Entre sin avisar a la mansión Lockwood y mire a dos chicos discutiendo, al parecer no se dieron cuenta de mi presencia y siguieron con lo suyo. Me cruce de brazos prestándoles atención.
—..Que bueno que te interese. —Dice Tyler sarcástico
—Pues no, debí matarte por lo que tú y tus amigos me hicieron, el paralizarme, dejarme en un ataúd para que me pudriera. —Dice Klaus acercándose a él, Tyler clavo su mirada en mí y sonrió maliciosamente.
—Usaste mi cuerpo para escapar y te acostaste con mi novia, estamos a mano. —Dice Tyler para luego mirarme y sonreírme amablemente— Hola, Emma.
Que maldito.
—Hola, Ty. —Puse una mano en mi cintura, Klaus se quedó inmóvil en su lugar y después se giró muy lentamente hacia mi.— Hola, Klaus.
—Hola, Emma. —Susurra.
—Me fui por dos semanas y han pasado muchas cosas, la niña Gilbert es vampiro, tú moriste por un rato, tu madre hizo vampiro a Alaric y este trato de asesinar a todos, y.. ¿Te acostaste con Caroline Forbes? —Pregunte con sorpresa, admito que con un poco de celos, también.
No pasa nada, tu te acostaste con su hermano.
Cierto.
—Es una larga historia. —Dice él
—Claro que lo es. —Escuche a Tyler y lo ví rodar los ojos, lo mire con diversión— Es un idiota. —Susurra, esboce una sonrisa divertida. Lo ví desaparecer por las escaleras y mire a Klaus nuevamente.
Escuché una risa nerviosa detrás de mi, voltee encontrándome con la señora Lockwood.
—Estas en tu casa, querida. —Me dice sonriente
—Gracias, Carol. —Sonreí amablemente y la ví irse.
Camine al lado de klaus directo a la cocina, escuché como me seguía rápidamente.
—¿Cuando has llegado? —Me pregunta
—Desde ayer por la tarde. —Respondí mientras mordía una manzana verde.
—¿Por qué no avisaste? —Pregunta
—Le avisé a Bekah.
—Ella y yo no hablamos. —dice
—Que lastima. —Mordí de nuevo la manzana— ¿En verdad te acostaste con Caroline?
—Si. —Murmura
—Ah —Dije, lo ví fruncir el ceño y se acerca a mi, lo observé atentamente.— No me digas que quieres besarme. —Rode los ojos, se detuvo en seco y retrocedió, me reí
—Lo siento. No pude contenerme. Ella fue la que quiso, le dije que yo te quería y ella me contestó igual. —Hablo rápidamente, rodé los ojos.
—Si, claro. Lo siento. No pude contenerme, yo bese a tu hermano y me lo lleve a la cama. No quise hacerlo. —Hable igual que él
—¿Que?
—Ya estamos a mano. —Imite a Tyler.
—¿Te acostaste con Kol? —Pregunta, me encogí de hombros y sonreí— No es gracioso, Emma. Él sabía lo que yo sentía por ti y aún así le dió igual.
—¡Tú sabías lo que yo sentía por ti y aún así te dió igual y fuiste detrás de Caroline! —Lo empuje levemente— Kol se preocupo por mí y me saco una sonrisa cuando yo me moría por tí.
—Es un idiota, sabía que era una mala idea dejar que te quedarás ahí con él. —Me toma de los hombros bruscamente y trata de besarme pero lo empuje haciendo que se pegará contra la mesa
—No vuelvas a tocarme de esa manera, es algo tan molesto e irrespetuoso. —Le dije en la cara
—Lo siento.. —Susurra
—Yo también lo siento, ¿Vale? —Me frote la cara frustrada— No planee acostarme con él, solo paso. Tu dices sentir algo por mí pero no lo demuestras, siempre vas detrás de Caroline.
—¿Estás enamorada de Kol? —Pregunta, no respondí a eso— Déjame corregirme, ¿Te estás enamorando de Kol?
—No lo sé.
—De acuerdo.
—¿Te estás enamorando de Caroline? —Pregunte
—Claro que no. —Dice rápidamente, me toma de la cintura y me pega a él bruscamente— No importa cuánto tiempo me tome, voy a volver a enamorarte.
Y después de eso dejo un suave beso en la comisura de mis labios y desapareció por la puerta, suspire pesadamente.
—Idiota. —Rode los ojos
[...]
—De acuerdo, Kol. —Rode los ojos, empuje la puerta del Mystic Grill y entre, cómo siempre, las miradas cayeron sobre por unos segundos
—Te extraño, chica. —Dice por el teléfono
—Yo también, pero tengo que quedarme en Mystic Falls, hay un desastre. —Dije, me acerque a la barra y pedí un Whisky, no tengo ganas de algo más fuerte.
—Te entiendo.
—Que bueno, tal vez puedas venir luego. —Sugerí
Lo escuché bufar, me tomé el whisky de una y sonreí
—Tal vez. —Suspira— Tengo que colgar.
—De acuerdo..
Al fondo de la barra encontré a dos originales parados mientras ¿Discutían?
Me acerque a ellos si despegar el teléfono de mi oreja
—Te extrañó.. —Escuche a Kol
Los dos Mikaelson me miraron con sorpresa.
—Yo también, Kol. —Dije para luego colgar.
—¿Ahora se hablan todos los días? —Pregunta Klaus, rodé los ojos
—¡Emma!
Rebekah me abraza
—Hola, Cariño. —Bese su mejilla— No te encontraba.
—Me cambié de casa. —Dice
—¿Por qué? —Pregunte
Ella le da una mirada a Klaus de reojo y luego me mira, con eso supe todo.
—Lo siento tanto por lo que nuestra madre hizo. —Dice la rubia
—No te preocupes, ya estoy aquí. —Sonreí— ¿Que hacían?
—Sobornando sirvientes para que le den un poco de afecto a Rebekah. —Dice Klaus
—Ya basta, Nik. —Se molesta Rebekah
—Tengo una información que le podría interesar a mi querida hermanita. —Dice al fin
—Lo dudo. —Dijo Bekah
—Si, ¿Que tal si te digo que la hermandad de los cinco todavía existe?
—¿Que? —Logra decir la rubia
So
—¿Lo ves? —Sonrie— Ven, amor. A trabajar. —Ma toma de la mano y me jala a el— Vamos, Rebekah.
—No hay nada de trabajo, no me importa los cinco, ni tú, klaus. —Dice entre dientes.
—Como gustes. —Sonrie para luego hablarme de la mano y salir del Grill
[...]
Mire con curiosidad al hombre que estaba amarrado a la pared con cadenas, el me sonrió pícaramente.
—No me mires así. —Le dije— Psicópata.
Él frunce el ceño. La puerta se abre dejando ver a Klaus, da unos cuantos pasos y se detiene.
—Al parecer necesito más híbridos de seguridad. —Dice de repente, se voltea.
—Iba a tomarlo, pero te esforzarte para traerlo a tu cuarto rojo del dolor. —Escuche a Stefan
—Es la inquisición, me pareció un buen toque.
—¿Y que te ha dicho? —Pregunta Stefan
—No lo suficiente, ha estado tratando de coquetear con tu hermana. —Rueda los ojos— Nada de la explosión del consejo y no dice nada sobre el mal supremo que nos debería hacer temblar. Entonces, ¿A qué veniste?
—Pues, no lo diré frente a él porque seguro ya sabes que nuestro amigo no se hipnotiza.
—Estas lleno de misterios. —Le dice Klaus al cazador
—Te dije que no sé nada. —Le responde el hombre
—Sin embargo, yo sé mucho. —Dice Klaus para luego salir de la habitación y acercarse a Stefan, él cerró la puerta dejándome sola con el hombre.
—¿Por qué no le dices lo que necesita para que ya se acabe todo esto? —Le pregunté
—No.
—Ah, claro.
—Eres muy joven para todo esto. —Me dice— ¿A qué edad te convertiste?
—A los quince.
—Vaya.
—Si.
—¿No extrañas ser humana? —Me pregunta
—En veces. —Respondí fríamente
—Nunca había visto a alguien como tú, ¿También eres bruja?
—Si.
—Amo a las brujas. —Dice con una sonrisa, rodé los ojos— ¿De que linaje vienes?
—Revenge. —Dije
Su expresión cambia por completo, su corazón empezó a latir más rápido y su respiración estaba agitada.
—Eres muy poderosa, ¿Cierto?
—No te imaginas.
—Eres demasiado linda. —Susurra
Solté un resoplido y salí de la habitación molesta, los dos chicos me miran confundidos.
—Lo único que hace es decirme lo linda que soy, ya me tiene harta. —Me pase una mano por el pelo, mire a Stefan que se encontraba con el ceño fruncido— ¿Que pasa?
—Solo le decia a Stefan sobre los cinco. —Dice Klaus.
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Nota de la Autora: Capítulo de mierda, estoy haciendo un desastre con la historia.
Los capítulos siguientes serán más entretenidos.
Jaqueline M.