la tierra de los dioses muert...

By imrosesbf

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❝Lalisa, la Diosa de lo Bello, huye del los dominios de la Diosa Creadora, desatando su furia, en búsqueda de... More

prólogo.
I. singularidad.
II. my time.
III. begin.
IV. set me free.
V. save me.
VI. stay with me.
VII. thelepaty.
VIII. zero o'clock.
VIV. blue side.
X. stigma.
XI. home.
XII. come back home.
XIV. awake.
XV. just one day.
XVI. gone.
XVII. lie.
XVIII. not today.
XIX. dream glow.
XX. don't know what to do.
epílogo.
extra: until i found you.

XIII. hold me tight.

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By imrosesbf

—Lisa... ¡Lisa, detente!

La mano de Rosé rodeó su brazo y la hizo voltear, la joven Diosa usó todos sus esfuerzos para esconder sus lágrimas, aunque no funcionó.

—Lils... ¿Qué pasa? —los brazos de Rosé rodearon su cintura, atrayendo su cuerpo hacia el de ella, la castaño tenía la cabeza baja, las manos de la otra Diosa acunaron su rostro con suavidad, para llevarla a su pecho y abrazarla, dejando que la suave mejilla de la menor reposará sobre los latidos de su corazón—. ¿Qué ha dicho JiSoo?

Lisa dudó en responder, seguía dolida por todo.

—Que no puede hacer nada... Que debo arreglarlo yo.

Rosé permaneció en silencio, Lisa temblaba ligeramente del esfuerzo que hacía para no llorar.

—¿A dónde ibas? —preguntó Rosé finalmente, pero la Diosa de Todo lo Bello no habló, abrazando a Lili más cerca de si para mantener el control—. Lisa, ¿A dónde estabas yendo? —volvió a preguntar, su voz era tan grave y suave y tranquila que la menor quiso abrigarse en ella por siempre.

—A-Al Mundo de Arriba... Dónde debería estar... —respondió, su labio dolía de haberlo mordido tanto.

—No, escúchame, no debes ir allí —Rosé alzó su rostro para mirarla, aquellos ojitos tan alegres y cargados de brillos que había conocido ahora estaban muy lejos de aquel par llenos de lágrimas y tristes que veía, parecía que aquella alegría había desaparecido, y un amargo sentimiento apareció en su pecho, junto con un apretón sobre su corazón—. No volverás a ese lugar, ¿Sí? Podemos resolverlo de otra forma, podemos pensar en algo más.

—Pero... Tus humanos, y Wendy y S-SeulGi y-y tú... Y JiSoo también... —habló entre llanto y balbuceos—. Y y-yo... Desde que llegué aquí solo fueron desgracias, solo han pasado cosas malas... En todos lados, y yo no puedo ser feliz sabiendo que otros están sufriendo... ¿No ves? —ladeó su cabeza, su largo cabello medio rizado se pegaba a sus mejillas, a sus lágrimas, y a Rosé le rompía por dentro verla llorar—. Y cada vez que estamos juntas tú no sientes dolor de los humanos, pero eso no significa que no estén sufriendo también... ¿No crees que está mal? Sólo... Esconderte conmigo siendo que yo soy la causa de todo esto, m-me hace sentir c-culpable —añadió, se tomó un momento para respirar mejor—. Al final sería igual que JooHyun... Hago que otros sufran para que yo no lo haga, y eso es egoísta y malo... Y-Yo no quiero ser así. —negó suavemente.

—No eres así, Lisa, no eres mala ni egoísta —murmuró Rosé—. No eres como JooHyun, por todo los Dioses, no-...

—¿Entonces por qué todo lo que hago parece ser así? —cuestionó—. ¿Por qué todo me hace sentir que lo soy?

La otro Diosa no tenía qué responder, limpió con sus pulgares esos ríos de lágrimas que recorrían las rosadas mejillas de la menor, quien no paraba de llorar, por más que se esforzara, su labio inferior lucía maltratado y muy rojo debido a morderlo tanto de los nervios, Rosé no pudo evitar mirarla, ni tampoco contenerse cuando acortó la distancia entre aquellos dulces labios y los propios, besando suavemente en movimientos pequeños y delicados, sin querer lastimarla más, cerrando sus ojos para sumirse en las cosquillas de su estómago y embriagarse en el vértigo que le provocaba aquel contacto con tan hermosa Diosa.

Lisa estaba sorprendida por el beso, pero no podría apartarla, nunca, se dejó caer en las sensaciones igual que su compañera, hasta sus lágrimas pararon debido a esa cálida sensación en su estómago, y aquella electricidad que recorría su cuerpo, adormeciendo todo solo para sentir los labios de Rosé sobre los suyos.

Al separarse del beso suspiró de forma enamorada y sus ojitos, de nuevo brillantes y dignos de admirar, vieron a aquellos oscuros orbes de la mayor, los brazos de Rosé la abrazaba con firmeza y rogaba que no la soltara nunca.

—Prométeme que no te irás —susurró Rosé—. No volverás allí, podemos pensar en otra cosa.

Lisa asintió solo por reflejo.

—Prométeme. —volvió a repetir Rosé, mirando a aquellos lindos ojitos.

—Lo prometo. —murmuró, y Rosé asintió para alejarse de ella un poco más, vieron a Lili, que seguía en los brazos de la castaña, saltar hacia el suelo y comenzar a correr en círculos alrededor de ambas, haciéndolas reír.

Lili sentía las emociones de Lisa, y todo el beso había sido demasiado para ella, su cuerpecito no aguantaba la emoción.

Rosé tomó su mano con suavidad, para volver caminando juntas hacia donde estaban.

—Wendy me estaba hablando de SeulGi, y de lo que pasó con JooHyun... Una persona como ella no debería reinar en ninguno de los Mundos. —dijo, por su tono de voz, sonaba enojada.

—Pero no pueden hacer nada contra ella. —murmuró Lisa por lo bajo.

—No estando solo —dijo Rosé—. Pero si son muchos... Ganarían por cantidad, es una técnica que los humanos han usado durante miles de años y es lo que siempre los ha ayudado a sobrevivir.

>> Sabes que los Dioses somos solitarios —añadió—, tenemos que aprender de ellos y trabajar juntos.

Lisa alzó sus cejas sorprendida, en verdad no tenía idea de cómo podría lograr sacar a JooHyun de la posición de gobernante en la que ella misma se había puesto.

Por primera vez desde su llegada, Wendy la miró a los ojos y le sonrió, se notaba más calmada, aún así, la castaña no pudo evitar apretar la mano de Rosé con más fuerza.

—En los últimos milenios, JooHyun se ha debilitado —dijo Wendy—. La conozco desde hace mucho, y fuí su primera Diosa, la he visto cambiar desde entonces, en estos últimos años ella se cansa muy rápido, incluso cuando creó a Lisa, su último Diosa, terminó agotada.

—¿En serio? —preguntó la menor.

—No dejaría nunca que la vieran así, pero conmigo tiene otro tipo de confianza —dijo, negando levemente—. Tuvo que recargar energías tanto del Sol como de la Luna, y luego de que unos humanos enviaran ofrendas y ella las aceptara todas se sintió mejor —contó—. Pero ahora, luego de hacer tantas catástrofes... Debe estar exhausta, y no ha descansado nada, SeulGi no puede ayudarla tampoco, está débil y es algo que deberíamos usar a nuestro favor.

—¿Cuál es tu idea? —preguntó Rosé— ¿A dónde la quieres llevar? ¿Qué hay que hacer?

—Primero... Hay que conseguir que los demás Dioses ayuden, no creo que tengan muchas razones para no hacerlo —dijo, suspiró pesadamente—. Y luego ... Podríamos traerla hasta el Inframundo, pero eso sería casi imposible, tiene la entrada prohibida aquí, lo mismo pasa con JiSoo al Mundo de Arriba.

Suspiró pesadamente, acomodó su cabello hacia atrás.

—Sólo sé que hay que sacarla del Mundo de Arriba... Si la traemos al Mundo de los Humanos, JiSoo tiene control allí también, ella debería ayudarnos, ella debería volver a tomar el control de todos los mundos.

—JiSoo me dijo que no quiere tener nada que ver con hacer una guerra contra su hermana —dijo Lisa, y notó aquel brillo en los ojos de Wendy apagarse un poco—. Lo siento.

—No, no, está bien... Solo hay que pensarlo un poco más —dijo aquella Diosa del Sol, sonrió de forma hermosa, luego aquella sonrisa flaqueó y se acercó un poco más a la joven Diosa de Todo lo Bello, para hablar con suavidad y mirarla a los ojos—. Lisa, quería disculparme por como te he tratado, no debí perder los estribos de esa manera.

Lisa negó con ganas.

—No, no, no... Tenías razón.

—No, no la tengo —Wendy se encogió de hombros—. No eres una mala Diosa, y entiendo por qué te fuiste, no es tu culpa, desde que llegaste JooHyun ha tenido una relación algo... Especial contigo, y yo tampoco la hubiera soportado mucho tiempo —admitió—. En verdad admiro mucho tu valentía y lo inteligente que fuiste para huir, ningún Dios se ha animado a tanto.

Lisa sonrió levemente.

—Gracias —murmuró—. Intentaré dar lo mejor de mí... Para que esto se resuelva. —añadió, y Wendy sólo asintió.

Continuaron hablando de lo que podrían hacer, Rosé tenía muchísimas preguntas, y Wendy no tenía tantas respuestas, Lisa tampoco podía aportar ninguna, así que se mantuvo callada todo el rato, con Lili muy cerca de ella, porque aún estaba sensible y la conejita lo sabía por más que ella quisiera disimularlo.

Con cada caricia de Rosé sobre su mano recordaba el beso, y su corazón se aceleraba, como si mil pájaros volaran sobre su pecho hacia su estómago, dándole cosquillas, agitando sus latidos y haciendo que sus mejillas se coloreen de rojo, ya no se creía capaz de mirarla a los ojos de nuevo sin tener la necesidad de volver a besarla.

Cuando la charla terminó ya había oscurecido, el Sol de Wendy aún tenía ese tono azulado que no era normal.

—Está cansado —dijo la rubia, con el Sol entre sus brazos—. Ha estado buscando a la Luna desde que llegué, no ha dejado de brillar para encontrarla —contó, ella también sonaba cansada—. La Luna brilla por el reflejo del Sol, ¿Sabían? Entonces ha estado brillando de más para ver si la encuentra, a ver si esta brilla con él.

Notaron en seguida las lágrimas de la rubia en sus mejillas, Wendy las limpió rápidamente.

—Solo espero que cuando vuelva, SeulGi siga... Despierta, ¿Saben? —murmuró, ninguna de las dos pudo responder con algo bueno, así que no dijeron nada—. Rosé, ¿Podría ir a dormir un rato? Estoy muy cansada.

—Pero-... —Lisa habló, para luego callarse, y pensar en cómo preguntar—. ¿No sería peligroso? —dijo, bajito.

—Si descanso ahora, no tanto —dijo Wendy, con una sonrisa leve —. Casi siempre el Sueño Eterno sucede cuando te sobre-esfuerzas, por eso, ya llevo despierta mucho tiempo y ya me está agotando, si voy a dormir ahora puedo controlar mejor cuándo voy a despertar —explicó, Rosé respondió a su pedido con un asentimiento y Wendy se levantó para ir hacia la cabaña, dejando a los dss solos, casi inmediatamente que la puerta se cerró, Rosé abrazó la pequeña cintura de la Diosa menor y la llevó hacia él suelo, para recostarse sobre el césped mientras la joven tenia una sonrisa casi tan brillante como sus ojos.

Rosé besó la mejilla de la castaña con ternura, dejando sus labios sobre la suave piel de la menor por unos cuantos segundos, Lisa quiso que no se apartara nunca.

—Nunca te lo dije... Pero aprecio mucho que estés aquí. —murmuró Rosé, con aquella voz grabe y hermosa que hacía temblar hasta los huesos de la pequeña Diosa.

Lisa se ruborizó enormemente, se volteó para ver aquellos oscuros ojitos que parecían mirarla como la cosa más hermosa de toda la creación, sus narices de rozaron al acercarse de nuevo y entrecerró sus párpados para besarla de nuevo, pero el contacto fue interrumpido cuando escucharon pasos corriendo hacia ellas, sintieron el suelo temblar, Rosé fue la primera en notarlo y se apartó de ella bruscamente, haciéndola sentir un poco mal, pero al ver a los pocos segundos a aquella Diosa de cabello casi blanco y ropas negras como la más pura oscuridad, montada sobre un caballo que parecía brillar en color plateado, un único cuerno se notaba sobre su cabeza.

Lisa estaba confundida, conocía a los caballos porque eran criaturas que tenían los humanos que ella solía ver, pero los caballos no tenían cuernos.

Debía ser alguna creatura que la Creadora había rechazado, por ello estaba allí, después de todo, el Mundo de Abajo era el basurero de las otras tierras.

—Diosa de Todo lo Bello, Lalisa —dijo aquella rubia cenizo, su voz le dió miedo pero asintió—. JiSoo solicita tu presencia, urgente.

Lisa se tomó del brazo de Rosé, quien al verla tan asustada sonrió con ternura.

—Es SeungWan, te hablé de ella, es la compañera de JiSoo, si está aquí es porque es importante —la Diosa de los Humanos dejó un beso en su frente, antes de levantarse y luego ayudarla a ponerse en pie—. ¿Quieres que te acompañe?

—Por ahora solo necesitamos la presencia de Lalisa —dijo SeungWan, su tono era tan serio que la castaña temblaba—. Y no puedo llevar a tres en el unicornio, le rompería la columna.

Rosé rió un poco, Lisa murmuró en su oído para que le preguntara qué quería, no se animaba a hablar.

—Lisa pregunta que qué quería. —dijo Rosé, abrazó a la menor en un intento de que se sintiera más protegida de aquella extraña para ella, aunque sabía que no le haría nada, funcionó.

—El Oráculo ha despertado y solicita la presencia de Lalisa —dijo la rubia, los ojos de Rosé se abrieron ampliamente—. Jennie despert,ó y lo primero que dijo es que tenía que verte, especialmente a tí, Lalisa.

>> Conociendo los poderes de Jennie, quiere hablarte del futuro, de tu destino.

>> Si esa chica te conoce incluso recién despierta, es porque en verdad eres muy importante.

¡Gracias por leer!

🌷

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