Las horas pasaban y Akiko aún estaba afuera viendo la luna y las estrellas, no tenía sueño ya que tenía muchas cosas en su cabeza y le costaba asimilarlas. Empezó a pensar en como los conoció a los dos y como su vida había mejorado al tenerlos a su lado y también pensó en como su vida cambió cuando Miri llegó, realmente la consideraba su hija y no quería que le pasara nada a ella.
Empezó a amanecer y decidió ir a la cocina a prepararse un café, mientras hacía esto caían gotas de lluvia por la ventana y decidió sentarse en el sillón a ver como caían, estuvo un buen rato sentada hasta que miró el reloj y se dió cuenta de que ya era hora de que Miri fuera a la guardería pero no quiso despertar a Kazuki por decisión de como estaba en ese instante. Los pequeños pasos fuertes de Miri quien bajaba por las escaleras sacaron de su mente a Akiko
-¡Buenos días Akiko-san! -saludó entusiasmada-
-Hola Miri, ¿cómo amaneciste? -preguntó forzando una sonrisa para que la menor no se preocupara-
-Bien, debo prepararme para ir la guardería -luego de eso se sentó en una de las sillas a esperar a Kazuki-
-Espero que te vaya bien hoy -la menor la quedó mirando feliz-
-¡Gracias Akiko-san! -luego de unos minutos llegó Kazuki- ¡Buenos días papá Kazuki! -fue y lo abrazó-
-Buenos días Miri -correspondió- ¿qué haces despierta tan temprano Akiko?
-No pude dormir bien anoche -tomó más fuerte la taza con las manos-
-Miri ¿por qué no vas y le das un fuerte abrazo a Akiko para que se sienta mejor? -la pequeña obedeció a las palabras del rubio y abrazó a la pelinegra, no sabía como corresponder pero el olor que tenía Miri era tan agradable que solo se dejó llevar y la abrazó mientras acariciaba sus mechones cafés y al soltar el agarre la miró feliz-
-Gracias Miri -le acarició la cabeza y dejó que se sentara en la mesa mientras Kazuki hacía el desayuno-
Cuando terminaron de desayunar y Kazuki fue a dejar a Miri, Akiko fue a buscar a Rei al baño y al encontrarlo lo movió un poco para que despertara
-Perdón que te moleste pero ¿podemos hablar? -le mostró un cigarro y este lo tomó saliendo así de la tina y dirigiéndose al balcón-
-Tu solo fumas cuando sucede algo que te preocupa -Akiko lo miró sorprendida- y fumaste toda la noche, se sentía el olor a humo de cigarro
-Me preocupa lo que dijo Kyutaro -el pelinegro la miró confundido- si no hacemos algo pronto ustedes morirán
-No nos harán nada si no atacamos directamente a la organización, vamos a estar bien -seguian fumando- te preocupa Kazuki más que nada ¿no es cierto?
-Además de él me preocupas y tambien me preocupa Miri -apoyó sus brazos en la baranda- ustedes dos son más que mis amigos, ustedes son las personas más importantes de mi vida además de Miri, ustedes me dieron una razón para vivir y para seguir luchando por mis sueños. Si algunos de ustedes muere Miri quedará sin uno de sus papás
-Pero podrías ocupar mi lugar, serías la nueva figura materna de Miri -respondió-
-Yo no soy la mamá de Miri y ella no me ve como su figura materna -dijo deprimida- escucha, solo quiero que ustedes estén bien
-¿Y tú? -preguntó- Vales demasiado y aún no lo notas, hasta para Kazuki vales demasiado
-Prefiero morir para protegerlos -este la tomó de los hombros-
-Por el amor de Dios Akiko, deja de ser tan pesimista y entiende que esto no es un maldito juego de niños. Si mueres probablemente seguiremos nosotros ¿quieres que nos maten? -la mirada de Akiko cambió-
-No. -respondió seca- Debemos pensar en algo pero no dejaré que mueran por nada del mundo -las palabras de la pelinegra sonaban justas- se nos ocurrirá algo y lo sé -pararon de hablar cuando sintieron llegar a Kazuki-
-Hasta que al fin despiertas Rei -dijo el rubio- ¿fumaron verdad?
-Pues si aunque solo fumo cuando me siento mal de ánimo -le mostró la cajetilla- como ves solo me quedan dos cigarros
-Lo siento mucho -agachó la cabeza-
-No te preocupes Kazuki ya me siento un poquito mejor así que ayudaré en lo que sea -dicho esto disimuló empezando a barrer la casa y Kazuki regañandola por no saber hacerlo bien-
Después de hacer los quehaceres del hogar y cocinar, ya era tiempo de ir a buscar a Miri. Kazuki llevó un paraguas porque aún estaba lloviendo pero se veía un poco decaido
-Akiko, Rei, ya me voy -exclamó el rubio-
-Buena suerte -respondió viendo como Kazuki salía- en fin, iré a mi habitación, nos vemos Rei
Habían pasado horas desde que Kazuki y Miri habían llegado y Akiko aún seguía encerrada pero lo cierto era que se había quedado dormida y solo Kazuki había notado esto. Pasaron los días y todo parecía normal pero lo cierto era que Kazuki estaba estresado porque Rei y Miri no cooperaban con los quehaceres y aunque Akiko lo ayudaba estaba aún en ese mismo estado, pero su paciencia terminó cuando Rei y Miri le pidieron que hicieran tostadas francesas y en vez de ese resultado hizo que se encerrara en su cuarto
-Ahora Kazuki está encerrado y no saldrá de ahí en las próximas horas, que idea estupenda de hacer colmar su paciencia Rei -exclamó cruzándose de brazos-
-En nuestra defensa diré que no me gustó la cena -Akiko les arrebató los platos de las manos-
-No deben menospreciar la comida que Kazuki nos hizo con tanto amor, se esfuerza demasiado para que ustedes le miren mal lo que hace con cariño. Terminaré de lavar el desastre que dejaron así que si quieren pueden retirarse -dicho esto Rei llevó a Miri a su habitación para que durmiera mientras Akiko limpiaba todo pero estaba tan molesta con ellos que decidió no dirigirles la palabra al día siguiente-
Al día siguiente cuando Akiko se despertó pudo ver como seguía lloviendo y se sentó en la orilla de la cama, estuvo pensando en como disculparse con Kazuki por lo de la noche anterior y cuando por fin tenía la manera de como hacerlo notó que en la pequeña mesita de noche había un papel doblado, papel que ella no recordaba haber dejado la noche anterior.
Al abrir el papel notó que se trataba de una carta la cual leyó en voz alta
Querida Akiko:
Siento mucho escribir esto pero te dejo al mando de todo lo que haga Rei y Miri en mi ausencia, estaré fuera de casa por un largo tiempo y no se cuando volveré.
Realmente lo siento mucho Akiko pero se que lo harás bien
Con cariño
Kazuki
Akiko en ese instante se levantó y se dirigió al baño donde estaba Rei y vio a Miri junto con él
-No quiero pelear pero mira -le pasó la carta-, son las consecuencias que traería lo de anoche, estaré a su cargo hasta que regrese y eso significa que habrá orden aquí
-Está bien Akiko -exclamó levantándose de la tina y avanzando hacía la cocina- debemos desayunar
-¡Si! -exclamó la pequeña mientras iba al refrigerador a sacar algo-
-Pues tenemos frutas así que podríamos comerlas en una ensalada de frutas -pero Rei ya había sacado una caja de cereal y lo estaba sirviendo para él y Miri- no aprendes nunca Rei, ustedes coman eso y yo me prepararé algo
-¿Quién de ustedes me llevará a la guardería? -Akiko casi se ahoga y al ver la hora se apresuraron en terminar-
Rei y Akiko estaban guardando las cosas que llevaría Miri a la guardería y al salir, Akiko se puso su impermeable ya que ella no quiso hacerle caso al pelinegro de ir sin ropa para la lluvia.
Al llegar a la guardería se encontraron con la sorpresa de que estaba cerrada, Rei se fijó y se dieron cuenta de que era domingo por lo cual tuvieron que devolverse al departamento y al llegar, Akiko secó a la menor ya que se había mojado en el transcurso del camino pero Miri dejó un desastre con su ropa y la pelinegra tuvo que limpiar sola ya que Rei no cooperaba en nada. Como ya eran las 16:00 pm decidieron almorzar así que Rei marcó a una pizzería
-No pagaré porque fue tu idea -respondió-
-Queremos pedir una pizza mixta mediana. Sin tomates ni pimientos -la pequeña se aferró hacia el pelinegro-
-Papá Kazuki dice que debemos comer nuestras verduras -dijo al teléfono-
-Bien dicho Miri -dijo la pelinegra-
-Más unas papas fritas -luego de eso cortó-
-Era algo saludable, no comida chatarra -reclamó-
-No seas tan amargada Akiko -lo tomó de los hombros mientras decía en voz baja para que Miri no escuchara-
-Esta amargada no quiere colmar su paciencia como cierta persona que se fue hoy de la casa y lo más seguro es que no volverá en varios días -sonó el timbre- anda a recibir las pizzas mientras yo traigo los platos junto con Miri
Después de comer y de no dirigirse la palabra en todo el almuerzo y en la tarde, Akiko se encontraba escribiendo en una hoja las disculpas de parte de ella y Rei para Kazuki pero además de eso había llamado toda la tarde a Kyutaro para averiguar donde estaba el rubio, pero no contestaba por ninguna circunstancia.
Hasta que al fin contestó
-¡Kyutaro! -respondió alterada- ¿sabes algo de Kazuki?
-Estuvo en la tarde -se escuchó un golpe-
-¡Maldita sea Kyutaro! -se calmó un poco- Deberías haberme avisado y no quedarte callado, ¿sabes dónde está ahora?
-Creo que deberías dejar por ahora que libere su mente, cuando llegue el momento te explicará -ella solo asintió-
-Está bien, si sabes algo de él me avisas -respondió seria-
-Por supuesto. Te estaré informando -este cortó y Akiko dejó el teléfono sobre la mesa de noche-
-Dejaré que vuelva por si solo y me disculparé como se debe con él -dicho esto fue a ver a Miri y al ver que estaba durmiendo junto con Rei, le dió un besito en la frente y salió de allí- buenas noches
Era temprano y aún seguía el mismo clima que los últimos días, Rei llegó desesperado a la habitación de la pelinegra
-Akiko tienes que ayudarme, Miri amaneció con fiebre -abrió los ojos y al escuchar lo que dijo, saltó de la cama para ir a ayudar al pelinegro-
-¿Le tomaste la temperatura? -preguntó-
-Tenía 38,5°C -casi le da algo a Akiko-
-Debemos llevarla al hospital lo más pronto posible -agarró a Miri en los brazos y salió de allí abrigándola, el pelinegro la siguió-
Al llegar al hospital, Rei se dió cuenta que no había traido su billetera y en su desespero decidieron ir con Kyutaro.
Al llegar bastante cansados, la pelinegra abrió la puerta como pudo haciendo que el castaño pudiera ver el desespero que demostraban
-Kyutaro ayúdanos -el castaño solo atinó a tomar a la pequeña en brazos y acostarla en una de las sillas-
-Tomen -les dió un poco de dinero- usénlo para comprar los remedios necesarios para la niña
-Muchas gracias Kyutaro -dijeron para salir de allí- cuídala por nosotros tres
-Lo haré
Akiko compró los remedios y partieron donde Kyutaro para llevarse a Miri de allí. Luego de agradecerle y llegar al departamento, le dieron un jarabe para la tos y una pomada para bajar la fiebre
-Quedemonos a acompañarla -sonrió- dejaré esto en la mesa para que lo vea si regresa
-¿Estás segura? -preguntó-
-Él volverá Rei, yo lo sé -salió de la habitación y se acercó a la mesa- tengo la certeza de que hoy volverás Kazuki, y si tuviera que esperar más días lo haría encantada
Pasaron unas horas y se sintió que alguien abría la puerta, Kazuki había vuelto. Empezó a decir en voz alta que había vuelto, sin embargo nadie le contestó.
Seguía buscandolos y al ver la sala encontró un desastre pero no le dió importancia, pero al ver la mesa vio el sobre con la carta que había dejado la pelinegra. Al abrir la carta pudo leer lo siguiente:
Querido Kazuki:
Al ver esta carta te preguntarás por qué la escribí, y quería pedirte disculpas. Siento tanto como te trató Rei (no culpo a Miri ya que es una niña pequeña y no tiene que ver con esto), pero no hice nada y por eso te fuiste de aquí.
He pensado tanto en como eres el pilar de esta familia y el cómo te estresas pero aún así sigues adelante y lo admiro. No te esfuerzes tanto porque mereces algo mejor y solo quería disculparme contigo (Rei también pero no lo admitirá nunca y Miri también quiere pedirte disculpas), te extraño mucho Kazuki enserio y no quiero que te vayas de mi vida nunca.
Con cariño
Akiko
Kazuki después de leer la carta la dejó en la mesa y fue a buscar a Akiko a su habitación pero no la encontró así que decidió ir a ver a Miri para corroborar que todo estuviera bien. Cuando entró a la habitación pudo ver a Rei y Akiko durmiendo junto a la cama de Miri mientras que el pelinegro tomaba la mano de la pequeña.
Observó que en la mesita de noche habían unos medicamentos para el resfrio pero se sintió demasiado orgulloso por cuidar de Miri así que se sentó al lado de la pelinegra, apoyándola en su hombro
-Te dije que volvería -dijo en un susurro- lo hiciste excelente en mi ausencia, estoy demasiado orgulloso de ti Akiko
-Hola Kazuki -dijo somnolienta- estoy tan feliz porque estes aquí, conmigo
-Me encontré con Karin y me hizo recapacitar de volver -aunque estaba media dormida no pudo evitar alegrarse por escuchar el nombre de una de sus mejores amigas-
-Que bueno Kazuki -dijo aún apoyando su cabeza en el hombro del contrario- ¿leiste mi carta?
-Realmente me conmovió y quiero que sepas que yo no me iré nunca de tu vida -la miró dedicándole una sonrisa lo cual hizo que sintiera una molestia agradable en su corazón-
-Gracias Kazuki -después de eso se levantó de allí- debo ir a dormir y tu también, que amanezcas bien Kazuki
-Tu igual Akiko -luego de eso se quedó en la habitación de la pequeña junto al pelinegro-
A la mañana siguiente los tres estaban preparando tostadas francesas para el rubio, ya que Miri había insistido en disculparse de esa manera a lo que los dos aceptaron la idea. Cuando le dieron el plato ya listo la mirada de Kazuki cambió a una desconfiada
-¿Así que estas son para ustedes las tostadas francesas? -dijo examinando el plato-
-Pues si, ahora come -reclamó la pelinegra viendo como el rubio se echaba un pedazo a la boca-
-¡Yo les enseñaré a hacer unas buenas tostadas francesas! -respondió haciendo que los tres se apenaran-
-En mi defensa diré que Rei dijo que las sabía hacer -una sonrisa se formó en el rostro de Kazuki que hizo que el corazón de la pelinegra latiera fuerte, los otros dos reclamaban hasta que Kazuki habló-
-Por cierto Miri -le entregó una caja bastante grande y al abrirla había un paraguas- te compré un nuevo paraguas para que puedas ir al colegio si llueve mañana
-¡Gracias papá Kazuki! -abrió el paraguas y empezó a hacer una mini danza mientras cantaba- Cae, cae la lluvia y mis dos papás y Akiko-san se llevan bien en casa, qué felicidad
-Te dije que eras el mejor papá para Miri -dijo observándolo de reojo-
-Y tu la mejor mamá para Miri -ambos sonrieron para el otro mientras miraban felices como la pequeña era feliz con su paraguas-
Continuará...
Hola mi gente, primero que nada quiero agradecerles por el cariño que le están dando a mi historia de verdad lo agradezco demasiado y ahora les diré que el arco para Kazuki y Akiko será algo emocionante por como ahora se relacionarán. Espero les guste este capitulo tanto como a mi. ¡Nos leemos pronto!
Nota: Algo que no mencioné es que Akiko y Rei son más como hermanos (aunque no de sangre pero se tratan como si se conocieran de toda la vida) así que eso podría contar como un spoiler para el capitulo siguiente, y no uno bonito que digamos...