N/A:
Mil disculpas por la tardanza a todos.
El medicamento que uso me duerme y a veces no se ni en que día de la semana es.
Iba a subir el capítulo horas antes pero mi móvil me borró la mitad del capítulo. Por desgracia mía decidí escribir la historia en la app de notas de mi móvil y buscando referencias me salí de la app para usar Google y cuando entré de nuevo, lo que olvidé guardar antes de salirme de las notas, lo borró. Así que ahí me ven llorando mi desgracia y tratando de recordar lo que había escrito.
Los personajes del anime Inuyasha le pertenecen a Rumiko Takahashi yo solo los tomé prestados para mí historia.
Créditos de las imágenes a Chrismedandart y a sus respectivos autores.
Por y para fans.
Canciones utilizadas en esta historia:
"Dirty Thoughts" por Chloe Adams ft. Nationhaven.
"Eclipse (All Yours)" por Metric.
"Middle of the Night" por Ellie Duhé
"Levitating" por Dua Lipa.
"I Miss You, I'm Sorry" por Gracie Abrams.
"A mi lado" por Reik y Rusherking.
"Music Sessions #53" por Shakira y BZRP.
⚠️ Advertencia ⚠️
Esta historia toca temas de salud mental de la cual no tengo ni idea como se trata. Los tratamientos utilizados en esta historia los busqué en Google así que pueden no ser correctos.
Contiene Angst y gaslighting. Así que están advertidos.
Capítulo 2
*Estás sintonizando WEXA. La estación de música más popular del momento.*
*Y este es tu programa "Al Ritmo de la música". Un programa especialmente hecho para las personas que gustan de la música sin importar el género de esta*.
*Soy su presentador Alex Santiago y hoy tendremos un segmento especial llamado "Segunda Cita".*
*¿Tuviste una primera cita con esa persona a la que encontraste especial y quieres pedirle una segunda cita? No te preocupes, nosotros te ayudamos.*
*O ¿tuviste una primera cita que creíste que fue inolvidable pero por alguna razón no obtuviste una segunda? Nosotros te ayudamos.*
*Todos los radio escuchas que llamen entrarán en una rifa de una cena romántica con todo incluído, en el restaurant "Marsellesa". Una limosina irá por ustedes y su acompañante a su domicilio y los llevará a su destino.*
*Mucha suerte a todos.*
*Iniciemos el programa con dos canciones que creo yo, sin temor a equivocarme, son las favoritas de muchos. Después de estas canciones empezaremos con el segmento la "Segunda Cita". Así que vayan preparándose amigos radio escuchas.*
*Y aquí están, para todos ustedes Elley Duhé con "Middle of the Night" seguida de Dua Lipa con "Levitating".*
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"Lo siento Jack, eres muy agradable y atractivo pero la verdad es que tu verdadera cita no debió ser conmigo."
"No entiendo Sofía, ¿que quieres decir con eso? ¿Fui acaso una broma o un reto que tus amigas te pidieron que hicieras?"
"Tranquilízate Jack, recuerda que estás al aire. Estoy seguro que Sofía tiene una buena explicación para lo que acaba de decir. ¿No es así, Sofía?"
"Así es, Alex. Jack, la verdad es que la que debió estar en esa cita contigo es mi hermana Rose y no yo. Rose tuvo un accidente y ahora está en casa convaleciente. Me pidió que tomara su lugar pues nos parecemos mucho y la mayoría de nuestros conocidos dicen que podríamos pasar por gemelas. Como solo sería una vez pues en la siguiente cita ella se presentaría, accedí a reemplazarla. Pero eres muy agradable y lindo y no mereces que te mienta por eso es que te estoy diciendo la verdad ahora. Lo siento Jack, en verdad".
"Bueno Jack, ahí lo tienes. Lamento que esa haya sido la respuesta que te dieron."
"No te preocupes Alex, quería una respuesta y la obtuve. Gracias por la ayuda. Adiós".
*Ahora unos mensajes de nuestros patrocinadores y al regresar más música con Shakira y BZRP "Music Sessions #53, y Reik con Rusherking "A mi Lado".*
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*Bienvenidos de vuelta a todos nuestros radio escuchas a este su programa "Al Ritmo de la Música". Para los que nos están acompañando apenas en estos momentos, soy su presentador Alex Santiago y hoy tenemos un programa muy especial pues tenemos un segmento llamado "Segunda Cita".
*Ya escuchamos a varios de nuestros radio escuchas contándonos sobre sus primeras citas y su razón de querer tener una segunda. Algunos tuvieron éxito y otros no tanto.*
*Ahora tenemos aquí a un radio escucha más que quiere contarnos su historia y el porqué desea una segunda cita.*
"Adelante amigo, estás al aire".
"Antes que nada, gracias por aceptar mi llamada. Al contrario de las personas que hablaron para pedirte ayuda para una segunda cita, yo no soy el que quiere pedir una segunda cita, yo soy quien no se presentó a la cita. Pero no es la segunda sino la primera".
Alex se asombró por lo que este chico estaba diciendo pero no dijo nada y lo dejó continuar.
"Soy sargento en el ejército de *******, y el día que se suponía iba a ser nuestra primera cita, fui llamado de emergencia a la base militar. Un helicóptero llegó por mí y me dirigí a mi destino. Estuve por un año fuera del país y apenas ayer regresé. No pude comunicarme con nadie por razones que no puedo discutir al aire. Pero en todo este tiempo no dejé de pensar en ella ni un solo momento. He estado añorando poder verla de nuevo y explicarle cuál fue el motivo de mi ausencia".
"Entiendo. Primero que nada, gracias por tu servicio. Pero explícame mejor, ¿estás enamorado de ella? ¿Cómo fue que se conocieron? ¿Eso sí puedes decirlo?"
"Nos conocimos en la fiesta de despedida de mi medio hermano. Mi hermana menor la organizó e invitó a los amigos de mi medio hermano y a sus amigos. Yo no sabía que habría fiesta pues no tenía mucho tiempo de haber llegado porque tenía permiso de vacaciones, así que durante el transcurso de la fiesta yo estaría en el segundo piso de la casa y la fiesta transcurriría en el primer piso."
"Todo iba bien. Yo no tendría que interactuar con nadie si no quería hacerlo. Como a una hora de haber iniciado la fiesta, estando yo en el estudio, entró el ser más hermoso que he tenido el placer de conocer y que conoceré en toda mi vida".
"Ella era perfecta", rio un poco y continuó. "Es perfecta. Cuando entró, se asombró por todos los libros que había en los estantes y de inmediato se acercó a verlos. Al principio me molesté porque nadie debería de estar en esa parte de la casa. Pero al verla emocionarse tanto por los libros mi molestia pasó y dio lugar a diversión al observar como parecía niña pequeña en una tienda de dulces. Ella pensaba en voz alta cuando leía los nombres de los libros que no me pude resistir más y hablé para hacerle saber que no estaba sola ahí."
"Su reacción fue encantadora. Dio un pequeño salto y un grito. Cuando volteó a verme, Dios, sentí que el suelo se movía. Quedé completamente flechado. Así de cursi como suena, fue amor a primera vista. Decidí ahí mismo que ella sería mi esposa y la madre de mis hijos. Cuando me presenté y le extendí mi mano para saludarnos, sentí una corriente eléctrica pasar por todo mi cuerpo y al parecer ella también lo sintió pues sus ojos se abrieron de par en par y quitó su mano de la mía inmediatamente".
"Intenté entablar una conversación con ella pero estaba muy nerviosa y solo me daba respuestas cortas. Así que pensé que hablar de libros sería una buena excusa para hablar y conocernos mejor."
"Fue una buena idea pues eso dio lugar para que pudiéramos hablar no solo de libros sino también de nosotros mismos y conocernos mejor. Todo lo que ella me contaba me parecía interesante. Toda ella es interesante."
"Pasamos toda la noche hasta la mañana del día siguiente conversando. En ningún momento sentí que nos faltaban temas para hablar. Esa misma mañana nos besamos por primera vez y ¡Dios! ¡Fue mágico! Lo sentí en todo mi ser. Solo nos besamos pero sentí que habíamos conectado más íntimamente que si hubiéramos hecho el amor".
"El haberme ido de su lado sin que tuviéramos la oportunidad de empezar una relación me devastó enormemente. Lo único que me motivó a seguir y continuar con mi trabajo fue el hecho de que al finalizar, podría verla de nuevo. Solo puedo imaginar cómo le afectó a ella el que me haya ido sin decirle nada".
"Por eso me atreví a llamar a tu programa. Quiero hablar con ella y explicarle lo que pasó. No me he atrevido a llamarle por miedo a que me cuelgue la llamada o que no sepa quién soy y no me conteste. Mi número de móvil cambió cuando me fui pero el de ella está grabado en mi memoria."
"Si pudieras ayudarme con esto te estaría eternamente agradecido".
"Oh, wow. Es una historia que francamente no me esperaba. Pero claro que te ayudaremos mi equipo y yo en lo que podamos".
El productor le hizo una señal a Alex y este asintió con la cabeza en señal de entendimiento.
"Mi productor tiene el número de móvil que le proporcionaste al principio de tu llamada y lo está marcando ahora mismo. Pero dime tú nombre primero y el nombre de ella".
"Me llamo Sesshomaru Taisho y ella se llama Kagome Higurashi".
Se escuchó el sonido de un timbre de teléfono y la voz de una chica cuando contestaron.
"Sí, ¿Bueno?"
"Hola, buenas tardes. ¿Podría hablar con la señorita Kagome Higurashi por favor?"
"Ella habla. ¿Con quién tengo el gusto de hablar?
"Mi nombre es Alex Santiago y estoy hablando de la estación de radio WEXA. Del programa de radio "Al Ritmo de la Música". ¿Cómo has estado?"
"Um, ¿bien? Disculpa, no tengo idea del motivo de tu llamada y estoy un poco confundida al respecto. No es común recibir este tipo de llamadas". Se rio nerviosa.
"Claro, disculpa. Antes que nada, ¿tienes unos minutos para hablar? Me gustaría explicarte el motivo y quisiera que me escucharas hasta el final. Cómo dije antes, soy de un programa de radio y será al aire".
"Si claro. Adelante".
"Hoy tenemos un segmento especial llamado "Segunda Cita" y radio escuchas nos hablan para pedirnos ayuda. Nosotros les ayudamos a hablar con las personas con las que tuvieron su primera cita y saber si quieren tener una segunda".
"Me imagino que con esto te puedes imaginar el motivo de mi llamada. Tengo al otro lado de la llamada a una persona que quisiera pedirte una cita. Está persona nos contó que tú y él se conocieron en la fiesta de despedida de su medio hermano y que pasaron toda la noche platicando y conociéndose mejor en el segundo piso de la casa donde se hizo la fiesta".
Del otro lado de la llamada se escuchó como Kagome jadeó en sorpresa.
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Kagome jadeó en sorpresa y se llevó una mano a su boca. Su respiración se volvía agitada. Tenía que llegar a su dormitorio cuanto antes. Corrió a la puerta de su dormitorio y la abrió. Entró rápidamente y la cerró con llave.
Tenía que sentarse porque sus piernas no la podían sostener más. Corrió a su cama y se sentó. Respiró profundamente y preguntó, "¿Cómo sabes de eso?"
El presentador del programa dijo, "puedes llamarme Alex, Kagome. No solo sé eso. También sé que fue amor a primera vista para ambos y que son almas gemelas. Después de todo, él no ha podido olvidarte en todo este tiempo".
"¿Él? ¿A qué te refieres con él?"
"A Sesshomaru, Kagome". Dijo Alex.
Kagome apretó su móvil mientras una lágrima rodaba por su mejilla. "¿Cómo..." Se aclaró la garganta. Sentía un enorme nudo y batalló para pasar saliva. "¿Cómo sabes su nombre, Alex?"
"Porque él está al otro lado de la línea telefónica y quiere hablar contigo".
"Kagome, soy yo. Sesshomaru". Un pequeño sollozo se escuchó al otro lado de la llamada.
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En la cabina de la estación de radio donde se llevaba a cabo el programa, tanto el productor como los asistentes y el mismo Alex estaban en completo silencio. ¿Qué se debía hacer en estos casos? ¿Seguir al aire o dejar que continuaran en privado?
Alex volteó a ver a su productor para saber si debía proseguir al aire o dejar que hablaran en privado. El productor le hizo la señal de que siguieran al aire. Alex asintió con la cabeza y siguió poniendo atención a la conversación. Estaba dispuesto a ayudarles si fuera necesario.
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"Se-Sesshomaru". Antes de que Kagome pudiera decir algo más, Sesshomaru la interrumpió. "Sé que esto puede ser repentino pero me gustaría hablar contigo, Kagome".
"¿Porqué hasta ahora Sesshomaru? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Porqué no te presentaste a nuestra cita?" Le preguntaba Kagome apretando su móvil un poco con una mano mientras que la otra apretaba la orilla de su cama en un intento por mantenerse en calma.
"Por eso quiero verte y hablar contigo, Kagome. Quiero explicarte todo lo que pasó, el motivo de mi ausencia y el porqué no me presenté ese día hace un año a la cita".
"Hace un año y dos semanas. Pero, ¿quién cuenta el tiempo, verdad?" Sabía que estaba siendo un poco sarcástica pero no podía evitarlo.
Sesshomaru suspiró. "Tienes razón, un año y dos semanas. Por favor, permíteme explicarte todo, Kagome". Su voz sonaba suplicante.
"Sesshomaru, yo..." Su voz se quebró un poco. "Muchas cosas pasaron desde que te fuiste". Respiró profundamente preparándose para decirle lo que pasó en su ausencia.
"Cuando no te presentaste a nuestra cita", comenzó. "Pensé que quizás había una buena razón por la que no te habías presentado. Esperé por ti más de tres horas en ese lugar. Ni siquiera sé porque te esperé tanto". Se rio un poco, pasando una mano por su cabello. "Luego me marché a casa. Estando ahí, repasé en mi cabeza una y otra y otra vez los eventos que dieron paso a la cita fallida".
"Al día siguiente no me presenté a trabajar. Sabía que no podría trabajar estando de esa manera y dormí todo el día. Esa fue la primera vez que tuve pesadillas. Con el paso de los días se volvieron más frecuentes. No podía dormir casi y comer ni se diga. Estuve así por un par de meses. Para entonces, estaba tan mal que mi mejor amiga tuvo que hacer una intervención de emergencia para poder ayudarme. Me estaba autodestruyendo y no me había dado cuenta".
"Fui a terapia con una psicóloga y fui diagnosticada con un cuadro leve de depresión. Me dieron tratamiento y con la ayuda de mis seres queridos logré salir de eso". Finalizó con un suspiro.
"Lamento tanto que hayas pasado por eso por mi culpa, Kagome. Solo, permíteme explicarte bien todo lo que pasó. El porqué me fui sin decirte nada". Le dijo Sesshomaru en tono suplicante.
Kagome le iba a contestar cuando Alex los interrumpió. "Kagome, nos gustaría a la producción del programa y a mí darles una oportunidad de hablar tranquilamente y en privado. Creo que los dos merecen aclarar las cosas entre ambos. El final lo decidirán ustedes dos, pero sinceramente creo que vale la pena escuchar lo que tiene que decir Sesshomaru".
"Así que decidimos regalarles una cena en un restaurante exclusivo, todo pagado por supuesto. Incluído el transporte en limosina. Solo tienes que decir que sí aceptas hablar con Sesshomaru", concluyó Alex.
"Hay algo más que tienes que saber antes de que te dé mi respuesta, Sesshomaru". Kagome estaba nerviosa pero no quería mentirle, así que le dijo la verdad. "Estoy en una relación amorosa con alguien, Sesshomaru. Él es un buen chico y me ayudó mucho. Cuando más lo necesitaba, él estuvo ahí. De hecho estoy comprometida con él. Apenas hace una semana nos comprometimos y no creo que sea correcto el que tú y yo tengamos una cita".
Kagome quería aceptar la invitación, en serio lo quería. Necesitaba saber lo que realmente pasó pero tenía miedo de que sus sentimientos por él pudieran verse reflejados en sus ojos cuando por fin los dos estuvieran el uno frente al otro.
"Dale una oportunidad a Sesshomaru de explicarte, te aseguro que no te arrepentirás. Solo dile a tu pareja que es importante que hables con él". Alex intervino antes de que alguno de los dos fuera a decir algo más. El productor le hizo la señal de buen trabajo con sus dos manos.
"Kagome. No me importa que estés comprometida. Aún así quiero hablar contigo. Por favor, solo di que sí". Le suplicó Sesshomaru.
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Sesshomaru se sintió flotar en las nubes cuando escuchó hablar a Kagome después de no haber escuchado su voz en mucho tiempo.
Pensó que quizás había cambiado su número de móvil pero se alegró cuando vio que no fue así. Eso significaba que tenía una oportunidad para hablar con ella.
El sentimiento de flotar entre las nubes fue disminuyendo con las palabras de Kagome. Ella había sufrido por su culpa, de eso estaba seguro. Sintió su corazón estrujarse cuando Kagome le dijo todo por lo que había pasado.
Si tan solo hubiera tenido tiempo de explicarle. Pero su padre no cedió a darle permiso de hacer una llamada o mandar al menos un mensaje explicando el porqué no se presentaría a la cita. Si lo hubiera hecho las cosas no estarían como están en este momento. Kagome no hubiera sufrido tanto por su culpa y no estaría comprometida con otro hombre.
Maldijo a su padre en todos los idiomas que conocía. Gracias a él, su vida se volteó de cabeza. Si no lograba convencer a Kagome de hablar con él y aclarar todo, lo molería a golpes sin importar que fuera su padre.
Sintió cómo su corazón se había roto cuando Kagome le dijo que estaba comprometida con alguien más. Pero no se daría por vencido. Aún no estaba casada con su prometido, así que todavía tenía oportunidad de hacer algo. Y en definitiva lo haría, aunque eso significara involucrar a su padre para lograrlo.
Escuchó como Kagome suspiró, y aguantó la respiración. Kagome tenía que acceder a esa cita. Pidió al cielo una oportunidad para arreglar las cosas. Solo eso necesitaba, poder hablar con ella, él se encargaría de lo demás.
"Está bien. Acepto esa cita, pero juro por Dios que si no te presentas no volverás a saber nada de mí, Sesshomaru". Lo dijo con un tono de finalidad.
El corazón de Sesshomaru dio un sobresalto en su pecho. Dijo que sí. Había dicho que sí. Volteó su mirada al cielo y agradeció por la oportunidad.
"Gracias Kagome. Te prometo que no te arrepentirás de nada. No te fallaré, lo juro".
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En la estación de radio todos estaban celebrando el éxito de Sesshomaru. No lo conocían y aún así ellos querían que funcionara entre él y Kagome.
"Me alegra que hayas aceptado darle una oportunidad a Sesshomaru, Kagome. Los dos merecen aclarar las cosas y ser felices". Se irguió en su silla y continuó hablando. "Mi productor hablará con ustedes sobre los detalles de la cita. Muchas gracias por llamar al programa y permitirnos ayudarte, Sesshomaru. Y gracias Kagome, por aceptar hablar con él".
Los dos le agradecieron de igual manera y fueron transferidos con el productor del programa para finalizar donde sería su cita.
Del otro lado de la cabina de producción, Alex Santiago despedía el programa con más música.
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"¡¿Estás loca, Kagome?! ¡¿Cómo pudiste aceptar esa cita?!" ¿Qué hay de Houjo?" Ayame le decía mientras caminaba de un lado a otro en el dormitorio de Kagome y esta la observaba desde su cama sentada, recargada a la pared.
"Claro que no estoy loca, Aya", empezó tranquilamente. "Sabes tan bien como yo todo lo que pasé este último año", su voz se volvió suplicante. "Pero entiende que tengo que hacer esto, por favor. Tengo derecho a saber porqué no asistió a la cita. Porqué no me contactó en todo este tiempo".
Ayame paró de golpe y se acercó a la cama de Kagome. Se sentó a la orilla viéndola y le tomó una mano. "Porque lo sé, te digo que no es buena idea, Kags. ¿Qué tal si lo que te dice no es lo que esperabas? Sí eso te hace sufrir de nuevo, no lo podré soportar". Una lágrima se asomaba a su ojo izquierdo.
Kagome apretó su mano tratando de reconfortar a su amiga. "Sé que hay una posibilidad de que eso suceda, Aya, pero aún así tengo que ir. Quiero y necesito saberlo todo. Te prometo hablar con tu tía en cuanto regrese de la cita. Por favor Aya, entiéndeme". Le dijo, algunas lágrimas rodaron por sus mejillas.
Ayame tomó ambas manos de Kagome entre sus manos y asintió. "Será mejor que él te diga toda la verdad o te juro que le patearé el trasero, aunque él sea más fuerte que yo, ¿Oíste?" Miró a Kagome y le dio una sonrisa para tranquilizarla. Por dentro, se juró a sí misma golpear a Sesshomaru hasta dejarlo medio muerto si lastimaba de nuevo a su mejor amiga.
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El sonido de notificación de un mensaje entrante sacó a Kagome de sus pensamientos. Se sentó en su cama y tomó el móvil de su mesita de noche. Dio un suspiro de enfado y revisó el mensaje, era de Yuka, una compañera de clases y amiga de Houjo.
Yuka 😺:
<<<< ¡¿Cómo pudiste hacerle esto a Houjo?! ¡¿Pero qué clase de persona eres?! 🤬
[Recibido a las 9:45 a.m.]
Kagome solo suspiró. Yuka era la última en mandarle mensaje. Ya todos los demás amigos de su ex prometido le habían llamado y mandado mensajes de odio por la ruptura de su compromiso con él. Y francamente, se estaba cansando de eso.
Ex prometido. Era raro referirse a Houjo de esa manera pero eso era lo que él era ahora. Después de todo, él fue el que rompió su compromiso con Kagome y no ella como todos los amigos de él pensaban.
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Cuando Kagome le contó a Houjo lo sucedido con Sesshomaru, pensó que él entendería la razón del porqué estaba haciendo todo esto. Al parecer estaba equivocada.
Al principio Houjo parecía comprender la situación, pero cuando Kagome finalizó el recuento y le dijo que sí iría a esa cita, él se quedó en silencio por varios minutos y luego estalló y le recordó todo lo que había sufrido por Sesshomaru. Y le dijo que no podía ir a su cita.
"¿Disculpa qué? Creo que no escuché bien. ¿Podrías repetir lo último que dijiste?" Kagome lo miró atentamente desde el otro lado de la mesa donde estaban sentados comiendo.
"No irás. No puedes ir y verte con él. No después de todo lo que pasó". Houjo le dijo en un tono de voz muy serio. No subió la voz pero Kagome sentía como si le hubiera gritado.
"Estás comprometida conmigo y si vas, sería lo mismo que serme infiel". Kagome lo miró con la boca abierta. Era la primera vez que Houjo se expresaba así.
Respiró profundamente para calmarse y le dijo. "Houjo, solo quiero saber que fue lo que pasó, cerrar ciclos si es preciso. No es como si fuera a pasar algo entre nosotros. Mi psicóloga me dijo que es importante para mí cerrar ciclos sí voy a pasar el resto de mi vida contigo, y creo que tiene razón. Así que sí iré". Le tomó la mano tratando de reconfortarlo pero este la quitó de inmediato.
"Si insistes en ir a esa maldita cita con él, tu y yo terminamos, ¿lo entiendes? Terminamos". Su voz tenía un tono de finalidad.
Kagome miraba sorprendida como Houjo estaba actuando. ¿Acaso este era su verdadero yo y ella no se había dado cuenta? Un escalofrío le recorrió la espalda solo de pensar en su futuro con él si su personalidad era verdaderamente así.
Tomó su bolso y sacó dinero para pagar su parte de la comida. Se levantó y lo puso sobre la mesa con un sonido fuerte. "Que así sea. Tú y yo terminamos". Caminó con paso seguro hasta la salida del café y se fue.
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Solo de recordarlo sentía escalofríos recorrerle el cuerpo. Sí así era estando comprometidos solamente, ¿cómo sería ya de casados? Nop, de ninguna manera lo permitiría.
Terminó de lavarse los dientes y se cepilló el cabello. Tarareando una canción mientras se cambiaba de ropa para ir al mercado. Le mandó un mensaje de buenos días a Ayame y silenció su móvil, no sin antes asegurarle a su amiga que estaría bien.
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Horas después, Kagome caminaba a la entrada del restaurante. Se alegró cuando supo que no sería el mismo de la anterior cita fallida. Era algo menos de lo qué preocuparse.
Entró al restaurante y se acercó a la estación de la maître d' y se sorprendió por su cara familiar. Por unos instantes se transportó de nuevo al terrible evento fallido del año pasado. ¿Y si volvía a pasar? ¿Y si Sesshomaru no se presentaba de nuevo?
Respiró profundamente tratando de tranquilizarse mientras caminaba hacia ella. Al llegar con la maître d' le dijo, "tengo una reservación para dos personas bajo el nombre de Sesshomaru Taisho".
La maître d' le pidió su nombre para verificar su reservación. Kagome apretó ambas manos en su cartera y se preparó en caso de que la maître d' le dijera que no había nadie esperando. La maître d' esbozó una sonrisa y le dijo que su acompañante la estaba esperando, a lo que Kagome soltó un respiro de alivio. No se dio cuenta cuándo había sostenido su respiración.
"Uno de nuestros meseros la acompañará a su mesa", le dijo la maître d', haciéndole una señal con la mano a uno de los meseros. "Acompaña a la señorita a su mesa. Es en la habitación de las flores de cerezo". El mesero asintió y le pidió a Kagome que lo acompañara.. "Espero que le guste nuestra comida. Que disfrute de su velada".
Kagome le agradeció y siguió al mesero. Su corazón palpitaba rápidamente y estaba nerviosa. Sesshomaru estaba aquí. Esta vez si vino a la cita. Cuando llegó a la habitación donde sería su cena, Kagome respiró profundamente de nuevo. Tenía que calmarse, no podía entrar con Sesshomaru de esa manera. Cuando estuvo lista, le indicó al mesero que abriera la puerta y entró después de agradecerle.
Sesshomaru la esperaba de pie al lado de la mesa. Se veía tan elegante con lo que llevaba puesto. Vestía un traje de tres piezas, todo en color negro. Apuesto y elegante. Fueron las dos palabras que Kagome usó para describir a Sesshomaru en su cabeza.
Se acercó a él y extendió una mano en forma de saludo pero Sesshomaru en lugar de darle un apretón cómo saludo, acercó su mano a sus labios y le besó los nudillos.
Kagome se sonrojó cuando Sesshomaru le dijo, "estás tan hermosa como el último día que te vi". En su voz se reflejaba, se podía decir que añoranza.
Kagome sentía su cara arder. Su corazón no paraba de latir tan rápido que pensó que este quebraría sus costillas y saldría corriendo de su pecho. Pero su mano seguía alzada en la de Sesshomaru, cerca de su boca.
"Y tú igual". Le dijo dándole una pequeña sonrisa. ¿Qué más podía decir? Su mente se quedó en blanco cuando sintió los labios de Sesshomaru besar su piel.
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Cuando Sesshomaru vio entrar a Kagome tuvo que apoyar una mano en la mesa para evitar caerse. Kagome se veía tan hermosa con ese vestido negro sin tirantes y ese escote. Dios, quería pasar su lengua por entre sus senos y recorrer su lengua por todo el escote. Tranquilízate Sesshomaru, aún es muy pronto para eso.
Llevaba su cabello en un recogido y una gargantilla de pedrería. Se preguntó de qué material estaba hecho y si aguantaría que lo mordiera hasta arrancarlo de su cuello. Controla tus pensamientos Sesshomaru, aún no es tiempo.
Solo el mirarla le hacía tener pensamientos clasificación M. Es que toda ella era hermosa llevase lo que llevase puesto.
Cuando le tomó la mano para saludarla, sintió esa corriente eléctrica de nuevo. Estaba más decidido aún, Conquistaría a Kagome costara lo que costara. Movería cielo, mar y tierra con tal de que Kagome lo acepte. Se enfrentaría con quien fuera para conseguirlo. Si tenía que secuestrarla lo haría. Ella lo valía y mucho.
Dios, se sentía tan bien tocar su piel con sus labios, el hubiera querido besarle la boca en ese momento pero se conformaría con besar su mano por el momento. Si todo salía bien quizás tendría la oportunidad de besarla en la mejilla o en la boca si le robaba un beso.
Cuando Kagome se sonrojó, Sesshomaru sintió que su corazón latía a mil por hora y cuando le sonrió, se imagino por un momento como si fuera un cachorro moviendo su cola cuando su ama le daba alguna caricia. Casi podía sentir que ronroneaba.
Aclaró su garganta y le indicó que podían sentarse para empezar con la velada. Retiró la silla de Kagome para que ella se pudiera sentar. Cuando lo hizo, la acercó a la mesa. Kagome le agradeció y él se sentó en su silla.
El mesero encargado de ellos se acercó y les ofreció una copa de vino blanco a lo que los dos asintieron cómo respuesta. Les preguntó si deseaban ordenar en ese momento o esperarían un poco más. Ordenaron en ese momento y el mesero se marchó a pedir sus órdenes.
Cuando los dos quedaron solos, Sesshomaru pensó por donde debía comenzar su explicación. Optó por decirle todo desde un principio.
Le contó que provenía de una familia militar. Su abuelo había sido Coronel del ejército y su padre era General Mayor en el ejército. Y él mismo, era Sargento Primero en el ejército, bajo las órdenes de su padre.
Le contó lo que hacía en esa fiesta, sobre su medio hermano y su hermana quien fue quien organizó la fiesta para su medio hermano antes de que este se fuera al ejército. Le dijo que tenía en ese entonces dos días de haber llegado a la ciudad después de estar ausente ya que estaba estacionado en otra base militar de otro estado.
El mesero los interrumpió cuando abrió la puerta y les pidió una disculpa por la demora. Puso su comida en la mesa y les dijo que si se les ofrecía algo más, no dudaran en tocar el pequeño botón que estaba en la pared y él vendría inmediatamente a atenderlos. Les deseó buen provecho y se marchó.
Cuando estuvieron solos de nuevo, Sesshomaru le sugirió a Kagome comer un poco antes de que él siguiera con la historia. Kagome asintió y los dos empezaron a comer. De vez en cuando, Kagome volteaba a ver a Sesshomaru pero cuando este sentía su mirada, ella volteaba a su comida y seguía comiendo. A veces era al revés, y Sesshomaru era el que volteaba a verla y cuando Kagome sentía su mirada y volteaba a verlo, este mantenía su mirada fija en ella.
"Eres realmente hermosa Kagome". Kagome se sonrojaba y le agradecía. Tomaba un poco de vino y seguía comiendo. Cuando hubieron terminado, Sesshomaru continuó con su historia.
Le contó como recibió una llamada de su padre el viernes por la noche después de que le enviara el último mensaje. Su padre llegó por él en helicóptero y lo llevó a la base militar. En el transcurso del viaje en helicóptero, su padre lo puso al tanto de la situación y cuando llegaron a la base militar, su padre le quitó su móvil pues no podía arriesgarse a que alguien les hackeara los móviles y se enterara de la misión.
Le dijo todo lo que le estaba permitido decir de la misión. Le dijo que varias veces intentó hacerse de un móvil para hablar con ella pero lo tenían tan bien vigilando que en cuanto tenía uno en su poder alguien lo bloqueaba y se lo quitaba, destruyéndolo en ese mismo momento. Vio la cara de Kagome cambiar de expresión con el transcurso de la explicación.
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Al escuchar la explicación de Sesshomaru, Kagome sintió mucho coraje pero no hacia Sesshomaru, sino hacia su padre. Si tan solo le hubiera dado unos minutos a Sesshomaru para llamarle a ella, no hubiera sufrido todo lo que sufrió durante el año pasado. Ni hubiera estado con otra persona.
Ella lo hubiera esperado el tiempo que hiciera falta. Y pensar que sufrió tanto por culpa de una sola persona. Pero como dicen por ahí, el hubiera no existe, así que tendría que aceptar el hecho que Sesshomaru era militar si quería estar con él.
Sesshomaru le contó que él pasó un tiempo muy difícil estando ese año separados y sin que él pudiera contactarla y explicarle lo que sucedía. Se sentía tan inútil sin poder hacer algo para asegurarle que no la había olvidado y que aún pensaba en ella todos los días.
"Dios". Se pasó una mano por su cabello y dijo. "Kagome, te juro que nunca dejé de pensar en ti, ni un solo día pasó sin que yo pensara en ti. En muchas ocasiones le pedí a mi padre que me permitiera hablar contigo, que quería asegurarte que estaba bien y que no te abandoné, pero mi padre me lo negó".
"No es su culpa, pues la misión así lo requería. Aunque muchas veces le eché la culpa a él". Exhaló en frustración. "Si tan solo hubiera hablado contigo, no estarías comprometida ahora con otro hombre en este momento. No estarías por casarte con alguien más y ahora mismo estuvieras en mis brazos". Su tono de voz se tornó quebradiza como si fuera a llorar.
"No estoy comprometida". Le dijo, pero al parecer Sesshomaru no la escuchó porque siguió hablando. Cuando por fin procesó lo que ella le dijo, la miró de repente. "Espera, ¿qué?"
La cara de asombro de Sesshomaru hizo que Kagome riera un poco. "Que ya no estoy comprometida. Soy libre de hacer y estar con quien yo quiera".
Kagome vio como Sesshomaru se pellizcó el brazo y la cara que hizo. "No estoy soñando. De verdad ya no estás comprometida con él".
Negó con la cabeza al mismo tiempo que dijo, "nop. Ya no más. Ayer mismo rompí mi compromiso con él. Ya no estamos juntos".
Apenas acabó de decir eso y Sesshomaru se levantó y se acercó a ella, tomándola de las manos la puso de pie y la abrazó. Sus abrazos se sentían tan bien, era mejor de lo que recordaba. Recargó su cabeza en el pecho de él y cerró sus ojos disfrutando de su cercanía.
Dios, olía tan bien que quería saber si todo su cuerpo olía así o solo era cerca de su nariz. Kagome se separó un poco para ver a Sesshomaru, y este a su vez volteó hacia abajo para verla. Se perdieron en las miradas del otro por unos momentos hasta que Sesshomaru se inclinó un poco más para besar a Kagome.
Al principio fue un beso lento y un poco tímido, pero entre más se besaban, Kagome quería más. Abrió su boca para profundizar el beso y sintió como Sesshomaru introdujo su lengua para saborearla mejor. Ese beso se tornó salvaje, luchaban por dominar al otro y al final Sesshomaru salió victorioso. La fue moviendo hasta estar recargados en la pared.
Kagome se dejó ganar con gusto. Sesshomaru besaba tan bien. Sus manos recorrían su cintura y espalda. En una ocasión sus dedos rozaron la parte de abajo de sus senos y Kagome jadeó en sorpresa, deseando que la tocara aún más.
¿Cómo se sentirán sus manos por mi cuerpo desnudo? ¿Cómo se sentirá su lengua cuando me penetre con ella? ¿Cuándo lama mi clítoris? ¡Por Dios, Kagome! ¿Qué cosas estás pensando? Se regañó así misma por pensar de esa manera. Pero no podía evitar pensar eso cuando Sesshomaru la acariciaba y la besaba de esa manera.
Su beso parecía interminable y ella estaba bien con eso. Sabía que necesitaba respirar pero en ese momento pensó, ¿quién necesita respirar? Eso está sobrevalorado. Pasó sus manos atrás de su cuello y siguió besándolo.
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Sesshomaru paró el beso por un momento y cuando lo hizo, los dos tomaron aire rápidamente y volvieron a besarse, solo que está vez, su beso fue más salvaje y hambriento. Su hombría crecía y se hacía más dura. Las manos de ambos recorrían todo lo que podían. Una de sus manos recorrió la pierna de Kagome en donde estaba la abertura del vestido. Su piel era tan sedosa que sintió su hombría endurecer aún más y quería que Kagome la sintiera también.
Así que levantó la pierna que estaba acariciando y la puso alrededor de su cintura, atrayendo a Kagome más hacia él, para que pudiera sentir lo que ella provocaba en él.
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Kagome jadeó de sorpresa, acompañado de un gemido de placer cuando Sesshomaru la acercó a su hombría. Cielos, era tan grande que no pudo evitar imaginarse que se sentiría tenerlo dentro de ella.
Kagome hacía todo lo posible para sentir más cerca a Sesshomaru. Su diferencia en altura estaba probando que seguir con eso sería difícil. Su otra pierna apenas y tocaba el suelo y sus zapatos de tacón no ayudaban mucho. Aunque estaba segura que Sesshomaru podría fácilmente encontrar una manera de seguir haciéndolo. No lo iba negar, lo deseaba tanto en ese momento, que si él se lo pedía, le dejaría hacerle el amor ahí mismo.
Sesshomaru bajó su pierna al suelo nuevamente y se enfocó en besarla. Kagome sentía a Sesshomaru besar detrás de su oído y se detuvo un poco en su cuello. Jaló un poco su gargantilla con lo que ella asumió eran sus dientes, como queriendo romperla, pero al ver qué esta no cedió, bajó a su hombro, acercándose cada vez más a su pecho. Besos, pequeñas mordidas y lamidas hacían su recorrido por la parte superior del cuerpo de Kagome. Cuando sintió a Sesshomaru llegar al final de su escote, contuvo la respiración, esperando que él quitara de su camino el escote del vestido y lo hiciera a un lado para que pudiera besar sus senos.
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Olvidaron por completo que estaban en un lugar público, pero el mesero se los recordó cuando entró y los vio, se podría decir, ocupados.
Aclaró su garganta y eso los alertó. Ambos se separaron rápidamente, sus respiraciones aún agitadas por lo que segundos antes estaban haciendo.
Ambos se disculparon con sus rostros sonrojados, no por lo que hicieron pues no sintieron que hicieron algo malo, sino porque los atraparon infraganti.
Agradecieron al mesero y se retiraron del lugar agarrados de las manos y riendo bajo, como si guardaran algún secreto y solo ellos lo supieran.
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Un año más tarde en la estación de radio WEXA, un locutor del programa más famoso del momento celebraba con éxito su segundo año en ganar el premio al programa más escuchado de la radio en horario estelar.
Unos pequeños toques en el vidrio de la cabina lo alertó de la entrada de su jefe.
"Tienes que leer esto. Es un correo electrónico y está dirigido a toda la producción de nuestro programa", le decía mientras ondeaba en su mano derecha una hoja de papel con algo escrito en él. Una enorme sonrisa se dibujaba en su rostro.
Alex Santiago tomó la hoja de papel y comenzó a leer el correo electrónico. Conforme iba leyendo, una sonrisa se dibujaba en su rostro haciéndose más grande entre más leía.
Cuando hubo terminado de leerlo comenzó a reírse. "¡Por Dios! Tenemos que leerlo en el programa. Los radio escuchas querrán saber la buena noticia".
El productor estuvo de acuerdo y lo dejó para que se preparara para el programa.
Diez minutos después el programa empezó.
*Estás sintonizando WEXA. La estación de música más popular del momento.*
*Y este es tu programa "Al Ritmo de la música". Un programa especialmente hecho para las personas que gustan de la música sin importar el género de esta*.
*Soy su presentador Alex Santiago y hoy tenemos para ustedes dos muy buenas noticias que estoy seguro serán de su completo agrado.*
*Primera noticia: como ya saben, estamos celebrando un aniversario más de la estación de radio y justo ayer recibimos el premio al programa más escuchado de la radio en horario estelar por dos años seguidos. Gracias a todos nuestros radio escuchas por hacer esto posible.*
*Y la segunda buena noticia la cual estoy seguro que muchos de ustedes estuvieron esperando por mucho tiempo. Y no solo ustedes, sino también todos nosotros los de la producción del programa.*
*Hace media hora recibimos un correo electrónico de uno de nuestros radio escuchas y queremos compartirlo con todos ustedes.*
*"Queridos miembros de la producción del programa "Al Ritmo de la Música", quizás no se acuerden de nosotros pero nosotros de ustedes sí. Porque gracias a ustedes mi prometido y yo pudimos reencontrarnos de nuevo y ser felices."*
*"Hace un año y un mes, pero quién los cuenta, ¿Verdad?"* Al leer esto, Alex se ríe un poco pues recordaba muy bien donde había escuchado eso.
*"Aceptaron la llamada de un chico y lo ayudaron a pedirle a una chica, la cual él había dejado esperando en lo que sería su primera cita, un año atrás y le brindaron su ayuda para poder hablar con ella y explicarle porqué no se presentó a su cita."*
*"Pues bien, déjenme decirles que ese chico y esa chica somos nosotros y gracias a su ayuda es que ahora estamos juntos. Estamos comprometidos y nos casaremos en seis meses y toda la producción está invitada a la boda como agradecimiento por su ayuda."*
*"Gracias de nuevo por lo que hicieron por nosotros. Les estaremos agradecidos por toda la vida. Atte. Sesshomaru Taisho y Kagome Higurashi."*
*Ahí lo tienen, amigos radio escuchas. La pareja de la que todos ustedes y nosotros queríamos saber, nos mandó este correo electrónico. Sesshomaru y Kagome, si nos están escuchando en estos momentos queremos decirles, muchas felicidades por su compromiso y su próxima boda. Y gracias por hacernos partícipes de esta hermosa historia. Estaremos encantados de asistir a su boda. Sean libres de enviarnos la invitación de su boda cuando gusten.*
*Enseguida unos mensajes de nuestros patrocinadores y al regresar, más música con la canción "Dirty Thoughts" de Gracie Adams con Nationhaven y "Eclipse (All Yours)" de Metric.*
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N/A 2:
Ahora sí, este es el fin de la historia.
Gracias a todos por leerme hasta el final y gracias también por sus comentarios, sus votos y por compartir mi historia.
Esta historia existe desde hace como 10 años. Y espero que al igual que Sesshomaru y Kagome, las personas en las que está basada mi historia, estén juntos y sean felices.
Voten. Comenten. Compartan.