__ Hola, linda.
Sergio me saluda con un beso en mi mejilla.
Trato de mantenerme un poco alejada de el, desde que se presentó lo he tenido muy encima de mi, es bastante molesto que este siempre buscándome e insinuandome cosas.
Y sinceramente me estoy cansando de sonreirle por educación.
__ Hola, profesor.
Le devuelvo el saludo de manera formal.
Por favor capta que no me interesas.
Los alumnos estan en su momento de descanso así que puedo verlos paseando por los pasillos y platicando entre ellos, también en una de las mesas puedo fijarme en Angela que parece comer tranquila mientras ríe de cualquier cosa que Valentina dice.
Sonrío desde lejos como si estuviera con ellas, parecen llevarse muy bien y me alegra que así sea, que Angela se divierta y tenga momentos de calidad con su amiga, me gusta no pensar en la posibilidad de que la estoy abrumando demasiado con las obligaciones y responsabilidades del concurso.
Todo estaba bien, todo era tranquilo, Sergio me hablaba de no se que cosas y yo simplemente asentía a lo que el decía, pero mi vista y atención está sobre ellas dos.
__ Buenos días, maestros __ Escucho saludar a Antonella y le devuelvo el saludo por cordialidad.
Ella no se detiene, sigue su paso hacia la mesa de Angela.
De pronto ya no me siento tan contenta con lo que veo, y puedo notar que no soy la única pues Valentina parece haber pasado de estar muriendo de risa a estar completamente seria.
Antonella solo llego, se sentó junto a Angela y envolvio su cintura en su brazo, y Angela ni siquiera se movió o se inmutó, simplemente se dejó hacer, parecía muy cómoda con estar tan unida a Antonella.
__ Wow, tienes fuerza __ miro a Sergio quien tiene una sonrisa "coqueta" en el rostro y con su vista me señala la botella de agua que tengo en mi mano y que sin darme cuenta estaba aplastando.
__ Es solo una botella __ respondo y regreso mi vista a la mesa donde se encuentra Angela, quien ahora está prácticamente recostada sobre el hombro de Antonella quien continúa con su brazo alrededor de ella, como si Angela fuera suya, como si le perteneciera.
No se porque me siento así, me molesta tanto que Angela tenga distracciones como esa, prefiero lo sano con Valentina pero Antonella no me parece una buena amiga.
Reviso la hora en mi celular, falta tan solo un minuto para que el timbre suene y todos regresen a clases.
1, 2, 3.....20, 21, 22....
Cuento los segundos en mi cabeza, Sergio habla y habla, escucho apenas palabras pero no se que dice porque no tiene la más mínima parte de mi atención.
Ya paso el minuto, ya paso el jodido minuto, ¿por qué el timbre no suena?
Ignoro a Sergio sin importarme dejarlo hablando solo, en este momento no tengo tiempo para hacerme la "educada" con el. Cuando estoy frente al timbre lo toco repetidamente anunciando que el descanso ha terminado.
La puerta de dirección se abre y la subdirectora me mira sorprendida y aparentemente enojada.
__ Señorita Landam, me permito informarle que es mi responsabilidad tocar el timbre. Salí creyendo que algún alumno se estaba haciendo el chistosito al atreverse a tocarlo y me resulta sorprendente que sea usted.
__ Lo lamento, soy nueva, creí que cualquiera de nosotros podría tocarlo cuando pasarán el tiempo de descanso.
Es mentira, se claramente que no esta en mis funciones y no debería hacer esto. Pero vamos, nunca he quemado mi carta de "maestra nueva" para excusarme, y esta me parece una muy buena oportunidad.
__ Claro, lo entiendo, que no se vuelva a repetir.
__ Claro, subdirectora, lo siento.
Ella regresa a dirección y yo apresuro mi paso hacia mi clase. Cuando paso de nuevo por el comedor me alegro de ya no encontrar a ningún alumno ahí.
Mi sonrisa no dura mucho, pues justo en la puerta del aula esta Angela riéndose junto a Antonella, parecen estar en algún tipo de juego en el que Angela trata de ingresar al salón y Antonella la jala hacia su cuerpo sin permitirle irse.
__ Marel __ la llamo en cuanto estoy frente a ellas, Angela parece sorprenderse y se para derecha con las manos detrás de su espalda, Antonella solo me mira __ le he dicho que cuando yo llegue a dar mi clase usted ya debe estar en su lugar o no le permitiría tomar la clase.
__ Lo.. lo siento.
__ No te preocupes, Angie, me puedo quedar aquí afuera contigo.
Escucho hablar a Antonella, que grosera y entrometida.
__ Vaya a su clase, Antonella. __ le digo mirándola fijamente para luego regresar mi vista a Angela __ ingrese al aula, Marel.
Angela no dice nada más, simplemente se da la vuelta y obedece.
__ A clase, Antonella.
__ Compermiso, Miss Landam.
Antonella se retira y por fin puedo entrar y empezar con mi clase. Todos mis alumnos tienen cara de no querer hacer absolutamente nada, lo cual me hace sentir enojada.
Si, estoy segura que eso es lo que me enoja.
Agregó 50 ejercicios más a su cuadernillo, no tardo en escuchar sus sonidos de queja y desagrado. Aún así los ignoro, no pienso discutir mis decisiones.
Mi hora de clase transcurre en silencio total, todos parecen concentrados y atentos a lo que digo. Nadie parece querer hacerme enojar y lo agradezco, realmente no me siento de humor para lidiar con bromas y relajos.
Cuando todos comienzan a retirarse le pido a Angela que se quede un momento, mientras finjo que trabajo en mi laptop la observo despedirse de Valentina y terminar de acomodar sus cosas. Luego se acerca a mi escritorio y me mira apenas, parece nerviosa.
__ Espérame en el auto __ deslizo las llaves hacia ella, no pregunta nada, solo las toma y asiente.
Tampoco le dirijo ninguna otra palabra, de reojo la veo salir del aula.
Una vez completamente sola cierro mi portátil y respiro profundo. Cuenta hasta diez, cuenta, cuenta.
Inhala, exhala.
No se porque me siento tan extraña hoy, porque me siento de mal humor. Debe ser por el molesto maestro de deportes que no deja de perseguirme.
Me tiene tan cansada, solo quiero que pare, no encuentro la manera más educada de hacerle entender que no me interesa.
Una vez tranquila y con todas mis cosas en orden me dirijo hacia el estacionamiento, de lejos puedo ver mi auto y a Angela sentada de copiloto hablando por el celular.
¿Estará hablando con Antonella?
__ Sí, mamá, te veo más tarde, adiós.
Es lo que escucho en cuanto subo al auto, y por alguna razón me alegra saber que hablaba con su madre, hoy se me ha pasado por completo avisarle a su mamá de mi decisión de llevar a Angela más temprano a mi casa.
Pero es que ni siquiera lo tenia planeado, fue un impulso decirle que se viniera al auto.
Después de un rato conduciendo y de un silencio absoluto por fin escucho su voz.
__ ¿Estás molesta conmigo?
__ No.
__ Lo siento, se que ya me habías dicho lo de entrar al salón antes de que llegarás. Solo hoy fue extraño, la subdirectora nunca toca el timbre tan puntual.
No digo nada al respecto, nadie tiene porque saber que yo he tocado el timbre.
__ No te justifica.
__ Lo sé, lo siento. ¿Me disculpas? Me gusta más estar contigo cuando siento que somos amigas.
La miro de reojo, ella me mira fijamente y me siento nerviosa, me gusta cuando me mira, siempre lo hace como si me admirara, como si no pudiera creer que yo realmente existía y estaba ahí frente a ella. Aunque justo ahora había algo de culpa en sus ojos.
__ Lo somos, somos amigas __ le digo y ella sonríe, sonríe casi instantáneamente, como si no se esperará esa respuesta __ pero no me gustaría que confundas mi amistad contigo con la parte docente, no puedo dejar que pases por encima de mi.
__ No, lo entiendo. Somos amigas pero respeto que sigas siendo mi profesora. Tu eres la que manda.
Sonreí
¿Por qué? ¡No tengo ni idea!
Sólo sentí una gran alegría inundar mis mejillas y acelerar mi pulso, era como si pudiera sentir la sangre correr por mis venas y palpitar por todo mi cuerpo.
Bueno, igual al llegar a casa ya no me sentía tan molesta, siempre me alegra mucho ver a Angela esforzarse y concentrarse totalmente en aprender, se nota que realmente me interesa y me gusta sentir que somos un equipo.
__ ¿Tu iras conmigo?
__ ¿Eh?
__ Al viaje, ¿vas conmigo o ahí tengo que estar sola?
__ Jamás te dejaría sola, Angela, obviamente voy contigo.
Se ve muy bonita cuando sonríe, y a mi me alegra saber que le hace feliz el hecho de que la acompañaré, no quiero que me sienta invasiva.
__ ¿Mañana vendré por la noche?
__ Mañana no vienes, es sábado.
__ Pero tengo mucho que aprender.
__ No quiero abrumarte con tanto.
__ Quiero venir, quiero aprender de ti todos los días.
De pronto una idea pasa por mi cabeza. Pero no, es absurdo, sería demasiado de mi parte y creo que resultaría bastante extraño para la madre de Angela.
Tengo libre los fines de semana, siempre estoy sola, no me molestaría tener la compañía de una joven tan agradable y educada como ella.
Pero es demasiado, seria demasiado.
__ ¿Elena?
__ ¿Mhm?
__ ¿En qué piensas?
__ Te quedaste mirando la pared de la nada, dime, ¿Qué pasa?
__ ¿Crees que te den permiso de quedarte aquí los fines de semana? Yo estoy completamente libre y me parece que podríamos aprovechar el tiempo muy bien.
Ella me mira sorprendida, lo noto por sus ojos que parecen más abiertos de lo normal y su boca entreabierta.
Me va a decir que no, obviamente, una cosa es estudiar una hora y otra todo el fin de semana.
Eres tonta, Elena.
__ Tendría que pedir permiso primero, pero no creo que mamá diga que no.
__ Háblale.
__ Esta bien.
Ella se levanta de la mesa y se va a algún rincón de la casa a hablar, he notado que le da pena hablar con su madre frente a mi, es como si tuviera miedo de que su mamá dijera algo que pudiera avergonzarla.
Me gusta molestarla, es muy linda cuando se pone nerviosa, se ve muy bonita avergonzada. Aunque realmente admiro la relación que tiene con su madre y el como parece tomarla en cuenta para cualquiera de sus decisiones.
__ Creo que mi mamá ya no me quiere en casa.
Me dice en cuanto se acerca de nuevo a la mesa, esta por sentarse pero la tomo de la mano y la acerco a mi, queda parada justo frente a mi, donde permanezco sentada y la miro desde abajo.
__ ¿Por qué?
__ Me ha dicho que sí y que me quede desde hoy entonces, que pase solo por algunas mudas de ropa.
__ ¿Estaba molesta?
__ ¡No! Estaba bastante contenta, ¿Será una señal de que ya quiere que me vaya de casa?
No puedo evitar reírme un poco fuerte, realmente tiene cara de preocupada y me causa tanta ternura verla así.
__ No creo que tu mamá quiera que te vayas de la casa, apenas tienes ¿19?
__ Por eso, ya soy mayor, tal vez ella cree que ya es hora de que me vaya.
__ No seas tonta, es latinoamerica. Claro que tu mamá no quiere que te vayas de casa.
Ella ríe fuertemente, sus carcajadas llenan mi casa que siempre se siente tan vacía, eso me hace acompañarla en su risa, no tengo idea de que le ha parecido gracioso, pero a mi su risa me contagia.
__ ¿Cómo me pones ese razonamiento?
__ ¡Es la verdad! __ justifico mis palabras.
No dije ninguna mentira, eso de que a los 18 años una se va de casa, hace su vida y es independiente es pura fantasía.
__ ¿Qué tema veremos ahora?
__ Ninguno, hemos estudiado mucho por hoy.
__ ¿Entonces?
__ Vamos a tu casa por tus cosas.
Me levanto y la tomo de la mano, vamos a por sus cosas. Ella ha agarrado la costumbre de entrelazar nuestros dedos cuando la sujeto de esta manera.
No me molesta, me agrada que me tenga confianza.
No tardamos en llegar a su casa, pasé un rato agradable platicando con su madre mientras Angela estaba en su cuarto haciendo una mini maleta para un fin de semana.
Se despidió de su madre con un abrazo y un beso, de nuevo observe como le daban la bendición y como Angela ponía mala cara con las demostraciones de su madre.
Pronto ya estábamos en mi casa de nuevo, Angela parecía emocionada con la idea, y la verdad es que es posible que yo también lo esté, me gusta poder pasar tiempo con ella, conocerla, aprender de ella.
Me gusta mucho estar con Angela.
Muchas gracias por el apoyo♡.
__ Maira