—¿Por qué no te acercas? —masculló despacio Jun, quien estaba sentado a lado de Jeonghan en la mesa. Mientras Jihoon y Seungkwan discutían sobre una película y Dawon intentaba no darle la razón a ninguno solo por diversión propia.
—¿De qué estás hablando? —el castaño apartó su mirada con brusquedad de Joshua. El cual parecía enfocado en las chicas y chicos de su mesa.
—Hablo de que no has quitado tu mirada a cierto muchachito —sentenció el mayor.
—No es por algo en particular. No me importa lo que haga con esas personas. O si está lo suficientemente ocupado viéndole el escote a esa chica rubia de su derecha. ¿Acaso ella no se da cuenta?. Es un cerdo.
—Que bueno que no te importa —canturreó Jun tomando de su copa Mai Tai que se había pedido hace unos instantes.
—Exacto —bufó Jeonghan.
Jun sonrió para sí mismo cuando el menor volvió la mirada hacia la mesa de Joshua.
—Si me importara, cosa que obviamente no me pasa. ¿Qué es lo que se supone que haga? No puedo acercarme así, no lo sé —Jeonghan reprochó con un mohín.
—¿Qué se supone que son ustedes dos? —interrogó el mayor de ambos.
—Um, no lo sé, no es como que hayamos hablado de eso. Espera, creo que somos amigos.
—Amigos que se besan —reprochó Jun, haciendo que el castaño se ahogue con su propia bebida.
—¿Puedes ser más discreto?
—¿Puedo darte un consejo? —Jeonghan alzó los hombros, no es como si pudiera rechazar algún consejo de Hyung de todas formas—. Si estás confundido, creo que deberías terminar con Dawon. No los veo muy bien últimamente.
—Lo sé, pero no es fácil —Jeonghan siseó con sus mejillas hinchadas de su cóctel—. No sé qué es lo que siento.