back to you² ━━ antoine griez...

Af greiizmann

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ooo. ━ back to you . ☆ ❛ but if we loved again, i swear i'd love you right ❜ . . . ¡ volver a ese día de sep... Mere

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Af greiizmann



















isabelle.

El partido de inglaterra y estados unidos había dejado a isabelle con una sensación de disconformidad. Esperaba una victoria de su país, sin embargo el encuentro había terminado sin goles para ninguno de los dos paises.

No había podido vivir el partido con su familia debido a que tenía que entrevistar a mason mount luego del partido. Se encontraba en un lugar apartado junto al resto de los periodistas.

Al terminar el encuentro, el futbolista trotó hacia ella para llevar a cabo la entrevista que se enfocaba en preguntarle como había vivido el partido.

Una vez terminada, el jugador del chelsea volvió a los vestidores con el resto de sus compañeros e isa le entregó su equipo a la producción del canal para buscar a su familia a la salida del estadio.

Cuando llegó donde ellos, leroy se abalanzó sobre ella para abrazarla. Isa esbozó una sonrisa a la vez que lo tomaba y depositó un beso en su mejilla.

Luego el niño dijo que tenía hambre, así que junto a ezra y amelia fueron a comprar algo, dejando a isa a solas con sus padres.

— cuéntame isa, porque parece que no nos estamos enterando de nada — su madre habló, llamando su atención. — ¿volviste con antoine?.

Isabelle la observó confundida. ¿Volver ella con antoine? ¿De verdad su mamá lo veía como una posibilidad? Si estaban más cerca de matarse que de volver a estar juntos.

— ¿de donde sacaste que antoine y yo estamos juntos, mamá? — preguntó.

— es que leroy dijo que estaba emocionado porque mañana irían a ver el partido de francia. Cosa que debo admitir que me decepciona, isa, porque aquí nadie es nuestro aliado, todos somos rivales — su hermano apareció. — pero pensamos que habían arreglado las cosas, aunque el otro día no parecían ir muy bien — hizo una mueca.

La inglesa asintió no muy a gusto luego de recordar su última conversación con antoine.

— ¿que conversación? ¿De que nos estamos perdiendo ahora? — inquirió ines, que despúes soltar un grito ahogado. — ¿ya sabe la verdad?.

— si — murmuró descontenta.

— ¿y como se lo tomó? — siguió preguntando, curiosa y algo preocupada. Sabía que la acción que había cometido su hija tres años dejaba mucho que desear y que antoine no la perdonaría tan fácilmente, sin embargo deseaba poder verlos al menos conviviendo con leroy.

— ¿como crees que se iba a tomar el hecho de que le ocultara por más de tres años que es papá? — soltó un suspiro, sintiendo la angustia una vez más llenando su pecho. Odiaba esa sensación. — sacó sus propias conclusiones y llegó a la verdad.

— ¿y le contaste a leroy que es su papá? — su nieto le preocupaba más que cualquiera. Era un chiquito que todavía no entendía lo que pasaba.

— no, todavía no lo sabe — negó con la cabeza. — prefiero esperar un tiempo más para que se acostumbre a la presencia de antoine. Va a ser mucha información para él si le digo ahora que una persona que vio dos veces en su vida es su papá.

Al niño no iba a costarle demasiado tomar confianza con antoine, sin embargo se conocían hace muy poco.

— las cosas no siempre salen como uno espera, isa, creo que eso ya lo tienes bien claro — su padre habló, observándola con una sonrisa comprensiva. — pero no podemos evitarlas. Pase lo que pase sabes que cuentas con nosotros.

Isa lo abrazó y se permitió soltar un par de lágrimas antes de limpiarlas para girarse a ver a su hijo, que ahora volvía con unas palomitas en la mano acompañado de amelia.

— ¿te gustó el partido? — preguntó la inglesa, levantándolo del suelo.

— no tanto como el primero — admitió haciendo una mueca. — en ese gritamos muchos goles.

— si — lo miró con una pequeña sonrisa.

— ¿sabes mamá? — dijo, segundos despúes de quedarse en silencio, pensativo. — no sabía que antoine era futbolista.

— ¿y que pensaste que hacía?.

— lo mismo que tú.

Isa negó. — antoine juega fútbol, y es uno de los mejores jugadores que existe.

— entonces ¿le puedes pedir que me enseñe a jugar?.

La inglesa recordó esa conversación que había tenido con el rubio años atrás, cuando mencionó que le gustaría tener hijos para que lo vieran hacer lo que más le gustaba. Y la imagen de leroy y él jugando fútbol se vino a su cabeza, aunque el pequeño apenas pudiera patear la pelota de fútbol. Todavía era muy chiquitito y no podía correr sin tropezarse.

— tal vez tú podrías pedírselo mañana — se encogió de hombros.

...

Isa y leroy se encontraban en el palco, esperando a que el partido comenzara. Habían tanto hinchas franceses como daneses, y la inglesa no podía sentirse más fuera de lugar.

— ¿entiendes lo que dicen? — leroy preguntó acercando su rostro al de su madre en un susurro. Isa esbozó una pequeña sonrisa.

— un poco — admitió también susurrando. — ¿y tú?.

Leroy podía tener dos años, sin embargo isa ya había empezado a enseñarle más idiomas además del ingles, entre los que se encontraba el francés.

— también — contestó acurrucándose en el pecho de su mamá y estiró sus brazos para acariciar el rostro de isa. Era lo que hacía cada vez que tenía sueño.

Su respiración comenzó a ser más lenta, dándole a saber a la inglesa que estaba quedándose dormido, pero su sueño fue interrumpido por el festejo de los hinchas.

Rápidamente se acomodó en el regazo de su mamá y observó con atención como los dos equipos salían a la cancha y se formaban sobre el pasto.

Cuando comenzaron a cantar los himnos, leroy volvió a girarse hacia isa.

— no me sé los himnos — dijo.

— no pasa nada, roy — negó con la cabeza. — no tienes que saberte todos los himnos. Con el de inglaterra está bien.

— es que tampoco me lo sé.

— ya te lo vas a aprender, no te preocupes — divertida, depositó un beso en su mejilla. — ahora fijate en el partido que ya va a comenzar.

El rubio asintió con la cabeza y se giró para mirar la cancha. Señaló un punto y habló. — ahí está antoine.

Isa miró hacia donde señalaba, fijándose en que el frances esperaba ya posicionado que el árbitro pitara su silbato para darle comienzo al partido.

No mucho despúes el hombre hizo un ademán con su mano y sonó un pitido, dándoles a saber a todos que el partido había comenzado. Los jugadores comenzaron a correr detrás de la pelota y en el minuto veinte francia tuvo su primera oportunidad de gol, pero el arquero de dinamarca atajó la pelota.

El primer tiempo no tardó en terminar y el segundo tampoco en comenzar. Leroy tenía un poco de hambre, así que isa algo de comer mientras ambos veían atentos el partido.

En el minuto sesenta, con un pase de theo hernandez mbappe anotó el primer gol del partido, haciendo que los miles de franceses que se encontraban en el estadio celebraran.

— ¡kylian! — exclamó leroy, haciendo reír a isa.

Siete minutos despúes vino el empate de dinamarca, haciendo que ahora la gente de ese país celebre.

Mientras leroy comía y de vez en cuando se sorprendía por los lanzamientos, isa solo observaba atenta el partido.

Los minutos siguieron pasando, y la pelota rodaba de un arco al otro, pero sin ningún gol más, hasta el minuto ochenta y cinco, cuando antoine le dio un pase a mbappe y él terminó por anotar el dos a uno a favor de francia.

— ¡amo a kylian! — volvió a exclamar el niño.

Isabelle por inercia esbozó una sonrisa.

Al terminar el partido los jugadores volvieron a los vestidores, y los hinchas comenzaron a irse del estadio. La inglesa también estaba preparándose para irse de ahí, cuando un hombre de casi dos metros se acercó a ella.

— ¿isabelle burguess? — preguntó.

— depende de quién pregunte — contestó.

— yo pregunto.

— si soy yo — lo miró algo confundida.

— ¿me puede acompañar un momento?.

La inglesa alzó las cejas sin entender. ¿Por qué la buscaba un guardia? ¿Era ofensivo ir al estadio y no celebrar los goles? Tenía sus razones, era inglesa. No pensaba celebrar ningún gol a menos que fuera de su selección.

El guardia pareció darse cuenta de su cara de inquietud, porque relajó un poco su expresión para tranquilizarla. — no se preocupe, no es nada malo, solamente me mandaron a buscarla.

— ¿quién?.

— no puedo decir nada.

Isabelle lo miró no muy convencida. Ya se iba haciendo una idea de quién podría ser, sin embargo no podía estar segura. De todas formas iba a arriesgarse e ir con él, no podía descartar que fuera un jeque que la quisiera de esposa.

Con leroy en brazos siguió al guardia que los guió hacia el pasillo que llevaba a los vestidores.

Al llegar se fijó en que antoine estaba ahí. El frances le dio las gracias al guardia y el hombre se fue de ahí dejándolos a solas.

— ¿donde estamos? — preguntó leroy, observando curioso el lugar.

— en el vestuario — el frances contestó. — ¿quieres conocer a mis compañeros?.

El niño abrió su boca sorprendido. — ¿también a kylian?.

— ¿desde cuando te gusta tanto mbappe? — cuestionó isa, ladeando la cabeza.

En su vida ella le había hablado del futbolista, así que de verdad no tenía ni idea de porque lo admiraba tanto.

— ezra me ha hablado de él. ¡Y es compañero de antoine!.

— bueno, ¿que dices? ¿Vamos a conocer a kylian entonces? — repitió antoine.

— ¡si! — exclamó el niño. — ¿podemos mamá?.

— ve con antoine — contestó la ojiazul, moviendo el pelo del rostro de su hijo como de costumbre. — yo te espero aquí.

Prefería que fueran ellos solos, así evitaban pasar un momento incómodo.

— quiero que vengas conmigo — con un puchero enrolló sus brazos alrededor del cuello de su mamá. — no quiero que te quedes sola.

El corazón de antoine, al verlos de esa forma, se ablandó. Y ni siquiera era que su corazón estuviera de piedra, solo seguía molesto con isa por todo lo que había pasado.

La inglesa sonrió de lado. — no voy a estar sola, roy, marley me hace compañía — hizo una maniobra para sostener a su hijo con un brazo y con la otra tomar a marley.

— marley solo me habla a mi, mami — la observó divertido.

— tal vez puedo lograr que me hable un poco a mi también — se encogió de hombros.

Leroy negó. Sabía que era imposible que su caballo le hablara a su mamá, pero le entretenía que pensara que si iba a poder.

— ¿puedo ir con antoine?.

— puedes ir con antoine, pero con mucho cuidado, no hagas nada peligroso — le advirtió.

— no le va a pasar nada. Sé como cuidar a un niño — habló el frances más brusco de lo que esperaba.

Isabelle soltó un suspiro, y terminó apretando sus labios para evitar decir algo. Reprimió todas sus ganas de irse de ahí solo para ver a su hijo satisfecho.

Antoine se alejó rumbo al vestidor de la selección francesa con el rubio en sus brazos e isa logró escuchar una parte de su conversación.

— ¿te gustan los caballos? — le preguntó el ojiazul al niño, algo curioso.

— si, es mi animal favorito — contestó leroy asintiendo con la cabeza.

El frances alzó las cejas, sorprendido. — ¿de verdad? El mío también. Es más, tengo uno que se llama écurie. Te puedo llevar a conocerlo algún día.

El ojiverde, entusiasmado asintió con la cabeza y desaparecieron de la vista de isa, para volver minutos despúes.

Ambos volvieron sonriendo, y ahí, al verlos tan cómodos con la presencia del otro, isa supo que ya no podía hacer nada más que dejar las cosas fluir. Iba a ser difícil para ella convivir con antoine, pero era un pequeño esfuerzo que debía realizar por el bien de leroy.

son iguales😭😭😭

btw, perdón por el capitulo de mierda
pero lo escribí trasnochando

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actualizando:D

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