Algunas cosas toman tiempo

By escritordefics

59.8K 4.6K 756

La muerte de Annabeth lo quebró. Y muchos temían que para siempre. Busco el refugio en las profundidades del... More

La tristeza nubló todo
Ultimo adiós
Decisiones
Recompensas
Padre e hijo
Aprendiendo a ser un dios
En apuros
Un aliado no deseado
Audiencia ante el consejo I
Audiencia ante el consejo II
No cuentes conmigo
Emociones desatadas
No estas solo... no estamos solos
Déjanos ayudarte I
Déjanos ayudarte II
Momentos
Nota de autor
Desaparecido
Se acaba el tiempo I
Se acaba el tiempo II
Revelado
Camino a seguir
Nueva responsabilidad
No, gracias
Explicaciones
Sin salida
Atrapado
Lecciones
Rescate
Buen recuerdo
Impacto
Perseguido
Secuestro
Consecuencias
Lejos de casa
Sangre
Ausencia
Adversidad
Acercamiento
Reencuentro
Recuperación
Venganza I

Jackson

321 37 8
By escritordefics

N/A: No digan que lo esperaban. :)

No tenía mucho tiempo para hacer preparativos de ultimo momento, sobre todo no después de ver la condición en la que habían encontrado a Eskol. Empezó a correr como nunca en su vida había corrido con Eskol a cuestas para poder salir de la influencia y territorio de Vali, necesitaba con urgencia poder hacer uso de sus poderes para ayudar a su hijo. Vio a Quirón en las cercanía, quien al verlo corrió a su encuentro, Percy no lo dudó y se desvió hacia donde estaba su viejo maestro y con rapidez lo puso sobre su lomo y le dijo que lo sacara de allí, rumbo al mar, necesitaba de todo lo que estuviera a la mano para que Eskol se recuperara pronto.

Quirón había tenido su momento para recorrer los alrededores, era una zona inhóspita y de difícil acceso, lleno de riscos, salientes y nieve, mucha nieve. Ni que hablar de la visibilidad que era todo un desafío con las borrascas que venían una tras otra. Sabía que el muchacho que llevaba a cuestas era importante para Percy asi que corrió lo más rápido posible hasta que estuvieron cerca del mar, saliendo de los dominios de Vali. Percy tomó a Eskol y chasqueo los dedos para poder convocar una tienda y empezó a trabajar en él con ayuda de sus poderes de sanación usando agua. Quirón podía ver que no era lo mismo, no surtía el mismo efecto, el agua se resistía y era completamente comprensible. El dominio de los mares nórdicos era del dios de esta parte del mundo. Pero Percy no se rendía, ponía cada ápice de fuerza en ello y poco a poco la inflamación en el cuerpo de Eskol estaba bajando, los cortes se iban cerrando y la respiración del muchacho se estaba estabilizando.

Para Percy estas eran horas importantes, no tenía tiempo que perder y mientras Eskol estaba descansando empezó a escribir instrucciones para Travis, Katie y su padre, no había forma de comunicarse con ellos en esta parte del mundo. Sintió un tirón en su estómago, solo lo había sentido en las veces que el mar le llamaba, miro con detenimiento y pudo ver un grupo de nereidas que estaban observándolo. Sabía que se trataba de su padre. El viejo no había podido mantenerse al margen, por lo menos no estaba interviniendo, pero si que necesitaría su ayuda. Puso su mano en el mar para transmitir un mensaje: Quirón necesitará transporte pronto, él te invocará, podrás conocer a tu nieto. Vio el pulgar de una de las nereidas levantarse a través de la niebla, supo que habían recibido su comunicación.

Era momento de hacer un trato, un trato que le daría una nueva oportunidad. La oportunidad de hacer bien las cosas. Su encuentro con Vali sería al amanecer de ese día, él no podía alejarse más de lo que ya estaba y aún no estaba a una distancia lo suficientemente lejana como para transportarse, por lo que esperaría que Eskol descansara un poco más antes de llamar a Poseidón. El plan era simplemente perfecto, al menos Quirón había dado su okey para que se llevara a cabo, pero sería una cuestión de tiempo para que los puntos se unieran. Luego de escribir las instrucciones y ver que Eskol ya estaba medianamente curado y durmiendo se sentó en la fogata que Quirón había encendido, aún necesitaba aprender mucho de su viejo maestro y esta vez sería algo que prometió solo hacerlo una vez en la vida, no era un juego.

Era momento de negociar.

||||—||||—||||—||||

Sus ojos se abrían lentamente, le dolía hasta eso. Su respiración hacía que le ardiera todo conducto por el que pasaba el aire, no quería ni respirar, asi que se tomaba su tiempo para hacerlo y que no fuera una experiencia traumática, lentamente movió su cuello con los ojos entreabiertos y con la vista borrosa, no estaba atado, no estaba siendo golpeado. Entonces lo recordó. Percy, su padre había venido por él. Recordó su rostro lloroso cuando lo sostenía en brazos. Quería decirle que lo sentía, pero se le ahogaba aún el aire que aspiraba. Por un momento pensó que estaba solo en aquella tienda, pero después de un momento pudo percibir la presencia de una deidad, supo que estaba a salvo y siguió durmiendo, aún necesitaba dormir un poco para poder restablecerse, el sol aún estaba alto, había tiempo.

No supo cuantas horas pasaron, pero cuando por fin abrió los ojos Percy estaba en la tienda con un centauro. Su ojos se abrieron de repente al verlo porque una cosa es leerlo en los texto que le daba su abuelo y otra verlo por primera vez, la misma reacción que ver un pegaso. El rostro de su padre era de pura felicidad, sintió que podía respirar en calma sin exabruptos.

—Tómalo con calma, has tenido un día duro —Percy trató de sonar lo más casual posible, quería abrazarlo, pero estaba en tan mal estado que lo hubiera hecho colapsar, asi que trato de mantenerlo lo más tranquilo posible. Solamente optó por poner una mano sobre su pecho para transmitirle calma.

—Ni que lo digas, siento que mis huesos están hechos polvo —Quirón no podía entender como la personalidad, el humor inesperado y poco asertivo se le habían pegado a un niño que no era un hijo natural de Percy y peor aún que no había sido adoptado formalmente.

—Bueno casi, estabas en mal estado —Percy se reprochaba por dentro no poder llevarlo más lejos para poder acelerar el proceso de sanidad, pero aún no podía irse, no todavía.

—Padre, lo siento —sabía que esas palabras iban a llegar y le pesaron en el corazón tanto que pensó que lloraría delante de Quirón y de su hijo.

—¿Lo sientes? ¿Por qué o qué? ¿De que hablas? Me estas robando mi línea —no quería por nada del mundo que Eskol viviera con una idea equivocada sobre lo que había pasado o sobre las cosas que podían pasar porque eran parte de la vida. Pero supuso que en su tiempo como semidios era una de las cosas que hacía a menudo tratar de cargar con la culpa y el sentido de responsabilidad.

—Debí haberme ido con Katie cuando me lo ordenaste —no podía negar que en su mente había pensado si tal vez fue su error permitir que se quedara en lugar de huir.

—Oh, eso —Quirón miraba atentamente como Percy estaba un tanto indeciso sobre si regañarlo o felicitarlo. —Peleaste bien, para eso entrenaste, no puedo subestimarte para siempre —Eskol le dio una sonrisa dolorosa. Quirón por su parte ya tenía una dosis de néctar y ambrosía para el niño y esperaba que fuera suficiente como para emprender el viaje de retorno, necesitaban llegar a las costas del mar del norte para poder recuperar la influencia de los dioses griegos y pedir la ayuda de Poseidón.

—Por cierto soy... —Eskol trató de levantar la mano pero aún estaba con un dolor corporal, aunque poco a poco iba recuperando las fuerzas.

—Debes ser Quirón el centauro, fuiste el maestro de papá cuando era semidios —Percy ya le había dicho que Eskol no padecía de esa maldición que cargaban los semidioses, pero en cambio tenía un sentido de concentración muy profundo cuando se requería para hacer alguna labor por lo que sobresalía en los estudios sin mucho esfuerzo.

—Sigue siéndolo —le dijo Percy con simpatía. Luego de haberlo guiado en el paso más importante de su misión para poder asegurar la seguridad y el retorno de Eskol no podía sino reconocer que Quirón seguía siendo su mentor.

—Tonterías, ya no hay mucho que pueda enseñarte —Eskol estaba feliz, de ver a su padre, conocer a Quirón y sobre todo de estar a salvo, en su mente la muerte había tocado cada fibra de su ser y la posibilidad de perder su vida en cada golpe era algo que lo había trastocado.

—¿Qué paso? Cómo pudiste rescatarme —Percy miró de reojo a Quirón, este se estiró y salió de la tienda para darles privacidad. Casi estaba anocheciendo, pronto sería hora de partir y aún asi necesitaba cerrar algunos aspecto con su hijo.

—Necesitamos hablar, Eskol —el niño le dio una mirada curiosa, pero en la mirada de Percy había una determinación, ya estaba listo para darle algo que habían postergado por varios años, después de lo que había pasado, ya no podía verlo como un niño nunca más, su había probado.

||||—||||—||||—||||

No sabia cuanto tiempo había estado durmiendo. Pero cuando se levanto sentía que las tripas se le encogían tanto que se comería hasta el papel de la nota que había en la entrada del departamento. Era de noche y podía ver a través de las cortinas que la luna estaba en todo su esplendor, sintió la imperiosa necesidad asomarse, mas que de comer. La luz de la luna se filtro por donde ella se asomó y se baño con la luz plateada que tanto amaba, pero no sintió absolutamente nada, solo se escuchó el sonido de su estómago reclamándole comida. Conto el dinero que tenía, eran 300 dólares, pero no podía ser estúpida, no podía simplemente usar el dinero para comer, no eso sería lo que cualquiera haría y no podía confiar en que alguien le daría más dinero luego. Tenía que pensar que podía hacer para poder tener más ingresos y no morir de inanición en el departamento. Casi podía leer los titulares: Joven mujer es encontrada después de días con 300 dólares y muerta por falta de alimentos. Compraría algo discreto y económico para pasar el día y pensar en que podía hacer para no sufrir las inclemencias de la vida ahora le tocaba llevar.

En su mano aún conservaba el anillo de bodas que había tenido con Percy. No podía conservarlo por lo que se lo quitó, no sin antes sentir un serio remordimiento sobre si era o no lo correcto. Percy le había dado un lugar donde vivir, dinero que era más de lo que el seguramente había sacado de este matrimonio, pensó Artemisa. En su mente las cosas estaban sucediendo con otra perspectiva, con otra realidad y sobre todo con otro sentido. Decidió no darle demasiada importancia al asunto, eran sus primeros pasos en la vida mortal y no podía permitir que los pensamientos fatalistas le persiguieran. No podía volver el tiempo atrás, no se arrepentía de nada y sobre todo seguía firme en su derecho a proteger sus intereses.

Entonces lo sintió. Un fuerte tirón a la altura del vientre que la tumbó contra el suelo. Pensó que ahora que era mortal debía padecer esa extraño episodio mensual que las mujeres mortales tenían que pasar llamado periodo. Maldijo a toda voz su suerte, fue tanto el tirón que terminó por desmayarse del dolor. Iban a ser largos años en su actual apariencia juvenil sufriendo esto cada mes.

||||—||||—||||—||||

La conversación no había sido como ninguna otra que hubieran tenido. Siempre habían sido charlas joviales y llenas de risas y momentos de trivialidad pero con habían estrechado los lazos entre ellos. Una sola vez Eskol le había preguntado a Percy sobre la adopción y este le había respondido que oportunidad estaba sobre la mesa, pero que primero debía madurar para poder elegir no con las emociones pasajeras sino con una convicción del corazón, pero que siempre, siempre a pesar de lo que pudiera elegir sería tratado como hijo suyo. Extrañaba a los abuelos, seguramente tendría las lágrimas de Sally y un pequeño golpe en la espalda de Paul cuando volviera.

Percy le había detallado las cosas que iban a pasar y cambiar una vez que aceptara ser adoptado por él. Muy a pesar que Percy no quería que la apariencia de Eskol se viera afectada podía llegar a suceder para igualar el parentesco y facilitar la vinculación con su padre piadoso. Eskol por su parte en el fondo de su corazón había contado los días en que podría tomar la decisión porque no quería cargar con el peso de un pasado que no conocía o que le había sido esquivo. Sentía un gran respeto por su madre que había llegado a dar su vida por él. Siempre le recordaba de una manera espiritual ya que no tenía un recuerdo visual o mental de la misma, pero si la certeza de que fue una madre ejemplar y valiente. Ahora que había visto lo que su linaje cultural original le había hecho no quería ni siquiera saber sobre ello y quería concentrarse en aceptar se adoptado por Percy y adoptar su nueva herencia cultural y vivir según ellas.

Luego de haberle explicado como serían las cosas venía la parte en la que Percy recitó con ayuda de Quirón el rito de adopción. No muchos los sabían, pero solamente podían optar por esto aquellos que tuvieran una contraparte romana o que fuesen ciudadano romanos, lo cual era una suerte para Percy ya que como semidiós había recibido la ciudadanía romana al ser hecho pretor del campamento Júpiter. Entre la cultura y proceder griego no se usaba de este proceso. Tal vez fue por ello que Artemisa también exploto sin control por la forma en que se estaban dando las cosas ya que su contraparte romana Diana era completamente despiadada ya que al ser la diosa de la castidad despreciaba cualquier acto inmoral que en la antigua roma era parte de la cotidianidad.

Los papeles de la adopción serían depositados en los registros del campamento Júpiter para poder darle validez. Fue un acto solemne para ambos, Quirón por su parte miraba con alegría como las cosas sucedían y como las tradiciones históricas eran respetadas para algo tan significativo para Percy y Eskol. Finalmente Percy tenía un presente para Eskol algo que había preparado para este día y que deseaba tanto darle. Un anillo. El anillo tenía un pegado sobre una espada grabado en la base y solo debía darle un ligero golpe para convocar un nuevo arco, tenía hermosos grabados de ondas del mar y figuras mitológicas relacionadas con héroes y pasajes de la historia. No podía darle un carcaj con flechas inagotables porque quería que se acostumbrara a ver cada flecha como preciada para usarla con sabiduría, por lo que solamente era el arco el regalo. Puso el anillo en el dedo de Eskol quien estaba más que emocionado por tener un regalo de esa calidad en su mano, Percy le susurró que para su seguridad a los ojos del resto se veía como una baratija de esas que te salen de las máquinas de dulces.

Solo faltaba hacerlo oficial. Percy imprimió su sello sobre el papel con orgullo y finalmente Eskol hizo lo mismo con el anillo y luego de eso Percy recito unas palabras en latín que Eskol no pudo entender, aún no habían pasado al latín, venían saliendo del griego antiguo con su abuelo Paul, por lo que después le pediría que pasaran al latín con urgencia. Lo sintió. Sintió el mar en sus oídos, sintió una presión que casi le explotaban los tímpanos, sentía como su cuello le quemaba y su piel era arrancada del cuello, pero también sintió la mano de su padre sobre él con una sonrisa para que no tuviera miedo de lo que estaba pasando. Finalmente sintió mil voces en la cabeza, pero al final fue el silencio y escuchó la voz de su padre en su mente: Oficialmente eres Eskol Jackson.

—Woooooooaaaaaaaooooo —la cara de Eskol era de sorpresa absoluta, apenas podía mantenerse en pie y eso gracias a la fuerza que había sentido dentro suyo, como si el mar se alzara dentro de él. Quirón por su parte guardó el documento para poder depositarlo en el registro del campamento.

—¿Era todo lo que pensabas? —preguntó Percy y por un momento Eskol no sabía si estaba preguntándoselo en la mente.

—Sentí que me iba a explotar la cabeza de tanta presión —Percy podía entender esa sensación, sus primeras sensaciones habían sido diferentes porque habían aparecido paulatinamente, pero seguro también se sintió extasiado por las cosas que fue descubriendo.

—Eso debe ser porque ahora puedes soportar la presión de la profundidades del mar —Quirón le dio un ligero golpe de felicitación en el hombro.

—Dejame ver tu cuello —Percy recordó que se había tocado el cuello de dolor. —Pensé que tendrías branquias como Tritón —pensó que se le iba a formar algo similar a su hermano.

—¿Tú las tienes? —supuso que al ser de naturaleza humana no tenían esos rasgos en su fisonomía.

—No, supongo que solo fue una forma de expresar que ahora puedes respirar bajo el mar —ahora podría adentrarse en sus dominios y ser reconocido por los habitantes del mar.

—¿Qué más puedo hacer? —Percy mismo tenía curiosidad de las cosas que podría hacer ahora que tenía su legado dentro suyo, sería algo que tendría que ir despertando y Eskol descubriendo.

—Aún es muy pronto para saberlo, pero tío Travis te ayudará con eso —Eskol estaba tan emocionado que por momento olvidada que estaba en un estado lamentable.

—Suena bien —en su mente quería poder formar grandes olas para surfear, siempre había pensado que sería emocionante, pero seguro su padre no querría que usara los poderes para cosas banales.

—Creo que es momento de partir —Eskol sabía que no quedaba mucho tiempo para estar en tierras nórdicas. No era seguro.

—¿Iremos a casa de los abuelos? —Percy sintió un poco de tristeza por ello, pero se aseguraría que supieran que Eskol estaba a bien y salvo.

—Ya no puedes ir allí, no por el momento por lo menos —Eskol se quedó un tanto impactado por las palabras de su padre, mas que nada quería ir a casa de los abuelos. Ver a Travis y saber de Atenea.

—Ahora que te reclamaré como mi hijo muchos buscarán dañarte, por lo que deberás ir con Quirón al campamento mestizo para seguir entrenando, en cuanto Travis dé el visto bueno podrás salir a misiones con él, no antes —el ceño de Eskol era de total confusión, tristeza y desacuerdo por lo que estaba escuchando, pero cuando escucho la palabra misiones su semblante cambió.

—Pero se supone que ya podía ser apoyo —sabía que iba a reclamar por ello, pero ahora tenía que estar preparado para ser protagonista y no solamente apoyo porque se enfrentaría a una realidad distinta donde tal vez Travis ya no podría estar.

—Las cosas son más complicadas ahora, pero no te preocupes, en el campamento podrás entrenar para acompañar al tío Travis —esperaba que entendiera con el menor número de palabras y que se concentrara en lo que tenía que hacer.

—¿Ya no podré verte? —la pregunta dejó a Percy un poco frío.

—No tanto como antes, pero tenemos nuestro vinculo, eso es más fuerte —sabía que muchas cosas iban a cambiar con la adopción y tanto él como Eskol debían estar preparados para que el vínculo que compartían fuera inquebrantable. La mirada de Eskol se volvió nostálgica. Lo cargó para llevarlo fuera de la tienda y Quirón venía tras ellos, era el momento. —Hey no estes triste, entrenar es parte de tu vida ahora, podrás hablar con los abuelos a través de un mensaje Iris, Quirón te enseñará como y esto te servirá —le entregó una bolsa de monedas de oro para que las usara para hablar con los abuelos. Lo puso en el lomo de Quirón y se aseguró que estuviera seguro.

—Llevalo hasta las cosas y pide ayuda a mi padre, él vendrá, ahora váyanse —iba a darle un golpe en el lomo a Quirón en el lomo, pero se rió de solo pensar en ello y no lo hizo finalmente.

—¡Espera! —Eskol estaba sorprendido. —¿No vienes con nosotros? —Percy sabía que esta iba a ser la parte más dramática de la jornada.

—Tengo que asegurarme que Vali no vuelva a acercarse a ti —no quería dar muchos detalles sobre su plan, solo debía decirle lo que necesitaba saber.

—Percy... —ni Quirón se esperaba esta parte del plan porque no era lo que inicialmente tenía en mente como plan de rescate.

—Esta bien, Quirón, debes mantener a salvo a Eskol, asi que deben irse —Eskol se agarro de la camiseta de su padre para no soltarse. No quería irse solo. Sobre todo porque por su mente paso una macabra idea de lo que podía llegar a pasar.

—Prometeme que no estás haciendo nada estúpido como recibir una paliza por mí, porque puedo con eso, lo estaba haciendo bien —Percy se sorprendió por las palabras de Eskol y quería reír, de verdad quería, pero no podía dejarlo pasar.

—Primero que nada, cuida ese lenguaje, la abuela te daría una buena paliza por hablar de esa forma y yo también —Eskol se avergonzó un poco, pero no tenía otra palabra en la lengua para lo que pensaba podía pasar.

—Lo siento —Percy tomo su mano para que lo soltase y pudieran irse.

—Lo hiciste bien, ahora es mi turno de encargarme de esto —le dio una brillante sonrisa de confianza para que de una vez por todas se fueran.

—¿Te veré más tarde? —era insistente, podía darle eso a su favor.

—Deben irse, voy detrás de ustedes, solo me aseguraré de que no vuelva a molestarnos —Quirón le quedó mirando sin creer una palabra, pero Eskol por su parte fue un poco más allá y se prendió de su cuello y le habló al oído.

—Júrame, júrame por el Styx que no estas haciendo algo... estúpido —Percy se rió esta vez, entonces era su momento.

—Te lo juro, ahora vete, tiene un camino por recorrer, nos vemos hijo —un trueno sello la promesa y la cara de orgullo de Eskol al ser llamado hijo por parte de Percy no tenía precio. Percy por su parte se sintió extasiado de usar esa palabra con Eskol. Puso la mano en la frente de Eskol y lo puso a dormir. —Asegurate de llamar a Poseidón, aún necesita tratamiento, luego puede ir al campamento —luego de ello Quirón empezó a correr rumbo al mar del norte para poder hacer contacto con Poseidón y Percy empezó a correr de vuelta a los dominios de Vali, era momento terminar con esto. Era momento asegurar un futuro para Eskol a como de lugar.

||||—||||—||||—||||

Luego de haberles contado tantas cosas cobre la naturaleza de Eskol y como Percy lo había acogido en su casa con Sally y Paul tanto Poseidón como Anfitrite estaban ansiosos de poder conocerlo y de primera mano ver lo que Percy había visto en el particular niño. La ansiedad mataba a Atenea y a Poseidón, pero el dios del mar tenía mas cosas en mente que solo la seguridad de su nieto, la seguridad de Percy, sabía que llegaría hasta el final de esto para salvarlo y el final de esto podía ser el final de Percy.

Habían sentido ese tirón a la altura del pecho que ahora calentaba sus corazones escuchar el nombre de Eskol. Sabían que Percy había formalizado su relación de adopción y que ahora Eskol formaba parte del linaje del mar.

Habían pasado muchas horas desde que las nereidas habían vuelto con noticias sobre el paradero de Percy y su estado. Cuando lo había compartido con Atenea esta había querido asesinar a las ninfas por tardar tanto, pero Poseidón lo había logrado impedir. Con unas disculpas por parte del rey de la Atlántida se había retirado siseando hacia la diosa de la sabiduría. En la mente de Atenea sabía que Percy se traía algo turbio entre manos, pero no parecía haberle dado signos de estar mal a las ninfas por lo que solo quedaba esperar.

La voz se escuchaba débil: ...mi señor Poseidón...

Era un susurró que apenas lograba llegar a su mente como cuando hay una interferencia en una llamadas con demasiado ruido como para siquiera entender algo. Trato de concentrarse y levanto la mano para que nadie dijera nada, no quería perder la concentración, Atenea se puso de pie porque sabía que alguien estaba tratando de comunicarse. Ellos no lo sabían aún pero era Quirón corriendo por las costas de Noruega a toda velocidad para poder dar con el lugar donde pudieran escucharlo lo suficiente como saber que estaba pidiendo ayuda.

...Ayudanos...

Poseidón sentía que la ansiedad le ganaba por no escuchar el mensaje completo, pero en su mente estaba logrando por lo menos llegar a la ubicación de donde venía la voz, sabía que Quirón iba a contactarlo por lo que no podía nadie más. Chasqueo sus dedos para poder armarse con su tridente

—Vamos —Atenea tenía su jabalina en mano y su escudo en la otra, estaba lista para despedazar a quien se interpusiera en su camino.

—Estas loca, tu quemarías el continente entero —Poseidón no quería arriesgar nada, sabía que esta misión no era para venganza, era para rescate, solo iba para la extracción.

—De eso no tengas dudas —Atenea estaba impaciente porque no sabía el destino exacto donde estaban pidiendo refuerzos.

—No, te quedas —Atenea miró a Anfitrite buscando una aliada, pero fue en vano.

—¿Estas loco? No sabemos si están bajo ataque —Poseidón no podía negar eso, su misión tal como había prometido era de sacarlos de allí, muchas cosas podían pasar entre que sacaba a Eskol y que volvía para ayudar. No debía ir solo.

—No me hagas arrepentir, Atenea —ella sonrió con el triunfo en sus manos y brillaron juntos a las costas de Noruega. Cuando llegaron vieron a aun agotado Quirón con un niño sobre su lomo, Poseidón corrió para tomar al niño. Percy no estaba con ellos.

—¿Dónde esta Percy? —preguntó un preocupado Poseidón quien temía lo peor, pero no había sentido nada con respecto a Percy, sabía que ese tirón en el pecho era por la reclamación de Eskol.

—Se quedó para terminar las cosas con Vali —Atenea enloqueció, sabía que era imprudente, pero esto era demasiado, quería simplemente golpearlo por esto.

—¡Maldito loco, le dije que no hiciera nada estúpido! —gritó mientras Quirón giraba la cabeza porque no quería lidiar con la furia de Atenea.

—Mi señor, debes llevártelo, necesita atención, está muy débil —susurró mientras Poseidón inspeccionaba el estado de Eskol, se veía débil, su cuerpo aún estaba moreteado, sabía lo que había pasado con él y pudo entender porque Percy se había quedado para terminar con esto.

—¡Atenea, no! —ella vio a Eskol y sintió que un interruptor se activó en ella y salió corriendo, no iba a dejar que esto se quedara asi y menos que Percy fuera en una misión suicida. Poseidón resopló, esto se iba de las manos.

—Vamos, debes estar exhausto —Quirón asintió mientras el los hacía brillar rumbo a la Atlántida. Anfitrite esperaba con expectación de conocer a Eskol y cuando lo vio supo que las cosas solo iban a complicarse y no pudo entender como alguien podía haber golpeado a un niño de esa forma. Fue la primera en aplicar su poder de sanidad sobre el Eskol, su nieto y ahora parte de la realeza de la Atlántida.

—Atenea necesitará ayuda —susurró Quirón quien se tiró sobre el primer sofá que encontró. Luego de ello Poseidón brillo para empezar a correr por donde Atenea había dejado sus huellas.

Continue Reading

You'll Also Like

381K 24.4K 37
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
82.5K 4.2K 18
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
47.1K 9.3K 17
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aqu...
129K 4.4K 71
Cuatro mejores amigas abogadas dueñas de su propio bufet y 4 mafiosos dispuestos a todo por tenerlas. Que pasará cuando unas vacaciones tranquilas en...