Me desperté en el sótano de Mike. Estaba al lado del sofá donde durmió Max, pero ella no estaba. Me alarmé un poco, así que me fui arriba para ver si estaba y sí, estaba con Holly.
-Max.-se giró para verme.-Pensaba que no estabas.
Me senté en una silla que estaba al lado de ella. La abracé por la cintura. Vi como dibujaba una cosa parecida a una casa pero destrozada.
-¿Qué dibujas?
Se giró para verme.-Es lo que vi cuando estuve ahí dentro.
Asentí.-¿Has dormido?-negó.-Max... tienes que dormir aunque sea un poco. Estás muy cansada con todo lo que ha pasado.
-Es por eso que no duermo. No paro de pensar en él.-le dí un beso en la mejilla para ver lo que estaba pintando.
Después de media hora vinieron Nancy y Dustin agitados.
-Buenos días, chicos.-dico la señora Wheeler.-¿Todo está bien?
-Sí, todo bien.-me giré para ver a Nancy y le di una sonrisa.
-Me parece fantástico que estéis todos tan unidos.
-Podíais estar unidos en otra casa, para variar.-soltó el señor Wheeler mientras leía el periódico. Su mujer le dio una mala mirada.
Nancy fue hacia nosoras
-Hola.-dijimos Max y yo al unísono.
-Hola. ¿Estás bien?-se dirigió a Max.
-No podía dormir. No paraban de ponerme música, a saber porqué. Pero Holly me ha prestado sus ceras. Nos lo pasamos fenomenal, ¿verdad?
Nancy inspeccionó los dibujos.-¿Esto es lo que viste ayer?
-Bueno, supuestamente. Creí que sería más fácil dibujarlo que explicar-lo, pero... no sé yo.
-¿Estos son...-cogió el dibujo donde se veía a Chrissy y Fred muertos.
-Estaban como expuestos. Y había una niebla roja por todas partes. Era como un sueño. Una pesadilla.
-¿Crees que Vecna intenta asustarte?
-¿Con Billy? Sí. Pero cuando llegué aquí, -señaló los dibujos- fue diferente. No lo sé, casi parecía sorprendido. Fue como si no me quisiera ahí.
Dustin llegó hacia nosotras.-Puede que te infiltraste en su mente. Él invadió tu mente, ¿no? No es tan disparatado que tú acabaras en las suya. Como Freddie Krueger.
-¿Freddie Krueger?-preguntó Holly.
-Es un tío con la piel quemada y cuchillas en los dedos. Y mata en los sueños.
-Dustin.-interrumpió Nancy.
-Lo siento. Solo es una película. No es real.-se giró hacia nosotras.-Piénsalo. ¿Y si hubieras accedido sin querer al mundo de Vecna? A lo mejor encontramos respuesta-cogió un papel.-en este dibujo sumamente impreciso. Necesitamos a Will.
-Ya lo sé. He vuelto a llamarlos y sigue comunicando.
Nancy cogió el mismo papel que Dustin.-¿Esto es una ventana?
-Sí.
-Una vidriera con rosas
-Sí. ¿Ves? No dibujo tan mal.
-Bueno, ayuda que la haya visto antes.
Nancy empezó a coger los dibujos y recrear la casa destrozada, dibujada.
-Son partes de una casa.
-No de una cualquiera.-me giré a ver a Nancy con el ceño fruncido.-La casa de Victor Creel.
[...]
Paramos en frente de la casa Creel. Salimos del coche hasta llegar a la entrada de esta.
-A ver, ¿qué buscamos exactamente en esta casa?
-No estamos seguros. Esta cass es importante para Vecna. ¿Por qué Max la vio en ese mundo rojo?
-Básicamente.
-Genial.
-Puede que nos diga donde está Vecna por qué ha vuelto a matar y cómo evitar que vuelva a por Max.
-No estará ahí dentro, ¿verdad?
-Eso ya lo sabremos.
Nancy y Steve quitaron el pedazo de madera que había en la puerta. Todos se sobresaltaron cuando tocó el suelo. Steve intentó abrir la puerta.
-Está cerrada. ¿Llamo a ver si hay alguien?
-No hace falta.-todos nos giramos a ver a Robin. Llevaba un ladrillo en la mano derecha.-Tengo la llave.
Rompió la vidriera para sí poder entrar.
-No han pagado el recibo de luz.
-Que quieres, ¿que lo pague Vecna?-cogí una linterna que Dustin me dio.
-¿De dónde las habéis sacado?
-¿Hay que decírtelo todo? Ya no eres un niño.
-Gracias.-dijo sarcástico.
Dustin le dio la mochila a Steve.-En el bolsillo.
-Oye chicos.-dijo Max.-¿Todos veis eso, verdad?
-Sí.
-¿Es el que viste tú en tus visiones? -Max asintió.
-Bueno, no es más que un reloj. ¿Verdad?-Robin se acercó al reloj y limpio el vidrio.-Un reloj normal y corriente.
-¿Por qué está obsesionado con los relojes? A lo mejor era relojero algo semejante.-solté una risa.
-Steve ha resuelto el caso.
-Solo sé... que las respuestas estarán aquí. En alguna parte. Id de dos en dos. Robin, vamos arriba.
Cogí la mano de Max y la llevé a otra habitación. Cuando entramos en esta a Max se le acabó el disco y tuvo que ponerlo de nuevo.
-Ojalá durara más.
-Son 46 minutos. No está mal. Me preocupan otras cosas. ¿Qué pasa si, de tanta veces escucharla me cansara de ella y deja de ser mi canción favorita? ¿Funcionaria igual o Kate Bush perdería su magia?
-¿Kate Bush? Nunca.
-¿Eres fan de Kate Bush?-me preguntó incrédula.
-Pues sí. Lo soy.
-¿En serio?
-Muy fan. Te ha salvado la vida. Estamos muy cerca de encontrar a Vecna. Lo mataremos antes de que vuelva a hacerte daño, ¿de acuerdo? -me dirigí al piando.-Imagínate que tocando las teclas correctas abrimos la puerta de su guarida secreta.-toqué la teclas.-Voilà.
-Qué tonta eres. Creía que eras de los guais.
-¿Acaso no soy guai?-fingí estar ofendida lo cual Max rio.-Echaba de menos esto.
-¿El qué?
-Tu risa.
Max iba a decir algo, pero su reproductor la interrumpió.
-Ya está. Haz tu magia, Kate.
[...]
Mientras seguíamos las luces que parpadeaban, nos dirigimos al ático.
-¿Y si nos lleva en una trampa? Chicos.-dijo Dustin, pero todos lo ignoramos.
Nos dirigíamos a la linterna que estab en medio del ático hasta que mi linterna empezó a parpadear.
-Las luces.-dije para que Robin mirara la suya, la que también estaba parpadeando y la de todos.
Todos nos pusimos al medio.
-Vale, ¿qué está pasando?
Sentí un escalofrío recorrer por mi cuerpo. Lo sentí como la última vez en el verano anterior.
[...]
Nos dirigimos a casa de Rick Porreta para llevar la comida a Eddie.
-¿Puedo esperar en el coche? Es que va a ser un palo tremendo.
-No será para tanto.
-No podré soportar el disgusto que se llevará Eddie, de verdad.
-Con estas birras se sentirá mejor.
-Eso dice mi madre.-miré a Max para después bajar la cabeza.
-Vamos a ensayarlo. "Hola, Eddie. Las buenas noticias primero: te traemos comida basura y la cerveza que pediste. Oh, y también hemos encontrado a Vecna. La mala noticia es que está en esa otra dimensión oscura, y no podemos abrir el portal hasta él. Es inalcanzable y básicamente estás jodido. Si antes ya estabas jodido, ahora lo estás multiplicado por tres".
-Un momento. Hay otra formas de decirlo.
-"Estamos cerca de encontrar Vecna". Le diremos eso. Es lo importante.
-¿Ves, Robin? El positivismo lo cambia todo.
-Aja.
-Joder.
Miramos a fuera del coche donde había un montón de personas. Bajamos del coche para ver lo que pasaba.
-Venid por aquí.
Nos escondimos detrás de una camioneta.
-... informando de un homicidio en el lago. El agente de Callahan y yo fuimos los primeros en llegar. Acudimos a la orilla del lago Lovers a unos diez metros de esa casa que ven atrás. Ahí encontramos a la víctima, un alumno de 18 años del Instituto Hawkins, Patrick McKinney. Sus extremidades estaban desencajadas. Hay un testigo. Hemos identificado a un sospechoso.- enseñó una foto de Eddie.-Eddie Munson. Si alguien tiene información, que nos avise.
-Joder. Esto no pinta nada bien.
-Tendrán muchas preguntas y las respondré a las que pueda a las dos en el ayuntamiento. Puede asistir cualquier vecino de Hawkins. Pero ahora tengo trabajo, y espero que lo comprendan.
-Dustin, ¿me oyes? ¿Wheeler?-oímos a Eddie en la radio.
-Joder Eddie. ¿Estás bien?
-No, joder, estoy de todo menos bien.
-¿Dónde estás?
-Rocacalavera. ¿La conoces?
-Sí. Cerca de Cornwalis y...
-Garret, sí, dé donde está.
[...]
-Tío, te digo que por ahí se va mal.
-Está al norte. He mirado el mapa.
-¿Sabes que Rocacalavera es un sitio para liarse?
-Sí. ¿Y qué?
-No tenía esa fama hasta que llegué yo. Prácticamente lo inventé yo. Por ahí no vamos bien.
-Steve. ¿Adónde vas? ¡Steve!
-No protestes. Ven hazme caso.
Suspiré y los seguí.
-¡Toma ya! ¡Tachán! Ahí la tienes, Henderson. Rocacalavera. Chúpate esa, sabelotodo de los cojones.
-No puede ser.
-Bla, bla, bla. La tienes delante de tus narices. Reconoce que te equivocas, tontolaba.
Negué divertida-Sois como niños pequeños.
-Tienes razón.-nos giramos a ver a Eddie en nustras espaldas.-Tú, Dustin Henderson, eres un tontolaba.
-Dios, te dábamos por muerto.
-Sí, yo también, tío. Yo también.
Todos llegaron en donde estábamos.
_________________________________________________
15 votaciones y 5 comentarios para actualizar 💌