Punto de vista de ____.
— Ugh... malditos Fletchling... —murmuré somnolienta.
A pesar de que la mañana se veía muy apacible, y todo era tan sereno; no quería pararme de la cama.
Mamá estaba cocinando, no sabía con exactitud qué era, pero me llegaba un olor dulce, rico. Definitivamente el desayuno de el día de hoy sería delicioso, y me estaba dando una idea... ¿Hot Cakes?
Intenté levantarme, pero la pereza me dominó. Justo me puse de pie y volví a caer a la cama.
— Bueno, si el destino no quiere que me levante, no lo haré.
Intenté dormir una vez más. Pero dejé de escuchar el sonido de la cocina... Mi madre no se queda mucho tiempo callada, algo no iba bien... ¡MAMÁ!
— ¡LEVÁNTATE! ¡YA SON LAS 3 DE LA TARDE! ¡Un gran día nos espera!
Azotó la puerta, y empezó a sacudirme de un lado a otro como si no hubiese un mañana.
— ¡Mamá! —grité y ella me soltó. Comencé a tallarme los ojos— ¿Qué tiene de especial este día? —murmuré molesta a la vez que me sentaba en la cama.
— ¡Hoy te vas de esta casa! —gritó con emoción.
— Ah, claro... ¡espera! ¿¡QUÉ!?
— ¡Ya basta de ser antisocial! —dijo con una sonrisa enorme—. Hoy empezarás tu viaje, querida.
— ¿Viaje?
Cuando era más pequeña, a mi madre no le convencía la idea de que nosotros fuéramos maestros Pokémon. Decía que era una pérdida de tiempo, a pesar de que ella se había convertido en una en su juventud.
A lo que ella de verdad le entusiasmaba eran los concursos Tripokalon y, ¿para qué negarlo? A mi también que gustaba la idea de algún día ser partícipe de esos eventos, sin embargo, un día de pronto me dejaron de gustar y por el contrario: comencé a odiarlos, bueno, no tanto así pero ya no me agradaban tanto como antes.
— ¡Así es! —sonrió triunfante—. Ya tienes 15 años. ¿No crees que ya es hora de tener tu primer Pokémon?
¡Si, si! Ya sé lo que van a decir: "¡Pero ____! ¿Cómo es que a tus 15 años no has tenido tu primer Pokémon? ¡Hay niños de 10 años que ya tienen su equipo completo!". ¡Si van a echarle la culpa a alguien, que sea a mi madre! Como ya dije antes, ella no veía necesario el poseer Pokémon. No sé qué mosco le picó, ¿por qué de repente quiere que nos convirtamos en maestros Pokémon?
— Mamá, hay chicos de mi edad que ya son considerados Maestros Pokémon. Esa pregunta es algo absurda, ¿Sabes? —dije desafiante. Me levanté de mi cama dirigiéndome a mi armario, comenzando a preparar mi ropa antes de ducharme—. ¡Claro que quiero un Pokémon!
— ¡Entonces ya está decidido! —aplaudió con emoción—. Te espero abajo. Iré a darle la buena noticia a tu hermano, ¡él te acompañará!
Suspiré. Ignoré mis tontos pensamientos y sin más me metí al baño. Tardé un buen rato duchándome, puesto que aún no me convencía del hecho de que tenía el trabajo de convertirme en una Maestra Pokémon; supuse que no era necesario ser una Maestra, después de todo, quizá con solo ser una Entrenadora podría tener satisfecha a mi madre.
Terminé de ducharme después de unos cuantos minutos, me cambié y arreglé mi habitación. Me hundí en mis pensamientos una vez más... ¿esta sería la última vez que estaría en mi habitación? Puede ser, puede que nunca vuelva a casa ya, pero qué mas da. Bueno, quién sabe. ¡Veamos que tiene el destino para mi!
Tomé una mochila pequeña, guardé una pila para celular, mi cable, un holomizor, dinero que tenía ahorrado y... otras cosillas necesarias. Bajé las escaleras, para después dirigirme a la cocina.
Mi madre y yo comenzamos a charlar como siempre hacíamos, charlábamos sobre tal y cual cosa. Me encantaba hablar con mamá, era entretenido y muy relajante.
Llegó el momento de partir. Jack bajó las escaleras, se veía algo pálido. ¿Qué pasó?
— Mamá... —murmuró—. No me siento bien...
— Oh no, Jack. Ni creas que hacerte el enfermo te salvará de esta.
—Eh... mamá... no sé está haciendo el enfermo...
— ¿Ah no? —me preguntó.
— Ah-ah —negué.
Mamá se dispuso a cuidar a Jack hasta que mejorara, entonces me propuso la idea de iniciar mi viaje sola; pero en un futuro también tendría que viajar con Jack. Yo acepté.
Me despedí de mamá, me despedí de Jack y salí de la casa.
Pasé por muchas rutas, pueblos y calles hasta que por fin llegué a mi objetivo principal: Luminalia. ¡Era preciosa! La Torre Prisma era gigante y muy bonita. Y sobretodo, el corazón de la ciudad era hermoso. Había Pokémon en todos lados junto a sus entrenadores. Todo estaba decorado con casas, locales y jardineras. Había arboles por doquier, definitivamente era un lugar en donde me encantaría vivir.
Comencé a caminar hacia el recinto Pokémon; el cual también vendría siendo el Laboratorio, pues se supone que ahí el Profesor Ciprés me daría mi primer Pokémon en toda la historia. ¡Estoy emocionadísima! ¿Me irá bien en mi aventura? ¿Conoceré gente nueva? ¡Ah! Son demasiadas preguntas, de verdad no puedo esperar.
No tardé mucho en llegar, entré y una señorita me atendió de manera muy amable. Al parecer el profesor Ciprés estaba algo ocupado con unos chicos que habían llegado antes que yo, y se encontraban en el Recinto Pokémon. La especialista me invitó a pasar, pese a que el profesor estaba atendiendo otros asuntos de mayor importancia.
En el recinto estaban dos muchachos y una pequeña niña rubia. Quizá estaban ahí por la misma razón que yo, eso de alguna forma me emocionó.
— Profesor, ¿ella es su ayudante? —preguntó la pequeña al verme pasar al recinto.
— ¿Quién? —y volteó a verme—. ¡Ah! Tú eres la nueva entrenadora que viene a adquirir su Pokémon, ¿no es así?
— Uhm... algo así. Soy... _____ McClain.
— Si, es la nueva entrenadora que se nos une el día de hoy.
— ¡Genial! —al moreno se le iluminó el rostro y mostró una sonrisa llena de emoción—. ¿Cuál escogerás?
— Eh... uhm... ¿Chespin?
— ¡Tendremos el mismo! —el rubio me sonrió.
El rubio se me hacía familiar, de alguna forma sentía que lo había visto en otra parte, o que ya lo conocía.
— Supongo... —sonreí de lado.
— Acompáñame, ____. Te daré tu Pokédex.
Seguí al profesor hasta su oficina, donde se supone que recibiría mi Pokédex y mi primer Pokémon. El lugar era muy lindo, elegante y realmente grande. Vaya que las personas de Kalos se lucen con sus grandes y bellos edificios, y este, por obvias razones no era la excepción.
No pude evitar notar como los chicos que estaban con el profesor anteriormente nos venían siguiendo, de alguna manera me molestó que lo hicieran, pero no les dije nada, pues, ¿quién soy yo para decirles a las personas qué y qué no hacer? Desvié la mirada.
Cuando llegamos, ya había en la mesa tres pokébolas. Una sonrisa inconsciente se formó en mi rostro. ¿De verdad por fin tendría mi propio Pokémon? De tan solo pensar las posibilidades que habría al tener un acompañante mi estómago se revolvía, y no era porque quisiera vomitar, sino de la emoción.
— ¿Y bien? —preguntó el moreno—. ¿No piensas tomar la pokébola? —y rió tontamente.
— Uh.. si —musité y tomé la pokébola que tenia una etiqueta... "Chespin"—. Eh... ¿y ahora?
— Aprietas el botón que está ahi —señaló, yo obedecí y de ahí salió un pequeño ser.
— Es muy lindo... —reí de solo verlo. Mi sonrisa no se borraba, al contrario, se hacia cada vez más grande.
— ¡Qué bonito! ¿Puedo acariciarlo? —dijo la pequeña niña de cabellos rubios.
— Eh... sí, adelante —sonreí con nervios de que le fuera a hacer algo, pero no, únicamente se dedicó a acariciarlo.
— Hola amigo —el castaño se acercó a Chespin, saludándolo con la mano— Mi nombre es Satoshi, y ella es tu entrenadora... —se quedó en silencio unos segundos—. ¿Cómo te—?
— ____, se llama _____ —le respondió el chico de ojos azules.
— Ah, sí —rió serenamente.
— Entonces... tú eres mi Pokémon —sonreí—. Es un gusto, amigo.
El pequeño ser me vio con una cara de pocos amigos, lo cual me asustó un poco. ¿No se supone que los Pokémon siempre son amables con la gente? ¿O será que no le agrado?
— Bueno, normalmente la mayoría de los entrenadores no suelen hacerlo, pero... ¿Quieres darle un apodo?
— Mmmm —quedé pensando unos minutos—. No, supongo que así está bien.
Después de eso me dio una Pokédex, la cual se veía a leguas que era nueva. De repente recordé a Alola, allá tenían tecnología un poquito más avanzada, así que habían creado la Rotomdex, una Pokédex con un Pokémon dentro. Nunca pude tener una.
Agradecí al profesor por enésima vez y salí del laboratorio. Y lo más molesto del asunto es que los chicos aún seguían detrás de mi. ¿Qué quieren?
— Y bueno... ¿a dónde iremos? —me preguntó la pequeña.
— Eh... ¿yo? —me señalé.
— ¡Sí!
— Eureka, no la molestes. Disculpa a mi hermanita, usualmente no es así.
— No te preocupes —le sonreí al ojiazul—. Me agradan los niños.
— ¡Ah! ¡Eres perfecta! —la niña sonrió de oreja a oreja. El castaño comenzó a reír.
— ¿Perfecta?
— No, Eureka. Ya hablamos de esto, ya estoy harto. Por favor, para de una vez.
— Hum —la niña hizo un puchero—. ¡Solo estaba intentando ayudarte, hermanote!
— Creo que tu hermano puede cuidarse por su cuenta, Eureka —y ahora los tres rieron. De repente me voltearon a ver curiosos—. Y... ¿cuál era tu nombre?
— Eh... —lo miré sorprendida. ¿De verdad no recordaba mi nombre después de tantas veces que lo mencionó el profesor?—. Soy ____.
— Qué nombre más bonito —la niña rió—. Me llamo Eureka, y él es mi hermanito Citron. ¡Y él es Dedenne! Solo no lo despiertes, está muy cansado después de la pelea con el Delphox de Serena.
— ¿Se...Serena?
— Es una amiga nuestra —supongo que se percató de mi rostro curioso por la mencionada—. ¿Por qué? ¿La conoces?
— Eh... el nombre es... familiar, eso es todo. Al igual que contigo, siento que te he visto en otra parte.
— Vaya, creí que solo yo pensaba eso.
— ¿Eh? ¿Qué? ¿¡Ya se conocían!?
— Es probable —reí.
Y sin realmente saberlo, nos convertimos en amigos, bueno, algo así. Satoshi, Citron y Serena y... Eureka; llevaban viajando un largo tiempo. Y al parecer les agradé lo suficiente que se ofrecieron como voluntarios para mostrarme todo Kalos, mientras Serena estaba ausente.
Me pregunto... ¿quién es Serena?
********
Use los nombres en Japonés :3
Satoshi - Ash
Citron - Clemont
Eureka - Bonnie
Serena - Serena
(NOTA DEL 2015)
🌈
Oh, mira, una nota de mi yo de hace 1 año :')
Bueno~ Hola gente de Wattpad, ¡Bienvenidos a mi historia! Realmente, no me juzguen, escribí esta historia cuando tenía como 12 años :v
Así que por eso está algo.... ¿mala? Como de una principiante uwu❤
De todos modos... ¡Gracias por leer!
(NOTA DEL 2016)
♥️
Aquí la Gensel del 22 de Diciembre del 2017.
Vaya, esta historia la he cambiado demasiado :'v
Que asco de novela, eh. Al menos creo que ya va siendo algo mejor, quizá convertirme en RolePlayer me ha servido para la narración, ¿sabes? 🌚
Espero que ahora si la estén disfrutando. Y lamento si la cambie demasiado, pero era necesario para hacer que esto sea decente, y no un cliché horrible.
🇲🇽🦖
ooooooooOooooOoOooOOOOOla.
Bueno, es el 26 de noviembre de 2018 y vengo a publicar esta wea por milésima vez.
Soy una Gensel y me creo escritora(?).
SIGANME EN TWITTAH: @GenselTortilla.
Ah si, eso es todo. Disculpen las molestias con respecto a las notas ☝🏻.