Destinados a conocernos [Tsuk...

Od Tsuki29G

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Tsukishima Kei es un estudiante que trabaja medio tiempo en una biblioteca, parece ser su lugar seguro y favo... Více

El inicio de todo
¿Por dónde comenzamos?
Inexplicable
¿Te vas?
Nuevas emociones
Lo inevitable
Temor
Salida
Oportunidades
Recuerdos
El gran paso
Recuperando
Enfrentamiento
♡T&Y♡
♡Extra♡
⚠️AVISO⚠️

Unión

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Od Tsuki29G

Ya pasada aquella confesión, pasos rápidos y descarrilados invadían el corto y estrecho pasillo del departamento del peliverde, mismo que se aferraba con todas sus fuerzas al más alto sin intención de querer soltarle. Tsukishima no se quedaba atrás, sus manos recorrían desesperadamente el cuerpo del pecoso que reaccionaba con ligeros escalofríos ante cada toque.

Con ciertas dificultades llegaron hasta el sillón, lugar donde el rubio intensificó sus besos y caricias. A decir verdad él no era un experto en el tema del sexo, se trataba de su primera vez y claramente estaba nervioso pero eso no le detenía de querer saciar sus deseos más desenfrenados al igual que Yamaguchi quien cedía con libertad a esas caricias nada decentes.

Mhm...Tsukki...– murmuró aparentemente incomodo alarmando casi al instante al rubio.

¿Qué sucede? ¿Quieres que me detenga?

N-no...no es eso, es solo que el sillón no es tan cómodo....– pronunció con evidente vergüenza, era claro a lo que se refería lo cual elevó aquel latir en el rubio.

Sujétate fuerte de mi

¿Qué? Por...

Solo hazlo

Con un claro sonrojo el pecoso rodeó sus piernas sobre las caderas de Tsukishima mientras sus brazos hacían lo mismo en aquel largo y pálido cuello, estando una vez seguro sintió como le cargó de un solo tirón, causándole un ligero susto y una risita de por medio. Ya no era necesario mencionar donde estaba la habitación, ambos ya conocían bien el camino tanto así que no tardaron en invadirla y desordenarla. La adrenalina y excitación estaba haciendo de las suyas en aquel par de enamorados que únicamente buscan el calor del otro de todas las formas posibles, estaban totalmente seguros de lo que hacían y estaban seguros de llegar hasta el final.

Todo parecía marchar de maravilla, Kei comenzó por levantar su camisa para despojarse de ella y Yamaguchi como buena persona que era le ayudaba con esa misma rapidez. Finalmente aquel pálido pecho quedo al descubierto, dejando que aquel par de ojos marrones se abrieran de par en par, deleitándose por lo que veía. Se sentía tan perdido que ni siquiera podía pensar en otra cosa que no fuera en Tsukishima, sentía que en ese instante era el "favorito de dios". Volvió a su realidad cuando la mano de su compañero comenzó a introducirse por debajo de su camisa, palpando lentamente hasta llegar a uno de sus pezones para iniciar con un ligero frote.

Ah...se siente extraño...– pronuncio tembloroso –pero me...gusta– sus manos se colocaron sobre las mejillas de Tsukishima para poder atraerlo y besarlo o al menos esa había sido su idea hasta que su celular los interrumpió.

Deberías contestar

No, solo ignóralo

Pero podría ser...–

Tsukishima no lo arruines y mejor concéntrate en besarme

Lo jaló directamente hacia él una vez más con el único propósito de continuar con lo que habían iniciado, Kei no puso resistencia y simplemente complació a su inquieto pecoso. Sin embargo llegó un punto donde las llamadas comenzaron a ser molestas, llegando a desconcentrarlos, habían sido al rededor 5 llamadas y solo fueron 5 porque en seguida el timbre del departamento comenzó a sonar, poniendo un absoluto alto en lo que Yamaguchi y Tsukishima hacían.

Iré a ver quien es, espera aquí...no te vayas a ir a ningún lado

¿A donde más podría ir? ¿Al baño?

Bueno...podría ser divertido

Una sonrisa pícara se formó en los labios de Tadashi quien rápidamente se levantó y abandonó la habitación para ir hacía donde provenían aquellos insistentes timbres, era claro que estaba algo molesto porque había sido interrumpido en su momento más glorioso, aunque poco después se llevó una gran sorpresa cuando vio a Hinata frente a él.

–¡Ah al fin! ¿Por qué no respondías mis llamadas? ¡Me tenías preocupado!–

–Perdón yo...estaba algo ocupado

–¿Ocupado con que? Entiendo que quieras estar solo pero soy tu amigo Yamaguchi y vine para ayudar ¿okey?–

El pelinaranja entró sin avisar mientras derramaba una infinidad de palabras de apoyo, por otro lado Yamaguchi algo nervioso intentó calmarle pero cuando Hinata se exaltaba era imposible pararlo.

–H-hinata...creo que no es momento, yo estoy bien en verdad estoy ocu–

–¡Deja de mentir! Soy tu mejor amigo y te conozco como la palma de mi mano– había puesto su mano casi sobre las narices del peliverde –se que debes estar triste por ese tal...Ah, como se llamaba ¿tontoshima? No es el único chico, y tú eres demasiado para él–

Hinata comenzó a dirigirse a gran velocidad hacia a la habitación a lo que Yamaguchi fue rápidamente atrás de él para detenerle pero había sido demasiado tarde, este ya había abierto la puerta dejando al descubierto al rubio quien se encontraba sentado sobre la cama pero por suerte con la camisa puesta, Tsukishima había actuando un poco antes cuando escuchó que se aproximaban, claro eso confundió al más bajo quien ladeo su cabeza en busca de respuestas.

–Ah....Hinata yo intentaba explicarte que bueno él–

–¿Él es Tontoshima?–

–¿Disculpa?– mencionó inmediatamente Tsukishima con el ceño fruncido. –Tsu-ki-shi-ma, me llamo Tsukishima Kei, puedo deletreártelo de nuevo por si tu cerebro es lento–

–Mmm Yamaguchi, nunca imagine que tuvieras malos gustos–

–Bien bien, calma...creo que no fue el mejor momento para conocerse– río nerviosamente mientras se encontraba en medio de ambos –¿por qué no pedimos algo para comer y cenamos los tres juntos?–

Sus miradas no se apartaban e inesperadamente se había formado una tensión pesada que incluso el mismo Yamaguchi sintió. Intentó borrar eso y cambiar el tema para insistir en pedir comida lo cual logró. Después de una hora los tres se encontraban compartiendo la misma mesa.

–¿Cómo esta tu mamá?–

–¡Bien! a preguntado por ti al igual que Natsu, esperan a que vayas a casa en un día de estos–

–Claro que lo haré, solo que he estado ocupado con la universidad y el trabajo–

–Lo creo ¡yo también! Claro que a diferencia del trabajo he estado ocupado con el equipo– emocionado llevó un gran bocado a su boca para masticarlo con rudeza, por otro lado Tsukishima solo observaba y escuchaba atento.

–Veo que las cosas en el equipo van bien– Sonrió con sutileza mientras miraba la emoción de su amigo, Hinata era simplemente Hinata y eso le daba calma. Eso también le motivó a dar el siguiente paso, además de que lo creía correcto. –Hinata...ya que estas aquí bueno quisiera presentarte...presentarlos– miró de reojo al rubio, quería observar que cara tenía y al parecer era una tranquila –Tsukki él es Hinata Shoyo, Hinata él es Tsukishima Kei–

–Tsukki–

–Tú no me llames así–

–Kei–

–Tampoco–

–Bien como sea "Tsukishima Kei", me quedo claro después de tu pesado deletreo–

–bueno al parecer dude de tu inteligencia– mencionó sarcásticamente el más alto

Le pelinaranja gruñó insatisfecho con aquel comentario, el rubio no le generaba tanta confianza y no comprendía como era que su amigo se sentía enamorado de él pero tampoco se metería en eso, aunque no negaba que tenía un buen porte, se preguntaba si era rico, parecía de esos ñiñitos fresitas.

–Hey Tsu-ki-shi-ma...solo para que te quede claro, Tadashi siempre ha sido alguien muy importante para mí y mi familia, no sé que relación tengan ahora o cuales sean tus intenciones...– miró a su amigo quien algo tímido también le devolvió la mirada –Pero juro que si le haces algo que le haga sentir mal de nuevo, te derribare y aplastare, no importa que tan alto seas–

Tsukishima mostró ligera impresión ante aquellas palabras, aquel chico hablaba sin dudar, también era alguien que estaba al pendiente del peliverde y sobre todo se preocupaba por él, de cierta manera eso le agradaba, pero sentía que no podría congeniar con él del todo, aunque trataría de hacerlo solo por Yamaguchi.

–No será necesario que me "derribes" porque nada de eso sucederá– respondió conciso y con un toque agrio, pero eso había sido suficiente para que aquel brillo resplandeciera en el rostro del pecoso.

–Por cierto ¿Qué hacía él en tu habitación?–

La sonrisa que en un momento tuvo se congelo al escuchar aquello último, no pensó que llegaría a comentarlo, sin embargo no lo pasó por alto.

–H-hablando...– rio inquietamente

–Ah...si, hablando– el pelinaranja no parecía del todo convencido pero la razón de su pregunta solo se debió para verle nervioso, lo cual era divertido –Bueno me iré entonces para que sigan hablando

–¡No debes irte! Puedes quedarte y podemos ponernos de acuerdo para...–

–No es necesario Tadashi, tengo practica y quede de verme con Kageyama a unas cuantas cuadras de aquí, además te veo bien así que supongo que no esta mal que te deje por hoy–

–Oh entiendo...creí que no se llevaban tan bien–

–Es molesto....solo a veces pero es el único que puede entender y seguir mi ritmo en el voleibol! pero en fin, me voy o seguramente comenzará a quejarse de porque llegué tarde–

Hinata agarró sus cosas y con un esporádico movimiento en su mano se despidió del rubio quien solo asintió como respuesta, Yamaguchi por su parte acompaño a su amigo hasta la puerta donde aún le retuvo por un par de minutos más hasta finalmente dejarlo solo. Un suspiró largo y pesado salió de aquel par de labios del peliverde quien había olvidado por escasos segundos que Tsukishima estaba en su departamento, rápidamente volvió a dirigirse al comedor para encontrarse con el rubio mismo que ya se encontraba levantando todo.

–No debes hacer eso, deja lo hago...–

–No me cuesta nada– guardó silencio y poco después continuó –Igual puedes ayudarme si quieres–

Con una sonrisa el peliverde se acercó exactamente para ayudar, así fue como el par comenzó a poner orden, Tsukishima lavaba los platos y vasos mientras Yamaguchi los enjuagaba y secaba, todo era como un trabajo en equipo. Mientras esto sucedía ninguno de los dos dijo algo sobre lo que había ocurrido al momento de llegar ahí, aunque era claro que estaban consientes de ello y era fácil notarlo cuando repentinamente el rostro de Yamaguchi tomó un color rosáceo sobre sus mejillas al divagar en sus pensamientos, resaltando lo más sobresaliente de esa tarde.

–Listo– Tsukishima se dio cuenta de aquel cambio por lo que decidió traerlo de nuevo a la realidad con esa simple palabra.

–A-ah bien, gracias Tsukki...terminamos rápido–

–Si...sabes creo que debería irme, ya es algo tarde y no quiero causarte problemas–

–¿Qué? No causas nada de eso...pero bueno si debes irte entiendo–

Por alguna razón la situación se había tornado incomoda una vez más, ambos deseaban decir demasiadas cosas al respecto pero no sabían como hacerlo, el miedo comenzó a generar pensamientos negativos en Yamaguchi quien sólo observaba al rubio caminar hacia el sofá para tomar su celular para irse, no quería que se fuera pero su voz no salía ¿Qué debía hacer? ¿Y si todo volvía a ser como antes? ¿Y si nuevamente se alejaba de él? Entre tanto pensar comenzó abrumarse. Cerró con fuerza sus manos y con la poca valentía que tenía habló.

–¡Tsukki!–

–Yamaguchi...–

Ambos quedaron inertes sobre sus lugares, viéndose el uno al otro mientras intentaban descubrir lo que sucedía. Habían mencionado sus nombres al unísono lo cual significaba que ambos deseaban decir algo, Tsukishima algo apenado le indicó al peliverde que hablara primero.

–Ah...se que dije que si tenías que irte estaba bien pero... ¿por qué no te quedas a dormir?–

–¿A dormir?–

Inmediatamente el pecoso se sintió ridiculizado, se arrepentía de haber hablado y sobre todo de haberle pedido algo así. Rápidamente dio un paso hacia atrás y comenzó agitar sus manos con insistencia y negación.

–JA! era una broma, solo estaba jugando, tienes razón ya es tarde y no queremos que tu mamá te regañe–

–Yamaguchi– dio un par de pasos al frente para sostener sus muñecas y detener sus acelerados movimientos  –¿Sabes que eres muy malo para mentir?–

impresionado pero con mucha timidez Yamaguchi evadió su mirada –Lo sé...no debes recordármelo–dijo entre dientes, la cercanía del rubio le ponía ansioso pero tampoco lo odiaba, era como una mezcla extraña y satisfactoria. 

–Me quedaré–

Rápidamente la mirada de Yamaguchi se poso en la del rubio sin posibilidades de ocular su emoción

–¿¡En serio!?–

Tsukishima asintió tranquilo y sin rodeos, Tadashi no era el único que deseaba tener al rubio por más tiempo, sino que el mismo Tsukishima también deseaba tenerlo cerca, no deseaba separarse de él por ningún motivo, aunque minutos atrás estuvo apunto de irse por no saber que hacer. Una vez acordado su plan, el más alto llamó a casa para mencionar que se quedaría una segunda vez en casa de su "amigo" por otro lado Yamaguchi arreglaba la habitación y dejaba todo listo para que ambos entraran a la cama, esta no era tan grande pero tampoco pequeña, era suficiente como para que ambos entraran.

Ahí estaban, compartiendo el mismo espacio, la misma cama, en silencio y ansiosos, algo gracioso cuando al inicio se habían estado devorando, pero por el momento eso ya no era tan relevante, ahora eran más sus nervios y una pregunta que no les dejaba del todo tranquilos.

"¿Qué somos ahora?"

Ambos miraban al techo con ambas manos sobre sus pechos, en ocasiones se miraban de reojo y otras veces suspiraban, realmente se miraban como un par de adolescentes inexpertos, aunque tan alejados de la realidad no estaban. Aun con 20 años de edad, era comprensible que se sintieran así cuando nunca antes habían pasado por una situación de esa magnitud.

–Tsukki...cuando estabas por irte ibas a decirme algo ¿Qué era?– inteligentemente el peliverde había roto la tensión con aquella pregunta.

–Sobre eso...– ya estaba ahí, tenía a un lado suyo al chico que le gustaba, y no sólo eso, ya habían rebasado la línea, era tonto no decir lo que quería a esas alturas. –¿Puedo abrazarte?– eso no era realmente lo que iba a decir pero quería comenzar a perder esos miedos y avanzar a lo seguro antes de hablar, además quería hacerlo.

El pecoso dio un ligero brinco sobre su lugar ante la repentina pregunta, pero no lo pensó ni dos veces para responder con un "si" a lo que Tsukishima se dio la media vuelta para acercarse un poco y rodearlo con su brazo, dejando al peliverde contra a su pecho, estaba seguro que podría escuchar sus latidos y eso le avergonzaba un poco.

Por otro lado Yamaguchi podía sentir ese aroma que caracterizaba al rubio, ese suave y embriagante aroma, no sabía si era su perfume o su olor natural, pero cualquiera de las dos resultaban gustosas para él, con solo sentirlo le hacía suspirar, pero además de eso podía jurar que oía sus latidos lo cual le hacia sonreír. 

–Salgamos este fin de semana...– dijo sin más –desperdicie demasiados días mismos que pudimos haber usado para salir...así que repongamos ese tiempo–

El pecoso parecía estar viviendo un sueño único, aun no creía que estuviera entre los brazos de aquel rubio inexpresivo acordando una salida, que dicho en otras palabras era como una "cita". Sentía que toda esa felicidad que estaba sintiendo no lograría soportarlo su débil corazón –¡claro que si Tsukki! salgamos muchas veces más!–

La pena paso a segundo plano cuando Yamaguchi abrazó fuertemente al más alto, aferrándose y acurrucándose por completo contra él, ahora la emoción y la clara felicidad estaban tomando terreno. Aunque ambos manejaran su felicidad a su manera, ninguno de los dos podían ocultarlo, solo querían tenerse cerca durante toda la noche y no romper con aquel momento tan único. Posiblemente todas las emociones de ese día y el regocijo que sentían les habían cansado, por lo que poco después de hablar se quedaron dormidos sin romper el abrazo que habían formado.

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Notita:

Han pasado 84 años....bueno no jsjsjs, disculpen la demora, como una vez mencione, la universidad me dejaría sin tiempo, pero logre continuar con el siguiente capítulo! lamento si las decepcione al hacerles creer que habría más que besitos jsjsj pero prometo recompensarlo, es parte de la trama :< aun así disfruten del capítulo y esperen al próximo, el cual espero sea pronto!

Besitos! <3 <3 <3

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