Cambiantes Libro III Trascend...

By CCmyc02

12.1K 3.1K 2.3K

Se dice que nadie puede romper el hilo rojo. No importa quién una. No importa lo que una. salvo un dios. Des... More

Saludos
Dar la espalda a tu pareja
Cuando un alfa se rinde
A cualquier parte
Alejarse de Narg
No hablas. No hables.
Porque yo quiero...
Amanas
Eliminando el amanas
Tú, ¿lo conocerías?
Sé que era raro
Porque, pase lo que pase, yo te protegeré
El secreto de Nalbrek
No puedes poder
Ella te amaba
Asilo
Llegada a Gammal
Tradiciones y una reunión
No el humano
Serpientes
Alejarse
Las reglas de la concordia
Heridas
Embarazadas
LLamada
Fargla
Pasa la eternidad conmigo
Un voluntario
Si puedo elegir
Pase lo que pase, no me sueltes
La justicia de un zorro
Su pareja
Comienzo
No es un capítulo (Fuera de servicio)
En un pueblo tranquilo
Érase una vez un dios zorro

Un trato

250 79 23
By CCmyc02

         Miró el cuerpo suspendido con cadenas, con la cabeza caída hacia delante, incapaz de moverse mientras la lava subía con lentitud cubriéndolo como una segunda abrasadora piel.

Dolía tanto que solo quería que todo acabase.

       El cuerpo en el que pretendían atraparlo aquellos seres.

Su cuerpo.

      Estúpidas criaturas. Patéticas criaturas. ¿Por qué lo llamaban? ¿Acaso no habían aprendido la lección todavía? ¿Por qué seguían pensando que le importaban sus insignificantes vidas? Irritantes. Seres irritantes que solo la molestaban con sus ruidos, llamándolo una y otra vez cuando solo quería dormir.

Dolía, pero no podía desaparecer. Algo lo sujetaba.

      Sintió algo. Algo irritante que la pinchaba, molestándolo. Se volvió hacia el origen de la sensación encontrándose con uno de esos seres que repetía unas palabras, como si esas palabras tuviesen significado. Levantó las piedras a su alrededor y lo aplastó logrando que cesase el sonido. Mucho mejor. Sintió como aquellos molestos seres entraban en pánico. Todos menos uno. Se volvió hacia este descubriendo que solo una cosa llenaba su cabeza. ¿Dawi? ¿Qué era Dawi? ¿Otra palabra sin sentido de aquellos seres?

Conozco esa palabra. Es un nombre. Mi nombre.

       Vio la conexión entre aquella criatura y la que había sido sacrificada. Así que aquel ser era Dawi.

Me está llamando.

       Se dispuso a cortar el lazo cuando, en el último momento, se detuvo. Por un momento se miró a sí misma irritada. ¿Por qué no podía cortarlo? Intentó hacerlo otra vez, pero, de nuevo, no pudo, cuando sintió algo dentro de él.

No.

      ¿Por qué no podía cortarlo? Lo intentó de nuevo con el mismo resultado, así que cambió de estrategia. Sino podía cortar el lazo, destruiría a aquel ser. Se centró en las piedras a su alrededor, pero una vez más, no pasó nada. ¿Por qué?

No.

      ¿Por qué no podía destruirlo?

No.

      ¿No? ¿Por qué no? ¿Porque el sacrificio se negaba a que le hiciese daño a aquella criatura? Se acercó a ella examinándola. Solo era un lobo. Un águila. Carne y huesos que desaparecerían enseguida. ¿Por qué sería importante algo así?

Es mi compañero.

         Se volvió hacia el sacrificio acercándose. Aquel ser pendía en esos momentos atado del centro de la cueva con un cuerpo de varios metros de lava de donde solo sobresalían los hombros y la cabeza, con el pelo y los ojos rojos como la lava que se entreveía por la cubierta ennegrecida cuando se agrietaba. Aquel cuerpo... ¿Él?

       Miró a la quimera. ¿Por qué seguía llamando? ¿Por qué sujetaba al sacrificio? Sin esa conexión, este habría desaparecido consumido por todo lo que había pasado, pero aquella quimera insistía en sujetarlo a pesar de todo el dolor y de que ya no había nada dentro de aquel cuerpo.

¿No había nada? Aquello no era posible. No podía desaparecer. Lo prometió. Se lo prometió. Dijo que sobreviviría y él siempre cumplía sus promesas. Un zorro siempre cumple sus promesas.

         Regresó a la quimera, que seguía llamando. Criatura molesta.

—Lobo ruidoso —murmuró con voz pastosa.

—¿Dau? —respondió la quimera intentando levantarse, pero los dos osos que lo custodiaban, lo redujeron.

—Te dije que te portases bien —le recordó mirándolo antes de dejar caer la cabeza sin fuerza, pero volvió a levantarla mirando a su alrededor furioso.

       Odiaba a aquellas criaturas. Las odiaba. ¿Quiénes creían ser? ¿Por qué pensaba que tenían el derecho de llamarlo? ¿De encadenarla? ¿Por qué le pedían ayuda? ¿Por qué creían que sus ruegos le importaban? Él solo hizo tratos para acabar con todo cuanto antes, nada más. No tenía sentido salvar a unos seres que morirían antes de que diese un parpadeo.

—Aunque para ti sea un parpadeo, para nosotros no.

¿Y acaso eso debería importarle?

—No. Imagino que no —admitió divertido cuando notó la misma sensación. La quimera llamando al sacrificio. Dawi. Tan irritante...—. Es irritante, pero te acostumbrarás.

¿Por qué tendría que acostumbrarse?

—Porque ahora estás dentro de mí —contestó abriendo los ojos y mirando abajo, a los demás, en la isla rodeada de lava. La gente del templo repitiendo las mismas tonterías, los elegidos, mirándolo horrorizados, Nalbrek sin perderlo de vista como si pensase que, si lo hacía, iba a desaparecer.

Absurdo.

—Estoy de acuerdo. Pero no menos es menos absurdo que esta situación.

Verlo todo es demasiado para vosotros, asintió, y es que en esos momentos el sacrificio podía ver todo lo que pasaba. Lo que pasó. Demasiada información para aquellas débiles mentes.

—Solo hay una cosa que desee ver —contestó el sacrificio mientras fijaba la vista en Nalbrek centrándose en él—. Y al menos ya no duele.

No me importa.

—Lo sé. A ti no te importa nada y a mí solo me importa una cosa. Hablemos. Tú quieres irte y yo quiero recuperar mi cuerpo, mi vida. ¿Hay alguna manera de solucionar esto?

Matarte.

—Eso no lo puedo permitir —negó mirando al lobo con el que estaba unido, que lo mantenía allí. Su pareja. Si aquel ser no existiese...—. No te lo permitiré —le advirtió.

¿Puedes evitarlo?

—¿Puedes hacerlo? Ese lobo es mío y nadie lo va a tocar sin mi permiso.

Entonces esperaré. Los cuerpos son débiles.

—Y tú quieres irte lo antes posible.

¿Qué quieres, sacrificio?

—Acabar con esto —respondió—. Si nos ayudas, tal y como quieren, te dejaré seguir durmiendo.

¿Y darte acceso a mí? ¿A mi poder?

—¿Crees que estoy interesado en cualquiera de esas dos cosas? —le preguntó el sacrificio y tuvo que admitir que no. Podía ver su interior y solo había una cosa que aquel ser desease: proteger a aquel lobo—. Además, no es como si te preocupase el destino de cualquiera de esas criaturas, podría someterlas, matarlas y a ti no te importaría.

Me importaría porque, para hacerlo, tendrías que traerme.

—No para hacer algunos trucos. Mi único deseo, al igual que tú, es terminar con esto rápido. Ayúdame y serás libre.

¿Y por qué no me dejas ir sin más?

—Porque, a pesar de todo, necesitamos echar a los humanos de aquí y asegurarnos de que no regresan. Es lo único en lo que esos locos tienen razón.

No.

—¿Acaso te importan los humanos?

¿Acaso me importáis vosotros?

—A mí me importa uno. Ayúdame a protegerlo y yo te dejaré libre.

No necesito tu ayuda. Puedo matarte.

—Ahora que estás aquí, matarme solo servirá para quedar atrapado en alguien menos razonable que yo. Por más que te moleste, sabes que soy tu mejor opción.

Puedo matarlos a todos.

—¿Y entonces quién te liberaría? Soy tu mejor opción y lo sabes. Cumple mi deseo y yo te dejaré dormir hasta que muera, momento en el que serás libre. Apenas un parpadeo para ti.

Por un momento el ser quedó en silencio.

Nos mezclaremos.

—Lo menos posible.

Y dejarás de ser mortal.

—Pero algún día desapareceré.

Los que se unieron a mí antes que tú, tuvieron destinos terribles.

—Lo sé, puedo verlo. Pero yo tengo algo que ellos no.

En realidad, no me importa lo que te pase. Al contrario. Cuanto antes enloquezcas y mueras, mejor. Acabemos con esto sacrificio, estoy cansado. Hazlo y déjame ir. Tan solo recuerda el precio si me traicionas.

—No te traicionaré. Y ahora, comencemos —aceptó levantando la cabeza para mirar a Nalbrek—. Vuelvo enseguida —le aseguró guiñándole el ojo antes de hundirse en la lava.





Bueno, Dawi ha conseguido sobrevivir a la ceremonia con ayuda de Nal. Nadie lo dudaba, ¿cierto? Nuestro zorro tiene demasiado personalidad, hasta para un dios 😆

Y dos cosas: En primer lugar que Drej, nuestro espíritu, cambie entre masculino y femenino cuando habla no es un error. Drej no es ella ni él, es un espítitu, pero en español no tenemos neutro, así que "cambia" (?) cuando Dawi l@ escucha hablar. 

En segundo lugar, se supone que, cuando habla Drej, esa parte está en cursiva para diferenciarlo.  Y sí, desde fuera, Dawi habla consigo mismo en dos tonos diferentes, uno muy molesto y otro muy calmado😆. Si no se distingue bien, me lo decís para ponerlo en negrita 💖

Continue Reading

You'll Also Like

147K 19.5K 68
Sinopsis Tras encender el gas para perecer junto a quienes codiciaban la fortuna de su familia, Lin Yi transmigró a otro mundo, ¡y estaba a punto de...
51K 1.8K 41
Les vengo a informar que si demoró en publicar más capítulos es por falta de ideas o porque estoy ocupada y si no les gusta el ship por favor no haga...
46.4K 12K 148
⚠️Solo a partir del capítulo 401, primera y segunda parte en mi perfil.⚠️ En un giro del destino, Jun Hao, un despiadado matón callejero conocido por...
54.2K 8K 37
《 Transmigré a la antigüedad para ganar dinero y criar a mi cachorro 》 Continuación a partir del capítulo 200. Para leer la primera parte, busca la n...