aquella tarde-noche había sido inolvidable. emiliano y lionel se habían permitido sentir todo lo que se venían guardando, sus sentimientos mutuos. y aunque no fueron explícitos, y ni siquiera se pararon a hablarlo con palabras, ambos parecían tener bien en claro lo que estaba pasando.
ya era hora, pensaba martínez.
después de los acalorados besos, siguió una tímida merienda cargada de miradas cómplices y alguno que otro chiste de doble sentido por parte del arquero. messi todavía se inhibía al contestarle, y la mayoría de sus pensamientos acerca del menor no eran verbalizados. sentía que tal vez se estaba obsesionando más de lo debido y que en realidad martínez no lo sentía con la misma intensidad.
y messi tenía sus razones para pensarlo.
no era la primera vez que a lionel le gustaba alguien. sin embargo, nunca le había pasado lo de ser correspondido.
y por parte de su contrario, sabía que tenía una ex de hace apenas unos meses y que durante toda su adolescencia había estado acompañado por alguna chica. es decir, los días de emiliano siendo soltero eran casi nulos.
no obstante, mientras su arquero lo acompañaba a la parada, se repetía a sí mismo que si emiliano estaba actuando así con él, es porque algo obvio estaba pasando entre los dos.
──cuando llegues, me avisás ──la mano de martínez en su hombro lo sacó de su trance.
asintió rápidamente, mientras divisaba el bondi llegar.
──¿no', no' vemo' mañana? ──messi lo quizo saludar, pero sus palabras salieron más en forma de cuestionamiento que otra cosa.
──obvio.
el bondi frenó, abriendo sus puertas.
la mirada de emiliano no abandonó ni un segundo los orbes del más bajo, quien poco a poco sentía su cara enrojecer.
lo quería despedir bien. tuvo un impulso muy fuerte de largarse a sus brazos y trepar hasta llegar a sus labios, para besarlo de manera dulce y sonreirle posteriormente.
mas no pudo, porque la insistente mirada del chófer y los nervios que lo invadían, le jugaron muy en contra.
lo único que atinó a hacer fue abrazar al menor de forma amistosa, el cual le correspondió algo confundido, al parecer esperando algo más.
hecho aquello, dio la vuelta y subió al transporte. apenas se sentó, miró por la ventanilla y allí seguía su tan amado arquero.
la cantidad de suspiros que dejó salir a lo largo del viaje, evidenciaban el creciente cariño instalándose en su pecho. era tan extraño el amor correspondido.
una de las tantas cosas que emiliano se había enterado sobre messi el día anterior, fue su fecha de cumpleaños. faltaba menos de una semana para éste, así que el estrés de emiliano por no saber qué regalarle era cada vez mayor.
los días siguientes a aquel encuentro, siguieron frecuentándose en los entrenamientos. en poco tiempo empezaría el sudamericano, así que las concentraciones eran más intensivas.
algo de lo que la mayoría se percató fue el cambio de ambiente entre messi y martínez.
de pasar de un lío entre gritos y casi golpes, a una indiferencia casi letal, para actualmente estar mucho más cerca de lo normal. entre toques de cinturas, sonrisas sospechosas y comentarios cuestionables.
──yo no sé qué les habrá hecho hacer pancho pero... acá pasó algo ──cuti le susurraba a otamendi, quien asentía.
a lo lejos en la cancha, se podía distinguir a lionel y emiliano practicando penales.
la mayoría del equipo estaba centrado en su propio ejercicio, pero habían excepciones. el kun se sumó a la charla de cuti y ota, llamando la atención de lisandro.
──eu, ¿qué onda esos dos? ──licha cuestionó. ──cuando volvimos de brasil, leo prácticamente me mandó a la mierda para quedarse solo con el dibu.
──sí, le dijo que yo lo llamaba cuando nada que ver ──concordó cuti. ──'tan raros...
──sí... el dibu sobretodo.
sergio intentaba hacerse el pelotudo. se había acercado a ellos para escuchar de qué cuchicheaban, sin embargo ahora no sabía cómo retirarse en silencio. él sabía muy bien lo que pasaba, pero no podía mandar al frente a su amigo.
──¿vos kun sabés algo?
el kun hizo un puchero y negó con la cabeza. fue bastante creíble.
──dejenlos a los pibes ──habló agüero. ──primero porque no se podían ni ver. ahora porque se llevan mejor. pero che, no les viene nada bien a ustedes. ──se quejó.
──pero no es eso, tarado ──explicó licha. ──yo me llevo bien con el cuti pero no por eso le voy agarrando la manito a todos lados ni me pongo celoso de mis compañeros... no sé. además como que yo siempre estuve en situaciones que me dan a pensar...
──¿que te dan a pensar qué, licha? ──agüero se puso a la defensiva.
──boludo, miren ──otamendi interrumpió la charla, señalando con su cabeza hacia el arco.
emiliano estaba boca arriba sobre el piso mientas lionel se encontraba subido a horcajadas de éste, riéndose y al parecer, haciéndole cosquillas. la pelota había quedado en un segundo plano.
──mira cómo lo agarra el dibu ──nicolás habló. ──vos no agarrás así a alguien a menos que te lo hayas re garchado.
──qué animal que sos, nicolás. ──sergio volvió a quejarse. intentó defender a su amigo pero era imposible con lo que estaba presenciando.
──nah, cualquiera ota, tampoco tanto ──licha habló ante el silencio.
──hablando de leo ──kun intentó desviar el tema. ──este jueves es su cumple, se me ocurrió hacerle algo sorpresa en mi casa, ¿bancan?
──uh, de una, sí ──nicolás contestó. ──igual leo no es muy de las jodas ¿o no?
──no, pero seríamos nosotros nomás. los del equipo ──se encogió de hombros. ──unos regalitos, birra, panchos y fifa.
──me re copa ──licha aseguró. ──yo llevo para hacer lomos.
──voy a salir rodando de ahí ──cuti comentó riendo. ──¿la idea es que leo no se entere?
──ajá.
──¿y quién se encarga de llevarlo?
los cuatro se miraron entre sí, para luego volver a la escena de emiliano con lionel, quienes ahora habían vuelto a practicar penales.
──¿quién más que el noviecito? ──agüero rodó los ojos ante el comentario de otamendi, pero decidió no discutirlo más. solo ignorarlo.
──bueno, yo me encargo de avisarle al dibu. ustedes vayan avisándole al resto ──les guiñó un ojo y volvió a lo suyo.
agüero sabía que este sería el primer cumpleaños de messi alejado totalmente de su familia, así que se encargaría de hacerlo sentir lo más acompañado posible. era lo mínimo que se merecía. y unos buenos regalos.
pasados los primeros días de la semana, ya era jueves por la mañana.
lionel llegó al predio y no tardó en recibir felicitaciones por parte de todo el personal. y todos los saludos continuaron en el festejo, en el cual no dejaban de joder al capitán y de tirarle cosas por finalmente cumplir sus veinte años.
y por más que apreciara todas las felicitaciones, estaba esperando una en específica.
cuando emiliano pisó los vestuarios, prácticamente salió corriendo en dirección del mayor.
sin previo aviso, lo levanto en sus brazos y comenzó a saltar, siendo seguido rápidamente por el resto del plantel. la canción del feliz cumpleaños no tardó en hacerse presente.
lionel sonreía a más no poder. y un momento en el que su mirada se cruzó con la del más alto, tuvo aquel impulso de besarlo otra vez.
emiliano lo notó en el instante. los nervios lo invadieron así que lo bajó apenas la canción terminó, dejando a messi con un montón de ideas colgadas en su cabeza.
el delantero volvió a agradecer repetidas veces, mientras sentía la mano de emiliano sobre su espalda, bajando y subiendo.
──bueno muchachos, mucho festejo mucho festejo pero el entrenamiento sigue, eh. ──el director técnico apareció.
el entrenamiento comenzó. no fue tan pesado, fue como cualquier otro. y messi no sospechaba ni en lo más mínimo lo que le seguiría después.
terminaron con todo y salieron del predio. los chicos se despedían uno por uno como era de costumbre. todos en distintas direcciones.
dibu le ofreció ir a pasear por ahí. le prometió que podía elegir cualquier cosa (de precio razonable) y él se lo compraría.
entusiasmado, messi se despidió de sus compañeros y siguió al arquero.
estuvieron unos cuantos minutos dando vueltas. hasta que lionel finalmente se decidió. entre chucherías, logró divisar un póster de pablo aimar que lo dejó anonadado.
emiliano se reía de lo tierno que se veía lionel hablando de aimar. prestó suma atención a la emoción que le ponía a sus palabras. accedió a comprárselo. y cuando se lo entregó, supo que necesitaba ver a messi así de feliz una vez más.
──¿te gusta? ──preguntó el menor al salir de la tienda.
──obvio boludo, me encanta. ──expresó. ──muchas gracias, en serio.
a la hora, mientras tomaban un helado, se percató de que kun le había dejado un mensaje.
──che, ¿pinta ir a jugar a la play?
──pero si vo' no tené' play. ──lo miró, desconfiado. ──no voy a caer en la misma do' vece'.
martínez comenzó a reír de la vergüenza y negó con la cabeza.
──no, tontito. le caigamos al kun.
──ah bueno, dale. de una.
decididos, se encaminaron hacia la parada del bondi.
emiliano había dejado su regalo para messi días antes en lo del kun, y estaba ansioso por que el otro lo vea. por ahí no era la gran cosa, pero haber visto a lionel emocionado le había generado una cálida sensación en el pecho. solo estaba buscando sentirlo de nuevo.