Primera hoja de otoño 🍁| MIN...

By JiNi_95

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❝ El mismo chico los llevó a encontrarse, pero fueron sus sentimientos escondidos los cuales los hicieron ace... More

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By JiNi_95

Cuando Minho se sentó sobre el sillón y recorrió el departamento con su mirada, Jeongin se preguntó a sí mismo: "¿por qué carajos lo traje hasta mi casa?".

— Nada mal. Me gustan los hogares humildes. — comentó Lee y sonrió con aire divertido al ver la expresión de Jeongin. — Es broma. No soy clasista...a menos que no te moleste...

— ¿¡Qué!?

— Es broma, broma — volvió a sonreír de esa forma y se apoyó en el respaldar como si estuviera en su propia casa. — Gracias por dejarme dormir aquí.

— En ningún momento te dije que...

— Ay, por favor, no querrás pasar la noche solo, ¿o sí? Quiero decir, ambos sabemos que Seungmin no va a volver esta noche. Probablemente tu mejor amigo vaya a perder su virginidad esta noche a manos de Hyunjin.

— ¿Cómo sabes que Seungmin es virgen?— La expresión facial de Minho le dijo: debes estar bromeando. — Bueno, pero no digas esas cosas. No me lo quiero imaginar. Agh.

Minho sonrió burlón y tomó asiento en el sillón. Observó el piano que había dejado Jeongin sin su forro protector y presionó con su índice un par de teclas.

— ¿Tocas?

— Algo. — respondió Yang modesto. — ¿Quieres café?

— ¿De qué marca es...

— ¿Quieres o no?

— Vaya, Yang, ¿dónde quedó la formalidad? — cuestionó Lee con sorpresa. — ¿Eres bipolar o algo así? A veces parece que dos personas viven dentro de ti. Algunas veces eres dulce y otras, bueno, no sé...

— Lo sé. Sé a qué te refieres y, bueno, dijiste que querías ser mi amigo. Así es como los trato. Así soy yo realmente. Si no puedes lidiar con eso, eres libre de irte. — dicho esto se metió a la cocina y comenzó a abrir cajones. — ¿Vas a querer el café?

— Sí, gracias. — tocó unas teclas más y comenzó una agradable melodía que duró unos segundos. — De niño tomaba lecciones de piano. Hasta donde sé, mis hermanas también recibieron clases de su instrumento preferido. A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente distinguida, y no te lo digo por alardear; lo que en realidad trato de decir es que... sé lo que es convertirte en una persona completamente diferente cuando casi no tienes a nadie de confianza a tu alrededor. — acarició el piano con las yemas de sus dedos, totalmente sumergido en lo que estaba diciendo. — Te construyes a ti mismo para sobrevivir. No es un "yo" falso, es sólo nuestra cara más fuerte, nuestra armadura, nuestro protector.

— ¿Protector?

Minho giró su cabeza con rapidez al escuchar la voz de Jeongin tan cerca. Yang se encontraba bajo el marco de la cocina y con una taza blanca en cada mano, mirándolo con suma intriga.

— Sí. — afirmó Lee, humedeció sus labios y bajó la mirada. Era la primera vez que hablaba de algo así con alguien. Con Hyunjin había tocado muchos temas personales y había sido escuchado; Hwang simplemente tenía ese don, pero — El alter ego que nos protege de ser rechazados, de que nuestro más profundo y genuino ser sea despreciado o abandonado. — y aunque con Hyunjin pudo sentirse comprendido y sintió similitudes entre ambos, el miedo a ser abandonado nunca desapareció; de alguna u otra forma siempre supo que su ex novio podría dejarlo sin problema, nunca le brindó esa seguridad que él había buscado en todas sus parejas. — Un protector... No es necesario que sea intimidante, frío o calculador; a veces es sencillamente amable con todo el mundo, sonríe mucho y se ríe de chistes sin gracia, todo con tal de mantener una buena imagen y que nadie se atreva a lastimarlo. Esa es otra forma de ser fuerte y de sobrevivir a este tipo de mundo.

— Pienso igual. — acertó a decir Jeongin y tomó asiento a su lado. — Es increíble que piense igual que tú. Jamás creí que tendríamos algo en común.

— ¿Por qué? ¿Porque soy rico?

— No hables tonterías.

Minho sonrió y le aceptó la taza de café gustoso. Le dió un sorbo y abrió los ojos sorprendido.

— No está mal. Es la primera vez que pruebo café instantáneo.

— Dios, eres tan parecido a Hyunjin. ¿Por qué todos los ricos son iguales?

— ¿Qué? No, para nada, no me parezco a Hyunjin. Él es un idiota que no merece ser amado.

— Pensaba que ya no le guardadas rencor.

— Por supuesto que lo hago. — rodeó la taza con la palma de su mano para entrar en calor y bajó el tono de voz para decir — Jugó conmigo.

— ¿Fue así? — preguntó Jeongin, atrayendo la mirada de Minho hacia él con rapidez. — O quizá...¿te enamoraste muy rápido?

— No soy ese tipo de persona. — indicó, dejó su taza en la mesita que tenía enfrente y suspiró — Quizá sólo estoy en medio de la superación de nuestra ruptura. He leído que el enamoramiento tiene etapas, y en la primera todo parece ser perfecto, ves a la persona que te gusta sin defectos, todo es de color rosa; después de eso, bueno, comienzan a pasar cosas... Creo que Hyunjin nunca ha pasado a la segunda etapa con nadie, cuando nace el amor real, ¿sabes? Cuando, sin importar los defectos del otro, siga queriendo estar a su lado, intentarlo, aprender a amar, ser consciente de ello y no ser víctima de las hormonas que aparecen sólo en la primera etapa. ¿Tú crees que Hyunjin pase a la segunda etapa con tu mejor amigo?

— Recién están comenzando. — le dió un sorbo a su café y pensó un poco más en ello. — Además, no conozco mucho a Hyunjin, así que...

— Es verdad. Creo que la única persona que realmente lo conoce es Jisung. — fue por su taza y le dió un sorbo pensativo. — ¿Debería volverme cercano a él?

— ¡Deja de hacer estupideces por Hyunjin! — exclamó Yang repentinamente, causando un sobresalto en Minho, quien se quejó porque se manchó la camisa con unas gotas de café. A Jeongin pareció importarle poco — Él no vale la pena para ti. No necesitas esforzarte tanto. Tan sólo mírate al espejo, revisa tu cuenta bancaria, abre tu billetera y sé consciente de tu lista de privilegios. Lo tienes todo. Puedes enamorar a quien quieras cuando quieras.

— ¿De verdad lo crees?

— Claro que sí. — notó las manchas en su ropa y tuvo la intención de pararse — Voy a traerte una camiseta...

Sin embargo, Minho sujetó su muñeca y lo regresó al sillón de golpe. Jeongin pasó saliva al encontrarse con su mirada. ¿Estaba enojado por lo que había dicho? ¿Había metido la pata? ¿Qué tanto? Tenía que remediarlo cuanto antes.

— Disculpa si...

— ¿Te puedo enamorar, Yang?

El corazón de Jeongin se aceleró en ese preciso momento. La pregunta lo dejó congelado en su lugar. No salió ni una sola palabra de su boca, no movió ni un solo músculo. Los ojos expectantes y brillantes de Minho absorbieron toda su energía, lo dejaron como un muñeco de trapo.

— No tienes por qué responder ahora. Sé que es inesperado; incluso también lo es para mí. No he tomado ni una gota de alcohol y tampoco siento que...

— ¿Lo estás haciendo para darle celos a Hyunjin? ¿Es algún tipo de venganza? ¿Lo haces por despecho? ¿O quieres tenerme cerca para que le pueda preguntar cosas de Hyunjin a mi mejor amigo por ti? ¿Acaso sólo estás aburrido? — se deshizo de su agarre con hostilidad y se puso de pie sin dejar de mirarlo. — Voy a buscarte una camiseta y también voy a fingir que jamás dijiste algo así.

— Jeongin, espera.

Ambos se encaminaron con dirección a la habitación de Yang. Al ingresar, Jeongin quiso cerrarle la puerta en la cara, pero Minho fue hábil entrando sin hacer escándalo.

— No lo dije con la intención de lo que piensas, de verdad.

— ¡Igual es ridículo! — exclamó Jeongin enfurecido. — ¿¡Crees que soy un niño!? Si quieres coger puedes ser directo y claro, no tienes por qué decir que quieres enamorarme. ¿Qué? ¿Acaso vas a decir ahora que te gusto? Nos conocemos hace nada. Además, no importa todo lo que hagamos, no importa cuánto hagan ellos, no importa cuánto Hyunjin ame a Seungmin o cuánto mi mejor amigo ame a Hyunjin, porque no va a funcionar. Nada va a funcionar. Tú y él son iguales a todos los ricos, porque sus padres ya planearon sus futuros sin que ni siquiera se den cuenta, a cambio Seungmin y yo estamos a la deriva. Así que, por favor, solo dilo: "hay que coger". No tienes por qué crearme falsas y estúpidas ilusiones. Ningún rico con el que haya tenido relaciones antes me ha dicho semejante idiotez. Es cruel, Lee Minho. Es muy cruel para alguien que tiene un corazón como el mío.

— Entiendo que no me creas, te juro que lo hago. — confesó Minho, se dirigió a la cama y se sentó con tranquilidad. — Sé que, sin importar lo que te diga, verás las cosas a tu manera, y eso es válido. Así que, déjame hacer las cosas a mi manera también. Dame de tu tiempo y mantén abiertas las puertas de tu corazón para mí. Te demostraré que no todos somos iguales.

— Si tuvieran un dólar por cada vez que me han dicho eso, ya estaría en Estados Unidos, disfrutando de unas maravillosas vacaciones en Los Angeles. — Minho quiso refutar, pero Jeongin alzó su dedo índice en señal de que guardara silencio. — Voy por tu camiseta.

— Creo que prefiero una camisa. Si mi padre me ve llegar con una camiseta, pensará que me acosté con alguien.

— No tengo camisas. Veré en la habitación de Seungmin. Él debe tener. — llegó hasta la puerta, pero se detuvo a mitad de camino y lo miró — No vayas a husmear, voy a regresar rápido.

— ¿Voy contigo?

— Todavía no confío en ti. Si Seungmin se entera de que te dejé entrar a su habitación, me cocina vivo. — lo señaló con su dedo índice. — Quédate aquí. Te estoy viendo.

— Claro, no hay problema. No tocaré tu closet.

Y cumplió con su palabra, de verdad no tocó el closet, sólo recorrió la habitación y entonces vió que algo blanco sobresalía por debajo de la cama. Se agachó, jaló de este y vió el boceto. Extrañado se levantó con el lienzo en manos y ladeó su cabeza con el ceño fruncido.

— Parece un dibujo de...Espera — entrecerró los ojos para agudizar su visión. Incluso en el boceto estaba la firma del artista en la esquina. — ¿Qué? ¿Son la misma persona? — comenzó a estudiar los trazos, las sombras empleadas y el sentimiento que le causaba aquel dibujo de un niño sentado en medio de una autopista solitaria mientras llovía a cántaros. — Soledad...

— ¿Qué tal esta...

Jeongin se quedó congelado bajo el marco de la puerta. Minho intentó ocultar el lienzo, pero fue inútil. Ambos se miraron con sorpresa.

— ¿De dónde... ¿Por qué...

— ¿Acaso tú eres FoxiNy_Draws?

— ¿Ah?

— Tú comenzaste a seguirme hace poco, ¿no? — encajó todo a la perfección dentro de su cabeza y sonrió — Eras tú.

— Te dije que no husmearas.

Dicho esto llegó hasta él, lanzó la camisa que había llevado a la cama y le arrebató el lienzo molesto.

— No estaba en tu closet.

— ¡Me refería a toda la maldita habitación! — suspiró frustrado y volvió a guardar su dibujo debajo de la cama. — No debí traerte. Esto fue un error.

— Espera, lo siento.

— Regresa a tu casa. Estoy seguro de que tu cama es muchísimo más cómoda que mi sillón.

— Pero no quiero irme...

— No se trata de que quieras, debes.

Jeongin volvió a tomar la camisa y se la ofreció con el ceño fruncido.

— Anda, ponte esto.

Minho aceptó la camisa, pero en vez de dejar a Jeongin alejarse, sujetó su muñeca y buscó su mirada.

— ¿Ahora qué? — cuestionó el menor.

— Perdón...Es verdad que no tuve que husmear entre tus cosas. Sé que no es excusa pero, en realidad, no sé tener amigos. — mostró una sonrisa nerviosa y lo soltó. Jeongin se quedó quieto en el mismo lugar, dispuesto a escucharlo. — Es la primera vez que tengo un lugar dónde quedarme y estar acompañado tras escapar de casa. No quiero estar solo en un hotel, a donde mi padre mandará gente a buscarme o cancelará mis tarjetas para que vuelva a casa obligado. En ese lugar me asfixio... Necesito tu ayuda, Yang.

— ¿Tan malo es estar en tu mansión?

— No es el lugar, son las personas.

Las personas.

Un hogar lo hacen las personas que viven dentro de la casa. No todos los hogares son amigables o siquiera soportables. El hogar donde creció Jeongin fue hostil a causa de su madre, así que entendía su punto. Tal y como Seungmin le dió un lugar seguro tras escapar de casa a los dieciseis años, también quiso ofrecerle lo mismo a Minho.

— Está bien, quédate.

— ¿De verdad? — sonrió a lo grande.

— Sí, pero ve al baño a cambiarte. No vas a volver a ingresar a mi habitación, hyung.

— Ya pero, ¿sí eres FoxiNy_Draws?

Jeongin suspiró y asintió rendido.

— Bienvenido a mi vida fuera de Instagram.

Holaaa, ¿cómo están? ♡
He regresado con este ff (ha pasado muucho tiempo) Espero que les haya gustado el capítulo ♡

Aquí se verán varias cosas que no se vieron en Primera Nevada, pero además, habrán muchas cosas nuevas que les van a encantar, lo prometo ♡

Gracias por toodo su apoyo y FELIZ NAVIDAD ♡

NOS LEEMOS PRONTOO

¬|JiNi_95|¬

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