How to lose a man in ten days...

By Naomi5011

47.4K 5.1K 1.2K

Su relación terminó hace unos cinco meses atrás, aún hay amor de por medio. Louis quiere recuperarlo, Harry n... More

How to lose a man in ten days?
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10 [Final]
Epílogo

Capítulo 2

3.8K 465 139
By Naomi5011

Se toma el tiempo para ir por su café antes de ir a la empresa. Siempre necesita algo de cafeína para sentir energía tan temprano y lidiar con el hecho de ver a Louis a lo lejos y no poder hacer nada, y no entiende como es que creyeron que era buena idea trabajar en el mismo sitio, claro, en ese momento estaban cegados por el amor creyendo que iban a durar toda la vida y que sería buena idea trabajar en un mismo sitio y llegar a casa juntos, pero sólo han sido unos tonto ingenuos presos del amor y ahora tienen que sufrir las consecuencias de verse casi todos los días y recordar aquellos momentos en los que se juraron amor eterno y darse cuenta que todo lo que planearon para su futuro se ha esfumado de sus manos. Saber que el deseo de tener a Louis hincado en una rodilla con un bonito anillo reluciente entre sus dedos ya no será posible, que dos niños corriendo por un bonito patio trasero ya no se hará realidad, ahora solo es un simple sueño roto.

Y es una suerte que cuando entra a la empresa y se dirige al ascensor Louis no esté ahí cómo casi siempre suele suceder. Han pasado de besarse dentro del ascensor cómo un par de locos enamorados queriendo esos momentos privados para besarse con locura antes de alejarse por unas cuantas horas a compartir momentos incómodos y tensos en ese pequeño lapso de tiempo o a veces esos momentos en los que el ojiazul se acerca demás pidiendo una segunda oportunidad y desafiando su autocontrol. Que no encontrárselo es cómo respirar con calma.

Sale del ascensor chocando contra aquel rubio de cabello con ligeras ondas largas que caen a los lados, piel pálida, alto, ojos azules, no tiene vello fácil y es de complexión delgada y ocupa un buen puesto en la empresa. Las veces que han cruzado palabras Harry lo ha encontrado agradable, inteligente y amable. Lo confirma cuando Eliot le sujeta el brazo con cierta delicadeza y lo mantiene estable. Harry suelta un resoplido de alivio al ver que su café no se ha caído o ha manchado su ropa.

—Lo siento, Harry. ¿Estás bien?

—Sí, sí, me encuentro bien—lo calma alejándose un poco para acomodar su ropa—. Siento chocar contigo. ¿Tú estás bien?

—Lo hago. Me alegra saber que estás bien. Me enteré de que tú y Louis terminaron hace unos cuantos meses atrás. ¿Estás mejor? Siento tu ruptura con Louis.

—Sí, lo estoy.

Mentiroso.

Han pasado un par de meses desde que las cosas terminaron, desde que tomó cada una de sus pertenencias y se fue del departamento. Meses en dónde ha intentado olvidar a Louis y esfumar cada uno de los sentimientos que tiene hacia el castaño, sin embargo, aunque ha pasado tiempo para poder sanar y olvidar, no lo ha hecho. Aún se abraza las piernas en el sillón y se le salen las lágrimas cuando el deseo de ser abrazado por Louis llena la habitación vacía y silenciosa. Aún tiene ese reflejo de acercarse al ojiazul cuando lo ve, pero logra detenerse antes de hacer una locura.

—Me imagino, si las cosas terminaron entre ustedes es que era lo mejor.

—Supongo. Ya estábamos teniendo varios desacuerdos y discusiones, creo que ha sido lo mejor—dice con un sabor agridulce.

—Siempre he pensado que mereces más.

—¿Eh?

—Sí, eres precioso, inteligente, honesto y demás cosas. Louis simplemente no te llegaba a los talones—Eliot confiesa tomándolo de sorpresa. Se inclina un poco—. Las cosas entre ustedes estaban destinadas al fracaso.

Parpadea antes de sonreírle—. Sí, tengo que ir a trabajar.

—¡Espera!—Eliot sostiene sus manos con fuerza. Harry mira sus manos juntas antes de verlo a los ojos—. ¿Te gustaría alguna vez ir a cenar?

Está a punto de negar, está apunto de decir alguna excusa para no lastimarlo o verse con el malo cuando su mirada se encuentra con Louis en un extremo del lugar hablando con Liam mientras su mirada no se despega de él y de Eliot, específicamente de sus manos juntas. El primer instinto que tiene es empujar sus manos para que Louis no malinterprete algo que no es, pero el recordar que no son nada hace que sus dedos permanezcan entre los de Eliot todo el tiempo.

Arrastra su mirada de Louis hacia Eliot ignorando cómo la mandíbula del ojiazul está marcada y cómo sus ojos están fríos, la oscuridad misma está en los orbes azules de su ex novio. Los ojos de Louis no se comparan para nada con los de Eliot en ningún sentido.

Se piensa su respuesta. No tiene ganas de empezar un nuevo romance o salir sólo a citas después de estar con Louis por varios años, no se siente preparado para volver a centrarse en algo así, pero por otro lado, necesita olvidar a Louis, necesita arrancárselo de su cabeza y corazón que se lo piensa demasiado. ¿No tendría que ser malo verdad? Siempre había disfrutado la parte de conocer gente nueva esperando tener una historia de amor. En cada una fracasaba hasta que se encontró con Louis y todo su mundo dio un giro.

—Eliot yo-

—Prometo que te divertirás. Hay un restaurante italiano que tiene pastas increíbles—comenta Eliot sin soltar su mano en ningún segundo.

—Sí.

—¿Si?—pregunta con incredulidad. Tal parece que esperaba a que rechazará cada oferta, pero ha tomado una decisión.

—Sí. ¿Qué día?

—¿El viernes en la noche te parece? Te paso a buscar y podemos caminar un poco para luego ir a cenar en este restaurante del que te hablé hace unos segundos—propone Eliot acariciando su mano.

—Claro.

De verdad que no se espera que Eliot tome su mano y deje un beso ahí. Se queda plasmado unos segundos, incluso cuando el hombre le dice que le mandara mensaje con los detalles y confirmar su salida, incluso cuando Louis lo mira fijamente con la frente arrugada y la mirada más fría que lo ha visto portar. Sabe cuándo se encuentra molesto o celoso, lo conoce tan bien cómo para saber que verlos a ambos le ha enfadado, pero a Harry no le importa en absoluto, su relación ya no existe y puede salir con otra persona sin sentirse mal al respecto y aunque le duela pensarlo, Louis en algún momento saldrá como alguien más, y para ese entonces, espera que su corazón ya no albergue ningún sentimiento hacia Louis.

Aparta la mirada y se apresura a caminar con el corazón latiéndole tan fuerte que puede escucharlo retumbar contra sus oídos. La puerta se cierra detrás de él con un sonido fuerte que hace que brinque y al mismo tiempo asustado por ver a Florence sentada en el escritorio.

—¿Qué sucedió? ¿Por qué vienes así?

—Le acepte una cita a Eliot—suelta mirando a la nada—. Eliot cómo Eliot el que trabaja aquí, él de cabello rubio y ojos azules.

—Sé quien es.

—¿Y no dirás nada?—se exalta. Está haciendo de esto  algo grande.

—Ya era hora. Mereces salir con otras personas. Tu relación con Louis terminó, no veo que este mal en todo esto, Harry.

—No lo sé—dice mientras vaga por su oficina. Sus rizos caen por su frente que se lo aparta en el momento—, es sólo que, no quiero salir lastimado. Aún siento cosas por Louis, y… Salir con alguien de mi trabajo no es exactamente lo mejor. ¿No has visto cómo terminó mi relación con Louis? Es incómodo y tenso encontrarnos a diario. Sería más fácil pasar página si no lo viera todos los días y me lo hiciera tan difícil.

No ha querido decirle que no, no sabía cómo hacerlo y la presión de haber tenido la mirada de Louis encima lo ha hecho tomar una decisión apresurada que hasta este momento está maldiciéndose. Eliot es amable y atractivo, pero sabe que es un error intentar algo cuando aún siente tanto por Louis dentro de él, cuando no se ha atrevido a dejarlo ir por completo, porque parte de su ropa está en su closet, no tiene la idea de cómo es que acabaron ahí, o es que sí la tiene pero no quiere aceptarlo. Cuando aún lleva esos anillos adornando sus dedos o ese collar delicado en su cuello. Aún hay tantas cosas que lo ligan a Louis y no solo de manera sentimental.

Simplemente no quiere que las cosas se pongan incómodas, no necesita a otra persona para evadir cada vez que camina por la empresa. Pero al mismo tiempo no tendría porque ser malo, incluso puede que las cosas salgan bien, solo quiere ser optimista un poco y no encerrarse en una relación que ya terminó, que a la larga estancarse le hará mal. Así que sí, ahora que tiene un poco el enfoque más claro, ahora que no tiene la mirada del que alguna vez pensó que sería el amor de su vida y puede pensar mucho mejor, va a saltar e ir a esa cita.

Florence salta del escritorio caminando hacia él para colocar una mano en su brazo. Tiene una mirada reconfortante y comprensiva. Ella ha visto un poco de su amor florecer y desvanecerse al mismo tiempo. También ha sido una apoyo cuando las cosas cayeron en picada y sintió que era el final, que ya no había nada que hacer para salvar el amor que aún se tenían, o se tienen, no había forma de repararlo.

—Sólo dale una oportunidad.

—Lo haré. Estoy decidido a ir a esa cita, aunque estoy nervioso. Hace tiempo que no salgo a una primera cita. Siempre causa nervios—confiesa con una risa nerviosa—. Ya sabes, el querer que las cosas funcionen o que la cita sea agradable.

—¡Y será así! Eliot es un tipo agradable. No hay porque sentir nervios.

—¿Crees que resulte ser así?—pregunta. Parece que necesita la opinión de alguien.

—Claro. Estoy segura que vas a pasártela bien y que. —Alza las cejas ocasionando que sus mejillas se incendien—. Haya una segunda cita o un polvo en su defecto. Cualquiera de esas es buena.

—¡Florence!

Él espera lo mismo, espera que esa cita sea increíble y que logré eliminar cada pensamiento que tiene acerca de Louis y evite que piense en él toda la noche y en las muchas citas a las cuales han ido a lo largo de su relación, porque aunque a medida que el tiempo pasaba y las citas eran menos frecuentes o Louis parecía tener otra prioridades, habían tenido grandes citas románticas que puede que tenga las expectativas altas de las cuales Eliot tiene que superar.

Cuando Florence se va a su propio sitio, todavía está calmado y no entra en pánico, porque las primeras citas son importantes y han pasado años desde que no ha tenido que preocuparse porque sería adecuado ponerse para una primera cita o cuáles temas de conversación debe sacar al aire o como van a marchar las cosas, y ha tenido citas antes sí, ahí estaba John cuando tenía quince años y fue la primera vez que salió con alguien, fue horrible y una experiencia incómoda, más cuando lo besó sin previo aviso. De ahí le siguió Blake, fue una cita dulce, nada fuera de lo común, pero no hubo chispa, sin embargo, Harry creyó que podría darse con el tiempo y aceptó verlo otra vez y ser novios, un error. Después le siguió James, un total patán, hablando de sí mismo, luego otros tres chicos, que aunque resultaron citas agradables no hubo nada de chispa.

Finalmente, llegó Louis. Aquel atractivo ojiazul con personalidad explosiva, divertida, relajada, pero siendo inteligente, con planes de vida increíbles y lo mejor de todo; le causaba una revolución de chipas en el estómago. Su primera cita fue increíble y divertida, en todo momento no hubo ningún segundo en dónde hubiera silencios incómodos. Cuando la noche cayó lo acompañó a su casa y cómo el valiente que era, lo sostuvo de la cintura y lo besó con profundidad. Fue ahí cuando supo que no quería a nadie más que a este guapo chico con el cielo en los mismísimos ojos y que le causaba electricidad con tan sólo tocarlo.

Las citas cuando estuvieron saliendo oficialmente siempre eran románticas. Picnics al aire libre, escapadas para ver la estrellas y terminar teniendo sexo fuerte en la cajuela del coche de  Louis. Citas en la playa, viajes en el auto con la música en alto y demás cosas que tenían a Harry con el corazón latiendole cómo nunca antes.

Ignora sus pensamientos y se dedica a centrarse en su trabajo. Ya para cuando puede irse a casa, la tarde está cayendo, puede ver cómo los tonos anaranjados empiezan a cubrir el cielo. Eso sólo lo hace querer ir a comprar la cena y quedarse en el sillón lo que resta de la tarde, así que apresura su paso para tomar el ascensor, al estar apunto de cerrarse alguien detiene el ascensor y lo deja pasar.

—Louis.

—Harry—el ojiazul suelta con suavidad.

—¿A la planta baja verdad?—Asiente acomodándose. Van a ser unos minutos tensos—. Así que, ¿tendrás una cita con Eliot?

—¿Cómo sabes?

—Ha estado alardeando por el piso, nada sutil de su parte—Louis se burla con los brazos cruzados, aún así, tiene una sonrisa irónica—. Creo que todos ya lo saben. No lo juzgo, hice lo mismo cuando me aceptaste una cita la primera vez. ¿Puedo serte honesto?

—¿Desde cuándo te ha importado preguntar?

—Tienes razón—para su desgracia, Harry lo conoce a la perfección—. Me están matando los celos de sólo pensar en que irás a una cita con otro hombre que no soy yo, que tendrá la oportunidad contigo. Me hierve la sangre de pensar en que puede besarte.

No tiene la convicción para pensar en una respuesta ni mucho menos para mirarlo a los ojos, porque sabe que sólo necesitaría muy poco para caer, para murmurar un: “no quiero ir a una cita si no es contigo”,  pero de algún modo es más fuerte que cierra la boca y espera que el ascensor tenga la piedad de bajar más rápido y salir de ese pequeño espacio que lo está haciendo sentir asfixiado y no lo está ayudando a pensar correctamente. Nunca ha sido tan fuerte en su vida cómo para no desmoronarse y pedirle a Louis que lo bese con pasión,  cómo para no confesarle que quiere intentarlo una segunda vez. Nunca ha sido tan fuerte cómo lo está siendo ahora.

Sus súplicas son escuchadas y se apresura a salir del ascensor cuando sus puertas se abren. La mano de Louis sostiene la suya y todo se detiene, su cuerpo deja de funcionar correctamente y su corazón queda helado. Todo deja de sentirse normal, pero su piel reconoce a la perfección la mano de Louis.

Parpadea lentamente y sus dedos se aferran a los de Louis—. No siento que sea un problema. Tiene que ser una gran cita cómo para elevar las que teníamos.

—No seas tan pretencioso, por algo terminamos, Louis.

Tan pronto como las palabras escapaban de sus labios, Louis suelta su mano. Debería sentirse tan bien que lo hiciera, pero no ha sido así y tiene que ser fuerte para darse la vuelta e irse de ahí lo más rápido posible.






Está nervioso.

Está caminando por el living de su pequeño departamento mientras espera a que Eliot pase por él, se ha arreglado muchísimo antes por los nervios que le genera la primera cita después de muchos años. De verdad que nunca imaginó que estaría en esta situación otra vez, después de Louis creyó que no saldría con alguien más en plan romántico, que cada día su amor escalaría, pero ha sido un tonto por pensar eso, ahora que mira hacia atrás y se da cuenta de la actualidad y sólo lo hace reír como un tonto,  sentirse patético porque han pasado meses y sigue sintiendo el mismo amor por Louis, incluso cuando se sentía decepcionado cada vez que terminaban peleando por cosas absurdas, cada vez que sentía que el amor que el ojiazul sentía hacia él se reducía. El miedo de que en algún momento no quedará una gota de amor lo hizo decir tantas cosas de las cuales no sabe cómo sentirse al respeto.

Sacude la cabeza. Está noche está destinada a divertirse y olvidarse de Louis, no quiere pensar en el ojiazul ni tener ninguna clase de flashbacks en todo el tiempo que pase con Eliot. Sólo quiere tener un buen momento, disfrutar de la noche y cruzar los dedos para que todo salga como quiere.

Se paraliza unos instantes cuando su teléfono suena y Eliot le avisa que se encuentra esperando por él abajo. Harry teclea que estará ahí en cuestión de segundos y se pone en marcha para salir y cerrar la puerta detrás de él. Cuando la noche le da la bienvenida y Eliot está apoyado en ese grandioso coche, es que Harry se siente más calmado y le sonríe acercándose al hombre. Luce adecuado, con el cabello despeinado y los ojos azules más claros que ha visto en su vida.

—Ahí estás. Gracias por aceptarme una cita.

—Claro—suelta con una sonrisa—, aunque gracias a ti por invitarme a cenar. Los fideos tendrán que esperar otro día.

—De acuerdo. ¿Listo?

—Sí. —Asiente entrando al auto cuando Eliot le abre la puerta del copiloto para luego rodear el auto—. ¿A qué restaurante iremos?

—El que está a unas cuadras de aquí. Es nuevo, pero la comida es deliciosa y creo que te agradará.

El camino al restaurante es silencioso en su mayoría, en algunas ocasiones Eliot le saca algunos datos, pero la otra parte Harry entrelaza sus dedos sobre su regazo y mira por la ventana cerrando los ojos al sentir el aire acariciarle el rostro y también disfruta de la noche estrellada, hasta que llegan al lugar y de nuevo, Eliot le abre la puerta y lo guía dentro del restaurante hacia una de las mesas en el fondo. Tan pronto como están sentados, ordenan varios platillos para probar una variedad de comidas.

Su mirada baja hasta su teléfono al recibir un mensaje de Niall y Florence en el grupo que tienen juntos. ¡Buena suerte! Es lo que puede leer Harry en la pantalla. Responde antes de apagar su teléfono y centrarse en su cita, no quiere parecer grosero o poco interesado, porque lo está, quiere conocer a Eliot más allá de saber pocas cosas.

La cita marcha con tranquilidad, comen entre charlas por lo bajo y risas ruidosas. Eliot es atento y sabe escuchar, pregunta sobre la etapa de la universidad, de sus amigos, familia y demás cosas. En ningún momento pregunta la razón por la cual las cosas con Louis terminaron tan abruptas. Siempre mostraron su amor en la empresa en equilibradas medidas y Harry agradece eso.

—Eres precioso, Harry.

Se le abren los ojos más de lo usual y las mejillas se le encienden—. Gracias Eliot.

—¿Quieres caminar un poco antes de llevarte a tu departamento de nuevo?

—Sí, claro—acepta.

Eliot no lo deja pagar la mitad de la cuenta alegando que él lo invitó y es justo que pague, no quiso protestar y se rindió y esperó con paciencia a que terminara de pagar la cuenta mientras jugaba con sus anillos. Sabe que están en la recta final de la cita y no puede dejar de pensar en eso cuando Eliot habla mientras caminan por las calles cercanas y que son concurridas. No puede dejar de pensar en lo que ocurrirá al final y cualquiera de las posibilidades que cruzan por su cabeza no le agradan, y no lo malinterpreten, ha sido una cita agradable y Eliot lo ha sido más, pero no siente chispas, aquel cosquilleo eléctrico que siente cuando está con la persona indicada.

No puede mentirle a Eliot, no puede pretender que si al final de la noche le pide una segunda cita o si le pide un beso o pasar a su departamento va a aceptar, porque todo el camino que han hecho de regreso al auto del rubio solo ha buscado las palabras correcta para decir, si es que alguna de las opciones se presenta. Porque sólo quiere verlo de nuevo como un amigo y no cómo una cita.

¿Acaso alguna vez volverá a sentir ese cosquilleo recorrer su cuerpo?

Se detienen en el auto con Eliot abriendo la puerta para dejarlo pasar. Resultaría fácil enamorarse de él, lo sería si tan sólo su corazón no le seguiría perteneciendo a Louis todavía. Le habría gustado sentir alguna clase de emoción, pero no puede mentirse a sí mismo, no puede engañar a su propio corazón cuando este bien sabe que aún siente cosas por Louis.

Eliot se gira hacia él cuando se detienen—. Te acompaño hasta la entrada.

—De acuerdo.

—Estaba pensando, si está cita te resultó agradable, que espero que sí—empieza a divagar a pasos lentos hasta detenerse y mirarlo—, ¿me aceptarías una segunda cita?

—La cita ha sido increíble y me la he pasado bien, pero, yo-

—Entiendo no tienes que decirlo—Eliot lo detiene sabiendo muy bien por dónde va el asunto. Harry siente remordimiento al ver la decepción reflejada en sus ojos azules—. Supongo que nos veremos por la empresa.

—Eliot—lo detiene antes de que entre a su auto.

—¿Si?

—Ha sido una increíble cita, pero yo no soy el indicado—confiesa.

La sonrisa ligera que Eliot le da, lo hace sentir mucho mejor para cuando sube a su piso y cuándo cae a la cama. Fue comprensible y parece que ha notado que aún siente cosas por Louis.

Necesita arrancárselo de su corazón tan pronto cómo sea posible antes de cometer un error.

Continue Reading

You'll Also Like

325K 24.8K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
118K 17.3K 35
"Sergio Pérez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa...
80.5K 9.9K 14
A los 16 años, todo el mundo realiza un test de compatibilidad el día de su cumpleaños. En algún momento, después de realizar el test, y junto con ot...
533K 72.4K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!