Te acomodaste en el asiento pegado a la barra del bar.
No es algo nuevo que estabas buscando compañía en estos lares después de que tu novio se fuera del país,pero no encontrabas a nadie que busque lo mismo que vos. No me refiero a una noche de puro sexo o algo así. Querías compañía,verdadera compañía con la cual no sentirte sola como te empezaste a sentir después de terminar con Lisandro.
— Da..Anda pibe,anda a joderlo al Cuti —dijo una voz familiar.
Hablando de Roma. Pensaste.
— Hola,buenas,¿Me darías una cerveza? —se sentó al lado tuyo,apoyando sus codos descubiertos por su camisa blanca en la mesa.
La camisa por la que alguna vez dejaste tu pintalabios rojizo marcado.
— Dale.
Dijo el bartender.
— Linda noche,¿No?
No perdía la maña el hijo de puta.
Giraste tu cabeza para mirarlo,no sabías si eran las copas de más o si de verdad estaba más lindo que nunca.
Una mueca se formó en tu rostro y el se rió como tal pibe gato que era.
— Ponele.
Respondiste, volteando tus ojos. Aún le guardabas un leve rencor ya que el,no quiso ni siquiera preguntarte si querías acompañarlo al exterior,que si era por vos,ibas a dónde fuera por este pibe que te la ponía como nadie. El sexo era lo mejor con Lisandro,y no lo ibas a negar. Pero de vez en cuando le salía lo pelotudo,que hacia que después de cada pelea el sexo los uniera más a ambos como si nada hubiera pasado. Pero,para tu suerte no había funcionado aquella última vez.
— ¿Que onda,amor?
Muy en el fondo,seguías amando que te llamará así. Cómo no la verdad,un hombre como Lisandro no le decía amor a cualquiera,menos después de terminar.
Pero la confianza tuya con Lisandro se había hecho muy notable después de 7 años de relación. Y el en sus adentros,te seguía amando como nadie.
— No me digas así,Lisandro.
Diste un sorbo a tu adorado Vodka,que habías estado consumiendo diariamente,por el dolor o simplemente por aburrimiento,le agarraste el gustito a esa bebida.
— Andamos bravitas eh..—Se rió de nuevo y el bartender se acercó a darle la cerveza que había pedido. Lisandro dió un sorbo largo a aquella bebida,que dejó pesadamente en la barra de nuevo.— Me encantas así,¿Sabías?
Murmuro en tu oído,haciéndote sentir un escalofrío. Lo puteaste en tus adentros,ese hombre te volvía loca,el único que con solo tocarte o mirarte,te hacía temblar y sentirte nerviosa con aquella mirada penetrante.
— ¿En serio? —dijiste irónica riendo tal borracha.— Vos a mí me encantas en todos los sentidos,más en una camita juntitos los dos,solos.
Sonreiste pícara,y Lisandro chasqueo la lengua sonriente,el amaba tu lado atrevido,que siempre se hacía presente cuando no estaba del todo consciente.
Más allá del sexo,lo amabas a Lisandro todavía,al igual que el a vos. Eran uña y mugre,aún siendo diferentes en muchos aspectos,nunca entendiste como un gato como Lisandro pudiera estar con vos,una nena de casa,que nunca hizo nada "Malo" en su vida,te creían santa todo el mundo,pero Lisandro siempre vio aquel lado tuyo que nunca demostraste ante todas esas personas que dudaban de vos. El siempre confío en vos como persona,el nunca dudo de tus capacidades como persona.
— Y..¿No querés revivir ese momento,linda?
Con uno de sus dedos,aparto uno de los mechones de tu cara.
— Mhm,no sé eh,no me acuerdo del saber de tu boquita —dijiste,apoyando tu dedo en sus labios. Abriéndolos y haciendo que sus dientes choquen contra la punta de tu dedo.— Pero si me dejas probar.
— Cuando quieras.
Lisandro se levanto levemente de la silla para dejar un pequeño y corto beso en tus labios.
Lo miraste incrédula. Era obvio que extrañabas besar sus labios,pero sabías que ser difícil con el era lo que lo había enamorado desde un principio,tu seguridad en vos misma,era una cualidad de admirar.
En un momento,empezó a sonar "Amor Clasificado",Lisandro agarro tu mano,que estaba arriba de tu muslo desnudo y te llevo hacia la pista.
Busco una chica que me dé su amor..Que sea pura ternura.
Agarro tu cintura con una mano y con la otra tenía agarrada tu mano. Apoyaste las tuyas en su nuca y entrelazaste su pelo con tus dedos,haciendo leves masajes que a Lisandro le encantaban.
— ¿Sabés una cosa?Te extrañe mucho.
Comento Lisandro bastante fuerte,ya que por la música y la gente a su alrededor no se le escuchaba.
— ¿En serio?Yo te extrañe también.
Dijiste olvidandote de tu alrededor,ya no te importaba ser dura o algo así,lo extrañabas y el te extrañaba a vos.
— Te necesito.
Murmuraste,apoyando tu cabeza en su pecho.
— Salgamos de acá,vamos a algún lado —dijiste acariciando su pecho sobre su camisa y haciendo pequeños círculos invisibles con tus dedos. Provocandolo a propósito.
— Bien..Vamos —agarro tu mano y lo notaste tenso,sonreiste victoriosa.
Caminaron hacia el estacionamiento del bar. Lisandro abrió la puerta del copiloto y saco una bolsa negra que estaba apoyada ahí,que contenía ropa de sus entrenamientos.
Vos estabas apoyada en el auto, esperándolo ansiosa, definitivamente no ibas a llegar hasta un motel.
Abrió la puerta trasera,en silencio,y empujó la bolsa negra hacia adentro.
Lisandro entro la mitad de su cuerpo para empujar la bolsa hasta el otro lado.
Pero cuando Lisandro se dispuso a salir,te abalanzaste sobre el,quedando sentada en su regazo.
— Epa..
Murmuro alzando sus brazos y apoyándolos en el respaldo de los asientos.
Te moviste para cerrar la puerta del auto,y volviste a tu posición. Posando una de tus manos en su hombro izquierdo,con la otra empezaste a jugar con la tira de tu vestido,que pasaba por tu clavícula.
Moviste tus caderas de nuevo,viéndolo como tiraba su cabeza para atrás.
— ¿Extrañabas esto? —agarraste su mano y la apoyaste en tu orto. Lisandro levanto su cabeza con el ceño levemente fruncido.
— Mucho princesa —con la mano que tenía estirada sobre el respaldo del asiento,agarro tu mentón haciendo una leve presión,sin lastimarte. Empezó a besarte con desesperación mientras movías tu cuerpo sobre el. Notando su gran bulto abajo tuyo.
Lisandro agarro tu mano,con la que estabas jugando con tu tira del vestido,y la puso sobre su pantalón negro, específicamente en aquel bulto.
— Que atrevido que sos —murmuraste en sus labios.
— Y este atrevido te encanta nena —dijo bajandote el vestido al cuerpo que llevabas puesto hasta la cintura, dejando al descubierto tus tetas.
Suspiraste pensando en aquel hombre haciendo de todo con tus pezones,como lo solía hacer hace un tiempo continuamente.
Lisandro se apoyo en tu clavícula desnuda y empezó a dejar besos húmedos en la zona. Por mientras,vos desabrochaste el botón del jean ajustado que el llevaba puesto,dejando al descubierto su boxer con el claro bulto ya mencionado.
Comenzaste a tocarlo de a poco mientras acercabas aquello que tanto te gustaba cerca de tu parte íntima.
— Ufa,¿Tanto me extrañabas,linda? —Lisandro en un solo movimiento te dejo abajo de el,jadeando por más.
— Haceme tuya Lisandro —suplicaste.
— ¿En qué momento dejaste de serlo? —a pesar de que algunas personas lo tomaban tóxico al enterarse de como Lisandro y vos se trataban,como si fueran una propiedad,realmente era todo en joda,hasta que en la cama tocaban el momento,eso ya dejaba de ser chiste,y eso a ambos les encantaba,medio masoca de ambas partes.
Lisandro comenzó a chupar tus tetas con más desesperación que antes,dejando chupones y mordeduras,marcas que te quedarían por varios días,pero no te importaba,al ser del hombre que tanto amabas.
Mientras Lisandro hacia su trabajo,tus manos le bajaron el pantalón hasta la rodilla y agarraste necesitada su gran bulto. Torpemente quisiste sacarle el bóxer,pero al el estar encima tuyo no lograbas ver lo que necesitabas.
Un chape tremendo interrumpió tu intento de sacarselo.
Lisandro te apoyo de costado en el auto,de manera en que pudiera sacarte ese vestido negro de marca que no les dejaba dar el siguiente paso.
Después de dejarte en tanga,te volvió a poner en la misma pose anterior,pero antes de seguir,se sacó el bóxer el mismo también en busca de más contacto.
Empezó a chaparte intensamente,ambas lenguas jugaban entre ellas deseosas.
Por mientras,al tu zona estar prácticamente empapada se le hizo fácil a Lisandro desplazar sus dedos por ahí,aprovecho y de algún lado saco su fuerza y rompió tu tanga negra de encaje y llevarlos a tus partes,empezó estimulando tu clítoris,llegando rápidamente a tu punto G. Que el obviamente recordaba,de tanto coger,ya lo tenia más que claro,y disfrutaba de conocerte tan bien.
Lisandro cambio tu cuerpo,dejándote de cara al asiento,mordiste tu labio inferior al saber que era lo siguiente.
— Pará..—dijo Lisandro. Giraste tu cabeza para verlo,en busca de respuesta.— No tengo forro.
— Ya fue,mi vieja quería un nene,si pasa pasa —ambos rieron y Lisandro empezó de a poco,metiendo su longitud lentamente.
Gemias su nombre con placer y de vez en cuando jadeos salían de tu boca.
Estaban pasándola genial,una de las cogidas más buenas entre ustedes. Hasta que un pequeño golpe en la ventana los interrumpió.
Lisandro rápidamente puso su cuerpo al lado del tuyo para taparte,volteaste avergonzada hacia el vidrio del auto que estaba empañado.
Nahuel Molina y el Cuti Romero.
Sus caras eran un poema y a vos y a Lisandro se les caía la jeta de vergüenza.
1626 palabras😩😩
Me emocioné
Un pibe como licha m inspira,sorry
Che, gracias por los votos en el anterior One-Shot👉👈 Los qm
Gracias por leer🤍