Lauren.
Era sábado por la mañana cuando desperté, no pasaban las diez. Suspiré mientras me levantaba y hacía mi rutina de aseo luego de eso bajé a la cocina y me prepare el desayuno.
Odiaba esta monotonía. Yo realmente debía encontrar algo que hacer.
—Tú hora de despertar es a las tres hermanita.— dijo dándome un beso el la mejilla.
—Que gracioso. ¿Correrás hoy? — pregunté nerviosa por su respuesta aunque la sabía el que él lo dijera me daba escalofríos.
—Todos los sábados lo hago, Lauren.—dijo tristemente.
—Solo procura tener cuidado, ¿vale? —dije abrazándolo.
—Estas hablando con el mejor..—dijo haciéndome reír.
—Pues yo te enseñe, ¿no? —reímos.
Después de la charla con Chris me quede preocupada, mi hermano corre con su moto, son ese tipo de carreras clandestinas, una vez lo intente y fue increíble, es adrenalina completa , sin duda alguna fue una experiencia loca, pero es algo muy peligroso, Chris lleva corriendo un año y ha tenido varios accidentes al igual que yo, solo quiero por las noches verlo llegar a casa... sano y a salvo.
Temo de lo que le pueda pasar, me sentiría si le pasará algo, prácticamente yo lo metí a este mundo. Tanto Taylor como Chris son fundamentales para mi son una pieza muy importante para mi, me he llevado mi vida tratando de ser perfecta para ellos, para que me vean como un ejemplo a seguir, pero no ha resultado, perdí mis fondos para la universidad gracias a las drogas, ahora ni porque tengo una familia con dinero puedo estudiar, no es que desee eso, no quiero. Mi padre ha dicho que haga lo que quiera así que eso haré.
Camila.
—¡Sofia, te dije que no! — grite ya aturdida por la insistencia de mi hermana.
—Sólo será un momento, por favor. — insistió, esta chica no se rinde.
—No me la puedo creer.— Me queje.— Está bien, solo media hora, ni un minuto más.— advertí, al fin y al cabo no tengo nada que hacer.
Sonrió victoriosamente y salio de mi habitación.
Mi hermana lleva molestándome prácticamente toda la mañana con la idea de que la acompañe al super mercado, le dije que si para que dejará de molestarme y así poder estar tranquila.
—Sofia! Llevas una hora arreglándote, ¡se nos hace tarde!— grite desde abajo.
—Ya estoy, como eres de impaciente.—dijo bajando las escaleras, escandalosamente.
—¡Dios! Sofi, tardas mucho. —Dije saliendo de la casa.
—Hermanita, uno nunca sabe cuando encontrará a el amor de su vida, y si yo lo encuentro hoy, debo de estar bien presentable.. —La miré por un momento mientras analizaba.
"El amor real no existe" -pensé.
Se habían hecho las seis de la tarde, Sofi y yo estábamos comprando algunas cosas para la casa, gastamos mucho dinero. Mi madre le había dicho a Sofi que le ayudará con las compras semanales de los alimentos de la casa, y a mi hermana se le ocurrió la grande idea de traerme. Podía haber venido con Felipe.
A lo lejos observe una tienda de libros y sonreí. Por lo menos algo bueno.
—Sof! Ya vengo.—le dije a mi hermana, que estaba viendo una revista.
Estaba maravillada con la cantidad de libros que había, amo leer, es como una pasión, tengo muchos en cada pero mi madre se ha encargado de mandarlos a el sótano, admiro a esas chicas rebeldes que enfrentan a sus padres por alguna razón, yo ni siquiera puedo mirarlos, mi madre se ha encargado de manejar toda mi vida, ni siquiera se porque le temo.
Vi un libro que me llamó la atención leí la introducción y me atrapó, pe se en comprarlo pero mi madre no me dejaría leerlo, estaba indecisa tenía el libro en mis manos y no lo podía comprar.
—La fea resultó ser una nerd —rió, conocía esa voz.
Me gire de mala gana y la encaré. ¿Qué rayos con ésta chica? ¿Acaso no tenía nada más que hacer? Odiaba que me fastidiara.
—¿Eres algún especie de fantasma? ¡Por Dios! Eres insoportable. —dije enojada.
—¡Hey! Calma, vine en son de paz. — dijo y note su tono burlesco. Reí irónicamente.
—Deja de joder, Lauren — dije frustrada por la actitud de la chica de ojos verdes.
—No seas engreída.
—¿Engreída yo? ¡Por favor! —deje el libro en el lugar donde lo había tomado y salí de hay y choque su hombro con fuerza.
Estaba en la zona de alimentos, deje a Sofia por aquí! Diablos! le marque a su celular y no contestaba, "Cuando llegue a casa te mataré" pensaba, estaba dando vueltas por todo el supermercado hasta que me rendí y decidí ir a casa.
Cuando iba saliendo a tomar un taxi vi que la odiosa de Lauren estaba recostada en su moto.
—Tardaste mucho, no tengo todo el día, ¿sabes? —quería ahorcarla en ese momento.
—No te pedí que me esperaras.— respondí fríamente viendo mi teléfono.
—¿A quien esperas? — preguntó mirándome.
—Eso a ti no te interesa. —dije levantando mi mano para hacer una señal y así un maldito taxi pare.
—Controla tu ego fea, Sofia fue a el cine con Drew. — Fruncí el ceño, ella me miró sonriente.
—¿Quién demonios es Drew? —pregunté curiosa.
—Es mi mejor amigo. —Dijo y sonrió. En ese instante un taxi se detuvo. Genial, mi hermana me había dejado por un chico.
Abrí la puerta, para subir pero una voz me detuvo
—Señor puede seguir. —dijo Lauren poniéndose frente la ventanilla del taxista.
— Pero la señorita...— Trató de decir pero Lauren lo miro fijamente.
La miré enojada sin entender lo que estaba tratando de hacer.
—Dije que siga.— Lo miró fulminante y yo sentía mi sangre hervir.
El taxista se fue aterrado.
—¿Qué demonios es lo qué te ocurre? ¿No tienes una vida? Deja ya de molestarme, Lauren.—dije furiosa.
Le grite exaltada, esta chica de verdad es odiosa, si cree que me va a hacer la vida imposible esta muy equivocada.
—Uh! Camila, respeta a tus mayores — río, no entiendo a esta chica. ¿Acaso debo de reírme por sus pésimas bromas?
—Eres una estúpida, una atrevida, una imbécil.—con cada palabra que gritaba le daba golpes en su pecho.
—¿Acabaste? —dijo sosteniendo mis muñecas.
—No me molestes más, Lauren.—dije tratando de controlándome.
—Está bien, sube que me tengo que ir. —señaló a su motocicleta, ¡¿que se cree!?
—No, no subiré, mucho menos con una loca como tú. — dije mirándola enojada. Ella frunció el ceño.
—¿Loca? —Dijo acercándose peligrosamente.—Loca por esperarte dos horas aquí, loca por querer que te subas a mi moto, loca por soportarte, loca por querer besar...
—¡Mila! —Escuché gritar y me paralicé.
Lauren se alejo rápidamente. No me había dado cuenta lo cerca que estaba.
—Sandi!—Trate de no sonar nerviosa.
En ese momento mi mejor amiga llegó, y yo no sabía si agradecerle o querer matarla, estaba pérdida, en esa palabras, en esos ojos mirándome y yo perdiéndome.
—Tu debes se Lauren.—Dijo mirando a la chica de arriba hacia abajo.
—Sí, ¿entonces me conoces? —me miró y yo me sonroje al instante.
—Obvio, ¿quien no? Mila habla mucho de ti.— dijo y yo sentía que mis mejillas ardían.
—¿Ah si? —Me miró —Vaya, un gusto, no me dijiste tu nombre.—Miro a mi amiga.
—Sandra, pero llámame Sandi —¿Acaso le estaba coqueteando?
—Un placer Sandra.—Le dio un beso en la mejilla.—Me tengo que ir, supongo que nos veremos pronto.—Me miró y yo solo asentí.
Lauren subió a motocicleta, se puso sus lentes de sol y el casco, sentía que me miraba y yo estaba realmente confundida, puso la moto en marcha y se fue.
—Okey.... ¡Que sexy es! —Rió mirando como la chica desaparecía en el tráfico.
—Cállate.—dije de mala gana.
— ¿Te gusta? — pregunto alzando sus cejas en una forma muy graciosa.
Me quede pensando, Lauren es una chica muy bonita, pero para que me llame la atención definitivamente no, además soy heterosexual.
—No, claro que no. —Respondí fríamente, pero con un poco de nerviosismo.—¿Te das cuenta de lo que me preguntas? Dios, estas demente.
—Aja, y yo soy Miley Cyrus. — reí.
—Deja de decir estupideces, ahora vamos.— dije tratando de que olvidara el tema.
No me gusta Lauren, o bueno eso pensé.