El mundo odia a Hinata Shouyou

Galing kay Salemmcit0

1.7K 177 22

O Hinata Shouyou vs el mundo. Higit pa

Sinopsis + nota del autor
I
II
III
IV
V
VI
VIII
IX

VII

96 11 1
Galing kay Salemmcit0

Kageyama Tobio lo había besado. El mismo que se iba en sus pensamientos apenas sus compañeros de equipo comenzaban a hablar sobre las chicas que les atraían. Incluso a veces abandonaba la habitación.

Llegó un punto donde Tanaka le ofreció hablar de actores hombres o jugadores de otros equipos, asumiendo que su reticencia ante el tema tenía que ver con que sus gustos se inclinaban por el mismo género, a lo que el colocador frunció el ceño y dijo que no, que no tenía ganas de hablar de esas cosas. Casi como si nunca se hubiese cuestionado sus gustos. Probablemente nunca lo había hecho.

Lo besó el ser más asexuado que conocía. Fue un beso casto y corto, pero un beso al fin y al cabo. Y el maldito había tenido la suficiente desvergüenza como para admitir que no sabía por qué lo había hecho y que la verdad ni siquiera sabía si le gustaba o no.

Shouyou sabía que no estaba mintiendo. Que no estaba intentando enterrar aquella acción.

Aún así, una parte de él se preguntaba qué rayos había sido eso. Qué significaba.

¿No significaba nada? Probablemente. ¿Pero qué significaba para Hinata?

Estúpido Kageyama con sus estúpidos impulsos y una noción del pudor bastante retorcida. Por su culpa ahora tenía que volver a pensar en todas esas cosas relacionadas a lo sexoafectivo (término que encontró en una de sus tantas jornadas de maratonear videos de youtubers queer), aspecto que no entendía para nada.

¿Encontraba atractivo al pelinegro? Por supuesto. Entraba dentro de los canones de belleza y había algo encantador, al menos para él, en su constante mirada perdida y la marca de expresión que lentamente comenzaba a formarse debido a su constante ceño fruncido.

¿Eso implicaba que le gustaba? Tiempo atrás había llegado a la conclusión de que no. Era capaz de admirar la belleza de la gente simplemente (pese a que no era algo que hiciese tan seguido, después de todo, tenía una pelota de voleibol por cerebro y era probable que en parte se hubiese fijado en el físico del más alto por la cantidad de tiempo que pasaba con él).

El punto era que ahora se sentía confundido. No es como si el contacto le hubiese desagradado. Quizá incluso lo contrario. ¿Quería hacerlo de nuevo? Quizás. Por dios, incluso después de eso en vez de correr y entrar en pánico simplemente se apoyó en su hombro como si nada hubiese pasado. Nada malo, al menos.

Pero de nuevo; eso no implicaba nada, no significaba que le gustara necesariamente.

Argh

Bakayama. Shitty-yama. Idiotic-yama.

El balón de voleibol con el que estaba haciéndose pases de dedos a sí mismo mientras estaba acostado se cayó en su cara en un momento de descuido, aterrizando en la otra punta de la pieza.

Soltó un gruñido de exasperación y se recostó mirando hacia la pared.

...

Llegó a la hora de siempre a la escuela. Corrieron hacia el gimnasio, practicaron como era usual. Notó que Tsukishima andaba un poco distante, probablemente por las palabras que Tobio le había dedicado el día anterior. Ya era hora de que alguien le enseñara sobre límites.

Fueron a clases, se sentaron juntos en las materias que compartían, almorzaron con Yachi, entrenaron, fueron a dejar a la manager al paradero del bus y después el pelirrojo acercó a Kageyama a su casa.

Un día cualquiera, realmente.

Una parte de él creía que tenían que hablar sobre lo que había pasado. Pero Tobio no parecía complicado por el tema. Estaba tranquilo incluso. Hinata podría jurar que incluso su constante expresión que inspiraba terror estaba suavizada.

Con el pasar de los días notó que estaba más... cariñoso, afectivo. Físicamente hablando. Seguía preocupándose por su salud y esas cosas, pero ahora cuando anotaban un punto particularmente bueno, aunque fuese en una práctica, lo abrazaba, le hacía cariño en el cabello.

Ya había pasado una semana desde el incidente. Después de la práctica de la tarde se despidieron con un abrazo.

Hinata se dejaba querer.

Con Kageyama entraba en modo automático cuando pasaban esas cosas. Le gustaba recibir afecto y que él fuese quien lo estaba dando le gustaba aún más por lo cerrado que solía ser. Bueno, en general seguía siendo con el resto.

Seguía pasando el tiempo. Sus compañeros de equipo ya ni se molestaban en mirarles de forma inquisidora, pero sus compañeros de clase habían comenzado a hacerlo con regularidad. No era que antes no pasara pero ahora era una cosa común. El pelirrojo sentía aquellos ojos curiosos en su nuca constantemente.

Algo que confirmó sus sospechas era que las confesiones que de vez en cuando recibía alguno de los dos, habían dejado de acontecer.

Deben creer que estamos juntos.

Era la única conclusión que se le ocurría.

"¿Quieres más Udon, Shouyou-kun?" Le preguntó Miwa con una dulce sonrisa.

Hinata salió de sus pensamientos con la voz de la mujer, volviendo a la realidad. Era el cumpleaños de Kageyama y estaban los tres almorzando en la casa de ellos. Su hermana se había tomado la semana libre para pasar las festividades con el pelinegro. Era la primera vez que la conocía en persona.

"Me encantaría, Kageyama-san" respondió sonriente "te quedó delicioso".

"Miwa hace el mejor Udon del mundo" dijo Tobio con la boca llena, a lo que la peluquera le dio un golpe suave en la nuca.

"Modales, Tobio" lo reprimió y luego se dirigió a la cocina a servirle más comida al pelirrojo, pasándole el recipiente de cerámica. "Deja los honoríficos, llámame Miwa. Ya prácticamente eres de la familia".

"Está bien, Miwa" contestó también con la boca llena, a lo que la mujer repitió el golpe, ahora en su nuca.

"Y como eres parte de la familia, no te vas a zafar de esto".

El pelirrojo soltó un ligero quejido y asintió con la cabeza, no pudiendo evitar sonreír ligeramente por el gesto de afecto.

"¿Y cómo les ha ido en la escuela?" Les preguntó ella, cambiando el tema.

Ambos chicos compartieron una mirada.

"¿Quieres la verdad o la mentira?" Bromeó Shouyou.

"En el voleibol todo bien" respondió Tobio. "Académicamente... No sé quién de los dos está peor" murmuró bien bajo, mirando al pelirrojo, a lo que el susodicho soltó una risita.

"Ustedes sí que son unidos" observó Miwa con una ceja alzada "¿Nada que necesite saber?"

"¿A qué te refieres, onee-san?" Preguntó el pelinegro, ligeramente confundido.

"Ya saben, me parecen muy cercanos" enfatizó "Literalmente están pegados el uno al otro".

Hinata pestañeó varias, notando que efectivamente, estaban en asientos separados pero sus costados estaban en contacto y sus manos rozándose. Se alejó ligeramente, sintiendo cómo sus mejillas se sonrojaban, evadiendo la mirada de Miwa.

"Sigo sin entender a qué te refieres"

"Está preguntándonos si hay algo entre nosotros" le explicó Hinata, mirándolo.

"Pues claro que sí" respondió Tobio "somos amigos".

Su hermana mayor simplemente lo miró con una sonrisa, claramente divertida con la situación.

"Se refería a si estamos juntos... Románticamente" especificó el más bajo.

"Ah" Kageyama se quedó pensando un rato "Ni idea".

Shouyou apoyó los codos en la mesa, escondiendo su rostro en sus manos, que estaba tan rojo como su cabello.

"Esa respuesta sí que es interesante" rio la pelinegra.

Afortunadamente decidió cambiar el tema y comenzó a contarles sobre su vida en Tokyo, que su salón de belleza iba bien encaminado; estaba recibiendo clientes importantes y pensando en ampliar los servicios que ofrecía. Incluso empezó un curso de cosmetología.

"Tu hermana es genial" le dijo Hinata cuando ya estaban en el cuarto de Kageyama.

"Sí" le contestó el chico con una sonrisa mientras tomaba la Nintendo 2DS que se estaba cargando en su velador, prendiendola.

"Ese ha sido un regalo genial de parte de tus padres" siguió su compañero, acercándose y quitándole la consola de las manos, a lo que el pelinegro soltó un quejido, rodando los ojos y echándose en su cama, dejando que juegue con ella.

"Ventajas de estar de cumpleaños cerca de navidad, supongo" murmuró "regalo doble. Aún así, me gustó más el tuyo" agregó.

Hinata rio, un poco ruborizado, sintiéndose halagado. Se recostó al lado de él, jugando super Mario, con la consola separando sus rostros.

"Que bueno que te gustaron las rodilleras nuevas" dijo sonriente. "Pensar que antes de conocerme ni siquiera te interesaban los videojuegos y ahora tus padres te dan una consola de última generación de regalo de cumpleaños. Te envidio un poco".

"Bueno, al menos tu madre está presente en tu vida" le dijo el colocador mientras miraba el rostro del pelirrojo, sonriendo al ver su expresión tan concentrada.

"Lo lamento. Fue insensible de mi parte decir eso" se disculpó, dejando el aparato a un lado, mirándolo.

"No te preocupes, tampoco es que me afecte tanto, tengo a Miwa. Y estoy acostumbrado a estar solo" se encogió de hombros "antes era más difícil eso sí".

Hinata comenzó a acariciar con suavidad su pómulo, sin dejar de mirarlo. Se quedó pensando un momento en la foto que Tobio tenía colgada encima de su velador; él, Miwa y Kazuyo. Y una pelota de voleibol, obviamente.

"Me alegra que ahora las cosas estén mejor".

"A mí también" Kageyama le sonrió, devolviendo la caricia "Gracias a ti".

Shouyou contuvo la respiración al notar la intensidad en la mirada de su compañero, sintiendo un ligero escalofrío. De un momento a otro las puntas de sus narices estaban rozando.

"Tobio" susurró "¿Qué quieres de mí?" Le preguntó.

"¿A qué te refieres?" Frunció el ceño.

"A veces no te entiendo" le dijo Hinata, suspirando y sentándose en la cama, agarrando sus manos cuando el otro hizo  lo mismo.

"¿Qué cosa?"

"Me das señales raras. Te has vuelto muy cariñoso contigo últimamente. No me quejo pero es un poco extraño viniendo de ti" agregó rápidamente, tragando saliva. "Ahora le dijiste a Miwa que no sabías si teníamos una relación romántica. Y a veces te me quedas mirando mucho. Entonces... No sé. No sé qué pensar".

"Pero de verdad no lo sé" le respondió él, alzando ligeramente la voz. Al notarlo aclaró la garganta. Shouyou solo lo miró.

"Me has dado un espacio para ser como soy realmente" empezó después de un rato de silencio, mirándole las manos "y en el proceso no pensé cómo te afectan mis acciones. Lo siento".

"Me gusta cómo somos pero me molesta recibir tantos comentarios sobre lo que somos y no somos, que si estamos en negación o qué sé yo" soltó un bufido, pasándose los dedos por el cabello "solo desearía que dejaran de decir esas cosas. No les incumbe".

Kageyama se recostó nuevamente, mirando el techo.

"Bueno, quizás si no les damos nada de lo que hablar se acabe eso" murmuró al rato. Hinata lo miró con el ceño fruncido.

"¿De qué estás hablando? ¿Acaso quieres que ya no nos vean juntos?" Preguntó alarmado.

Tobio lo miró, prácticamente inexpresivo.

"No me refería a eso. Estaba pensando en que si ya todos piensan que somos novios o que estamos enamorados, y no dejan el tema de lado por más que lo intentemos y nos molesta que toquen tanto el tema... ¿Y si comenzamos a serlo?"

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

74.9K 6.3K 40
Ella llega al Área sin saber nada de si misma. Sin recuerdos. Vacía. Su primer instinto fue buscar el cielo al verse en una caja encerrada. Luego -po...
135K 8K 15
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ΒΏQuΓ© suc...
3.8M 426K 38
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro estΓ‘ catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
117K 3.1K 29
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerΓ‘n en sus mundos aunque tambiΓ©n agregare otras cosa...