"Carry on my wayward son, there'll be peace when you are done. Lay your weary head to rest, don't you cry no more"
A pesar de que aparentemente todo había vuelto a la normalidad, nosotros no éramos quiénes solíamos ser antes de lo que había pasado. El aire se notaba más frío y cargante y cada uno de nosotros delatábamos nuestra desconfianza con pequeños detalles. Solía quedarme por las noches a dormir con mis hijos, leerles un libro y abrazarles hasta que se durmieran, pero como no tenía fuerzas de volver a mi habitual cama, me quedaba con ellos dormida. Los chicos me decían de ir de caza, pero lo único que quería hacer era salir con mis hijos al parque, al cine.. así que casi nunca estaba en el búnker y ellos salían a cazar.
Una noche, de esas en las que me había quedado sola en el búnker con los gemelos y ya estaban dormidos, decidí entrar en mi antigua habitación. No sabía por qué, pero algo me empujaba a entrar. Quizá una parte de mi subconsciente pensaba que si podía tocar todos los recuerdos presentes, volvería a sentir lo mismo. Dean había hecho la cama y la habitación estaba limpia, sin embargo, todas mis cosas estaban ahí. Desde las fotografías, hasta mis libros.. hasta la pequeña caja donde guardaba el anillo con el que me pidió matrimonio. La cogí y me senté con delicadeza sobre la cama, para intentar no dejar rastro de mi presencia en la habitación. Puse tanta atención en el anillo que no me di cuenta de que los hermanos habían vuelto, así que disimulé rápidamente cuando Dean abrió la puerta de su habitación.
-Perdón, ya me iba.. -me disculpé, mientras me levantaba avergonzada.
-No tienes por qué -Dean respondió dejando su mochila sobre la cama- Esta es también tu habitación.
-¿Cómo ha ido la cacería? -le pregunté tras un silencio incómodo.
-Eran un par de fantasmas molestando a una familia -Dean se encogió de hombros- Como montar en bici.
Asentí y me giré para seguir mi camino, pero Dean me cogió del brazo y me detuvo.
-Te echamos de menos -murmuró en voz baja, ya que estábamos cerca. Tan cerca que en otros tiempos, hubiese sido un peligro.
-Estoy aquí.
-No, no lo estás -negó él suavemente- Estoy intentando darte espacio, tiempo. Te estoy respetando de la mejor manera que sé, pero no puedo evitar sentir más distancia a medida que pasan los días, pero es muy difícil para mí no poder ayudarte. No sé cómo hacerlo y sinceramente, no dejas que lo hagan. Sólo necesito saber si me sigues queriendo, porque la incertidumbre me está volviendo loco.
-Te quiero -las palabras salieron de mis labios de forma automática, pero emocionalmente, sabía que no las sentía tanto como antes- Sé que te quiero, pero falta algo dentro de mí y no sé que és ni cómo reemplazarlo.
-Entonces déjame ayudarte -Dean suplicó con el corazón.
-Está bien -me solté de su agarre y le miré- Podrías empezar contándome que ha pasado con Jackson.
Dean levantó la barbilla y dejó su mirada fija en mí unos segundos, pero como yo no la aparté ya que esperaba respuestas, Dean la apartó. Estaba claro que no iba a responderme, igual que no me lo había explicado antes.
-Ya veo la ayuda que ofreces.
Sin decirle nada más, salí de la habitación y me metí directamente en la de mis hijos. Ambos dormían abrazados en la misma cama, así que me tumbé en la de Alec, que estaba libre para no molestarlos. Los minutos y las horas pasaban y yo no dejaba de dar vueltas una y otra vez, sin poder dormir. No podía dejar de pensar en el punto en el que estábamos y cómo habíamos llegado aquí.
-Mamá -escuché la voz de Alec hablándome, así que le miré.
-¿Qué pasa, pequeño?
-¿Estás llorando? -me preguntó con una voz muy suave y dulce.
-No -intenté disimular con una sonrisa- Sólo se me ha metido algo en el ojo.
-¿Y por qué se te mete algo todas las noches?
Me quedé callada un segundo y fue entonces cuando estiré mi brazo para indicarle a Alec que viniera. Él, sin hacer ruido para no despertar a su hermana, se estiró a mi lado en la cama.
-Está bien, estaba llorando -admití sinceramente.
-¿Por qué lloras?
Suspiré ante la pregunta, ya que cómo iba a contarle a un niño pequeño mis razones. Sin embargo, ser madre era enfrentarse a estos momentos.
-Lloro porque estoy triste. Quiero ser una buena madre y una buena persona, pero a veces las cosas que intentamos no salen cómo queremos y eso nos pone tristes.
-¿Entonces llorar es malo?
-No -negué con la cabeza mientras le acercaba a mí- Llorar está igual de bien que reír. Las emociones no son malas, sólo te enseñan cómo te sientes.
-¿Si Freya me quita un juguete, puedo enfadarme? -lo dijo con un tono de ilusión.
-Sí -me reí en voz baja- Pero cariño, siempre que te sientas así tienes que hablar con esa persona para arreglarlo.
-¿Tú y papá me ayudaréis?
El silencio fue mortal después de esa pregunta. ¿Cómo estaba dándole lecciones cuando ni tan siquiera era capaz de hacerlo por mi misma? Supe en ese momento, el error que estaba cometiendo como madre al no dar ejemplo y sabía que lo siguiente que tenía que hacer, era remediarlo.
***
La mañana siguiente, realmente temprano, los chicos se levantaron y desayunaron antes de que yo pudiera hacerlo. Al parecer, por lo que había oído, iban a irse de nuevo ya que habían encontrado otro caso. Sam estaba cargando las maletas en el Impala mientras Dean se había llenado de grasa al estar arreglando el Impala, pero ninguno de los dos me había visto.
-Una profesora de un colegio femenino ha desaparecido en Flint, Michigan -Dean explicó- Iba hacia su coche y desapareció.
-Dean, no hay nada aquí que sugiera ni remotamente que tengamos un caso -Sam murmuró.
-No hay nada que sugiera que no tengamos un caso -respondió él- En tu cara.
-¿Esto tiene algo que ver con Laura? -Sam le preguntó directamente.
-¿Sinceramente? No lo sé -Dean negó con la cabeza- Lo único que sé es que estar ahí fuera, cazando, es lo único que me parece normal ahora mismo.
Sam asintió, indicando que aceptaban ese siguiente caso.
-¿Tenéis sitio para uno más? -salí de las sombras con esa pregunta.
Ambos hermanos me miraron sorprendidos y después se miraron el uno al otro. No sabían cómo tomarlo y tampoco se mostraban muy alegres, pero después de dejar a Castiel al cargo de los bebés, nos marchamos.
***
Dean aparcó el coche en el parking del colegio justo cuando Sam acababa de hablar por teléfono con la policía local que había investigado la desaparición. Sam nos comentó que el último lugar dónde la profesora había sido vista, era el auditorio, ya que era la profesora de teatro. Una chica nos indicó donde estaba el auditorio y entramos para darnos cuenta de que estábamos en medio de un ensayo.
Lo primero que escuchamos al entrar en el auditorio, fue a una chica decir la palabra "Idiotas" de la misma forma en la que Bobby lo hacía, algo que pareció gracioso hasta que la vimos, estaba disfrazada de Bobby. Otra chica, disfrazada de Castiel lo estaba imitando. De repente, alguien empezó a tocar el piano y miramos hacia el escenario. Sobre él, habían montado cuatro cartones que fingían ser una casa pero lo más extraño, fue la canción que empezaron a cantar.
John y Mary, marido y mujer, llegan a casa con un nuevo bebé. Se llama Sammy y yo soy su hermano mayor, Dean. La familia perfecta, o eso parecía. A Sam empezó a visitarlo un demonio, creía que Sam era el elegido, quemó a mi madre y maldijo a mi hermano. Nos dejó sin hogar y con lágrimas.
La canción acabó y después de ver la representación de los personajes, los hermanos estaban con la boca abierta y paralizados completamente.
-Si hay un caso, probablemente tenga que ver con todo esto -corté el silencio.
-¿Tú crees? -los hermanos contestaron a la vez.
Dos chicas se nos acercaron corriendo al vernos, una parecía la directora de la obra y la otra chica parecía la técnica. Nos preguntó si éramos de la editorial y se presentó como Marie, nosotros nos presentamos como agentes especiales del FBI.
-Hemos venido a investigar la desaparición.. -Sam empezó a hablar.
-En Supernatural no cantan -Dean tenía que soltar su indignación- Si hubiese canciones y digo "si hubiese" sería rock clásico, no esta mierda rollo Andrew Floyd Webber.
-Andrew Lloyd Webber -le corregí.
-Bueno, en el segundo acto hacemos una versión de "Carry on Wayward son" -respondió la directora.
-Da igual, hemos venido a hablar de la desaparición de la señorita Chandler -Sam continuó- ¿Es posible que la vierais antes de que se evaporara?
-Sí, se fue sobre las 21.30 -recordó- Seguramente fue a un bar o una licorería, o a los dos. El año pasado tuvo un divorcio y se había acostumbrado a beber.
-No la culpo -Dean murmuró- Yo voy a necesitar 50 chupitos para olvidarme de esta basura.
Sam decidió de nuevo, cambiar de tema y nos dividimos. Él iba a ir con la técnica a buscar más pistas y nosotros nos quedábamos con la directora de la obra para que nos enseñara todo lo que había detrás. Fue una táctica, para que así Dean y yo investigáramos juntos.
La primera parada en nuestro tour, fue la mesa dónde estaban colocados todos los accesorios falsos; diario de John, cuchillos, agua bendita.. Fue entonces cuando vimos a las chicas disfrazadas de Sam y Laura hablando juntas.
-¿Qué están haciendo? -Dean preguntó.
-Están ensayando la conversación de CI -explicó- Es una escena para un acto de la obra en la que hablan sobre qué le está pasando a Dean y que pueden hacer.
-¿Por qué están tan juntos? -Dean se extrañó- Creo que te has equivocado de hermano, Laura es la pareja de Dean.
-Sí, algo que nunca entenderé, por eso hay que saber leer entre líneas -respondió la chica con una cara de seducción.
-¿Por qué no tomáis un paso atrás, chicas? -Dean les indicó desde la distancia.
Cubriéndome la cara, tuve que reírme ante sus inesperados celos, pero Dean se dio cuenta de mi inevitable reacción. La chica siguió el tour hasta la oficina de la profesora desaparecida, dónde nos llamó la atención una máscara de un robot.
-¿Esto es de ella? -le pregunté extrañada.
-¡No! Es un atrezo del segundo acto, de hecho lo estaba buscando.
-Supernatural no ocurre en el espacio -le indiqué.
-No, pero esto es ficción transformativa -explicó sin que nosotros la entendiéramos- Es un poco de ficción escrita por fans, pero sigue la historia de Carver Edlund. Como sabéis, Chuck dejó de escribir después de que Sam quedara atrapado en la jaula y Dean dejase a Laura. No podía permitir que acabara así. ¿Dean dejando de cazar y viviendo con Lisa? Así que he escrito mi propio final.
-¿Con naves espaciales?
-Y robots, y ninjas.. y Dean se convierte en mujer.
Dean levantó la mano ofendido.
-Eso es algo que pagaría por ver -solté entre carcajadas- Pero.. ¿sabes qué? Podría contarte lo que pasó con ellos. Un amigo me pasó los libros inéditos. ¿Estás lista?
Miré a Dean de reojo rápidamente, preguntándose que iba a decir.
-Sam volvió del infierno pero sin alma, entonces Cass trajo a un puñado de leviatanes del purgatorio, perdieron a Bobby, conocieron a un profeta pero también lo perdieron, Laura tuvo gemelos con Dean, luego Sam se sometió a una serie de pruebas en un intento de cerrar las puertas del infierno que casi le cuestan la vida, Dean se convirtió en demonio y Laura.. se volvió oscura.
-Wow.. -murmuró con la boca abierta- Es uno de los peores fanfics que he escuchado en mi vida. ¿De dónde sacó esa basura tu amigo?
***
-No entiendo nada -Sam negó cuando salimos de la escuela- ¿No debería ser "Deastiel?
-¿En serio? -Dean exclamó- ¿Eso es lo que te preocupa?
-No, claro que no -Sam negó con una sonrisa- ¿Qué te parece Samaura?
-Mira, sabes qué -Dean le interrumpió cansado de escuchar shippeos entre los nombres- Vamos a hacer una cosa y es callarte.
-A ver, no hay campo electromagnético, tampoco hay bolsas de maleficio -resumí después de ignorar a los chicos- Nada del atrezo resulta sospechoso.. no tenemos nada, pero esto.. el musical, no puede ser una coincidencia.
Los hermanos coincidieron conmigo y volvimos al motel a descansar. Ya había anochecido y después de salir a cenar a un bar que teníamos cercano, Sam se metió en su habitación mientras Dean y yo aprovechamos para llamar a Castiel para preguntarle cómo iba todo y hablar con nuestros hijos.
-Parece que lo tiene todo bajo control -murmuré después de colgar.
-Serán sus poderes angélicos -Dean respondió- Les tocará el arpa o algo.
Ambos nos quedamos callados después de eso y sin movernos, dudando sobre si irnos o qué hacer, hasta que Dean habló.
-¿Puedo preguntarte algo? -asentí- ¿Por qué has decidido venir esta vez?
-Porque quiero volver a ser la persona que era -respondí honestamente- Necesito ser mi mejor versión para ser una buena madre, nuestros hijos lo merecen. No puedo dejar que el rencor o la tristeza que tengo conmigo misma me impida serlo.
Dean asintió con un brillo de orgullo en su mirada. Me levanté de la acera donde estaba sentada con ayuda de Dean y abrí la puerta de la habitación, fue entonces cuando Dean interrumpió de nuevo.
-Quiero contarte la verdad sobre lo que pasó con Jackson.
Me giré para mirarle, quería ver su cara cuando lo decía, ya que podía saber mucho solo con eso. Tan sólo pude leer una expresión de decepción y preocupación.
-El día en el que fui a buscar a Freya y Alec, Jackson estaba allí con ellos. Él estaba jugando con ellos cuando entré. Jackson preguntó dónde estabas'y yo le respondí que estabas muerta, era lo que sabía. Le quité a los pequeños por la fuerza y le amenacé. Jackson no se defendió ni intentó recuperarlos.. Dijo que sin ti, estar con Freya y Alec no tenía sentido y que no iba a molestarnos nunca más.
-¿Por qué no me lo habías dicho antes? -le pregunté- Pensaba que le habías matado.
-No te lo dije porque prefería que pensaras eso de mí antes que saber que Jackson te había decepcionado. Ni tan siquiera se molestó en contactar contigo para saber si era cierto lo que le había dicho.
Ahora entendía por qué Dean no me lo había contado. Estaba protegiéndome.
-No sabe que estás viva, así que si le llamas probablemente se lleve una sorpresa -Dean habló- Seguramente quiera volver.
-No voy a llamarle -negué con la mano en el corazón- Todo lo que quiero ahora es centrarme en mi familia y sois vosotros.
***
Cuando nos levantamos por la mañana, nos llegó la noticia de otra desaparición, esta vez de una chica que hacía la obra. La directora no sabía nada y según la policía, sólo habían encontrado una pista al lado de un contenedor; encontraron la misma flor que en la anterior desaparición. Sin embargo, no reconocíamos la flor.
-También habéis venido a reíros de mí, ¿no? -nos indicó la chica de la obra.
-¿Por qué no nos cuentas que le ha pasado a tu amiga?
-Maggie dejó la obra así que discutimos, después se marchó y la oí gritar -explicó, recordando lo que había pasado- Salí corriendo a ayudarla y.. vi a un espantapájaros. Era como el de nuestra obra, pero estaba vivo. La envolvió con unas ramas y la llevó detrás del contenedor.. luego desaparecieron los dos -la chica bajó la mirada y se quedó paralizada- Es todo real.. fantasmas, ángeles, demonios..
-Todo es real y nosotros también -Sam asintió seguro- Yo soy Sam Winchester, él es mi hermano Dean y ella es Laura.
Las dos chicas, la directora y la técnica, se empezaron a reír en nuestras caras, causandonos incomodidad y vergüenza.
-Estoy dispuesta a aceptar que existan los monstruos pero esos libros son obras de ficción y vosotros sois muy mayores para ser ellos -la cara de Dean no tenía precio- Sois más bien como Rufus, Bobby y Jody.
-Somos los cazadores -Dean puso una sonrisa falsa para intentar no mostrar el dolor de esas palabras- Así que, ¿el espantapájaros tiene que ver con los libros?
-No, lo cambié, había una leyenda en el pueblo sobre una casa.. -la chica se quedó callada un segundo- Lo tengo, creo que es un tulpa.
Los 5 nos dirigimos a la biblioteca de la escuela para encontrar un sitio más tranquilo en el que hablar. Les explicamos lo que era un tulpa, a pesar de que ya tenían toda la información con los libros, así que decidimos visitar el espantapájaros ya que era un atrezo y probablemente el símbolo no estaría lejos.
Dean y Sam fueron a comprobar el espantapájaros mientras yo me quedé investigando la flor. Cuando ellos volvieron, unos minutos más tarde, sabía exactamente a qué nos enfrentábamos.
-No es un tulpa -les indiqué- Es Calíope, la diosa de la poesía épica. Calíope se manifiesta como criaturas de las historias con las que conecta. La única manera de acabar con el espantapájaros es matar a Calíope.
-¿Pero cuál es el objetivo de Calíope? -Dean preguntó.
-Inspirar al autor y protegerlo hasta que su idea se vea completada.
-¿Y después qué? -me preguntó la chica.
-Después se come al autor -respondí con cuidado- No podemos cancelar la obra, eso es lo que intentaron tu profesora y Maggie.. y se las llevó el espantapájaros para protegerte a ti y a tu obra.
-La obra tiene que completarse -Sam explicó- Es cuando Calíope se mostrará.
***
Esa misma noche la obra se estrenaba e incluso nosotros estábamos de los nervios a la hora de ayudar con el estreno, queríamos asegurarnos de que todo saldría bien, ya que al fin y al cabo, era la historia de nuestras vidas. Todas las actrices estaban listas cuando llegué yo de bendecir las estacas, que era lo único que podía matar a Calíope, y repartirlas entre los hermanos y yo.
-Escuchadme chicas -Dean habló- Sé que estáis aquí porque a todas os encanta Supernatural. Sé que he expresado opiniones contrarias a esta versión de Supernatural, pero esta noche lo importante es la idea de Marie. No hay otro camino, ni otra manera, hoy es el día.
Marie salió al escenario y presentó la obra primero. Nosotros estábamos entre bastidores esperando cuando empezaron a cantar la primera canción, la que habíamos oído sobre el nacimiento de Sam. Fue entonces cuando vislumbré a Dean moviendo la cabeza al ritmo de la canción, pero cuando vio mi risa, se quedó serio y me señaló, yo le sonreí de forma inocente, pero entonces hizo un gesto alarmante para que me girara. Cuando me giré, me encontré al espantapájaros de cara, me agarró y lo siguiente que vi al despertar, fue el suelo de un sótano.
La chica desaparecida y la profesora estaban allí conmigo, y al parecer, no estaban solas, ya que Calíope estaba con ellas esperando a que la obra acabara. Era una mujer esbelta, vestida con un vestido púrpura con flores como las que había encontrado la policía.
-He consumido a muchos autores, muchas historias.. pero esta noche, tenemos algo especial. Quizá sea porque la inspiración real de la historia está presente -me miró con una sonrisa- Tendré que mataros a ti y a los Winchester para comprobarlo.
-¿No tenías que esperar a que la obra acabe para hacerlo?
-Por favor, no puedo aguantar el segundo acto -se indignó- Hay robots y tentáculos en el espacio. No lo soporto.
Calíope se giró y fue entonces cuando les mostré a las dos chicas, la estaca que tenía guardada en la manga de la chaqueta. Sólo necesitaba una distracción.
-¿Por qué esta historia? -le pregunté curiosa- ¿Por qué Supernatural?
-Supernatural lo tiene todo. Vida. Muerte. Resurrección. Redención. Pero por encima de todo.. familia.
Las chicas fueron a atacarlas cargadas con unos libros, evidentemente, Calíope se giró para detenerlas y fue entonces cuando le clavé la estaca en la espalda. Ella se quedó parada y tras unos segundos, su cuerpo explotó mostrando un líquido pegajoso del mismo color que su vestido.
***
-¿Estás bien? -Dean se precipitó a abrazarme cuando me vio salir del sótano.
-¿Qué ha pasado? -Marie se acercó a preguntarme, acompañada de Sam.
-Bueno, ya no te van a comer si es lo que te preocupa -respondí de forma humilde- ¿La obra va bien? ¿Le está gustando a la gente?
-Sí, hemos llenado el auditorio -respondió ella con una sonrisa- Supongo que ahora es la parte en la que os váis.
Los tres asentimos.
-Sabes, ha sido muy interesante ver la historia desde tu perspectiva -Dean habló.
-¿Aunque no coincida con cómo lo ves tú?
-Yo tengo mi versión, tú tienes la tuya.
Ahora venía la parte final, la última escena. Cuando nos estábamos alejando, Marie llamó a Dean por su nombre, algo que a todos nos sorprendió.
-Nunca debiste tirar esto.
Marie sacó del bolsillo una réplica que habían creado del amuleto de Dean. El collar que le regaló Sam cuando eran pequeños. Marie se lo entregó agradecida y nosotros salimos del escenario para quedarnos a un lado a ver el final de la obra. La última escena mostraba a los hermanos y a Laura sentados en el Impala.
-Necesitamos volver -la actriz que hacía de Sam habló- Hacer lo que mejor se nos da. Salvar a la gente, cazar criaturas, el negocio familiar.
-¿Cuál es mi negocio, entonces? -la actriz de Laura habló- No soy una Winchester.
-No está en tu sangre, pero sí en tus actos -Dean habló- Desde que te conocimos, hemos sido nosotros tres. Sólo nosotros tres contra el mundo.
Una versión a piano empezó a sonar y empezaron a cantar Carry On Wayward Son. La actriz de Mary, después la actriz de John, después la actriz de Bobby, de Castiel y alguien a quién no reconocimos.
-¿Quién es ese? -Sam preguntó a Maeve, la técnica.
-Es Adam, el otro hijo de John Winchester. Sigue atrapado en una jaula en el Infierno con Lucifer.
La culpabilidad nos llamó a la puerta pero cómo no podíamos hacer nada al respecto, volvimos a prestar atención al escenario. La dulce melodía de las chicas nos estaba calando ya que esencialmente, nos estaban cantando esa canción y las reacciones de los chicos eran muy diferentes. La reacción de Sam era de esperanza pero la de Dean era de cansancio y cínica. Dean lo sabía mejor. Sabía que no había descanso y que nunca habría paz.