THE PRICE OF FREEDOM

By jenifersiza

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Después de su enfrentamiento con Voldemort al final de su primer año, Harry decide que ya está harto de que l... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54

Capítulo 30

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By jenifersiza

Severus maldijo levemente en voz baja cuando Black apareció demasiado cerca de él después de aparecerse, perdiendo el equilibrio y casi haciéndolos caer en una zanja, salvados sólo por los rápidos reflejos y el excelente equilibrio de Severus.

-Fíjate dónde aterrizas, Black-, siseó. -Se supone que esta es una misión sigilosa, después de todo-.

-Soy bastante consciente de ello-, resopló Sirius en voz baja.

-¿En serio?- se mofó Severus. -Y yo que tenía la impresión de que esa palabra era ajena a tu vocabulario-.

-Eh, nos las arreglamos para escabullirnos durante años en Hogwarts sin que nos pillaran!-. Protestó Sirius.

-Qué raro, porque yo recuerdo haberlos pillado varias veces-, argumentó Severus, -y dado lo poco sorprendidos que se mostraban los profesores cuando me quejaba de ello, siempre imaginé que su falta de castigo se debía más a un designio que a que realmente se movían por ahí sin ser detectados-.

Sirius se sobresaltó. -¡Qué! ¡Quieres decir que sabían todo el tiempo lo que estábamos haciendo!-.

-Me lo imagino-, murmuró Severus. -Quiero decir que les conté todo lo que pasó después de que casi me llevaras a la muerte y no puedo imaginar que cualquier clase de profesor competente no te hubiera vigilado de cerca después, especialmente si, como dijiste, seguiste saliendo durante los dos años siguientes-.

Sirius se quedó pensativo. -¿Crees que entonces lo sabía todo sobre nuestras habilidades de animago?-.

-No me sorprendería-, admitió Severus, -y si era listo, habría aprovechado al máximo la de Peter-.

-La habilidad de Peter era la peor-, se rió Sirius.

-Desde un punto de vista ofensivo, sí-, estuvo de acuerdo Severus, -pero desde un punto de vista defensivo, con su habilidad para escapar de situaciones peligrosas, así como su capacidad para espiar a la gente, la habilidad de convertirse en rata tiene un valor incalculable, sobre todo porque esas criaturas pueden moverse por casi cualquier sitio, incluso esconderse en las paredes para poder escuchar sin ser vistas. Dumbledore habría sido un completo idiota por no usar eso, o por no haberse dado cuenta de lo que tramabas en el colegio y me cuesta verlo tan incompetente-.

-Bueno, cuando lo pones así-, Sirius suspiró. -¿Crees que esa es parte de la razón por la que Dumbledore se enfadó tanto cuando le entregaste a Peter? ¿Que perdió a su espía?-.

-Posiblemente-, reflexionó Severus mientras salían del oscuro callejón en dirección a cierta calle muggle bajo encantos de ocultación para asegurarse de que no los descubría cierto squib. -También está el hecho de que yo te entregara la rata cimentó tu inocencia a los ojos de la ley, ya que no puedes haber cometido un asesinato si la víctima está aún muy viva, lo que significa que no había posibles sanciones que se te pudieran imponer y quedabas libre para convertirte en el tutor legal de Harry-.

-Pero tú ya eras el tutor de Harry-, señaló Sirius.

-Pero Dumbledore no estaba al tanto de eso, aunque en cierto modo te agradezco que hayas entrado en la vida de Harry, ya que no sólo le ha dado más cobertura a nuestro contrato, sino que le ha dado más libertad a Harry, ya que ahora es libre de entrar en su propiedad cuando quiera sin tener que preocuparse de inventar mentiras ridículas-.

-También significa que no tenemos que esperar para vengarnos de esos bastardos Dursley-, dijo Sirius y Severus pudo oír el regocijo malicioso en su voz.

-En efecto-, sonrió Severus, conteniendo a duras penas su propia carcajada malévola ante la perspectiva de darles a esos bastardos lo que se merecían por lo que le hicieron pasar a Harry a lo largo de los años.

Severus estaba seguro de que los Dursley estarían bastante sorprendidos de verlo tan pronto, después de todo les había dado un par de años para tratar de compensar su mal comportamiento anterior, pero Severus les había advertido que podría llegar antes, además dudaba que más tiempo hubiera cambiado el resultado. Si bien los Dursley habían abandonado su comportamiento abusivo y habían ayudado a cubrirse en algunas ocasiones, en lo que a Severus respectaba, eso era lo mínimo que debían hacer, y probablemente sólo lo hacían por miedo, en lugar de hacerlo porque era lo correcto. Severus había esperado que al menos le hubieran enviado una tarjeta de Navidad a Harry, pero la familia seguía actuando como si Harry no existiera, lo cual, en opinión de Severus, seguía siendo censurable y tenía muchas ganas de dárselas de hostias a los Dursley, como decía el refrán muggle.

-Entonces, ¿cuál es el plan?- preguntó Sirius, frotándose las manos con regocijo. -¿Voy a poder usar la maldición cruciatus? Nunca la he lanzado, pero Bella siempre hablaba maravillas de ella-.

-Nada de imperdonables Black, estamos tratando de mantenerte fuera de Azkaban- Severus suspiró exasperado, preguntándose si no estarían posiblemente mejor con Black fuera de escena a veces. Sin embargo, cada vez ocurría menos. Las visitas a los sanadores y el reencuentro con su familia parecían haberle sentado muy bien a Black. El hombre no era ni de lejos tan odioso como lo había sido en la escuela y era incluso menos odioso de lo que había sido justo después de su liberación y, a veces, Severus incluso se encontraba disfrutando de la compañía del hombre, aunque eso podría tener que ver con el hecho de que era un adulto de verdad, aunque no siempre actuara como tal, y que realmente existía en el mundo en lugar de estar atrapado en un retrato, lo que decía mucho de la compañía que Severus se había visto obligado a mantener últimamente.

No es que le importara, por supuesto. Había sido maravilloso reconectar y aclarar las cosas con Lily, aunque sólo fuera por el bien de su conciencia, pero sólo eso ya había sido un gran alivio para él y le había tranquilizado el alma. Luego estaba el propio Harry. El muchacho estaba tan lejos del niño mimado que él había supuesto cuando lo había visto por primera vez en Hogwarts y se alegraba de ver al joven cálido e inteligente en el que se estaba convirtiendo y Severus disfrutaba enormemente del tiempo que pasaba con él y a menudo esperaba con impaciencia las tardes en las que se quedaban despiertos hablando de diversos temas. Harry se estaba convirtiendo poco a poco en un buen joven y Severus estaba orgulloso de poder formar parte de ello.

-Entonces, ¿cuál es el plan?- Sirius frunció el ceño. -Me refiero a que te acercaste a mí y me pediste ayuda, lo cual fue un shock en sí mismo-.

-Bueno, hay mucho que hacer y poco tiempo para hacerlo-, explicó Severus. -Necesitaba a alguien para el trabajo sucio-.

-Sé que lo dice como un insulto, pero estoy bastante orgulloso del trabajo que me han hecho hacer los sanadores, y la información que Harry sacó del mundo muggle fue muy útil-, rió Sirius.

Severus tarareó sin compromiso. -Bueno, si no puedes mejorar tu mente, entonces podrías intentar mejorar tu cuerpo, y ese "gimnasio", como tú lo llamas, ciertamente tiene algunos equipos interesantes-.

-Deberías intentarlo en algún momento del verano. Quizá si tuvieras un cuerpo decente no tendrías que recurrir a contratos matrimoniales con menores para encontrar pareja-. Sirius sonrió satisfecho, lo que le quitó hierro al asunto y fue una prueba de lo lejos que había llegado con su actitud hacia el contrato. Seguía mostrándose un poco raro cuando Harry y Severus pasaban mucho tiempo juntos a solas, sobre todo a altas horas de la noche, pero ya no vigilaba cada uno de sus movimientos, lo que resultaba especialmente útil ahora que Severus volvía a alojarse en la mansión Potter. Sirius había cuestionado el traslado, después de que Severus hubiera tenido unas semanas para recuperarse del infernal último trimestre en el colegio, así como para poner en orden toda su planificación para el curso siguiente, pero Severus señaló la superioridad de las instalaciones para hacer pociones, así como que era un lugar mucho más agradable que su casa familiar. Severus había sacado a colación la reticencia de Black a quedarse en su propia casa familiar, que al menos era más grande que la terraza de un dormitorio que poseía, además de estar en una mejor posición, lo que pareció ayudar a la comprensión del hombre.

-¿Quién dice que necesito ayuda para encontrar pareja?-. inquirió Severus. -O que necesite mejorar mi cuerpo. Hace tiempo que no ves ninguna parte de mí que no esté cubierta por la túnica-.

-Cierto-, sonrió Sirius, -aunque eso cambiará definitivamente mañana, con la fiesta en la playa de Harry-.

-Sí-, asintió Severus. -Me alegro de que los duendes me permitieran abrir la playa de la familia Prince por un día, aunque creo que Lucius definitivamente estará haciendo planes sobre cómo se puede maximizar su uso en el futuro-.

-Aunque tendrá que esperar un poco antes de poder hacer algo al respecto-.

-Sólo dos años más-, señaló Severus, -y estoy seguro de que Lucius utilizará ese tiempo sabiamente para investigar y presentarme el plan óptimo en cuanto se cumpla el contrato-.

-¿Así que no ves venir ninguna oposición antes de entonces?- inquirió Sirius.

Severus frunció el ceño. -Todavía es posible, por supuesto, sobre todo con Dumbledore al margen. He aprendido a no subestimar nunca lo que ese hombre sabe y, obviamente, cuanta más gente conozca el secreto, más probabilidades habrá de que salga a la luz. Sólo me siento más seguro con el hecho de que ahora hay varias personas que apoyarán el contrato y lucharán contra Dumbledore a mi lado. Lo único que me preocupa es que, si se hace público, será más difícil disolver las cosas en los esponsales-.

-¿No piensas cumplir un contrato de compromiso?- preguntó Sirius.

Severus negó con la cabeza. -No. Quiero liberar a Harry de cualquier obligación lo antes posible y darle la oportunidad de perseguir a quien quiera, si es que quiere perseguir a alguien. Desde luego, no le pondré ningún impedimento-.

-Y querrá volver con todas esas amantes que ha tenido que dejar en suspenso-, bromeó Sirius y Severus se limitó a fruncirle el ceño.

-Lo dices como si hubieras tenido una ristra de amantes desfilando por la Mansión Potter-.

-No quiero escandalizar a Harry, ¿verdad? Además, sería demasiado arriesgado para su seguridad tener extraños cerca-.

Severus sonrió satisfecho. -Me alegra oír que consideras la seguridad de tu ahijado de esa manera aunque, haciendo memoria, tampoco recuerdo que tuvieras relación con nadie en el colegio-.

Sirius parecía incómodo. -Qué puedo decir, nadie en el colegio me llamaba mucho la atención-.

-¿Ah, sí?- Murmuró Severus.

Sirius desvió la mirada. -Sí. De todas formas, ¿aún no me has explicado cuál es exactamente el plan para los Dursley? ¿Has creado alguna nueva y excitante maldición que les hará sentir diez veces más todo lo que le hicieron a Harry?-.

-Eso habría sido divertido de hacer, aunque admito que no sabría ni por dónde empezar a elaborarla-, musitó Severus. -No es que quisiera usarlo de todos modos, en la remota posibilidad de que Dumbledore viniera. Probablemente empezaría a mirar hacia mí, ya que no hay muchos magos hoy en día. No, he planeado una forma no mágica de venganza, la mayor parte de la cual ya ha sucedido, sólo estamos preparando la gota que colma el vaso, por así decirlo-.

-¿Qué has estado haciendo?- Preguntó Sirius. -¿Y cuándo has tenido tiempo de hacerlo?-.

Severus sonrió maliciosamente. -Bueno, he estado planeándolo desde el año pasado, así que he tenido tiempo de sobra para poner las cosas en su sitio, sobre todo porque quería asegurarme de que las cargas se pegaran sin que pareciera que había alguna interferencia mágica-.

-¡Cargos! ¡Como en cargos criminales!-.

-Exactamente-, sonrió Severus. -Empecé con un poco de robo de identidad y pedí un montón de préstamos a nombre de Vernon, además de hacer algunas inversiones dudosas, básicamente dejándolo en la ruina. Luego me aseguré de transferir grandes cantidades de dinero a su cuenta y, al mismo tiempo, hice que Asher, el elfo doméstico, empezara a drogar en secreto a la familia con una encantadora droga muggle que encontré, llamada Krokodil-.

-¿Ser adictos en secreto realmente les hará daño?- Preguntó Sirius frunciendo el ceño.

-No por sí misma, pero esta droga en concreto es altamente adictiva, con un subidón de muy corta duración que, unido a sus aparentes problemas de dinero, les llevó a aceptar fácilmente la droga cuando se la ofrecieron abiertamente. Esa adicción por sí sola ha causado problemas. Vernon está en la cuerda floja en su trabajo después de perder varios contratos por estar demasiado distraído y aparentemente intoxicado. El hijo, Dudley, también está fuera del equipo de lucha después de que la escuela notara una extraña afección cutánea parecida a las escamas, un efecto secundario de la droga. Petunia también ha perdido ya la mitad de los dientes y es esencialmente una paria social, aunque eso empezó hace meses, cuando le rechazaban las tarjetas en la tienda, pero también ha habido rumores de que ofrecía drogas a los amigos de su hijo, por un precio, claro-.

Sirius soltó una carcajada. -Oh, cómo caen los poderosos. Pero si ya has hecho todo eso, ¿por qué tanta prisa hoy?-.

-Tengo una fuente en comisaría que me ha hecho saber que mañana planean una redada para llevarse a Dudley en custodia preventiva de urgencia y quiero montar una cocina de drogas en su garaje para que parezca que son ellos los que suministran el producto, lo que les dará una condena mucho mayor. Asher también ha tenido la amabilidad de robar algunas cosas de la empresa de Vernon que encontrarán allí. Nada importante, pero más que suficiente para que lo despidan y se sume al cuadro general de delitos-.

Sirius asintió con una sonrisa. -Muy bien, aunque tengo curiosidad por saber cómo pudiste conseguir un contacto en la comisaría-.

-Oh, eso fue demasiado fácil-, Severus soltó una risita mientras llegaban al número 4 de Privet Drive y entraban silenciosamente en el garaje. -El verano pasado fui con Harry a que le revisaran la vista, diciendo que yo era su profesor e interviniendo como su tutor. El oculista señaló que los problemas de vista de Harry se debían a la desnutrición y me había dejado su tarjeta, ofreciéndose a testificar en caso de que yo quisiera presentar cargos contra los Dursley. Al comienzo del curso escolar presenté una queja, diciendo que Harry quería mantenerse al margen para evitar más traumas, pero nombrando al óptico como fuente de corroboración. La queja quedó registrada y al principio no se hizo gran cosa, pero, cuando el colegio empezó a hacer averiguaciones, mi queja fue señalada y el funcionario volvió a ponerse en contacto conmigo para mantenerme al corriente de los trámites, por si Harry cambiaba de opinión y quería llevar su queja más lejos-.

-Muy astuto-.

-Por algo era un Slytherin-, sonrió Severus con satisfacción.

-Empiezo a darme cuenta de las ventajas de tenerte a mi lado-, admitió Sirius, observando cómo Severus vaciaba la bolsa que había traído y empezaba a cambiar el tamaño de las cosas, incluidas cajas de diversos productos químicos y lo que parecían aparatos de calefacción.

-¿Aprendiendo por fin que correr de cabeza a las situaciones no funciona?-.

-No sé si llegaré tan lejos-, rió Sirius, -pero desde luego me he dado cuenta de que tus bromas de represalia contra nosotros podrían haber sido mucho peores de lo que fueron. Por cierto, siento todo eso, las bromas y demás. Definitivamente llevamos las cosas demasiado lejos a veces. No tanto como todo esto, pero definitivamente fue más de lo que merecías-.

-Un poco tarde, pero mejor que nunca-, murmuró Severus, alzando las cejas e indicándole a Sirius dónde colocar las cosas, habiendo puesto ya hechizos silenciadores para asegurarse de que no despertaran accidentalmente a la familia.

Seguía sintiendo cierta curiosidad por saber por qué Black lo había acosado tanto. Podía entender a Potter, ya que el hombre estaba celoso de lo unido que estaba a Lily, pero la virulencia de Black siempre le había parecido un poco exagerada por el simple hecho de que Severus fuera moreno, sobre todo teniendo en cuenta que en aquella época había alumnos mucho más morenos en el colegio, ninguno de los cuales era objetivo de los merodeadores en la medida en que él lo era. Siempre había supuesto que se debía simplemente a que Black era un matón de corazón y Severus había sido un blanco fácil; pobre, sin nadie que luchara en su esquina si pasaba algo. Sin embargo, el reciente comportamiento de Black parecía ir en contra de eso, lo que sólo dejaba a Severus más curioso por saber qué había detrás. No es que pensara que Black le daría una respuesta directa si se la preguntaba, razón por la cual planeaba limitarse a observar al hombre por ahora.

No les llevó mucho tiempo montar el laboratorio de drogas a un nivel con el que Severus estuviera contento, así como cocinar unas cuantas tandas del producto para que pareciera que llevaba tiempo usándose, y unas sencillas instrucciones de la receta que hasta Sirius podía entender, a pesar de no saber siquiera lo que era la química. Black había querido quedarse a ver el espectáculo, sobre todo teniendo en cuenta que faltaban pocas horas para que llegara la policía, pero Severus le recordó a su compañero de fechorías que se trataba de la primera fiesta de cumpleaños de alguien, lo que ocurriría más tarde ese mismo día, y que ambos querrían descansar si querían pasar una tarde llena de adolescentes gritones y un montón de mortífagos sin matar a nadie.

Tampoco había ninguna posibilidad de que Severus se arriesgara a perderse o arruinar la fiesta que llevaba planeando desde el verano pasado y enterarse de que aquella había sido la celebración del primer cumpleaños de Harry. La fiesta había sufrido varios cambios en ese tiempo, especialmente con el aumento del círculo de amigos de Harry, así como con todos los nuevos mortífagos que habían sido liberados. Ahora había una lista de invitados bastante extensa, pero, de algún modo, Harry seguía sin enterarse. Asher y Collie habían estado trabajando duro para preparar una barbacoa con una gran variedad de comida, así como un bar donde la gente podía tomar cócteles con y sin alcohol. Incluso habían recreado una furgoneta de helados para la ocasión.

Para el entretenimiento, Severus había conseguido toda la parafernalia muggle habitual para jugar en la playa, desde la construcción de castillos de arena y el surf hasta el vóley-playa e incluso la búsqueda del tesoro. Severus también había comprado unas cosas llamadas "juegos de jardín", que al parecer eran versiones grandes de los juegos que los muggles jugaban dentro de casa. Había algo llamado Jenga y algo llamado Twister y Severus había adaptado la idea para crear una versión grande del ajedrez mágico, algo que recordaba de algunas de las historias de Harry, aunque tenía la sensación de que Harry no lo usaría. No era de extrañar, ya que también había recurrido a los antiguos contactos de Charlus para organizar algunos paseos en Granian, ya que los burros parecían tan pasados de moda. También habría un castillo hinflable alimentado por un generador de gasolina que luego se utilizaría para alimentar un proyector por la noche para que pudieran montar un cine al aire libre.

Era consciente de que probablemente estaba exagerando, sobre todo cuando enviaba las invitaciones con paquetes informativos que incluían fotos de atuendos de playa muggles actuales y dónde comprarlos, pero no podía evitarlo. Cada vez que pensaba en lo que Harry se había perdido todos estos años, sentía que debía añadir un poco más, hasta que básicamente había incluido todo lo que había pensado que Harry podría disfrutar remotamente, y algo más.

Pero valió la pena. Harry se había alegrado bastante con la idea de pasar el día en una playa con Sirius y Severus, sobre todo cuando Severus dijo que iban a ir a la playa del propio Severus, lo que significaba que podrían relajarse de verdad. La expresión de su cara cuando apareció de reojo con Severus y todo el mundo gritó "sorpresa" valió la pena todo el esfuerzo y Severus sintió que podía sentarse y relajarse por fin sabiendo que, incluso si algo salía mal, Harry había tenido un día realmente fantástico.

No es que Severus viera mucho a su prometido a lo largo del día, ya que Harry corrió casi instantáneamente a saludar a sus amigos y Severus ignoró la pequeña punzada que sintió ante el cálido abrazo que compartieron Harry y Theo.

-No me había dado cuenta de que Harry estuviera tan unido al chico Nott-, murmuró Sirius, sentándose en una manta de picnic junto a Severus.

Severus tarareó en señal de acuerdo. -Harry dice que solo son amigos, pero que mantienen una estrecha relación a propósito para encubrir nuestro acuerdo de esponsales-.

-No pareces muy convencido-.

-Que lo esté o no no importa-, afirmó Severus con decisión, -mientras Harry entienda que no debe hacer nada que comprometa el acuerdo. Estoy deseando tener una vida de ocio dentro de unos años-.

-Tendrás dinero de sobra si la mirada de Lucius te sirve de algo-, se rió Sirius. -Esta fiesta parece ser todo un éxito e imagino que ahora tiene muchas ideas sobre qué hacer con este lugar cuando pase a tus manos-.

-Me preocupa más cómo superar esta fiesta para el año que viene-, hizo una mueca Severus.

Sirius se encogió de hombros. -Haz lo mismo, si el tiempo lo permite. Aquí hay más que suficiente para que no se aburra y Harry no es de los que esperan nada-.

-Pero ese es precisamente mi punto. Sé lo que es ser ese niño que se ve obligado a pasar sin nada por culpa de unos padres de mierda y odio el hecho de que Harry se viera obligado a soportar eso durante tanto tiempo gracias a ese viejo entrometido-.

-Lo entiendo-, suspiró Sirius, -pero date cuenta de que no tienes que hacer nada. Harry sólo está prometido a ti por un contrato, aparte de cumplir los requisitos de ese contrato no tienes ninguna obligación de ayudarle-.

-Black, lo que uno está obligado a hacer por ley y lo que uno debería hacer desde un punto de vista moral suelen ser dos cosas muy distintas y no soporto la idea de no hacer todo lo posible para que Harry tenga una vida feliz en el futuro-.

-¿Porque es el hijo de Lily?-.

-Eso es parte de ello-, admitió Severus, -pero también está el hecho de que veo algo de mí en su situación y quiero hacer por él todas las cosas que desearía que alguien hubiera hecho por mí. Quiero decir que yo al menos tuve el amor de mi madre mientras crecía, pero Harry no ha tenido nada-.

-Sí, lo entiendo-, suspiró Sirius. -Puede que mi madre fuera una zorra autoritaria, pero al menos la casa era cómoda, aunque muy espeluznante, y yo tenía a Regulus-.

-¿Y tu padre?- preguntó Severus.

-Normalmente estaba de viaje de negocios. Solía pensar que era porque no quería estar cerca de mamá, lo que probablemente era cierto al final, con todo lo que la tía Dorea me contó sobre el estado de mamá. Aún desearía que alguien hubiera intervenido, pero al menos tuve mis amigos cuando empecé Hogwarts-.

-Harry los tenía para ser justos-.

-Sí, pero de mierda, por lo que parece-, resopló Sirius. -Entiendo que debe haber sido un shock enterarse de la herencia de Lysander y todo eso, pero no es razón para abandonarlo. A los merodeadores jamás se les ocurriría abandonar a alguien por algo tan trivial, sobre todo tratándose de un chico tan bueno como Lys-.

-Entonces, ¿tu sobrino te ha caído bien?-. Severus sonrió satisfecho.

Sirius sonrió. -Cómo no iba a hacerlo. Es un chico estupendo. Me alegro de que Harry y él sean tan buenos amigos y estoy muy orgulloso de Harry por mantenerse firme en sus convicciones y apoyar al chico, sobre todo con lo que he oído de ese chico Weasley-.

-Tú y yo-, Severus frunció el ceño. -Ronald Weasley era una influencia terrible para Harry y librarse de él fue una de las mejores decisiones que Harry ha tomado nunca-.

-Parece que hay algo más en lo que estamos de acuerdo-, sonrió Sirius.

-En efecto. Debería comprobar la temperatura del infierno, porque seguro que ya se ha congelado-.

Sirius soltó una carcajada. -Nunca me había dado cuenta de lo gracioso que eres Snape-.

-Creo que descubrirás que el término técnico es 'ingenioso' Black, pero estoy seguro de que pasar tiempo con Harry mejorará tu vocabulario con el tiempo. Es un chico listo-.

-Así es-, asintió Sirius. -Y deberías llamarme Sirius, sobre todo si vamos a pasar más tiempo así en los próximos años-.

Las cejas de Severus prácticamente desaparecieron en el nacimiento de su pelo. -Entonces supongo que deberías llamarme Severus aunque debo admitir que en todos mis años nunca imaginé que tuviéramos este tipo de conversación-.

-¿En serio?- Preguntó Sirius con una sonrisa, -porque definitivamente sí-.

Severus miró al hombre algo incrédulo mientras meditaba sobre el posible significado de aquella frase pero no tuvo tiempo de pensar mucho ya que pronto se encontró con los brazos llenos de Harry que se había abalanzado sobre su pecho. 

-¡Gracias, Severus! En serio, muchas gracias. Esto es mucho mejor de lo que podría haber soñado. Nunca podré pagártelo-.

Harry sollozaba en su pecho y Severus sintió que su corazón se hinchaba y se rompía por el chico al mismo tiempo.

-No hay nada que pagar Harry, ha sido un placer, además me gusta pensar en esto como una especie de presentación a Lucius sobre lo que podemos lograr aquí después de que lo herede adecuadamente-.

-¡En serio!- jadeó Harry, animándose de repente, desapareciendo todo rastro de las lágrimas anteriores, excepto una ligera hinchazón en los ojos. -Eso será genial. Sería estupendo que los magos tuvieran un lugar así y pudieran visitarlo todo el verano. Tenemos que hacerlo realidad. Yo también invertiré si sirve de algo-.

-Seguro que sí-, sonrió Severus. -Pero no nos preocupemos de eso por ahora. Vete, disfruta del día con tus amigos, aún nos quedan años para discutir posibles oportunidades de desarrollo-.

-De acuerdo-, dijo Harry, sonriendo tímidamente antes de agacharse para darle a Severus un rápido beso en la mejilla antes de volver corriendo a jugar en el mar con sus amigos. Severus se preparó para una gran bronca de Black, bueno, de Sirius, pero no ocurrió y, cuando Harry miró al hombre, tenía una mirada extrañamente intensa que hizo que Severus se estremeciera, aunque no sabía muy bien qué la había provocado.

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