Sofía
Cada paso que doy reitero que no debo estar aquí, que debo irme y olvidar lo que dije haría porqué no tiene caso contar algo pasado.
No tiene arreglo. No puede cambiarse ni mucho menos controlarlo.
En cambio, me meto a la boca del lobo esta noche. Por mis propios pies entro a la casa de Donovan, el cual dirige para que lo siga mientras sus hombres se aseguran que no escape.
No son rival para mí. Y ahí está la cuestión, puedo escapar y no lo hago
Algo me detiene corroborando mi lado masoquista que le gusta sufrir como una tonta.
Como si supieran que deben dejarnos solos se quedan en el umbral indicando que siga quedándose en ese sitio.
Cierran la puerta en cuanto estoy dentro. Mi corazón palpita dolorosamente. El aire escasea y mis piernas se convierten en plomo.
__ ¿Como lo supiste? - es directo. Ni siquiera me había percatado que estaba observando. - Aunque la pregunta real es ¿Cuando?
La saliva se siente como ácido en mi boca.
__ Dos noches antes. - las palabras salen solas.
__ La noche en casa de Braulio. - deduce por si Solo. - Eso fue lo que te llevó Bruno.
No digo nada.
__ Me sentía extraña desde días atrás y ahí lo supe. - admito. - Ahí está tu respuesta. Puedo irme ahora.
__ Tanto que decías amarme pero en cuanto la oportunidad se presentó, no dudaste en dar mi ubicación de esa noche. Nadie sabía de esa casa salvo tú y yo. - recalca - Y no conforme con dar mis coordenadas debías verlo. Tenías que estar presente cuando la policía llegó luego de Ronald. - reclama enfadado - No me enoja que hayas hecho lo que hiciste con el... Me enoja la forma. Me jode que tú falta de entrañas diera para tanto. Tu amor fue tan efímero como tú lealtad. Querías que te amara para ser la vencedora.
Siento las lágrimas bordear mis ojos. Rodea el escritorio para tomarme del cuello con esa herida que ambos abrimos. Lo maldito se le nota y aún cuando puedo repelerlo, ahora solo dejo que me sostenga.
__ Lo mat...
__ No. No te atrevas a decirlo. - enfado es lo único que puedo sentir - No tienes derecho a hacerlo. Tú me amaste, pero también te gustó el hecho de ser el único que me afectaba hasta el nivel de romper reglas. - lo empujo - Eso es lo que te mueve. Ser el único, el dominante. El vencedor. ¡El puto Dragón sobre todos!
Se limpia la nariz. Sus ojos denotan rabia.
__ Porque quisiste ser amado. Te gusta sentirte superior, dragón. - suelto enojada - ¡Como no! El dragón neoyorquino siendo amado cuando siempre fue odiado ¿no? - deja que siga en mi histérica situación - Fui tu rata de laboratorio. Tu prueba irrefutable que puedes sentir, y a la primera de cambio, soy la culpable de todo lo que ocurra.
__ ¿Y no fue así? - retrocedo cansada - Dime, ¿no fue así? Porque hasta donde recuerdo, fue de esa manera. - levanto la cara - Te gusta reclamar pero cuando te lanzan las verdades a la cara, huyes. Una cobarde es lo que eres.
__ No huyo.
__ Entonces, responde. - vuelvo a él. - Dime cómo maldita sea pasó todo. Dime tú versión de los hechos. Que sea creíble aunque lo dudo, no eres capaz de hacerlo.
__ No me vas a creer.
__ Porque son mentiras. Son falacias que inventas para justificar lo que hiciste. - enfrenta mi miedo - ¿Quien más podría estar interesado en matar un hi...
__ ¡Sabine! - profiero rasgando mis cuerdas vocales - Sabine lo hizo junto a Ronald. Pero no lo vas a creer porque tú maldito orgullo de hombre herido no te permite ser comprensivo.
__ Es difícil creerte.
__ ¡¿Porqué?! Les crees a todos menos a mí. Todos pueden traicionar, matar y hacer lo que se les dé la gana, menos yo ¿verdad? - se ríe - Que conveniente para todos. A mi no me dejas defenderme. Solo juzgas y juzgas lo que hago e hice en el pasado cuando también hiciste lo mismo. Pero la que estuvo mal fui yo. La que no puede excusarse soy yo.
__ ¡Porqué no tienes el derecho a hacerlo!
__ Porque no puedes dejar que todo ese muro lleno de odio para mí sea destruido. - declaro - Eres un maldito egoísta que solo piensa en venganza porque al señor le quitaron el poder que tanto presumió.
__ ¡Que tú ayudaste a quitarme! - la respiración empieza a faltar
__ A tí te quitaron poder, a mi la vida. - determino - Lloras por qué no tienes lo que antes, mientras lo hice porque ni siquiera me dejaron tocarlo. No lo vi, no lo sostuve, no pude siquiera respirar cerca suyo. En una habitación decente, solo una maldita esquina oscura con mil ratas a pocos metros donde perdí la consciencia. Sin oír nada.
__ Porque no quisiste
__ Cree lo que quieras - paso la mano por mi cuello - Ya no me importa - mi mano está temblando y noto lo que ocurre. Necesito irme. - Me dejaste de importar desde que preferiste enviar una nota diciendo que me matarías a una para saber que pasó.
Me pica el cuello
__ Ódiame. Sigue haciendo eso. No pienso aclararte nada porque no lo mereces - el codo también tirita y debo detenerlo - Sigue en ese lugar lleno de ira que te ahoga, total no voy a luchar para vivir cuando mi hora llegue.
Salgo a toda prisa. Necesito salir de este sitio antes que todo se descontrole. En estos instantes es que me odio por no hacer caso y tomar el medicamento. No estaría pasando si lo hubiera hecho.
No tengo control de mis manos, todo me da vueltas y la cabeza me quiere explotar con los recuerdos que reproduce
Mis dedos tiemblan al deslizarlos en la pantalla pero logró dar con su número
__ Elisa... ven... necesito - las sienes pulsan dolorosamente con mis pasos que puedo sentir aplastarme.
__ ¡Dime donde estás!
Se escucha apresurada. Sabe lo que me pasa porque ha lidiado con esto muchas veces hace años.
__ Sofía dime donde estás. Por favor.
__ Te voy a enviar la...
No puedo articular una idea. Todo me duele.
__ Con...
No puedo evitar caer pero no es el suelo lo que me recibe sino unos brazos que reconozco y que sé serán mi pérdida total a los impulsos que he mantenido controlados
Donovan.
*******
Despierto al ver la claridad pegarme en la cara. La cabeza me duele y no reconozco la habitación donde estoy.
Los párpados pesan, es una tortura el abrirlos. Sopeso la idea de irme, evadir y olvidar. Eso funciona. Al menos lo hizo antes.
Un relámpago me hace dar un respingo. Una tormenta resuena afuera.
__ Esperaba que fuera más tardía tu despertar. - la voz de Donovan me sobresalta. Llevo la mano al pecho y lo acribillo al verlo sentado en un sillón cerca de la ventana. - Siete horas, treinta y ocho minutos inconsciente.
__ No sabía que había un límite. - suelto sarcástica. Debo irme. Es lo único que mi cabeza repite.
__ No lo hay. Es solo que es mi casa donde estás y dejarte sola en un sitio donde puedes hacer de las tuyas no resulta beneficioso.
Lo veo ponerse de pie con una extraña mirada audaz, con la cual esconde todo.
__ Pudiste dejarme en la calle. No es mucha la diferencia.
__ Hubiese sido una buena opción de no ser porque no te querías soltar de mí. - declara.
__ Eso es mentira. Yo no haría tal cosa, solo estaba... - mi mente divaga - Tengo que irme.
__ Deberías. - manifiesta.
__ Un favor para tí.
__ No, uno para el polla chica que ha de estar asustado que no llegaste a dormir a sus calientes sábanas. - ese gesto lleno de furia no pasa desapercibido para mí. Nada de él lo hace. - Complace a tu esposo, Valkirya.
Su doble sentido me deja atónita. No disimula ni un poco el estar enmedio de su círculo que era un vicio para mí.
Siempre le ha gustado ser dueño absoluto de los sentimientos de otros, en eso se basa su vida entera. Le gusta la competencia cuando tiene segura su victoria.
Pero a mí también me gusta entrar en el juego y ahora, con desespero necesito algo con lo cual distraer mi cabeza y si es obteniendo más dolor lo acepto sin dudar. Mis pies se mueven solos absorbiendo esa furia que emana cuando quedo frente a él.
Me repara. Con sus dedos sosteniendo su barbilla y esa pose de asesino dispuesto a destruir lo que lo rodea asegura que va a acabar conmigo. Puedo sentir el aire calentarse, el ambiente volverse más tenso y una neblina roja recayendo sobre los dos.
Sé lo que hago. Lo que acarrea. Como sea, no quiero retroceder.
.
.
∆∆∆∆∆∆
Donovan.
Las curvas las delineo recordando lo bien que se siente hacerlo de otra manera. No es tan delgada. Sus caderas anchas destacan. Un tipo de cuerpo muy bien proporcionado, además de contar con una cintura muy marcada. Mantiene armonía en todo el cuerpo además de contar con piernas fuertes y moldeadas. Un trasero que puede ser la perdición al tenerlo tan cerca.
Es el tipo de mujer que si te dejas seducir acaba contigo sin mucho esfuerzo. Lo ha hecho antes, no le costará nada volver a hacerlo.
__ ¿Valentía? - me burlo. - En verdad eres un poco tonta si crees que puedes hacer algo conmigo.
__ En verdad eres un mal mentiroso. - devuelve inclinándose sobre mí. Sus senos queda expuestos. No entiendo que juego quiere iniciar si sabe que en cualquier caso perderá la partida.
__ Mis gustos son extraños, Valkirya. Me gusta lo extremo. Lo único. Lo exclusivo. - me acerco a su boca - Fuiste eso. Ahora solo eres la esposa abnegada de un drogadicto polla chica.
__ ¿Como sabes que no sabe complacerme en la cama? - me desafía la muy perversa. Sus labios rozan los míos y no me inmuto. - Tal vez sea un tamaño ideal.
__ Estás acostumbrada a las cosas grandes, a lo ostentoso, a lo duro en una fricción entre lo animal y lo limitado. - muerdo su boca. Chilla para que la suelte y no lo hago hasta que la sangre emana - Ansias el dolor, porque solo así te torturas. Te encanta ver qué no te dan todo cuando lo quieres, si no cuando lo necesitas. - pasa la lengua en la marca que dejé - Eres como yo. Por eso, ese órgano palpita más de lo normal ahora que me tienes cerca. Es mío así no lo admitas
__ Fue tuyo. En el pasado.
__ Y seguirá siendo mío hasta que lo saque de ahí. - me levanto haciendo que sus ojos no se despeguen de los míos a medida que la altura prevalece sobre la suya.
Le gusta que las brasas la cubran. Ese es su secreto. Es una masoquista de mierda que adora sentirse pequeña a lado de un semental que la ponga en riesgo.
Su muñeca queda encerrada en mis dedos, no forcejea pero se queda inmóvil cuando deslizo la cuchilla que carga en su manga hasta sacarla de ese sitio rozando la piel que queda marcada con un corte preciso y leve.
No muestra dolor, no deja que la vea afectada ni un ápice de miedo en esa mirada grisácea que busco romper. Una maldición que comienza a golpear mi tórax de nuevo.
__ Sería muy complaciente el abrir tu pecho en este momento para sacar tu corazón. - paso la punta en medio de sus senos que se erizan disfrutando del peligro que representa tenerme con ansias de sangre.
Recorro su piel del mismo modo con una fantasías que aún quedan por cumplir. Me aprendí todos sus gestos cuando la tenía bajo mi cuerpo, pidiendo a gritos que la dejara correrse mientras empujaba mi polla por ese sitio que me volvía el más obsesivo del mundo.
La saliva se me aliviana. Los dedos se me entumecen al sentir que mis límites deben ser reconstruidos.
No quieres hacerlo. Me convenzo de lo mismo. Mi mente lo acata, mi cuerpo se rehúsa y mis ganas se desatan tomando el control.
Su cara queda frente a la mía, sus labios me invitan a tomarlos pero la rabia que tengo es demasiada. La odio. Lo que hizo es imperdonable pero la deseo como un maldito adicto a las drogas, como un animal que vuelve a la pelea por el hambre que tiene
__ Aléjate - ordeno
__ Eres tú quien me sostiene - me hace ver con burla. Su aliento dulzón me dejan sin saber si debo matarla o follarla. - ¿Le tienes miedo, dragón? ¿Ya le temes al fuego?
__ Te crees valiente pero si te follo, no podrás caminar, Valkirya - adelanto - Lloras como la débil que eres ahora
__ Retame... demuestrame tu teoría
Esa maldita O en sus labios carnosos me están exigiendo que lo haga.
__ Eres una hija de perra que detesto, ten eso claro - asevero levantando su cuerpo que quema cuando sus manos se cuelgan de mi cuello. Cedo. No olvido pero sí caigo en el insano deseo de tenerla como quiero - Recuérdalo porque cada vez que entre en tí desearás que no lo haga
__ Eso tenlo por seguro - agrega la maldita. Voy a darle lo que quiere pero de la forma que a mí me gusta.
La odio. La odio. La odio
Pero es tan atrayente que al estampar mi boca contra la suya siento que ardo. Lava me corre por las venas, fuego es lanzando sobre los dos y es lo que siempre me ha definido el cual le ha gustado provocar a su antojo como ahora que baja por mi pecho agitado hasta bajar la bragueta sacando la longitud que le pone a brillar los ojos
El piercing está en su puesto y le gusta. Siempre le gustó. Era el objeto de sus deseos y tampoco eso ha cambiado.
__ ¿Añoranza es lo que veo?
Solo sonríe lamiendo el glande poniéndome a temblar malditamente. Da un segundo lameton antes de salivar moviendo las manos alrededor de este para darme el placer que me quita la respiración antes de engullir todo, de golpe, sin detenerse un segundo.
¡Santo cielo!
Ardo. Estoy por estallar por la hija de puta que se traga toda mi longitud sabiendo que no podré contenerme por mucho.
Sus ojos se disparan a mí y puedo decir que es la mejor vista que recuerdo y tantas veces deseé ver ese tiempo en prisión.
Sus mejillas ahuecadas, sus ojos llorosos y sus labios extendidos sobre mi verga, conteniendo la respiración por unos segundos antes de soltarla. Me puede matar ahorita y se lo permitiría para verla en acción una vez más.
Escupe descarada sobre mi glande de nuevo encendiendo mi hambre animal que toma su cabeza para follarle la boca a mi modo, descontrolado y sin lástima. Lo recibe y no se queja cuando se la entro de golpe y la dejo ahí mientras se ahoga con el grandor. No desiste por más que sepa que no la soltare.
El piercing toca su campanilla en lo que intenta respirar con el grosor que la deja buscando salida. Ese miedo es el que disfruto. El éxtasis aumenta con su temor, el látigo golpea más fuerte y su mirada solo empeora el dolor.
__ Sería una forma muy creativa de matarte - amenazo y sus ojos brillan más. Es una masoquista de mierda que quiero...
La suelto de un rápido movimiento para después entrar otra vez. Sin detenerme hasta que empieza a toser pero la vuelve a tomar a su gusto para hacerme correrme dentro de su cavidad que queda bañada de mi semen. Sus labios chorreando con mi semilla goteando.
Se pasa los dedos en las comisuras mirándome directamente antes de introducirlos a su boca acabando con mi cordura.
__ Tal como lo recordaba. Delicioso - declara y eso basta para arrinconarla como un puto animal sin control
__ Te quiero meter la... idea de como morirás - logro articular - Quiero oírte gritar, Sofía. Grita para mí, Valkirya
Seré una bestia hasta que llore. Es lo único que obtendrá. A los dos nos gusta y será una sanción que quizá cobre luego porque esto no es bueno para mis planes, pero se siente tan bien que las consecuencias también las voy a disfrutar.
Tiro de su pantalón rompiendo la tela dejando el coño que me vuelve loco a la vista. Paso saliva al verlo brilloso por su reciente orgasmo. No puede evitar correrse con tan solo mi toque y eso me eleva el ego, mucho más. Pliegues rosados con sus jugos goteando.
Mi gran fantasía.
__ Damelo todo, dragón
__ Te mostraré el cielo una última vez. - mis rodillas caen al suelo sin poder evitarlo para empezar a chupar lo que tiene en su canal. Cada lameton solo es para probar ese sabor ácido y adictivo que me trago, no me es suficiente. Quiero más, necesito más
Noto las diferencias y el deje de celos es atroz. Continúo comiéndole el coño sin reparos, me prendo de este como un poseso disfrutando una vez más del éxtasis que me causa el tener sus pliegues bañado de mi saliva y sus jugos en mi cara.
Me recuesto en la silla trayendola conmigo para hacerla sentarse en mi cara
__ Donovan, no te detengas.
Sus suplicas no son necesarias cuando soy quien pide se balancee más rápido. Me baña la barbilla de lo que suelta. Es sucio. Tal como me gusta.
Puede odiarme y puedo odiarla pero esto excede todo lo que tenemos pendientes. Los fallos. Las deslealtades estan fuera de lo radical que somos los dos. Sus caderas se mueven dándome todo para lamer con gusto su hendidura que pruebo en cada centímetro hasta que su corrida me llena la boca dándome lo que quería.
Desenfundo mi verga para entrarla a su canal que la recibe expandiendo sus pliegues que se sienten tan bien como la última vez. Me adora y lo sabe. La quise y ahora se lo dejo claro al enterrarme con más fuerza dejándonos sin aire. Violencia es lo que somos juntos y lo acepta. Follando duro, llegando al salvajismo que nos define.
__ Déjame...
__ Calla - condeno para que no me desconcentre del éxtasis que ahora estoy sintiendo. Quiero hacerla pagar.
La embisto sin control sosteniendo sus piernas mientras entro. La tomo a lo bruto, a lo salvaje. Le como las tetas mordiendo con fuerza haciendo que gima más fuerte. La lluvia continúa pero yo solo me concentro en deleitarme con la mujer que dejo me monte otra vez saltando con mi falo que la rompe una vez más.
Chilla cuando la muerdo y le encajo la polla hasta dejarla sin aliento. Sus ojos derraman lágrimas al tenerme sin control sosteniendo sus límites mientras sus lloriqueos me ponen al borde.
Jadea sin aire, me besa sin pensarlo y le correspondo sin nada de lástima. Sus nalgas chocan una y otra vez contra mi verga que entra y sale bañada de su humedad. Me moja con sus orgasmos pero no deja de saltar dándome una vista panorámica de su cuerpo desnudo con mi falo dentro suyo.
__ Abre los ojos - demando cuando siento que no puedo contener más lo que hace - Mírame.
__ Te veo - responde como en los viejos tiempos. Tiembla y casi se desvanece cuando ambos nos corremos mirándonos a los ojos por el arrasador orgasmo que me deja sudado y con ganas de seguir
No la dejo ni reposar cuando la pongo en cuatro patas para abrirme paso de nuevo. Le dije que la haría suplicar y lo cumplo al oir como pide que me detenga o que la bese pero le niego todo dándole las nalgadas que solo la mojan más. Es una perversa y solo alguien con un deseo superior a ser un maldito animal puede darle. Puede follarse a quien guste, es mía ahora, lo fue en el pasado y lo seguirá siendo por toda su estupida vida.
La odio, nunca dejaré de hacerlo porque me ocultó cosas, me quitó otras y me destruyó a su antojo
******
Despierto con sus piernas enredadas con las mías, su mano en mi pecho y ese cabello desordenado esparcido en mi hombro. Tengo sus marcas pero ella no se queda atrás, pues al levantarme la veo con mis dedos marcados por toda su espalda, las piernas con mis dientes dibujados y todo su cuerpo con huellas que no podrá borrar en días
Sin ponerme nada encima camino hasta la botella de licor que tomo para vertir el líquido dorado en un vaso, el cual paso sin hacerme un poco de efecto. Vuelvo a llenarlo y clavo los ojos en la mujer que sigue dormida sabiendo que lo que acabo de hacer arruina mis planes, sin embargo; quiero repetir.
Y sé que no voy a dejar de pensar en eso si no lo hago. Regreso a la cama levantado el culo que queda a mi merced y levanto para meter dos dedos dentro de su coño resbaladizo que me recibe cuando la embestida no la detengo. Mis dientes se clavan en su hombro y sus ojos se abren mirando por el rabillo volviéndolos a cerrar al estrellar mi pelvis en sus nalgas para que no haga uso de lo que es.
__ Déjame dormir. - pide en un chillido de dolor.
__ Siempre seré yo. - respiro en su cuello, tirando de su cabello para elevar su rostro. Levanta más el culo curvando su espalda - Día, tarde y noche querrás que vuelva a entrar aquí.
__ Maldito. - gimotea. Entre más maldice más duro la follo para recordar a quien amó, traicionó y aún así desea.
__ Señor, lamento la interrupción, pero el señor Dylan Myers está abajo. - avisa Sam atrás de la puerta.
Sofía se alarma. Se quiere ir y la detengo condenando su cuerpo al más grandioso y peligroso placer.
__ ¡¿Estás idiota?! No pueden saber que estoy aquí - los embates son más violentos. Está hiperventilando y con mi polla hundida hasta el fondo - Donovan.
__ En un momento bajo. - aviso sin soltar su cabello. Esta vez quiero marcarla de otra forma también y no me privo de morder su boca dándole lo que necesita para guardar silencio mientras me deslizo en su interior tantas veces hasta que el derrame es inevitable.
Su respiración errática la deja tendida en el colchón mientras me pongo en pie.
__ Tú decides si irte por la puerta grande o por el techo - resuelvo besándola una vez más antes de caminar lejos suyo yendo a la ducha
Me doy un baño rápido para luego salir con una toalla hallandola en la misma posición. De espaldas y tratando de respirar más lento. Dudo pueda dar dos pasos sin sentir los estragos de la follada, pero no la detendrá nada si quiere huir.
Me coloco el pantalón, una camisa que dejo a medio abotonar y el reloj de mano que abrocho antes de salir sin mirar atrás.
Al llegar a la sala es el polla chica quien está llamando.
__ Deben encontrarla. Si escapó, no tarda en morir. Si fue capturada, traiganla. - exige furioso.
Aclaro mi voz yendo al minibar donde lleno un vaso de nuevo.
__ Disculpa la visita sin avisar pero tengo una duda que debo resolver. - no le hablo solo sigo bebiendo el contenido de mi vaso. - Sofía desapareció desde ayer en la tarde con un diamante que queremos de regreso y no sabemos dónde encontrarla.
__ ¿Que tengo que ver con ella o piedras preciosas? Me dejó de importar desde hace mucho - menciono mirando hacia las escaleras. - Si es todo...
__ ¿No me ofrece un trago?
__ No. Tengo asuntos más importantes que saber que tu esposa te robó. - bramo devolviendome para redirigirme al despacho.
No lo tolero. Es un imbecil que no sabe ni como moverse, mucho menos esconder el miedo que lo ahoga.
__ Pudo buscarte. Fue tu...
__ Exacto. En pasado - paso el trago que quema mi garganta - No tengo nada que ver con su presente. Tanto ella como yo no queremos tenernos cerca.
Veo por las cámaras que tengo en mi dormitorio a la mujer que camina con dificultad, con una mano en su pelvis, buscando su ropa. Escondo la risa que reconforta mi silencioso placer.
__ Si la ha visto debería saberlo. - me distrae el tipo.
__ En lugar de buscarla en lugares equivocados deberias hacerlo en aquellos que sabes posee - aconsejo - Puedes sentarte a esperar que un milagro llegue del cielo o tu esposa del infierno.
Le quiere buscar explicación a eso también pero no pienso dar detalles de lo que veo. Sofía busca algo en mi armario hasta que la veo sacar una camisa que usa para cubrir el roto del pantalón.
Se amarra el cabello y ve el balcón.
__ Aunque deberías ir a ver a su casa. También solía desaparecer hace años y volvía como si nada - este se levanta y para cuando ve lo que yo ella ya no está. Simulo revisar el funcionamiento de la cámara - Si quieres aprender sobre tecnología, toma clases en otro lado y deja de meterte en mis cosas.
__ Siento mucho dar molestias. - camina hasta la puerta para marcharse en lo que regreso a ver el techo solo para ver cómo sube a los muros en lo que desactivo los sensores y aviso a mi gente que la dejen salir cuando salta hacia la calle.
No me interesa conservarla dentro de mi casa. Y a ella al parecer le urge largarse.
Típico de ella.
Un diamante.
Como si ella fuera a desaparecer solo por una estúpida piedra. Nunca van a conocer lo que yo, y esa es mi ventaja.