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Narrador
Después de lo ocurrido en las afueras de la Akademi con aquellos delincuentes, Ayano dejo al pelinaranja en manos de la enfermera para que descansara después del alboroto ya mencionado.
Ayano: Descansa, debes estar adolorido por el golpe. [Aclaro dándole unas cuantas palmaditas en el hombro].
Osano: Estoy bien, mejor que nunca! [Decía mientras por dentro se retorcía de dolor, obvio Ayano no le creyó, sabia que si le daba un ligero golpe este respondería con un quejido de dolor ].
Ayano: Si claro...mejor te dejo no quiero llegar mi primer día de clases. [ Dijo para luego levantarse de la camilla, tomar sus cosas, despedirse de el y luego irse].
Osano por su lado, no podía dejar se pensar lo que ocurrió allá afuera, le pareció algo increíble que alguien que lucia débil podía enfrentarse a las personas mas agresivas y odiosas de la Akademi, Y aun así fuera fue la única persona que se preocupo por el aparte de Taro, eso lo dejo feliz , demasiado feliz...
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Ayano miro los papeles con detenimiento que le habían entregado para ver su puesto y donde tenia que ir a las horas de clase, 2-A, acelero el paso y fue a su salón, prácticamente le faltaban 5 minutos para que iniciara la clase y no quería llegar tarde su primer día así que se apuro para llegar.
En ello se tropieza con alguien y cae al suelo, esta se toca la cabeza en realidad no lo vio venir pensaba en gritarle a la persona que la había hecho quedar de esa manera pero al levantar su rostro vio una mano y esta la tomo para levantarse dudándolo un poco, aun así agradeciendo la generosidad de ayudarle, Ayano al levantar el rostro no pudo creer lo que vio, sintió un latió rápido en su corazón, un sonrojo cálido y suave en su rostro, debilidad en su cuerpo, ¿era la persona que tanto esperaba?
Taro: L-Lo siento mucho!, no q-quería hacerte daño!. [Aclaro con una sonrisa leve y tierna en el rostro para tomar a la chica de la mano y levantarla ].
Ayano: N-no te pr-preocupes...
Taro: Soy Taro Yamada, un placer!. [Dijo para dar una pequeña reverencia a la pelinegra con un aura suave y cálida (según su perspectiva)].
Ayano iba a empezar a hablar pero sus palabras se enredaron una con la otra dejándola mudo ante Taro, se sentía nerviosa, pálida, débil, picazón y temblores en el cuerpo, no fue hasta poco que el sonó la campana y pudo salvarse de su pequeña torpeza
¿Esto es de lo que me hablo mi madre?
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Hola muchachos xdd, este si fue mas corto por falta de tiempo, asi que adios xdd