Izuku Midoriya es una persona simple, tranquila y amigable, pero entre todo eso, tímido, teme que cualquier persona que lo conozca lo rechace y odie, porque lamentablemente en los muchos años que ha vivido, son pocos los que han podido ver quien realmente es.
Los que no, temen su poder y juzgan su magia como brujería.
Izuku recuerda la primera vez que descubrió su magia, su madre aterrada le rogo no mostrarla a nadie por miedo a ser perseguidos, pero lamentablemente él no sabía que tan arriesgado era usarla.
Él ama su magia, es hermosa y la usa para ayudar a otros, pero no todos lo ven así, mucho menos en esas épocas cuando el nació y era aún un infante.
Recuerda que un hombre lo vio, aun cuando estaba alejado en las profundidades del bosque y solo la uso para curar un árbol infectado, pero cuando le dijo a su madre, está aterrada les indico que debían huir, pero cuando salieron ya los habían encontrado.
Borro esas memorias de su cabeza, no sabe lo que ocurrió después de eso, solo sabe que estaba solo vagando en el bosque llorando, no quiere saber porque su madre ya no estaba ni porque lloraba, él mismo uso su magia para borrar sus memorias.
Sabe que si lo recordara su odio hacia la humanidad sería peor de lo que ya sentía.
Porque esa fue la primera vez que lastimaron a alguien que amaba, pero no la última.
Pero esa última decidió no olvidarla, porque sabía que si él volvía no se perdonaría dejarlo ir de nuevo.
Verlo gritar, maldecir y reírse es algo que lo hace suspirar, saber que está bien y seguro en su castillo es algo que le reconforta, protegerlo y tratarlo como el tesoro que era, es lo único que deseaba, siente que todos esos años de espera valieron la pena.
Cuando la sacerdotisa le pidió ayuda a cambio de algo, iba a rechazar su oferta, los odiaba lo suficiente para seguir ignorándolos.
Pero al indagar en sus memorias por curioso, supo que no podía rechazar la idea, ir por él, sería peligroso, era enviar a uno de sus familiares y la aldea llena de humanos era un peligro latente para ellos.
Ir él mismo era peor, sabe que entraría y destrozaría todo a su paso hasta llegar a él, no era una imagen que quería darle como primera impresión. Porque sabe que sus instintos asesinos aparecerían y aun no logra controlarlos del todo.
Por algo existía ese miedo hacia el mago en esa apoca.
Camina entre los pasillos tratando de evitar toparse con Kacchan. Sabe que si lo hace no se podrá contener.
Lo adora, lo ama, lo desea y atesora con todo su corazón. No pretende tomarlo, mucho menos hacer algo para lastimarlo o que él no quiera.
Pero sabe que, si lo ve de frente, querrá tomarlo en brazos y no soltarlo nunca.
Izuku Midoriya era por y para Katsuki Bakugou. En el pasado, presente y el futuro.
Todoroki lo ve y se aproxima a él, quiere huir porque sabe que le dirá algo al respecto, no quiere escucharlo, teme ceder si escucha sobre él.
—Mago, debes dejar de huir.
—Aún es pronto, además ¿Qué se supone que le diga?
Sigue caminando y se coloca su capucha tratando de no encarar a Shoto, pero este se escabulle convertido en gato y camina por debajo de la capa hasta llegar a su hombro.
Lo ve directamente y nota sus nervios y sonrojo, sabe cómo es, Todoroki es quien más años ha estado con Izuku, es consiente de cómo se siente y porque se siente así con el omega que trajo, es el único que conoce toda la historia.
Por eso mismo sabe que cuando Kacchan lo conozca probablemente él también entienda porque lo eligió a él. Duda mucho que la muerte pudiera separarlos.
—¿Pretendes esperar cuánto?
—No lo sé... tal vez cuando se acuerde de mí.
—Sabes que es posible que jamás lo haga, tendrás que cortejarlo y enamorarlo de nuevo.
—Imposible, Kacchan es... No, ni siquiera sé cómo lo hice la primera vez.
Suelta eso y abre una puerta entrando a la cocina, se percata que no hay nadie y se roba varias frutas del canasto que Uraraka dejo esa mañana, las mete en su bolsa y huye.
—Solo hiciste lo mismo, lo protegiste ¿Por qué crees que no te amara de nuevo? Es la misma persona que la última vez ¿no?
Izuku se detiene pensativo, si, definitivamente ese era su Kacchan, exactamente el mismo, la única diferencia ni siquiera importaba, pero probablemente eso cambie con los años.
Pero teme que él, ya no sea lo que Kacchan amo la última vez, habían pasado años e Izuku temía que ya no podría enamorar al omega que alguna vez cortejo.
No, sabe que esto no era una reencarnación para ellos, era un reencuentro, pero teme admitirlo y equivocarse.
Llega al jardín y ve el arbusto con las flores que le regalo hace un tiempo, nota que están algo marchitas y con su magia las nutre para que florezcan sanas de nuevo, corta algunas y se las lleva.
—Solo flores, no servirá.
—Pero a Kacchan siempre le gustaron ¿No lo hace ahora?
—Si, pero hacías más que eso, por ejemplo hablarle.
Lo sabe, es consiente que ese omega podría no amarlo, porque su cobardía se interpone, pero en ese punto, no le importa, le destroza y vivirá con el dolor de no tenerlo. Pero prefiere mil veces verlo feliz y sonriendo a que alguien lo lastime de nuevo.
—Por eso Deku está ahí para él.
—Pero Deku no es suficiente, el no necesita tu alma, te necesita a ti.
Todoroki salta de su hombro y lo ve desaparecer dentro de la habitación de Kacchan, entra curioso tras él, lo ve aparecer y remplazar las flores ya marchitas por las nuevas, salta a la mesa para verlo directamente mientras deja unas manzanas.
—¿Entonces?
—¿Qué cosa?
—¿Lo van a enfrentar?
—No, no y no, además él...
Escucha la puerta y desaparece, Todoroki rueda los ojos y ve al omega entrar, este lo ve algo confundido por su presencia, pero se aproxima a la mesa al ver los presentes que había ahí.
—¿Cuánto tiempo estuvo aquí?
—Segundos, te escucho y huyo,
—Cobarde...
Suelta eso con algo de sarcasmo, para Kacchan era prácticamente un juego, correr por todo el castillo y entrar a distintas habitaciones buscando al mago, después de un tiempo, por algún motivo percibir su aroma de alfa era fácil para él, sentirlo cerca era tan natural que le aterro al inicio. No sabe cómo podía estar ligado a alguien que no conocía.
Deku entra y se sienta a un lado suyo y Kacchan toma sus mejillas y las rasca metiendo sus dedos entre su pelaje.
—Dile al imbécil de tu amo que su cortejo a distancia es estúpido.
Suelta eso riendo y Deku parecía triste por ello, pero, aun así, Kacchan nota el aroma del lobo, no sabe porque parecía feliz, pero Kacchan le estaba sonriendo ¿Cómo no podía estar feliz con eso?
—Cree que con verte feliz es suficiente, si lo rechazas está bien.
Todoroki dice eso y Deku le gruñe, pero Kacchan solo suspira, no quiere rechazarlo, pero necesita motivos para aceptarlo.
El mismo sabe que amarlo sin conocerlo es estúpido e irracional, por lo que quiere entender porque lo hace.
Esos meses viviendo en el castillo y con los presentes y juegos del mago, solo sentía una ansiedad abrumadora de correr a sus brazos.
Se inclina y abraza a Deku, por algún motivo su aroma y presencia eran similares al mago, era su forma de reconfortar a su omega, pero Deku no era ese mago ¿no? Curioso se aleja y le saca la lengua al lobo el cual solo huye de ahí dejándolos solos y a Kacchan suspirando.
—¿Qué debo hacer para llamar su atención? Aun soy muy joven, pero si quiere mi mano al cumplir los dieciocho necesito más de él.
—Hay algo, pero si te digo me matara.
—¿Literal?
—No, pero si me dejara permanentemente como un gato y sin hablar, me regalara a una niña que le guste jalarme la cola.
Kacchan sonríe malicioso con la idea, pero acepta no hostigarlo, Shoto le ayudaba bastante para hacerle algo malo, Kaminari por otro lado aun le debe su malentendido de secuestro con el mago.
Sale de ahí y lo busca, sabe que se suele esconder junto con Kirishima en las habitaciones a hacer cosas indebidas.
Por lo que está considerando no hacerlo, si los encuentra en esa situación el mago definitivamente los castigara.
—¡Mina! ¡Cara de mapache!
La llama mejor a ella, porque prefiere que ella los encuentre y abstenerse de esa imagen, fue de las primeras cosas que le aconsejo.
—¿Dime?
Aparece por el pasillo y se aproxima curiosa, Kacchan suele evitarlos, puede lidiar con ellos cierta cantidad de tiempo al día, quien más tolera es a Kirishima,
—Necesito a Kaminari.
—Oh, él debe estar en el jardín.
—Bien.
Se siente aliviado porque quiere creer que no está haciendo nada malo con Kirishima ahí, llega y el aroma no parecía ser algo malo, lo encuentra molestando a los nomos que vivían en el jardín del mago, solo escucha sus chillonas voces quejarse.
—Oye cara de idiota.
—¡Que me llamo Kaminari!
Le dice eso, pero se calla al recordar que Kacchan era prácticamente el segundo dueño y amo de ese castillo, pero este no parecía molesto, debe perder esos reflejos con él.
—Necesito que me digas todo lo que sabes del mago.
—¿Por qué yo? Pregúntale a Todoroki.
—No me dirá y tú me debes un favor, te recuerdo que gracias a mi Deku no te devoro.
—No me iba a devorar, pero probablemente no habría salido tan bien sin tu ayuda... Pero ¿Que te puedo decir?
—Todo lo que sepas, el imbécil solo huye de mí y no se ni como es su cara.
Kaminari suspira resignado, técnicamente no está rompiendo ninguna regla, el mago fue claro con ellos, Bakugou era señor y amo de igual forma y debían servirle y protegerlo cómo a él, el mago era muy reservado y si se escondida y Shoto no le decía nada era por algo.
Pero él debía cumplir con su deber y ese era uno.
Definitivamente se meterá en problemas.