-¡Mina-chan!
La castaña estaba en el patio comiendo un trozo de pan que probablemente le había sacado a algún compañero. Saludó a todos los muchachos que llegaron a través de la reja. Se había hecho algo del día a día que Bakugō y sus amigos visitaran la escuela para ver a Izuku y Uraraka.
Kaminari y Eijirō decidieron darse un tiempo, pero se les veía incluso más acaramelados que antes.
-Búsquense un cuarto y dejen de comer delante de los pobres, anda.
-¿Y Deku?
-Hola a ti también, Katsuki. Izuku me dijo que venía en un rato, fue a inscribirse al concurso de mates.
-¿Qué?
Todos se quedaron en silencio, dejaron de hacer lo que estaban haciendo para mirar con atención a la chica castaña al otro lado de la reja. Ella no entendió está acción a la primera, hasta que recordó que habían estado toda la semana hablando de si su amigo era o no un nerd, y esto solo lo confirmaba.
-¡No es lo que parece! No es porque sea un nerd, es por orgullo. Verán, él conoce a un chico con el que siempre quedan primero o segundo, es de otra escuela. Entonces Izuku ha ido a varios concursos solo por rivalidad.
El rubio no lo pensó más de una vez, saltó, entró y caminó despreocupado a buscar a su chico para evitar a toda costa que se inscribiera. Si él quería compartir con alguien ya lo tenía a él.
<Si claro, rivalidad mis huevos. Rivalidad van a tener su culo pecoso con mi pene a ver cuál aguanta más rondas seguidas.>
...
-Oye.
Un mes había transcurrido, todo parecía ir bastante bien para todos, exceptuando Yaoyorozu. Regresaron hace tres semanas de la casa vacacional, y ahora se encontraba sentada suspirando al fondo del salón junto a Jirō.
La de cabello corto intentaba hacer cualquier tipo de contacto con Momo, pero todo parecía ser en vano. Ella solo suspira, suelta pequeños chillidos y dibuja en su cuaderno, totalmente ida y sin prestar atención a lo que la rodea. La campana del recreo sonó hace ya dos minutos y ella ni caso.
Kyoka, un poco harta ya de esta actitud, decidió ponerse en pie e irse en busca de Ochako, tenían mucho de qué hablar. La castaña regresó de la casa de Momo sin previo aviso y, aún después de eso, no se dignó a llamarlas, responderles las llamadas o un mensaje siquiera. Obviamente las amigas estaban preocupadas, y más obvio aún querían saber qué les pasó a ella e Izuku.
Pero, una vez más y como el resto de la semana, ambos desaparecieron juntos. Preguntaba a todos y nadie sabía nada, nadie los había visto salir. Y resultaba imposible que se esfumaran en cinco minutos.
Ojirō y Hagakure estaban en algo, o eso suponía Kyoka, siempre andaban juntos, pero el objetivo de buscarlos no es saber eso, es que Tōru siempre sabe todo, así que algo debe saber de Izuku o mínimo habrá visto o escuchado.
-Tōru-chan, hola
-¡Hola Kyoka! ¿Qué haces? ¿Y Momo?
-Hola, Ojirō -saludó al rubi Izuku está en eo antes de que la chica hablara de nuevo -Bueno, yo ando buscando a Ochako y a Izuku, Momo está aún en el salón.
-¿En el salón? ¿Le pasa algo?
-No sé, no ha querido hablar mucho últimamente. ¿Sabes algo de Midoriya y Uraraka o no?
-¡Ah, claro! Izuku me ha dicho que estaría con el profesor Nezu, y Ochako creo haber escuchado que estaba con unos chicos en el patio.
-¿Chicos? Vale, ¡gracias! Adiós chicos, luego hablamos, y me cuentan qué hay ahí, eh.
La de cabello corto se alejó del lugar, camino a la sala de profesores a ver si Izuku ya se había desocupado. Se asomó un poco, pero no veía nada, aunque si se oía muy bajito la voz de Izuku reclamando algo dentro. Parecía molesto o tal vez ansioso, pero se sentía un deje de confidencialidad en el ambiente.
-Joven Kyoka, ¿necesita algo?
Vale, esto era raro, pero más raro era que Tōru se haya equivocado al dar información. El profesor Nezu estaba de pie delante de la de cabello corto. Rápidamente unió cables, era más que obvio. La chica dejaría a Izuku y Ochako para más tarde.
-Si, quiero comentarle una cosa, verá, estos días YaoMomo ha estado distraída y ni presta atención en clases, creo que no entendió bien unos ejercicios que dejó de tarea.
Le agarró del brazo dirigiéndolo al salón, para alejarlo del aula de profesores.
...
-¿¡Se puede saber qué haces aquí!?
Deku se llevó rápido a Bakugō de los pasillos. El baño estaba ocupado, así que optó por el primer salón que viera vacío, entró y cerró la puerta. Comenzó su largo sermón de reclamo, regañando al rubio por sus acciones en voz baja pero con tono reclamante. Mientras, el contrario solo caminaba por allí, veía y tocaba todo lo que le llamara la atención, papeles, libros, abría cajones hasta que no encontró mucho más y se sentó en la mesa a atender a su chico. Francamente parecía su madre, con la mano en la cintura y apuntándole con el índice.
Sonrió, le encanta. Le gusta ver a Izuku molesto, regañándolo, asustado, llorando, riendo, durmiendo... y le gustaría verlo follando, porque excitado ya lo había visto. Se levantó de la mesa y caminó hasta él, le agarró de la cintura y le habló bajito al oído.
-Yo igual me alegro de verte. ¿Te habían dicho que ese uniforme te hace un culo de ensueño?
Una sonrisa boba se dibujó en sus labios casi automáticamente y se sonrojó. Katsuki le dio un beso y la emoción lo invadió. Se abrazaron fuerte como si no se hubieran visto hace meses, aunque solo hayan pasado unas horas.
-Escucha, muy lindo y todo, pero en serio no puedes hacer estas cosas, es muy arriesgado.
-Arriesgado es ir por ahí con ese pantalón.
-Kacchan.
-Me arriesgo por lo que es mío, solo eso, quiero que mi estúpido vea a su imbécil un rato. Soy tuyo y eres mío.
-No empieces con tus sermones raros.
-Es mi forma de decir que soy tu novio, enano, apreciala.
Izuku vio las nubes, estrellas, el sol, la luna, los asteroides, satélites y hasta Plutón. Al cielo se fue.
-¿Mi qué? -respondió medio confundido, ellos no habían hablado de eso.
Katsuki cayó bajo tierra, con raíces, insectos, piedras, magma, lava, minas, y hasta el núcleo. Se hundió.
Bakugō se había hecho innumerables ilusiones sobre su relación con Midoriya las últimas semanas, y no era para menos. Habían pasado un buen tiempo en casa de Katsuki, a veces dormían donde Inko y el rubio se colaba por la ventana, lo iba a ver a la escuela a diario, salían, comían y hasta se bañaban juntos, aunque el mayor aún no ha llegado ver a Izuku en sí. Se habían besado, abrazado, tocado (Deku al rubio) y limitado. Se tenían apodos y ahora el peliverde prácticamente había enterrado al contrario con una pregunta.
-¿Qué?
Se escucharon voces afuera, una de ellas la de Nezu, por lo que ambos se quedaron quietos. El de ojos escarlata rápidamente caminó hasta la ventana y la abrió, por si acaso, pero era pleno recreo y en el área de abajo habían estudiantes, no muchos, pero habían y él no tenía uniforme, así que no pasaría muy desapercibido si saltaba desde ahí.
El sensei y la otra persona rápidamente se alejaron, pero esto solo sirvió de advertencia para la pareja no pareja.
-Vale, vete, anda, si te pillan estaremos ambos en problemas.
-¿Me expulsas así? ¿Sin un beso ni un abrazo?
Se lo pensó, pero no tenía nada de raro hacer algo así a estas alturas. Se puso de puntillas frente a él y le dio un beso en los labios, pero al sentir que no era insuficiente, Katsuki lo agarró de los muslos y lo cargó, haciendo que enredara las piernas en su cintura. Introdujo su lengua en la boca del menor y comenzó a toquetear sus nalgas por sobre el uniforme.
-No, no, no, esto aquí no, vamos, dale, vete. Primero sales tú y luego yo.
-¿Y yo por qué de primero?
-Porque si te ven salir de aquí conmigo me meteré en problemas, lo mismo si me ven salir de la nada, así que tendrás que arriesgarte a salir antes.
Se dieron un último beso, puso al peliverde en el suelo de nuevo y salió de allí. Por suerte no hubieron líos en todo aquello, sino de verdad que se complicaría.
-Nos vemos abajo.
·•×•×•×•·
Hola y adiós 😘
Jajajaja, estoy más bloqueada que el ex de mi amiga por todas sus redes sociales.
En fin, estudien, aprueben y saquen buenas notas. Recuerden que entre mejor nota tengan más capítulos les regalo. ^3^
Cuídense, los quiero y coman sano.
~Silver_Pie06