la sorpresa de lionel casi que lo llevó a las lágrimas. sinceramente no se esperaba todo aquello.
lo primero que hizo al ingresar fue abrazar a su gran amigo, agradéciendole bastante animado.
sus ojos se veían brillosos y la sonrisa no se le borraba de la cara.
uno por uno, los jugadores fueron abrazándolo y dándole sus regalos, mientras algunos ya se estaban encargando de preparar los tragos y poner la música.
──bah, era todo excusa para ponerse en pedo, ¿o no? ──cuestionó lionel, bromeando.
sus compañeros reían y negaban, asegurando que el cumpleaños del capitán era muy importante y que era por eso que había que festejarlo bien.
el turno del regalo de dibu no tardó en llegar. el nombrado se sentó al lado del cumpleañero y le entregó una caja roja, con una de esas cartitas con ositos que dicen frases románticas. le aclaró que era irónico, puesto a que anteriormente ellos se habían estado burlando de las parejitas que se regalaban aquellas cartas. una especie de chiste entre ellos.
otamendi le echó el ojo y se rió.
──sos un trolo, dibu ──emiliano reía ante el comentario, mientras empujaba a nicolás.
──no rompás, ota, salí de acá. ──nicolás los dejó en paz entre risas. agüero lo había agarrado del brazo y lo tiraba para llevárselo, diciéndole que buscara las birras de la heladera.
messi miraba la caja con ternura. no tardó en abrirla. su contenido lo hizo sonreír al instante.
una cajita de bombones, pegada a unas cuantas figuritas de aimar sueltas. más a la izquierda se podían ver un par de auriculares blancos, y hacia abajo un mazo de naipes.
martínez se aclaró la garganta antes de empezar a hablar.
──eh, los bombones porque me acuerdo que comentaste que te gustaban estos. cuando estábamos en la plaza.
messi asintió, sonriendo aún. el menor comenzó a rascarse la nuca.
──lo de aimar medio repetido, pero ya las había comprado, no sabía que esta tarde ibas a elegir justo un póster de aimar ──explicó, nervioso. ──. y, eh, los auris. el otro día se te rompió uno, me acuerdo.
──sí, casi me mato. ──recordó. le había contado a emiliano al comienzo de la semana.
──y los naipes porque también me dijiste que se te perdieron los que tenías. como te gusta tanto jugar al truco ──lionel rió ante el comentario, asintiendo nuevamente. ──para que les enseñes a los del barça a jugar bien.
después de que terminó la explicación, el delantero se encontraba sin palabras. lo único que le podía mostrar era una sonrisa totalmente enternecida. no podía creer que emiliano le prestara tanta atención. que escuchara todo lo que le decía. se sentía en el paraíso.
──bueno, decí algo. creo que quedé como un psicópata ──confesó temeroso. ──pasa que a mí me gusta darle cosas a la gente que realmente vayan a usar, o sea que les guste y por eso... ──no pudo terminar la frase.
──callate o esta ve' sí te callo. ──por primera vez en un par de tiempo, lionel dejó que sus pensamientos se liberaran. las tantas cosas que no le dijo a emiliano en su momento, habían culminado en aquella respuesta. cayó en cuenta de lo que había dicho e intentó desviar la mirada. ──no hace falta que expliqué'. e' obvio que me encantó, tonto.
decir que martínez estaba sorprendido sería muy poco. parpadeó varias veces sin poder creerlo.
por suerte el resto se encontraba lejos y la música fuerte evitaba que algún tercero escuchara lo que estaban hablando.
──bueno, por mí no habría problema en que me calles pero... ──llevó su mirada hacia el resto del plantel, los cuales ya habían empezado a tomar y bailar mientras casi que gritaban.
messi cerró la cajita para dejarla en la mesa detrás de ellos. devolvió la vista al menor, dudoso sobre sus siguientes palabras.
──se me escapó, no lo voy a hacer. ──lionel volvió a apartar la mirada, levantándose de la silla para dirigirse al resto.
la mano del contrario en su muñeca lo detuvo. giró un poco la cabeza, esperando sus palabras.
──¿ahora te hacés el difícil? ──preguntó en un tono provocador. ──no importa, así me gusta más.
el más bajo se soltó de su agarré y se alejó, intentando ocultar su sonrisa. no admitiría que en realidad le gustaba un poco que le insistieran. era buena noticia saber que aquello no le molestaba a emiliano para nada.
la madrugada transcurría y la mayoría de jovenes ya tenían que volver a sus casas. agüero había ofrecido que se quedaran pero todos sabían que la familia de éste era bastante exigente en cuanto al tema de poner casa. es decir, que cuando ellos volvieran todo tenía que estar limpito y en su lugar.
así que a eso de las cinco de la mañana, como pudieron, se pusieron a ordenar entre los que quedaban.
sergio estaba volviendo a estar sobrio mientras barría con la compañía de lionel.
una vez que se alejaron lo suficiente del resto, kun decidió preguntar.
──che, leo.
──¿mh? ──le preguntó, agarrando la palita para levantar la mugre.
──¿qué onda con el dibu? ──lionel casi deja caer todo lo que había recogido. tosió un poco y se paró.
──si vo' ya sabé', kuni.
sergio, aún no muy convencido, continuó.
──sí sí, pero, ¿pasó algo después de eso? porque a mí me parece que sí, eh ──le prestó atención a como messi tragaba en seco. ──y no soy el único que se dio cuenta, leo.
──¿cómo? ──preguntó preocupado.
──licha, cuti y ota re sospechan. me preguntaron a mí y me hice el boludo, pero les tengo que dar la razón.
hubo un silencio. lionel meditó acerca de decirle a su amigo la verdad.
──¿...cogieron?
lionel casi se ahoga con su propia saliva. cuando comenzó a toser, negaba apuradamente.
──¿qué decí'? no, no. ──continuaba negando. ──no' juntamo' y pasaron cosas nomá'.
──ajá, claro, ¿qué cosas?
──o sea, un par de besos nomá'. ──volvió a aclarar, tosiendo aún.
──leo, ¿necesitás agua? ──papu los interrumpió, debido a que todos en la sala habían notado que lionel se eataba ahogando.
la conversación terminó ahí. sergio exigió explicaciones y lionel aseguró que se las daría más tarde.
una vez terminada la limpieza, era hora de retirarse.
agüero estaba a punto de morirse de sueño así que apenas terminaron, se despidió de ellos en la puerta y cayó rendido en su cama.
messi y martínez comenzaron a caminar hacia el mismo lado.
el rocío de la madrugada les helaba los huesos. se acercaba el invierno y ya se podía percibir en el aire. ambos jovenes se acercaron, para filtrar (aunque sea un poquito) el frío.
──¿querés que te acompañe a tu casa? ──emiliano habló.
desde lo de kun hasta lo de messi no había tanta distancia así que podían ir caminando. además, ninguno de los dos había tomado demasiado así que estaban más que conscientes, por cualquier cosa.
lionel aceptó su oferta. ambos se encaminaron al departamento mientras el sol comenzaba a asomar.
qué romántico, pensó lionel. y una vez más, no lo dijo en voz alta.
habían llegado a lo de messi hacía unos cuantos minutos.
ninguno decía nada y ya se estaba tornando incómodo.
emiliano quería permanecer más tiempo con el delantero, pero no quería invitarse solo.
por otra parte, lionel estaba dudando muchísimo sobre su siguiente acción. no quería verse vulnerable frente a su arquero. en realidad confiaba en él, pero al mismo tiempo le daba un poco de vergüenza.
tomó fuerzas y le preguntó.
──¿podé' quedarte a dormir?
la historia detrás de esto es que lionel odiaba irse a dormir solo luego de su cumpleaños. odiaba sentir la ausencia de la gente que quería, de añorar sus días en rosario. y en la noche, en su cama, completamente solo, es cuando más tiempo tenía para pensarlo. y no quería pensar más, sólo necesitaba a alguien que lo abrazara.
──obvio. ──emiliano no lo dudó ni un segundo.
cuando subieron, messi se dirigió al baño a lavarse los dientes y fue seguido por emiliano, quien le preguntó si tenía uno de sobra.
mientras se cepillaban, martínez comenzó a tararear alguna canción conocida únicamente por él. empezó casi que a bailar, haciendo reír a lionel y provocando que escupiera la pasta.
──qué asco, boludo ──emiliano se le burlaba mientras lo veia enjuagarse la boca.
seguido de eso, se dirigeron a la cama.
messi se puso algo cómodo para dormir y le ofreció ropa a martínez, aclarándole que ninguna le iba a quedar.
el otro ni chistó. le dijo que no se preocupara, que él podía dormir en boxer. éste dato alteró al rosarino más de lo que esperaba.
dicho y hecho, emiliano se metió a la cama con él solo usando sus bóxers.
──¿qué hacé'? ──espetó elevando la voz. el más alto frenó al instante.
──ah, ¿no íbamos a dormir juntos? ──lucía sinceramente confundido.
──no, o sea, sí, pero la ropa...
no alcanzó a quejarse, puesto a que emiliano ya estaba debajo de las colchas a su lado.
había una tenue luz de la lamparita que los iluminaba, provocando que pudieran mirarse las caras.
el menor se acomodó sobre su brazo derecho, tapándose rápidamente con las sábanas y quedando frente a frente con el contrario.
──apagá esa luz ──se quejó, removiéndose en su lugar por el frío.
lionel se negó, recordándole que no podía dormir con todas las luces apagadas. y el otro volvió a llamarlo "cagón".
──estás conmigo, no tengas miedo. apagá la luz ──insistió, acercándose al cuerpo ajeno.
lionel no tardó en sentir la oleada de calor proveniente del cuerpo contrario. se estremeció ante el contacto de sus manos bajo la almohada, al mismo tiempo que emiliano pasaba su brazo libre por la cintura del más bajo. al apretar, provocó que sus cuerpos se unieran aún más, finalemente quedando pegados.
continuaban mirándose intensamente. la mano libre de lionel subió hasta el rostro impropio y, titubeando, decidió acariciarlo.
emiliano cerró los ojos ante la caricia y sonrió levemente.
──me gusta mucho ese lunar ──messi habló, rozando su pulgar contra la tersa piel del otro.
martínez abrió sus ojos, acomodándose en la almohada.
──¿ese lunar nada más?
hubo una pausa. lionel elevó aún más su mano para comenzar a cepillar los mechones del arquero, peinándolos y despeinándolos repetidas veces. el otro se relajó ante este gesto. aún así no cerró los ojos y continuó mirándolo.
el ambiente cálido que habían generado les proporcionaba una intimidad nunca antes imaginada. no tenían la necesidad de actuar frenéticamente. el cariño con el que se trataban el uno al otro expresaba mucho más de lo que se podían decir. y eso para lionel era lo mejor que le podía pasar. sabía que emiliano lo estaba entendiendo aunque no dijera ni una sola palabra. y lo confirmó cuando la sonrisa ajena lo terminó contagiando.
──bueno cortala, dame un beso y listo ──y al diez también lo volvía loco aquella forma tan peculiar de hablar que tenía el menor.
se acercó sin agregar mucho más, agarrando la cara de emiliano y juntando sus labios.
el agarre en la cintura del mayor se afianzó, al mismo tiempo que los labios de emiliano presionaban fuertemente contra los ajenos.
su lengua resbaló contra el labio inferior de lionel, permitiéndose la entrada. un pequeño quejido salió de la boca del delantero, dándole más entrada a martínez.
se separaban y se volvían a juntar. primero eran besos que no duraban tanto, luego se extendieron y en un punto no podían alejarse el uno del otro. entre besos, susurraban el nombre del contrario. tuvieron que parar porque sus sonrisas comenzaron a chocarse.
──estoy cansado, emi ──cuando emiliano abrió los ojos, se encontró con la vista más hermosa que habían tenido en años.
el pelo desordenado de lionel cayendo sobre su frente, seguido de sus mejillas casi rojas, más sus labios brillantes e hinchados.
──yo también, vení ──le hizo espacio para que se recostara contra su pecho.
el más bajo acató la orden y se escondió entre el hueco de su cuello y su hombro.
la pierna del arquero se enredó entre las ajenas, acomodándose mejor.
──buenas noches, enano. ──depositó un beso en su cabeza, a la par que acarició los mechones que caían por su nuca.
messi se sintió muy mimado. y le había encantado. todavía no podía borrar su sonrisa.
──dejá de decirme así, bobo.
holaa, escribí los dos caps al hilo asiq si tienen algun error, los arreglo mañana. besitosss