THE PRICE OF FREEDOM

By jenifersiza

100K 14.6K 553

Después de su enfrentamiento con Voldemort al final de su primer año, Harry decide que ya está harto de que l... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54

Capítulo 39

1.3K 215 5
By jenifersiza

Severus estaba en su casa, tratando de ordenar las diversas pociones que necesitaría para preparar el próximo año escolar, énfasis en tratar. Normalmente era algo que le resultaba muy fácil, copiando mucho del año anterior, pero en ese momento estaba demasiado distraído pensando en Harry como para siquiera intentar concentrarse, aunque no tener algo con lo que intentar distraerse era aún peor. Cada vez que cerraba los ojos, lo único que veía era a Harry la noche de su cumpleaños, recostado en la manta del picnic, con cara de pecado pero exudando un tentador aire de inocencia mientras conseguía que Severus le diera "la charla". Había sido una pesadilla y Severus había necesitado toda su fuerza de voluntad para no inclinarse y ofrecerse a hacerle a Harry una demostración de diferentes cosas. El hecho de que hubiera conseguido pasar la velada sin hacer ninguna estupidez era poco menos que un milagro y probablemente sólo le había ayudado el hecho de que, en su propia vergüenza, no se había dado cuenta de lo receptivo que Harry podría haber sido a tales acciones.

El chico acababa de cumplir catorce años, por el amor de Merlín, no debería ser tan difícil controlarse cerca de él, pero había algo en Harry que era capaz de encenderle la sangre, y podía hacerlo sin siquiera intentarlo. El otro día habían ido a ver una película al cine, después de que ambos acordaran que querían intentar arreglar cuanto antes su último lote de citas esponsales para prácticamente garantizar la herencia de Severus. Había parecido una cosa bastante inocente, habían ido a ver un nuevo estreno llamado Los Picapiedra, unos dibujos animados que Severus recordaba de su infancia, así que supuso que era algo que ambos podrían disfrutar fácilmente, con el añadido de que era un estreno bastante nuevo dirigido a las familias durante las vacaciones, así que esperaba que el cine estuviera demasiado lleno como para que hubiera algún problema. Estaba muy equivocado.

Había empezado bien, pero Severus había olvidado lo claustrofóbico que se ponía cuando se llenaba el local y se había desplazado hacia el asiento de Harry, lejos de la madre con sobrepeso que tenía al otro lado y que insistía en utilizar ambos reposabrazos. Habían traído algunas palomitas aunque Severus no había comido mucho, consciente de rozar accidentalmente las manos con Harry pero, cuando se acabó la babida, Severus se había creído lo bastante seguro como para apoyar el brazo en el reposabrazos que había entre ellos. Al parecer, Harry tenía otras ideas y, con cierta timidez, había apoyado el brazo sobre el de Severus.

Severus no quería arriesgarse a montar una escena, o al menos eso se decía a sí mismo, por eso no había dicho nada y la mano de Harry se había sentido rara al estar encima de la suya, que era la única razón por la que había cambiado el agarre, de modo que estaban cogidos de la mano con los dedos entrelazados y, obviamente, le resultaba natural acariciar con el pulgar los nudillos de Harry. Puede que Harry no lo viera así, ya que Severus había sentido que el chico lo miraba fijamente, pero se había negado a apartar la vista de la pantalla, temiendo lo que ocurriría si se dejaba perder en aquellos hermosos ojos verdes. Le avergonzaba poder dejarse llevar así, era un adulto, joder, pero había algo en Harry que le hacía actuar como un ridículo adolescente enamorado y lo amaba y lo detestaba a partes iguales.

Severus también estaba bastante seguro de que era masoquista. Harry se había acordado de que le había hablado de ir de excursión a Scafell Pike, en el Distrito de los Lagos, y le había pedido ir allí en su próxima cita. Severus, incapaz de decir que no a los malditos ojos de cachorro del mocoso, había aceptado sólo para darse cuenta de que no había paradas de floo ni puntos de aparición en la zona, gracias a la abundancia de muggles, así que la única forma de llegar era en coche. El problema era que, cuando Severus calculó la distancia, se dio cuenta de que probablemente tardarían unas tres horas en llegar en coche hasta el Distrito de los Lagos y que la caminata en sí necesitaría un día entero, así que, a menos que salieran ridículamente temprano por la mañana, la hazaña sería imposible, lo que significaba que la única forma de conseguirlo sería pasar la noche en un hotel.

Le costó mucho investigar, pero finalmente encontró un buen hotel a poca distancia de la cima pero, por desgracia, sólo tenían una habitación doble disponible para el verano con tan poca antelación y Severus sólo agradeció que no fuera una cama doble. La reservó de todos modos y Harry estaba entusiasmado con el viaje aunque Severus no podía evitar preocuparse.

Llegaron al hotel Scafell por la tarde, después de parar en una estación de servicio para comer. Cuando llegaron, había una mujer de rostro amable detrás del mostrador y, para mortificación de Severus, pero también para un poco de alivio, le preguntó si pensaba llevar a su hijo de excursión a la montaña mañana. Alivio porque su suposición de que Harry era su hijo salvó a Severus de un buen número de preguntas incómodas, pero mortificación por darse cuenta de que, en todo el tiempo que había pasado con Harry, se había dado cuenta de que nunca había querido que el chico lo viera como una figura paterna, amigo sí, sobre todo en los primeros tiempos, pero era como si, en el fondo, siempre hubiera querido mantener abierta la posibilidad de algo más.

Harry, por suerte, estaba más que dispuesto a seguir con la treta y, riendo, se abrazó a Severus por la cintura, hablándole efusivamente a la joven de lo absolutamente maravilloso que era su padre, que los traía hasta aquí de un momento a otro, sólo porque Harry había leído sobre el Distrito de los Lagos en un libro y pensó que sería divertido verlo. La alegría de Harry decayó brevemente y Severus casi se rió del breve destello de celos que apareció en la cara del chico cuando la chica le preguntó dónde estaba su madre, pero pronto quedó enmascarado cuando Harry le explicó que ella había muerto cuando él era muy pequeño y Severus lo había criado sin ayuda de nadie, al parecer jurando no amar nunca a otra mujer que no fuera ella.

-Es muy cierto-, convino Severus con una leve sonrisa. -Mi hijo es más que suficiente para mantenerme ocupado-. Ni siquiera se sentía como si no fuera una mentira, ya que Lily había sido y probablemente sería la única mujer que amaba, a menos que, por algún milagro, realmente tuviera hijos en el futuro, y su mente definitivamente no destellaba a su contrato de esponsales con Harry.

-¿Quizás cuando tu hijo haya crecido y se haya ido de casa?-, sugirió la mujer.

-No sé si alguna vez haré eso-, se rió Harry, aunque a Severus le sonó un poco forzado. -Papá es tan estupendo y siempre hace cosas por mí que dudo que quiera irme nunca-.

La mujer no parecía muy convencida y parecía a punto de decir algo, así que Severus pensó que lo mejor sería intervenir, no fuera a ser que Harry se dejara llevar un poco. -Gracias por las llaves de la habitación, ¿por casualidad no conoce algún buen pub por aquí donde podamos cenar algo más tarde?-.

La mujer les dirigió a un pub que había al final de la calle, pero les indicó que su propio restaurante estaba abierto para cenar, aunque supondría un coste adicional en la cuenta. También les dio algunos folletos sobre algunos lugares de interés de la zona, así como información sobre las rutas que suben al Pike. Severus le agradeció su ayuda y les hizo subir las escaleras hasta la habitación. Dejaron las maletas en la habitación, limpia pero bastante básica, y se dispusieron a dar un paseo por el pueblo de Rosthwaite.

Era la típica trampa para turistas, con una gran variedad de tiendas que vendían recuerdos, pero Harry parecía deleitarse con ello y Severus se dio cuenta de que aquello seguía siendo algo nuevo para él, ya que era lo más parecido a unas vacaciones en lo que el chico probablemente había estado nunca. Por eso no dijo nada mientras Harry amontonaba varias cosas en el mostrador, desde postales que pensaba enviar a Draco, Theo y Lysander cuando lo consiguieran, lo que anulaba por completo el propósito de una postal, hasta los paños de cocina estampados para los elfos domésticos y unas tazas horriblemente kitsch. La mujer que estaba detrás de la caja parecía encantada, pero Severus se limitó a soltar un suspiro de sufrimiento mientras pasaba la tarjeta de crédito para pagarlo todo, frunciendo el ceño hacia Harry cuando el chico dijo "gracias, papá".

Hicieron una parada en el quiosco local para comprar algo de comida para la excursión de mañana antes de volver al hotel para que Severus pudiera ponerles encantamientos de conservación para asegurarse de que se conservaran. Como ya estaban allí, les pareció apropiado comer en el restaurante del hotel, en vez de volver a salir. Harry había estado de buen humor todo el día y eso continuó durante la comida. Los comentarios de "papá" ya eran bastante malos, pero cuando el chico decidió intentar jugar a los pies con él por debajo de la mesa mientras lo decía, Severus podría haber estrangulado al mocoso.

Desgraciadamente, estaban en público, así que tuvo que conformarse con fulminar al chico con la mirada, sin ningún efecto aparente. Severus ni siquiera podía tomarse una copa. No sólo no era una buena idea con la larga caminata de mañana, sino que la idea de perder un poco sus inhibiciones cerca de Harry era posiblemente lo peor que podía hacer. En lugar de eso, se conformó con comer lo más rápido posible, pedir la cuenta antes de que al mocoso se le ocurriera pedir el postre y regresar a su habitación. Severus no se sorprendió demasiado cuando oyó a Harry subir las escaleras tras él. En cuanto el chico cruzó la puerta, Severus sacó la varita y le lanzó varios hechizos potentes para asegurar su intimidad durante la noche.

-No sabía que tuvieras esa manía de papá, Potter-, le espetó Severus al chico. -Tal vez te gustaría que te inclinara sobre mi regazo y te diera unos azotes en el trasero, para decirte lo travieso que eres-. Pretendía ser un comentario mordaz sobre lo ridículo del comportamiento de Harry; sólo que esa parte inútil de su cerebro le sugirió que tal vez eso no fuera tan mala idea, sólo que sin los comentarios de niño travieso. Al darse cuenta de lo mucho que ese pensamiento excitaba a Severus, muy obvio gracias al dolor que le producía el amuleto de castidad, Severus se detuvo en seco e hizo una salida apresurada hacia el baño para darse una larga ducha fría e intentar enfriar su lujuria.

Cuando Severus regresó, Harry ya se había puesto el pijama y estaba sentado en su cama, con aspecto algo abatido. Cuando Severus se metió en la cama, Harry lo miró con sus grandes ojos tristes y Severus tuvo que endurecer el corazón para evitar que su resolución se derrumbara al instante. Estaba en lo cierto y, se recordó a sí mismo, no ayudaría a Harry a largo plazo seguir mostrando tan mal comportamiento.

-Lo siento, Severus-, dijo Harry, aunque fue prácticamente un gemido. -Sólo pretendía ser una broma, no me di cuenta de que había ido demasiado lejos-.

-Entonces te sugiero que aprendas a leer mejor las señales sociales-, siseó Severus. -Llevo toda la tarde fulminándote con la mirada porque no he podido decirte directamente que te callaras. Créeme cuando te digo que les ayudará enormemente a ti y a tu futura pareja si eres capaz de darte cuenta de que te estás pasando antes de que tengan que decírtelo-.

Harry frunció el ceño. -¿Futura pareja?-.

-Sí-, suspiró Severus. -Nuestro acuerdo de esponsales termina dentro de menos de un año y entonces no estarás obligado a tener citas conmigo, serás libre de salir con quien quieras. Ahora, mañana nos espera un largo día, te aconsejo que duermas un poco-.

Con eso Severus apagó las luces aunque el sueño estaba muy lejos de él. Siempre supo que llegaría un día en que no tendría que volver a ver a Harry y una parte de él lo había temido durante mucho tiempo pero sus sentimientos actuales al respecto eran mucho más intensos. Había pensado que le había dolido ver a Lily irse con Potter, pero la idea de ver a Harry, su Harry, riendo y flirteando con otra persona era como una daga en el corazón, que le dolía aún más al darse cuenta de lo patético que era para él estar suspirando por un chico veinte años más joven que él. Sin embargo, eso no ayudaba, no detenía los sentimientos. Nunca había tenido la intención de enamorarse tanto de aquel chico, pero sabía que ya no había vuelta atrás. Cuando Severus Snape le entregaba a alguien su corazón, siempre era una transacción permanente, sin retorno. Al menos después de este año tendría su herencia y Lobosca parecía un profesor adecuado, siempre podía jubilarse anticipadamente y empezar con sus pociones, así no tendría que torturarse con la visión de Harry y cualquier afortunada que le llamara la atención.

Estaba redactando mentalmente su dimisión para redactarla a su regreso, pensando que sería un bonito gesto darle al director un año entero para encontrar a su sustituto, cuando oyó un susurro al otro lado de la habitación seguido del suave pisar de unos pies y, finalmente, sintió que le levantaban las mantas y Harry se metía en la cama a su lado, acurrucándose en el colchón individual.

-No podía dormir- dijo Harry a modo de explicación. No dijo nada más, esperando a que Severus dijera algo mordaz o lo empujara fuera de la cama. Severus sabía que debía hacerlo, que era lo más cuerdo y racional que podía hacer, pero no se atrevió, y en su lugar rodeó la espalda de Harry con el brazo, no queriendo dejar pasar una oportunidad como aquella por algo tan insignificante como la corrección, y haciéndolo para fastidiar a Harry en realidad sólo se fastidiaría a sí mismo.

Harry suspiró, dándose cuenta de que su presencia había sido aceptada, y se acurrucó aún más cerca.

-Siento haber llevado las cosas demasiado lejos contigo, Severus-, susurró Harry algo apenado. -De verdad que no era mi intención molestarte. Me pareció divertido, eso es todo-.

-Puede que lo fuera para ti-, explicó Severus, -pero los muggles tienen normas más estrictas en estas cosas, sobre todo porque no tienen nada parecido al amuleto de castidad, y podría haber sido muy incómodo si la gente hubiera pensado que éramos algo más que padre e hijo, sobre todo para mí. Sólo tienes 14 años-.

-Lo sé, lo siento. No había pensado-. Harry guardó silencio un momento, probablemente esperando algún comentario enjundioso de Severus sobre que eso no era algo nuevo, pero Severus no estaba de humor para echar sal en la herida. Ayudaba el hecho de que la cálida presencia de Harry a su lado le resultaba muy tranquilizadora, pero tampoco quería enfadar más al chico cuando estaba claro que ya había visto el error de sus actos. Sintió que Harry abría la boca varias veces, como si fuera a decir algo, y luego cambiaba de opinión. Severus sintió un poco de curiosidad por saber qué pensaba el chico, pero no la suficiente como para perturbar la tranquila paz que se había instalado a su alrededor. El cuerpo cálido de Harry y su respiración constante le proporcionaron a Severus una calma que no había sentido en mucho tiempo y pronto se encontró dormido.

Severus se despertó sobresaltado. Eran las primeras horas de la mañana, incluso antes de que sonara el despertador, pero había sentido una fuerte sacudida de dolor recorriéndole el cuerpo por alguna razón. Volvió a ocurrir, y fue entonces cuando su mente se puso en marcha y le alertó del motivo la pierna de Harry Potter rozándole la ingle. El chico se las había arreglado de alguna manera para pegarse a Severus durante la noche; era una de las razones por las que Severus nunca había pasado toda la noche con un compañero, siempre encontraba una razón para escabullirse, no es que a sus compañeros nunca les hubiera importado, Severus siempre los había elegido específicamente por su reticencia al apego.

A pesar de lo molesto que era tener una lapa humana pegada a él, Severus no podía encontrar en sí mismo una razón para que no le gustara la posición en la que se encontraban y, en ese momento, no tenía intención de marcharse, sobre todo porque la mano que tenía enredada en la espalda de Harry se había colado en el pijama del chico durante la noche y Severus cerró los ojos, disfrutando de la excusa para acariciar la suave piel, ignorando las punzadas de dolor que le producía el amuleto de castidad. No es que no se hubiera enfrentado a cosas peores antes, después de todo. Sin embargo, fue un error. No hacía mucho que había empezado a trazar patrones en la parte baja de la espalda del chico cuando Harry se movió mientras dormía, apretando la polla que despertaba contra la cadera de Severus y soltando un suave gemido en el oído de éste.

Severus se paralizó, dándose cuenta de lo cerca que estaba de llevar las cosas más lejos. Harry era tan inocente y flexible que a Severus no le costaría ningún esfuerzo seducirlo, sin importar el amuleto de castidad. Diablos, no era como si la gente no los hubiera atravesado en el pasado, y Severus estaba bastante seguro de que era un amante lo suficientemente hábil como para hacer que un poco de dolor valiera más que la pena para Harry. El problema no era si Harry estaría dispuesto, o al menos persuadido de estarlo, el problema era la cláusula de su contrato de esponsales que decía que Harry tenía que permanecer virgen todo el tiempo. Romper eso anularía el contrato, sin importar el número de encuentros, y Severus se las arregló para decirse a sí mismo que no valía la pena, no a largo plazo. No valía la pena arriesgar su propia libertad por un capricho pasajero y, si era inteligente, nada decía que no pudiera seguir formando parte de la vida de Harry incluso después de que el contrato terminara. No era como si ahora no se movieran en los mismos círculos, Severus seguro que lo vería en algún que otro evento y entonces sería libre de intentar seducir al chico como era debido, sobre todo si ya no era el profesor de Harry. La mayoría de sus amigos probablemente ni se inmutarían. El único problema podría ser que Harry encontrara a otra persona mientras tanto, pero incluso en ese caso Severus podría sentirse inclinado a intentar separarlos, sobre todo si esa persona era alguien inadecuada.

Otro movimiento de la pierna de Harry y el roce de su nariz contra el cuello de Severus fue todo el empujón que Severus necesitó para saber que quedarse donde estaba no era realmente una opción válida y se zafó con mucho cuidado del apretado agarre de Harry. Harry gimoteó un tanto patéticamente mientras Severus se deslizaba fuera de debajo de las sábanas y él no pudo evitar sentirse un poco engreído por eso, ignorando la voz de duda en su cabeza que sugería que Harry podría estar soñando con otra persona. Un rápido tempus le reveló que sólo eran las cinco de la mañana, así que tenía tiempo de sobra para darse otra larga ducha fría y solucionar el problema de la ingle antes de que tuvieran que pensar en bajar a desayunar. Anulando la alarma que había puesto en su varita para que Harry pudiera dormir un poco más, Severus recogió su ropa y se dirigió al cuarto de baño.

Severus salió del baño completamente vestido con su ropa de andar por casa y se encontró a Harry sentado en su propia cama, con el ceño ligeramente fruncido.

-¿No te duchaste anoche?-.

-Sí-, respondió Severus con brusquedad. -¿Y qué?-.

Harry abrió la boca como si fuera a decir algo y de pronto la cerró y sacudió la cabeza. -Nada-.

Severus sonrió un poco, imaginando que era probable que Harry hiciera algún comentario sobre su rumoreada falta de higiene que, al parecer, siempre estaba presente en los dormitorios de Gryffindor. Con los años había aprendido a quitárselo de encima, pero eso no significaba que disfrutara con esos comentarios y era agradable ver que Harry había aprendido a pensar antes de hablar, al menos por ahora.

Harry hizo su turno en el baño mientras Severus preparaba las maletas que llevarían de excursión, además de guardar todo lo innecesario para meterlo en el coche. Harry ya había recogido sus cosas mientras Severus estaba en la ducha, al parecer no había dormido mucho más que Severus, algo que éste se negó a leer, así que bajaron a desayunar al restaurante en cuanto terminaron. El restaurante estaba vacío excepto por ellos, la mayoría de la gente que se hospedaba en el hotel seguía sensiblemente dormida, pero la camarera estaba alegremente a su disposición para tomarles nota. Harry estaba callado cuando ella se acercó, así que Severus se tomó la libertad de pedir un inglés completo y una taza de té para él, sabiendo que necesitarían mucha energía de liberación lenta para la subida.

-Está callado esta mañana-, comentó la camarera, señalando a Harry, que sin duda era diferente al sonriente chico charlatán de la noche anterior.

-No es muy madrugador, me temo-, sonrió Severus. -Nunca lo ha sido-.

-Deberías haber dormido un poco entonces, ir a la montaña más tarde-, sugirió la camarera. -Estoy segura de que los dos no tendrían problemas para subir la ruta de Wasdale en unas horas-.

-Pero yo quiero subir por la ruta de Borrowdale-, dijo Harry bostezando. -Sé que es más larga pero quiero aprovechar al máximo el estar aquí-.

-Me parece bien-, sonrió la camarera, -además es un buen día para ello. El tiempo puede cambiar rápidamente allí a veces, pero no nos espera ninguna lluvia y sólo la suficiente nubosidad para que no haga demasiado calor. Asegúrate de llevar mucha agua-.

Harry fue a decir algo y luego pareció cambiar de opinión. -Lo haremos, gracias por el consejo-.

Severus le sonrió. Era una cosa que podía decir de Harry cuando quería aprender algo, aprendía rápido, aunque si no lo hacía, no tenías ninguna posibilidad.

Desayunaron en relativo silencio, pero era uno cómodo y totalmente comprensible para la hora de la mañana. La ventaja era que podían tomarse su tiempo y dejar que la comida se asentara bien antes de emprender la marcha. Cuando terminaron, cogieron las maletas de la habitación y se marcharon antes de subirse al coche y emprender el viaje hasta Seathwaite. La camarera había acertado con el tiempo y, por suerte, al ser tan temprano había muy poca gente cuando emprendieron el camino. El entorno era espectacular, pero hacía mucho tiempo que Severus no subía a una montaña y había olvidado la diferencia que suponía caminar por un terreno irregular. Por suerte, Harry estaba igualmente impresionado por las vistas y se detenía con frecuencia para contemplarlas, lo que naturalmente ralentizaba el paso, o al menos eso creía Severus.

Era casi la hora de comer cuando por fin llegaron a la cima y el sol se había abierto paso entre las nubes lo suficiente como para que su vista de los alrededores y más allá fuera más de lo que Severus podría haber imaginado y sólo deseaba haber pensado en traer unos prismáticos o algo para ver lo que podía divisar a lo lejos. Pasaron un buen rato allí arriba, comiendo y disfrutando del ambiente en general, pero al final Severus se dio cuenta de que tendrían que marcharse, por mucho que no lo deseara, pero aún tenían que volver a Cokeworth y Severus no quería estar en la carretera demasiado tarde, no después del madrugón y de tanto ejercicio. Sin embargo, cuando trató de apresurar a Harry, el muchacho pareció negarse.

-¿Qué ocurre?- preguntó Severus, sin gustarle la expresión de cachorro herido que Harry tenía en la cara, sobre todo porque no tenía ni idea de por qué estaba allí.

-Nuestro acuerdo de esponsales-, dijo Harry, algo vacilante. -Sé que probablemente tú también estés deseando conseguir tu libertad, y estoy seguro de que no quieres necesariamente a un chico como yo rondando por aquí todo el tiempo, pero me preguntaba si, cuando todo haya terminado, podríamos seguir quedando y hacer cosas como esta de vez en cuando-.

Severus tensó la mandíbula para evitar hacer algo estúpido como saltar de alegría o sonreír como un loco. -Eso sería aceptable-, fue la respuesta que dio en su lugar.

-No tienes que forzarte-, dijo Harry rápidamente, malinterpretando claramente la tensión de Severus.

-No es ninguna dificultad para mí, Harry. Al contrario de lo que puedas pensar, he disfrutado mucho de nuestras salidas juntos y me sentiría muy decepcionado si desaparecieras de mi vida al final del contrato, aunque solo fuera porque no conozco a nadie más entre mis conocidos que disfrute haciendo algo como escalar una montaña y, desde luego, me gustaría volver a subir aquí algún día-.

-A mí también-, sonrió Harry, -aunque estoy bastante seguro de que a Sirius le gustaría subir aquí. Podría traer a su nuevo amigo, Charlie parece bastante en forma. Podríamos ser los cuatro, casi como una cita doble-.

-Tal vez-, respondió Severus con cautela, no muy seguro de lo bien que le sentaría. Sin embargo, no iba a corregir la idea que Harry tenía de una cita. Era mejor dejarlo para más adelante. Tal vez dentro de un año o dos, en uno de los bailes de los Malfoys. También le daría tiempo para intentar mejorar su forma física, sin duda lo necesitaría si pensaba conseguirse una pareja mucho más joven.

Harry le sonrió antes de estrechar a Severus en un fuerte abrazo, que Severus correspondió de buena gana, planeando ya cosas que podría hacer para tratar de plantar en la mente de Harry la idea de que fueran una futura pareja.

Continue Reading

You'll Also Like

590K 93.2K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
7.5K 865 7
Harry Potter permite que la maldición asesina impacte en su pecho pensando que ese sería el fin, que moriría junto al Horrocrux y alguien más acabarí...
130K 13.5K 121
Esto es una traducción y no me pertenece solo quiero compartir esta hermosa historia. Pueden encontrar la historia en Ao3 con dicho titulo y con el n...
24.7K 2.4K 16
¿Qué pasaría si Harry realmente muriera cuando caminó hacia el bosque ese fatídico día, o mejor dicho, no realmente? Harry James Potter retrocede en...