Ambos compañeros de aventuras estaban sorprendidos e incrédulos ante lo que veían, y es que lo que encontraron era algo que los dejo sin palabras, y es que habían encontrado lo que parecía ser una enorme fuente de alquitrán, todo aquello que asombro al duo protagónico de esta ocasión.
–Increible, es algo bastante lógico que una manada de grimms tan grande haya nacido en este lugar –le comento la dragona a su compañero.
–Pero, ¿Para que está este pozo de alquitrán?, No logro averiguar para que requieren algo como esto –se pregunto el rubio con incredulidad.
–No estoy segura, será mejor que exploremos lugar en busca de algunas respuestas –sugirió la dragona a su compañero.
Ante esto, ambos compañeros de aventuras se dispusieron a rodear el lago de alquitrán y ver los alrededores, y encontrar algo que les pudiera servir como una respuesta ante lo que sucedía, sin embargo, su búsqueda por respuestas no parecía tener resultado alguno, no encontraban nada que los pudiera despejar se tantas dudas que tenían.
El dúo continuo rodeando el lago de alquitrán con el fin de encontrar sus respuestas deseadas, sin embargo, eso era una tarea casi imposible, pues pues por más que vieran no encontraban algo que les pidiera dar las respuestas, pero no fue hasta que escucharon algo crujir, pero no era algo detrás suyo, sino que era algo proveniente de techo de la cueva, por lo que ambos dirigieron su atención hacia arriba, pero la oscuridad de la misma les impedía visualizar algo con claridad, por lo que Tohru lanzo una pequeña llama hacia el techo, viendo lo que parecía ser una especie de capullos negros los cuales colgaban del techo, y uno de ellos estaba colgando de un débil hilo negro hasta que el mismo finalmente se rompió, haciendo que el capullo termine cayendo en el pozo de alquitrán y hundiéndose lentamente en el hasta que finalmente pareció llegar hacia el fondo del pozo.
Ambos vieron esto con sorpresa y confusión, no sabían para que servían esos capullos, y no querían averiguarlo por el momento, así que el dúo estuvieron recorriendo el lugar hasta que encontraron con una pared, toda la pared sin excepción estaba repleta de capullos, algunos estaban hasta casi tocar el techo, a punto de que los hilos negros estaban por desprender dichos capullos de su lugar. Los demás eran los capullos que estaban debajo de estos, pero algo que les llamo la atención era como algunos de los capullos se estaban deslizando lentamente, y unos otros parecían que se seguían moviendo, pero a su vez que se escuchaban unos quejidos de molestia provenientes de uno de los capullos.
Jaune sería el primero en acercarse a ese capullo, el cual era el más bajo de todos, por lo que el rubio acerca su oído en el capullo notando que los quejidos eran de un niño.
–Tohru –le llamo el rubio a la mencionada.
Tohru corresponde el llamado y se acerca hacia el capullo para sacar sus garras y hacerle un corte limpio al capullo, sacando de ahí lo que había dentro, el cual era el niño que vinieron a buscar en un principio.
–¡SHOUTA! –exclamaron ambos compañeros al ver al menor.
Jaune con cuidado alza al menor en sus brazos para revisarlo, y a su ver, no tenía herida alguna que podría poner en peligro su vida, y eso era algo que los llenaba de alivio.
–Si el estaba ahí, entonces, ¿Que habrá en los demás? –se pregunto el rubio increíblemente confundido mientras miraba el resto de los capullos.
–Pues averigüemos lo –dijo la dragona con sus garras en alto.
Rápidamente la dragona saca sus alas y comienza a volar hacia los capullos para hacerles varios cortes con los cuales empieza a sacar todo lo que había dentro de los mismo, entre ellos estaban algunos niños, pocos adultos, y algunas personas mayores que entraban en la tercera edad. Sin embargo, todo ello solo fue más complicaciones para el rubio el cual no podía atrapar a todos, pero para su fortuna, la dragona tomo en cuenta eso, por lo que con su velocidad comenzó a tomar a todas las personas que iban cayendo y las pudo en un lugar seguro el cual era el suelo.
Una vez ahí, Jaune y Tohru trataron de despertarlos, algunos si habían conseguido despertar, y todos estaban con la misma pregunta, y es el que hacían aquí.
–Señores tranquilos, todo va a ser respondido a su tiempo –les dijo el rubio a todos tratando de tranquilizar los.
–¡No!, ¡¿Dónde demonios está ese grimm?!, ¡¿Dónde está The Hound?! –grito un cazador atlasiano joven de ojos plateados con la guarida en alto.
–¿Dijiste The Hound? –le cuestiono un cazador Mistreliano de ojos plateados igualmente.
–¿Pelearon contra esa cosa también? –les pregunto un cazador Vacuociano de avanzada edad con ojos plateados.
–¿Que grimm?, ¿Que hay de ese tipo aterrador con cola de escorpión? –pregunto una niña ojiplateada de 6 años muy asustada.
–¿Te encontraste con el también? –le pregunto un niño ojiplateado de 9 años.
–Ese maldito fauno, sabía que no se debe confiar en ellos –murmuro un cazador estudiante de 19 años e igualmente ojiplateado.
Más y más diálogos se estaba generando en todo el lugar, lo que generaba una duda aún más grande en duo protagónico de esta ocasión, y ese era el caso del porque habían personas con ojos plateados, no habían personas de ningún otro color de ojos, eso los llenaba de confusión y curiosidad que no terminaban de entender.
Sin embargo, todo esto se vio irrumpido cuando escucharon un gruñido detras de ellos, por lo que se giraron en dirección del gruñido solo para encontrarse con el grimm que había aprisionado a la mayoría de los presentes.
–¡In… TRUSOS!! –grito el grimm con todas sus fuerzas haciendo que su grito resuene por toda la cueva.
Ante esto, uno de los adultos mayores reacciona rápido y activa su poder haciendo que el grimm grite de dolor y retroceda al pozo de alquitrán haciendolo caer en el mismo.
Después de aquel brillo plateado, el adulto mayor se sostuvo su cara con dolor mientras que algunos de los presentes se quejaban de dolor igualmente, cómo si aquello les hubiera afectado a pesar de que no fuesen grimms.
Sin embargo, ese no era un buen momento ya que del alquitrán empezaron a salir varios grimms que estaban comenzando a recobrar una conciencia, cosa que alarma a todos en el lugar.
–¡TODOS, RÁPIDO, A LA SALIDA! –les grito la dragona señalando la dirección por la que ella y su compañero llegaron.
Todos sin dudarlo comenzaron a correr, pues pese a tener el poder de los ojos plateados era muy arriesgado usarlo ahora, pues por alguna extraña razón su propio poder les hacía daño, por lo que no quisieron arriesgarse en utilizarlo.
Mientras huían, una de las niñas de ojos plateados noto que un total de 7 personas no se movían en lo absoluto quedándose atrás, cosa que confunde a la manor quien va hacia aquellas personas.
–¡Rápido, tenemos que irnos! –le indico la niña jalando del pantalón a una de las personas.
Ante esto, la persona que estaba jaloneando la niña tomo la muñeca de la niña con muchísima fuerza, cosa la cual le hacía daño a la menor quien trataba librarse del fuerte agarre de la persona.
–Ojos… plateados –murmuro la persona con una voz tétrica y distorsionada.
Aquella persona no era la única que decía eso, sino que los demás que se quedaron decían lo mismo y se acercaban amenazantemente a la menor quien gritaba por ayuda completamente aterrada y asustda.
Ante esto, Jaune fue el único que vio atrás viendo así la escena.
–Tohru, llevatelos, tengo que ir por ella –le pidió el rubio a la dragona.
Tohru seguía corriendo muy confundida ante lo que pidió su compañero, pero antes de que pudiera hacerle preguntas el rubio blandio su espada y escudo para acto seguido separarse del grupo e ir a ayudar a la niña.
Jaune corrió lo más rápido que pudo hasta finalmente llegar a la escena en dónde le da un fuerte con su escudo a la persona que sostenía a la niña, pero esto no hizo que la persona suelte a la niña, por lo que el rubio con todo el pesar en su pecho utiliza la espada para clavarlas en el brazo de la persona haciendo que suelte a la niña finalmente, por lo que el rubio rápidamente desentierra su espada con dificultad y la guarda en su funda la cual había Sido su escudo para tomar a la niña con ambos brazos y comenzar a correr.
El rubio en un principio pareció tener mucha ventaja, pues las personas no hacían el más mínimo esfuerzo para perseguirlo, pero todo se complicó cuando escucho el rugido de la manada completa de los grimms desde el otro lado de la enorme fuente de alquitrán, cosa que sorprendió al rubio en gran manera, pero también dándole la motivación suficiente para seguir corriendo y alcanzar a los demás.
A su vez que esto ocurría, un debilitado The Hound estaba saliendo del pozo de alquitrán al que cayó, este con algo de dificultad salió por su propia cuenta hasta caminar y apoyarse en la pared.
Sin embargo, del mismo pozo de alquitrán, unas burbujas emergieron del mismo, las cuales empezaron a recorrerse hasta llegar de la orilla, en dónde de las burbujas sale una mano bestial la cual se apoyo en la orilla para salir del pozo de alquitrán.
CONTINUARÁ…