Meses antes…
Camino detrás de mi hermano y su equipo mirando mi teléfono cuando noto a los chicos nerviosos.
— Chicos, relajaros, llegaremos a la final — les sonrío despeinando a mi hermano.
— Claro que… Voy al baño — se va corriendo.
Niego con la cabeza mirando a los demás para sonreírles.
— Todo saldrá bien chicos, ganaremos el partido — acaricio la cabeza de Koji.
— Gracias por acceder a ser nuestra entrenadora, Tn sama — sonríe Izumi.
— Izumi, lo hago por gusto — sonrío un poco viendo al Kitagawa Daiichi.
“Esto va a estar difícil” pienso
— Izumi vete a por Shoyo, el partido va a empezar
Obedece yéndose corriendo, observo a los de primero nerviosos por lo que me acerco a ellos.
— Todo saldrá bien chicos, ya lo veréis
En el segundo set cierro los ojos levantándome y pidiendo tiempo, al acercarse me siento despacio frotando mi frente.
— Debéis relajaros — los observo. — Podemos remontar, ya lo veréis, tenéis que confiar en vosotros mismos.
— Entrenadora, nos van ganando por mucho, no lo conseguiremos en lo que queda — dice uno de primero.
— Primer error, nunca hay que rendirse aunque todo el mundo esté en tu contra, la jugada no termina hasta que el balón toca el suelo.
— Si entrenadora
— Pues venga — vuelven al campo.
Después del partido miro a Hinata seria tragando saliva, ha hecho lo que ha podido y tiene talento, miro a un lado observando a los del Karasuno irse.
Él llegará a lo más alto, esto es solo un pequeño obstáculo, yo me encargaré de que sea el mejor.
𝘈𝘤𝘵𝘶𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦…
Salgo de la consulta de la matrona seguida por Tenma que me acaricia la mano despacio.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? — pregunta preocupado.
— Sí, pero tenemos que contarlo ya, son dos meses — le sonrío.
— ¿Íbamos a cenar esta noche con tu familia, no?
— Sí, oye, debo irme, tengo que ir a buscar a mi hermano pequeño, en casa cojo el otro coche.
Al llegar a casa entro agarrando las llaves del coche para sentir como Tenma besa mi cara.
— Ten cuidado, ¿de acuerdo?
Asiento despacio sonriendo.
— Estaré bien cariño, no te preocupes, vengo luego.
Me despido y me voy de allí, tras aparcar bajo del coche acercándome al gimnasio fijándome en mi hermano entrenando.
Al darse cuenta de mi presencia sonríe acercándose.
— Nee san, conseguí entrar al equipo — me sonríe contento.
Observo a sus compañeros mirarme también además del profesor.
— Oh, ¿tú eres la hermana de Hinata? — pregunta el mayor.
— Sí soy yo, ¿hay algún problema? Quiero decir, ¿Hinata hizo algo?
— No, él me dijo que lo entrenaste en la primaria, ¿eres entrenadora?
— Estoy buscando donde hacer las prácticas de la universidad, estoy en último año, ¿por?
— Es que necesito un entrenador para el equipo y bueno, Hinata me dijo que eras muy buena.
— Eh claro, pero tendré que hablar con la universidad y…
— Hablo yo con el director, no te preocupes.
— Está bien — sonrío. — Hinata vamos que hoy viene a cenar Tenma.
— Voooy, chao chicos — se va corriendo.
Al llegar a mi casa observo a Tenma acercándose para subirse atrás.
— ¿Quieres ponerte delante? — pregunta mi hermano.
— No, es igual quédate tu ahí — le contesta.
Cuando llegamos a casa de mi madre me desato y rápidamente Tenma me abre la puerta para que salga, río un poco haciéndolo tras quitar las llaves y al segundo escucho a mi madre hablar con Shoyo.
— ¡Shoyo ve a bañarte antes de cenar! — alza la voz.
— ¡Si mama!
Entro agarrando la mano de mi pareja para dirigirme a la cocina.
— Mamá, él es Tenma, mi pareja.
— Es un placer — se saludan.
— ¿Y cuánto lleváis?
— 1 año y cuatro meses — respondo.
— ¿Y cómo no me dijiste antes?
— Pensé que estabas muy estresada por el trabajo así que decidí no contarte nada pero, bueno, hay algo importante que debo decirte.
— ¿Qué es lo que pasa?
Miro sonriendo a Tenma para volver a ver a mi madre
— Estoy embarazada, de dos meses — sonrío emocionada.
— ¡Eso es genial! — me abraza con fuerza.
𝘜𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘮𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴…
Conduzco en silencio hasta el Aoba Johsai bastante nerviosa, al llegar aparco desatándome a la vez que salen todos.
Ya en el interior observo al equipo contrario acercándome extendiendo la mano hacia el entrenador ante la mirada de los jugadores del instituto.
— Tengamos un buen partido — le sonrío con dulzura.
— Igualmente — me la estrecha. — ¿No eres muy joven para ser entrenadora?
— Oh, estoy de prácticas de la universidad, este será mi primer partido, así que mucha suerte — me doy la vuelta para volver con el Karasuno. — Bien chicos, ya sabéis lo que hay que hacer, jugar hasta el final y no dejar caer la pelota, hemos entrenado y sabéis ganar, ¿no es así?
Todos asienten y van a jugar.
Al terminar el partido después de hablar con los entrenadores observo a Oikawa y al equipo acercándome poniéndome entre ellos a la vez que meto mis manos en los bolsillos fulminando con la mirada al castaño.
— ¿Tienes algún problema con el equipo? Dímelo a mí que soy la entrenadora — alzo un poco la mirada para verlo bién alzando las cejas.
Él retrocede un poco serio frunciendo el entrecejo.
— No, ninguno.
— Bien, has jugado bien y eres muy bueno, pero eso no te da derecho a creerte mejor que los demás, por que aquí donde ves a estos dos chicos de primero — me separo para que vea a Hinata y Kageyama. — Serán las futuras estrellas de la selección japonesa de voleibol, Oikawa Tooru
Frunce más el ceño pero lo ignoro pasando por su lado.
𝘈 𝘭𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢…
— Cielo ya llegué — dejo la chaqueta en el sofa.
— Oh Tn no te esperaba tan pronto — se acerca colocándose el mandil de cocina.
— La reunión acabó pronto — me acerco para besarle sonriendo.
Lo sigue acariciando mi abdomen despacio, al separarse besa mi frente con delicadeza.
— Oye amor…
— ¿Si? ¿Qué pasa Tenma?
— ¿No le dijiste nada a tu hermano?
— ¿Nada de qué?
— Sobre que soy el pequeño gigante, en la cena no dejaba de decirlo, pensé que se lo habrías dicho.
— Oh no, quería decírselo en su cumpleaños, pero creo que lo haré mañana en la cena, sé que le hará mucha ilusión
— Esta bien… Oye, ¿y si pedimos comida? Es que se me quemó un poco.
— Está bien — rio un poco
𝘈 𝘭𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘥𝘪𝘢 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦…
— Shoyo, tenemos que decirte algo — le sonrío colocando la olla en la mesa.
— ¿Qué ocurre?
— ¿Te gusta el pequeño gigante verdad?
— ¡¡Claro que sí!! ¡Quiero ser como él!
Río un poco para observar a Tenma quién acaricia mi mano, miro a mi hermano quién está algo confuso.
— Tenma es el pequeño gigante
Sus ojos se abren como los de un niño pequeño.
— Creo que iré a ver como está mamá — me levanto yéndome de allí escuchando a Hinata hablar alto y emocionado.
𝘖𝘤𝘩𝘰 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴…
Llego a casa saliendo del coche aún cargando a Hisagi dormido, abro la puerta del coche dispuesta a agarrar una bolsa pero Tenma me detiene.
— Ve a descansar con el niño, yo me encargo del equipaje, ¿de acuerdo?
Asiento despacio entrando en casa sentándome en el sofá al pequeño con ternura bostezar comenzando a despertarse, acaricio su cara con mi dedo sintiendo como lo agarra haciendo que apriete suave.
A los pocos segundos veo a Tenma sentarse a nuestro lado, sonrío apoyando mi cara en su hombro mientras acaricia la cara del bebé con delicadeza.
— Te amo demasiado Tenma — susurro jugando con la mano del bebé mientras la acaricio.
— Yo también te amo… Más que a nada en el mundo, y siempre lo haré, pase lo que pase, te protegeré a tí y a nuestra familia para siempre — me abraza por el hombro besando mi pelo.