Cuando Yoongi decidió salir con Jungkook, lo primero que pensó era que su vida desde ese momento iba a dar un giro drástico, uno que lo haría feliz, o eso creía.
En el primer mes las cosas iban normal, Jungkook se mostraba atento al omega, le daba pequeños detalles que hacían a Yoongi caer cada vez más y más enamorado de ese alfa, Jungkook le demostraba que lo respetaba, que lo amaba, que no había nada malo entre ellos, que todo era perfecto, que cada una de sus sonrisas era sincera, todo era perfecto, pero ¿por qué de un de repente parecía que todo poco a poco disminuía?
—Jungkookie —el omega estaba entusiasmado, hoy era un día importante, ¡cumplían su segundo mes de noviazgo! El omega había preparado algunas galletas para que su alfa las comiera como obsequio—, ¿Jungkookie?
—¿Mmmmh? —el alfa dejo de mirar su teléfono celular para observar al omega al cual le brillaban los ojos por la inmensa alegría que sentía en ese momento—. ¿Qué pasa, Yoongi?
—B-bueno —esa no era la respuesta que Yoongi esperaba, no una llena de indiferencia, además ¿en dónde había quedado ese GiGi que tanto le decía? Quizás sólo estaba cansado—, te preparé esto —el omega extendió la bolsa llena de galletas caseras.
El alfa elevo ambas cejas fingiendo sorpresa, con desgano tomo aquella bolsa.
—Mmmm ¿gracias? —Yoongi dio un pequeño asentimiento, y espero a que Jungkook comiera una de las galletas, y el alfa no lo hizo esperar, aunque en cuanto su alfa había mordido la galleta y la había comenzado a masticar, una serie de muecas y seguido de un gesto de asco lo hizo sentir una ligera opresión en el pecho—. Diablos, Yoongi —dijo mientras trataba de escupir los restos de galletas que habían quedado en su boca—, ¿dónde carajos compraste esto? Están horribles, no debiste desperdiciar tu dinero de ese modo.
—¿Tan mal están? —el alfa lo miro de soslayo.
—Sí, saben espantoso —Yoongi apretó sus labios al escucharlo, y jugaba con los dedos de sus manos en nerviosismo, sintiéndose mal por no haber logrado sorprender a su alfa, inclusive se había olvidado por completo del motivo del regalo y Jungkook no le dio ni un solo obsequio en todo ese día.
Quizás Jungkook había tenido un mal día, sí, esa era una perfecta excusa, pero ¿cuántos malos días podía tener una persona? Yoongi a veces tenía días que consideraba espantosos, pero parecía ser que Jungkook vivía una vida llena de crueldad.
Una cosa era rechazar un regalo de ese modo, una cosa era olvidar los aniversarios por mes, pero otra muy diferente era tratarlo mal, las cosas parecían ir empeorando conforme pasaban los días, y eso a Yoongi lo tenía mal.
—¿Qué se supone que traes puesto? —la pregunta de Jungkook lo desconcertó, además de que esa mirada llena de desprecio no le gustaba en lo absoluto, lo estaba juzgando, mirándolo de arriba hacia abajo con molestia—. ¿Piensas salir así?
—Pero —Yoongi bajo la mirada al observar la fúrica mirada de Jungkook sobre él—, d-dijiste que esta ropa me quedaba bien...
—Te ves espantoso —el omega mordió su lengua en el interior de su boca, sintiéndose impotente al no saber que responder ante esas palabras—, cámbiate o no saldremos.
—Pero —el omega tomo valor para mirarlo a los ojos—, s-se hará tarde, la función será dentro de poco y... —Jungkook lo interrumpió.
—Debiste pensar en como vestirte antes ¿no crees? —soltó un bufido—. En fin, ¿qué importa? Sólo nos perderemos el inicio de la película, aunque en verdad quería ver el inicio.
Ese día Jungkook no dejo de reprocharle una y otra vez lo que había pasado, Yoongi detestaba que lo siguiera repitiendo, porque nada más lo hacía sentir avergonzado, y más por las miradas que estaban sobre ellos, detestaba eso, pero lo soportaba porque lo quiere, lo ama, y él también lo ama ¿no es así?
Esa había sido la primera queja que había recibido de parte de Jungkook, las siguientes llegaron conforme las semanas y citas seguían.
"—Yoongi, ¿no crees que deberías dejar de usar shorts tan cortos? Te sugiero lo hagas, porque no te ves bien."
"—Oye, Yoongi, deja de comer de esa manera, pareces un maldito cerdo."
"—¿Por qué sigues mirándome a los ojos? Los omegas no deben mirar a los ojos a sus alfas."
"—¿Eres tonto? No puedo creer que no sepas como preparar un simple ramen casero, y yo que pensé que eras más inteligente."
"—Oye ese color de cabello se te ve espantoso, además también tu cabello es feo, ¿no sabes como cuidarlo? Todo omega debe cuidar de su persona."
"—¿Acaso piensas que saldremos? Mírate, Min no saldré contigo si luces de ese modo."
Quizás Yoongi trataba de ponerle excusas al comportamiento de Jungkook, cada una de sus palabras lo lastimaban, pero Yoongi siempre pensaba que eso solamente era porque Jungkook había tenido un mal día, se había peleado con sus padres, no había obtenido una buena calificación, esas cosas pasaban, las personas se molestan y pueden herir a otras a su paso cuando se enfadan, pero Yoongi no veía lo que estaba justo frente a sus ojos.
Conforme su relación avanzaba, Jungkook parecía estar interesado, pero en una sola cosa, a veces besaba a Yoongi con demasiada intensidad, a veces las manos del alfa querían tocar un poco más de piel, pero eso Yoongi no se lo permitía, no cuando sabía las posibles intenciones de Jungkook.
—Jungkook... —Yoongi soltó un jadeo al volver a sentir los labios del alfa silenciarlo con un beso, uno que se estaba volviendo cada vez más difícil de controlar—, e-e-esp... era —retiro su rostro para recuperar el aire.
El alfa rodo los ojos al recibir eso a cambio, ya estaba harto, llevaba meses intentando que Yoongi cooperase un poco y por fin acostarse con él, pero el omega parecía no querer cooperar ni un poco y eso lo tenía fastidiado.
—¿P-puedes ir m-más lento?
—¿Lento? —Jungkook pego su lengua a su mejilla para después soltar una risa burlona—. ¿Qué tan lento quieres que vaya? —pregunto burlón—. Es estúpido lo que me pides.
—E-es que n-no...
—No estás listo —rodo los ojos—, siempre dices lo mismo, Min —el alfa se levantó del sofá alejándose del omega.
—¿A d-donde vas? —Yoongi no quería que se fuera, quería estar con él, prometió quedarse para ver una película.
—Avísame cuando se te pase lo infantil.
—¡E-espera! —pero el alfa no obedeció, Yoongi mordió su labio inferior con fuerza, no quería que se fuera, quizás estaba a punto de tomar una decisión precipitada, pero no quería que Jungkook lo abandonará, no así—. ¡Lo haré!
Y el alfa detuvo sus pasos, aquel día Yoongi había dejado que Jungkook lo tomará a su antojo, y aunque Yoongi trato de disfrutarlo, no pudo, porque no se sentía listo, no sentía que hubiera algo de tacto con él, mucho menos porque Jungkook jamás le dijo que lo quiere, siempre pensó que cuando fuera su primera vez todo sería hermoso, lleno de cariño, de respeto, de deseo, pero lo único que obtuvo fue deseo y desprecio, porque Jungkook se exaspero al ver el rostro lleno de tristeza del omega, le molestaba en verdad.
A pesar de todo, y de que Yoongi quisiera negarse a volver a acostarse con Jungkook, no podía hacerlo, porque Jungkook de inmediato le decía que dejará de comportarse como un niño, que era infantil, que debían hacerlo porque las verdaderas parejas que se aman jamás se niegan, y Yoongi terminaba aceptando. Pero jamás se había sentido ni satisfecho, ni amado, sólo se sentía utilizado y eso solamente lo lastimaba, pero siempre tenía la esperanza de que Jungkook cambiaría esa actitud.
Luego llegó algo que Yoongi jamás espero.
—¡Aah! —soltó al sentir como la dura palma del alfa había chocado contra su mejilla con fuerza, el golpe sordo hizo el inicio del silencio, y el ardor en su mejilla lo estaba haciendo querer llorar.
—¡Más te vale no volver a hablar con ese imbécil!
—P-pero —el omega sintió sus ojos cristalizarse—, es mi amigo...
—¿Amigo? —el alfa se fue acercando a él, haciendo al omega temblar en su sitio—. ¿Crees que soy idiota? —el omega negó con la cabeza al escucharlo—. Ese imbécil te mira como si fueras el postre después de la cena, está ansioso por tocarte.
—N-no, él...
—¡Deja de defenderlo, joder! —bramo el alfa, por primera vez usando su voz de mando con el omega—. Seguramente lo defiendes porque ya fuiste a revolcarte con él, ¿no?
—No es así —dijo Yoongi en voz baja.
—Oh, por favor, Min —sonrió ladino—, eres tan fácil que no dudaría a que él ya estuvo entre tus piernas.
—S-sólo he estado contigo, Jungkook... yo jamás...
—Ajá —Jungkook se alejo de él—, más te vale no hablarle de nuevo, si te veo con él de nuevo, haré que esa marca roja en tu mejilla se vuelva un moretón.
Golpes... él no sería capaz...
Pero a pesar de que Yoongi creía que su alfa no sería capaz de volver a golpearlo, estaba muy equivocado, pellizcos fuertes en zonas de sus brazos, golpes pequeños que causaban hematomas en su piel pálida, sus labios sangrando por las fuertes bofetadas que le propinaba, Jungkook se ponía celoso con facilidad, y Yoongi ya no sabía si tener más vida social, pues solamente bastaba un saludo para que Jungkook le mencionará a base de amenazas e insultos que si volvía a hablar con alguien lo mataría.
Yoongi cubría sus heridas con maquillaje, y al menos funcionaba, y estaba agradecido que el maquillaje existiera para ayudarlo en ese momento. A los ojos de todos eran la pareja perfecta, porque Jungkook siempre se comportaba diferente cuando estaban sus conocidos cerca, cuando alguno de sus amigos estaba con él, Jungkook era dulce, amable, era el alfa del cual se había enamorado, pero cuando estaban solos... parecía otra persona.
La ultima vez que Jungkook le golpeo, lo había dejado inconsciente tirado en su habitación, el alfa ni siquiera se preocupo por su estado de salud, y esa había sido la gota que colmo la paciencia de Yoongi, el omega temblaba mientras entre lagrimas se repetía así mismo que sino hacía algo, el alfa lo mataría, y no quería morir, no ahora ni mucho menos en manos de ese maniático, por eso no dudo en ir por ayuda, acudir a la policía, denunciar a Jungkook, eso había sido la mejor decisión de su vida.
Todos se sorprendieron cuando unos oficiales de policía buscaron a Jeon Jungkook para arrestarlo.
Todos se sorprendieron al enterarse quien había denunciado a Jungkook por maltrato y humillación.
Yoongi pensó que lo verían como un héroe, alguien que había terminado con lo que podría ser un homicida, pero no, a cambio recibió desprecio, señalamiento, todos decían que era un mentiroso, que Jungkook no sería capaz de hacer daño ni a una mosca, pero claro ellos no habían vivido lo que él.
A pesar del arresto de Jungkook, Yoongi no se sintió del todo bien, porque amaba a ese alfa a pesar del miedo que le causo, bien dicen que el amor es ciego, pero Yoongi también había aprendido que amar es temer, y no quiere volver a sentir miedo, no quiere volver a enamorarse.