme al lado de mi amiga.
― ¿Cómo crees que te voy a dejar ir sola a lo que podría ser un secuestro? ¿Quién sabe si el secuestrador es un sexy italiano como este de 365 días y entonces solo a ti te secuestran? Bajo mi cadáver te secuestra un sexy mafioso y yo no me voy en cola― La miro y nos echamos a reír, la verdad es que May a cada situación sabe sacarle el lado divertido.
No sé qué haría sin su humor sacado de lanzas. Me lanzo sobre su cuello y le abrazo― Te quiero May―Ella me da un leve apretón―. Yo también te quiero.
Nos separamos y ella va directamente a mi almario, me da una ojeada ― Ya estaba olvidando que tu ropa es un desastre― No digo nada. ― Tengo una idea ― exclama y va al cajón de una de mis gavetas.
Rebusca y tengo ganas de preguntar que busca, pero opto por no hacerlo, supongo que está encontrando algo que ponerme, definitivamente tengo que ir a esa fiesta, aunque hoy sea el último día que posiblemente vea mi casa.
― ¡Eso es, aquí te tengo! ―Exclama emocionada y me giro para ver lo que ha sacado de la gaveta.
Es una chaqueta negra de cuero, que queda a la mitad de los muslos, fue un regalo de ella misma en mi cumpleaños.
― Ya tenemos tu ropa― Me dice emocionada caminando hacia mí.
― ¿Mi ropa? ― Pregunto algo confusa, no sé qué hará con una chaqueta de cuero, a mitad de muslo y que ni siquiera tiene botones o al menos un zíper.
― Sí, vengo ahora, ya verás― Se da la vuelta saliente de mi habitación.
Espero un alrededor de un minuto hasta verla entrar a mi habitación nuevamente, en sus manos trae unas botas altas, hasta las rodillas podría decir, y en su hombro un cinturón ¿Gucci? Por la insignia G supongo que sí, además sabiendo que todo lo de May suele ser original, es un rotundo sí.
― Aquí está todo―Le doy una mirada examinando lo que se supone que me voy a poner y no puedo creer que su idea sea ponerme la chaqueta y sostenerla con ese cinturón.
― May, no me digas que piensa que iré a mi posible secuestro con un cinturón de unos... no sé cuántos dólares y una chaqueta más arriba de mis muslos, y que literal no la hicieron con la idea de usarse como vestido y para completar unas botas tuyas que deben quedarme grandes.
― Es lo que tenemos y hay que ponerse creativos, además de que no creo ir a un secuestro con un sexy italiano, sin altura― Me da una sonrisa de labios cerrada, para ir a mi gaveta donde pongo mi ropa interior.
― Me gustaría saber de dónde sacaste la idea que es un sexy italiano, jamás dije que habla como italiano, tenías voz normal. Y si de repente, en vez de ser un sexy hombre italiano, ¿es un viejo barrigón, con dientes chuecos y amarillentos por el cigarrillo, con pies de ogro y aliento a pescado? ― Ambas nos miramos y nos vamos en risas.
― No seas tan pesimista mija― Se vuelve a mí con un conjunto deportivo en manos. ― Estos son perfectos― Me pasa el conjunto.
El conjunto es de color negro de esos que suelo llevar puesto en mi habitación cuando hace mucho calor. Con tela lisa y ajustado al cuerpo.
― Apropósito, ¿Dónde es la fiesta? ― Dice May mientras intenta recoger mi cabello en un moño alto.
― Pues este dijo que a la 9:40 alguien llegara por mí.
― Jajajá, querrás decir por nosotras. No me percate del hecho que somos dos, pero supongo que a mi futuro secuestrador no le importara secuestrar dos chicas.
Veo el reloj y faltan 20 minutos, querría decir que estoy bien, pero mentira, estoy casi que me orino del miedo, estoy sudada y siento que voy a vomitar incluso.
― Estás sudando Clear― Dice mi amiga, mientras pone algo de maquillaje sobre mi rostro.
― Creo que son los nervios― Digo mientras ojeo el reloj y solo falta 15 minutos, empiezan a sudar mis manos y mis piernas se mueven involuntariamente.
― Listo, ya está― Grita May, me levanto para acercarme al espejo, contemplando mi vestimenta y maquillaje.
― Pues se me ve bien, supongo que súpero mis expectativas― Le digo a May y la verdad es que la chaqueta queda como un vestido y las botas no son tan grandes, quedan a juego con él.
Y respeto a mi cabello, ha hecho un gran trabajo, recoger mi pelo tan bien, no se hace todos los días y el maquillaje, algo sencillo, lo más alborotador es el labial rojo, pero supongo que queda lindo con la vestimenta.
― Es que sé que a los secuestros se va con alturas― Ella ríe y le doy una mirada de pocos amigos, la verdad es que estoy muy nerviosa y ella relajando con eso de secuestro.
Veo mi pequeño reloj que es sujetado alrededor de mi muñeca para darme cuenta de que solo faltan 5 minutos, las cosas se me vuelven más extensas dentro y mis nervios a flor de piel, el teléfono de May repica y esto me saca de mi limbo mentar frustrado.
― ¿Qué pasa? ― Pregunto al ver que May no responde y ve su teléfono extrañado.
Ella gira la pantalla y me hace ver que dice número oculto― Vaya, seguro te quiere a ti también― Caigo sentada sobre la cama, esta vez más acongojada que antes.
May cuelga la llamada, pero vuelve a repicar el teléfono a los pocos segundos, responde a la llamada algo confusa, visiblemente.
― Sí, aquí está.
―Clear, es para ti― Me pasa el teléfono y me quedo preguntando en gestos, ¿quién es? A lo que ella responde moviendo sus hombres en señal que no sabe.
Miro el teléfono y me tardo unos segundos en decidir si responder― ¿Hola? ―Respondo con el corazón latiéndome a 28 por segundos.
― ¡Hi, my little thieving! ― Y aquí está él nuevamente, lo último que deseaba escuchar justo ahora.
― ¿Qué quieres ahora? ― Respondo de malas ganas.
― Tranquila, no tienes para que hablarme así, somos amigos, ¿oh no? ― ¿Amigos? Como si él supiese el significado de esa palabra.
―Si fuéramos amigos me estarías devolviendo mi teléfono en estos momentos, no me estaría extorsionando con él, obligándome a ir a un lugar que no sé dónde está aún y tampoco con quien voy― Escucho su risa diabética al otro lado de la línea y esto disipa mi miedo y lo convierte en enojo.
― Si me vas a decir que ya no tengo que ir, que cambiaste los planes, solo dilo― Vuelve y ríe, pero esta vez más fuerte.
―Ya que está muy emocionada por verme, no han cambiado los planes, bueno, sí, han cambiado en algo, pero tú los cambiaste.
― ¿Qué fue lo que cambie, si no es movido un músculo? ― Pregunto fastidiada.
― Bueno, se suponía que eras tu sola que ibas a venir, no te dije en ningún momento que era un Uber y que traería a tu chicle a de amiga― Esto me eriza la piel ¿Cómo se atreve a llamar mi amiga chicle? ¿Quién se cree que es?
― ¿Quién te consideras que eres para decir esto de May? Además, no soy tan estúpida para ir a conocer a alguien que no he visto y visiblemente me quiere secuestrar y me extorsiona― Su risa hace eco en la llamada y supongo que si fuese posible trasladarme por el teléfono en este momento lo haría y lo mataría literal.
― ¿Quién te lleno la cabeza de pájaros? My little thieving ―Dice entre risa. ― Apropósito, ya no te recojo en tu casa, caminarán ambas hasta la salida y les sugiero que corran, por qué dije 9:40 y el chofer es muy puntual y más le vale que estén allí justo a esa hora si quieres ver tu teléfono y las informaciones aquí secretas con él, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Veo mi reloj y ojeo los minutos que faltan― ¿Qué carajos? La salida está a casi...― Escucho, cuando el teléfono suena, la llamada ha sido colgada.
Miro a May ― Corramos, tenemos un problema― Es lo que atino a decir. Esas palabras casi me salieron de película. Salimos volando allí, despavorida como alma que lleva al diablo.
Me gustaría saber qué pasa por la cabeza de este carajo loco de mente, se molesta de un momento a otro y decide que hay que correr y ¿Cómo supo que May estaba conmigo? Bueno, no era mi intención ni que lo supiese o no, de hecho, no calcule si habría algún problema con que ella viniese conmigo, es que no pienso nunca nada.
¿Además, porque decidió decirme esto a último momento? No seas tarada Clear, es obvio que no te lo iba a decir a 5 minutos de May llegar, su único propósito es hacerte la vida visiblemente fastidiosa.
Y bajo cansancio, agotamiento, miedo, temores y un grupo de sentimientos indefinibles, pero consiente que malos, corro hacia mi destino, ¿incierto? O posible destino, ¿incierto? Bueno, lo más probable en definido concreta es que sea mi posible secuestro totalmente acomodado por mí misma.
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NOTA DE AUTORA
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