Estaba rojo de la vergüenza, la persona que le gusta acaba de confesar que también gustaba de el. Quackity por su parte-aunque no lo demostraba- estaba muerto de los nervios. Los pequeños balbuceos de la menor fue quien hizo que el duo diera una palabra.
— Yo..perdoname Lusu, me apendeje— se dio un leve golpe en la cabeza mientras sus mejillas se volvían cada vez más rojas.
— No no no. — negó rápidamente tomando las manos del pelinegro. — Tu también me gustas.— firmemente lo dijo.
Su respiración parecía como si este fuera cada vez más escaso en sus pulmones, resultado a que empezara a respirar agitadamente.
— Quackity.— entrelaso las manos de ambos. — ¿ Quieres ser mi novio? — Pregunto nervioso, sus manos temblaban y eso hacía que las de Quackity también.
Nada pasó más que sentir como era rodeado por ambos brazos de Quackity.
— ¡Obvio quiero ser tu novio!— Menciono, Luzu con toda la alegría del mundo abrazo a su hora novio con cariño. Ambos se miraron mutuamente, sin decir nada pues, podían saber lo que el otro pensaba con solo mirarlo a los ojos.
— ba ba!— la pareja se giro al ver que la niña se encontraba gateando en el suelo y metiendo cosas en su boca que lo más probable es que le hicieran daño.
— Chinga su madre, si eres así no más gateando ya me imagino corriendo— cargo a la más pequeña que solo rio ante esto.
— Talvez deberíamos probarles algunas cosas que me dio Vegetta.— dicho eso la pareja comenzó a ver que le había dado vegetta a luzu para la niña.
Lo que pudieron encontrar fue, pañales, juguetes, toallas húmedas, ropa, leche, etc.
— pañales— Quackity miro a la pequeña. — Oye tus padres no te enseñaron nada oh que?— Pregunto con la sola imagen de verse a si mismo cambiando pañales.
— el echo de que no pueda caminar también era una señal, deberíamos comprarle un orinal para bebés.— dijo virtiendo una cantidad de leche en polvo dentro de el biberón.
— Luzu pareces un experto en esto, seguro que nunca tuviste un hijo?— Pregunto bromista.
— No Quacks, no e tenido hijos pero supongo que puedo cuidar a uno.— echo la agua tibia en el biberón
Quackity estaba impresionado, y claro, ahora este chico era su novio.